SOBERANÍA RESIGNADA POR EL
GOBIERNO DE MILEI
Nuestra sociedad argentina, dentro de la genuina
sensación de necesitar cambios, consagró presidente a un anarco capitalista
como Javier Milei, que ha sostenido que “el Estado es una asociación criminal y…
hay que entrar al sistema para dinamitar al Estado”. En ese objetivo, entre
otros fines, Milei está atacando perfiles básicos de la Nación, nuestra patria.
Reparemos que una Nación se funda en una población ligada por vínculos históricos,
jurídicos y afectivos, en un territorio soberano que le da unidad y con un
gobierno regulado por la Constitución Nacional.
No importa el pueblo
Con
una verdadera frialdad inaceptable, demuestra una profunda inhumanidad respecto
de las personas que viven en el país. Así, deja sin medicamentos básicos a jubilados
y personas necesitadas; no provee de alimentos a los merenderos; se jacta que
ha echado a miles de personas y tantas cosas más, en contra de la población.
Entrega de las Malvinas
Asimismo,
en febrero de este año, violando resoluciones internacionales y en un franco
desafío a Argentina, el ministro de relaciones exteriores inglés David Cameron
visitó las Islas Malvinas y refirió que las islas Malvinas se consideran
integrantes del Reino Unido.
Esta
visita se realizó a un mes de la reunión sostenida en Davos con el presidente
Javier Milei.
Ante
ese hecho, la canciller argentina Diana Mondino sólo se limitó a emitir un
twitter irónico diciendo, que “Estaremos felices de recibirlo en una próxima ocasión
en Buenos Aires”. No se hizo una protesta formal del país, como corresponde.
Omisión esta que no puede considerarse que se cumplió cuando se encontró, luego
en Brasil, con el canciller inglés y manifiesta ella, que le hizo un reclamo no
formal, sin valor jurídico internacional.
Mientras
tanto, después de la visita de Cameron, unilateralmente el gobierno británico
dispuso, sobre zona reivindicada soberana por Argentina, extender a 170.000
kilómetros cuadrados el radio de veda total para la navegación y la pesca.
Además,
se está construyendo un nuevo puerto británico en Malvinas que se especializará
en brindar servicios logísticos a terceros países con intereses en el
continente blanco. Se pretende que dicho puerto sea la puerta de entrada para
la Antártida, sustituyendo a Ushuaia, nuestro puerto del sur.
La Antártida Argentina
La provincia
de “Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”, fue creada por ley
23.775/90, cuyo territorio reviste particular importancia geopolítica para
nuestro país y el mundo. A dicha provincia la integran las tierras y aguas reclamadas
por Argentina, en la que se encuentra nuestro sector antártico. Hay que
recordar que la Argentina, fue el primer país del mundo en tener una presencia
en el Polo Sur hace 120 años, en 1904, con una base en el grupo de las Islas
Orcadas, donde se fundó un observatorio meteorológico.
La
actitud de Cameron implica un avance en las reivindicaciones inglesas respecto
de la Antártida, en el reclamo de una porción de territorio en el polo sur, que
se superpone con nuestro sector antártico.
En
enero de este año 2024, el presidente Javier Milei visitó las bases Marambio y
Esperanza, en la Antártida argentina, con motivo de un programa de control de
la contaminación por microplásticos, sin embargo, no declaró nada respecto de
la reivindicación soberana argentina en los hielos australes y nuestros
derechos sobre Malvinas y las islas del Atlántico Sur.
Ley de
tierras
El Decreto
de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, firmado por Milei, deroga la Ley 26.737
sobre “Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o
Tenencia de las Tierra Rurales”, denominada “Ley de Tierras”. Dicha derogación viola
el Tratado de Escazú y el Convenio 169 sobre Derechos Indígenas. La Ley de Tierras
buscó reducir el gran peligro que representa la posibilidad de la adquisición
de tierras, y con ello de ecosistemas nativos de alta biodiversidad, glaciares
o porciones de cuencas hídricas, efectuada por compradores extranjeros y/o por
corporaciones de otros países.
Luego,
con la llamada Ley Ómnibus se ha buscado eliminar organismos del estado que
controlan a las corporaciones y grandes sectores de interés. Las modificaciones
propuestas en el proyecto sobre las leyes de bosques, glaciares e incendios terminan
siendo un complemento que, de manera negativa, se suma a la derogación por el
DNU 70 de la Ley de Tierras, ya que dan impunidad a las empresas megamineras, a
las industrias contaminantes y al agronegocio.
Razones
por las cuales, el representante de la Fundación para la Defensa del Ambiente
(FUNAM) el biólogo Dr. Raúl Montenegro puso una denuncia penal contra el
presidente y los ministros firmantes de las normas referidas.
Un
país sin Ley de Tierras, y sin organismos del Estado de Control, termina no
solo perdiendo soberanía sobre su propio territorio, sino recursos vitales,
imposibles de recuperar.
Entrega de la soberanía del Río Paraná
Otro
aspecto soberano fundamental de nuestra Argentina es el Río Paraná, que ahora lo
denominan “Hidrovía”, para no mencionar su nombre. Por él se transportan
minerales y el 80 % de todas las exportaciones argentinas.
El
presidente Milei ha hecho un pacto con Uruguay para que todas nuestras
exportaciones por el Paraná salgan desde el puerto de Montevideo, desactivando la
realización del canal Magdalena, que permitiría llegar a un puerto argentino y
de ahí partir al exterior. Incluso los barcos que vienen por el río Paraguay y
Paraná, que van a nuestro sur argentino, como al puerto de Mar del Plata, deben
pasar por Montevideo, lo cual es inaceptable.
Hay
que agregar que existen 31 puertos privados por las que se canalizan grandes
exportadoras, en los que se evaden, sin esfuerzo, los controles de los diversos
organismos del Estado.
A
su vez, el presidente Milei en la Ley Ómnibus, (art. 346), pretendió lograr la facultad
de poder él autorizar el ingreso de tropas extranjeras al país, lo que le está
vedado por el artículo 75, inciso 28, de la Constitución Nacional, que
determina la competencia exclusiva del Congreso Nacional para “permitir la
introducción de tropas extranjeras en el territorio de la Nación”.
Luego,
sin respetar la constitución, el gobierno de Milei ha dado, ilegalmente, al
ejército norteamericano el control del tráfico del río Paraná, al firmarse, en
un acto administrativo nulo, el Memorandum de entendimiento convenio suscripto
entre la Administración General de Puertos (AGP) y el Cuartel General del
Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Lo firmado implica una
renuncia a poder asegurar el dominio soberano sobre la vía navegable. Incluso
la AGP aparece en la lista de la Ley Ómnibus de dependencias del Estado que se
busca desnacionalizar.
Al
respecto, la canciller Diana Mondino no sólo no ha dicho nada, sino
que su gestión se caracteriza por la indolencia y la desidia en materia de
soberanía.
Evitar el infarto de patria
Estamos a tiempo de evitar que estos golpes al corazón de la Patria grande se consoliden. No se puede permitir el doble juego que hace Milei que, por un lado, dice que busca generar consensos legales en un “Pacto de Mayo”, pero pone como requisito que, previamente, los gobernadores aprueben el DNU 70/23, declarado inválido por el Senado, por ser de nulidad absoluta e insanable y, además, la “Ley Ómnibus”.
Dr.
Miguel Julio Rodríguez Villafañe
Abogado
constitucionalista cordobés y
Periodista
de opinión
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