MIRADA
GEOPOLÍTICA DE ORIENTE Y OCCIDENTE
DE LOS
ÚLTIMOS 30 AÑOS
CONFLICTO
MILITAR DE ESTADOS UNIDOS
CONTRA
CHINA EN 2027
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Otro día más, nos encontramos
en este espacio de reflexión compartida con múltiples temáticas, hoy, en
particular, para comprender a través de un análisis racional, lo que ocurre en
el planeta y cómo se fue configurando la actual situación mundial a partir del
fin de la Guerra Fría.
La implosión de la
Unión Soviética en 1991 le permitió a Occidente tomar las riendas planetarias
de forma absoluta porque el enemigo histórico, se había autodestruido. Aparece
un libro que da cuenta de las perspectivas occidentales para los siguientes
años: “El fin de la historia” de Fukuyama, vamos, ya las corporaciones pueden
hacer lo que quieren en el planeta. Hemos vivido desde el punto de vista
geopolítico un mundo unipolar, atlantista, a partir de la década de los 90, con
la hegemonía absoluta de Estados Unidos; desde el área socioeconómica, la
última etapa del capitalismo avanzado, el modelo neoliberal que estamos
viviendo, desde la década de los años 80,
pero que ya es un modelo agotado; antes lo decían los
críticos, ahora las mismas multinacionales.
Es necesario un nuevo
modelo. Y con respecto al mundo social, estamos inmersos en un cambio cultural
y de valores que lo enmarcamos en lo que llamaremos “posmocapitalismo”, sobre
todo en Occidente. Desde hace más o menos 20 años, las élites corporativas que
controlan, sobre todo, Estados Unidos y Europa, se sienten cada vez más
amenazadas, porque mientras en la década de los 90, la caída de la Unión
Soviética les había dado alas, desde el nuevo milenio, la situación se les complicó.
Esto es fundamental
para comprender lo que estamos viviendo. Retomamos, a comienzos del año 2000,
las élites corporativas comienzan a sentir amenazas porque surge ese año lo que
algunos llaman “la revolución Putin”.
Rusia y China
comienzan a configurarse como poderes independientes y van incrementando su
poder militar, económica y políticamente y aquí podemos mencionar a los BRICS,
el agotamiento creciente del modelo neoliberal con más endeudamiento impagable
y pobreza evidente y, con Internet, la pérdida del control ideológico. Y es que
hoy, los países emergentes y los países en desarrollo están apostando
globalmente por ese bloque de China y Rusia.
Y aquí enmarcamos las
guerras contra el mundo musulmán desde 2001 con pretextos
infames para invadir, saquear, destrozar países, asesinar
millones de inocentes, guerras contra países aliados de Rusia y China, porque
Occidente en vez de enfrentarse directamente utilizó a Afganistán, Irak, Libia,
Siria, Irán y, a partir de ahí, pretendían destruir China y Rusia.·Esa
estrategia la cortó Rusia con su intervención en Siria. Tenían como objetivo
destruir esos Estados para controlar el área de influencia de ese “Sur global”
que estaba emergiendo con más fuerza.
Y hoy, Rusia está ganando
la guerra. En febrero de 2022, el poder corporativo pensó que había logrado lo
que quería: que la Federación Rusa cayera en la trampa de la OTAN, destruirla
económica y militarmente, pero en la práctica, se llevaron un chasco. La OTAN
se habrá dicho: estos han caído en la trampa.
Por supuesto, ya
habían armado anteriormente a Ucrania hasta los dientes. La OTAN pensaba que
Rusia se iba a entrampar en Ucrania, hundiría su economía y la aislaría y
cambiaría el régimen e impediría que ese mundo multipolar se fortaleciera a
partir de su derrota. En vez de suceder eso, se ve que Rusia va a ganar la
guerra, una guerra de desgaste y está incrementando su peso geopolítico e ideológico
a nivel mundial.
¿Qué hace la élite
corporativa? Tiene dos opciones: negociar y recolocarse en el nuevo mundo
multipolar o no aceptar el nuevo contexto, o sea, ir a la guerra europea,
mundial, nuclear o como deseen llamarla. Esto ya estaba sobre la mesa hace casi
una
década y si recordamos las bombas atómicas de Estados Unidos
sobre Hiroshima y Nagasaki, la utilización de armas nucleares otra vez no sería
tan descabellada.
A todos nos cae mal
Donald Trump, pero su eslogan América first, que Estados Unidos se centre en su
país, que deje de ser la policía del mundo nos atrae y ahí Trump, Putin y Xi
Jinping coinciden ideológicamente. Apuestan por un mundo multipolar. Rusia no
es un peligro existencial como dicen nuestros dirigentes europeos: es mentira.
Lo que está en riesgo existencial es el poder de la élite corporativa, al igual
cuando hablan del peligro que supone China.
China no constituye
ningún peligro, lo que está en peligro es Wall Street y la City de Londres.
Ellas están en peligro y están apostando todo para que Rusia no gane la guerra,
ni Trump llegue a la presidencia y están haciendo lo que sea para no perder ese
poder.
Y comienza el choque
geopolítico cuando se enfrenta Rusia con Occidente en Ucrania. Y los países
emergentes y en desarrollo se anotan detrás de Putin y Xi-Jinping. La idea de
Rusia y China es que los gobiernos no estén por debajo de las corporaciones,
sino por encima.
Si desean trabajar
para sus ciudadanos, tienen que cortar ese poder corporativo que es la
filosofía de los países alineados con China y Rusia. ¿Qué es lo que a Estados
Unidos y a Europa les impide cortar esos lazos corporativos, como lo están
haciendo Rusia y China? ¡Qué miedo! Si la Federación Rusa y la República
Popular de China lo pudieron hacer, en cualquier momento, los ciudadanos estadounidenses
y europeos podrían plantearse lo mismo.
El proceso de
globalización ha destruido las industrias en Estados Unidos y en la Unión
Europea, la demografía en Europa está hundida, el endeudamiento de los 27
países miembros es imposible de pagar, la miseria aumenta día a día y de esto
no se habla. Los gobiernos no han trabajado para sus ciudadanos desde hace 30
años, sino para esas corporaciones que obligan a los dirigentes estadounidenses
y europeos a realizar acciones siempre a favor de las corporaciones.
Si pensamos en la
Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética se sentían fuertes, pero hoy
hay un auténtico pánico de la élite corporativa si gana Rusia.
Esa victoria
implicaría perder el control de Estados Unidos y de la Unión Europea y,
posiblemente, de la totalidad del planeta.
¿Es necesaria una
guerra mundial nuclear europea? Como se trata de potencias nucleares, el riesgo
es altísimo. Algo que nos tendría que llamar la atención es la creación de
bunkers superexclusivos en Hawai o en Nueva Zelanda, por parte de los
multimillonarios. En la guerra entre la OTAN y Rusia se pasó de amenazas
verbales a ataques directos a Rusia, envío de armas y tropas a Ucrania. Y nos
preguntamos, ¿qué derecho tiene ahora Francia para desencadenar una guerra
mundial o nuclear si no es una institución militar? Claro, Francia responde a
los Rothshild.
Quien ataca es la
élite corporativa a través de la OTAN y sus siervos infames. Todo es de la
OTAN: los proyectiles son de la OTAN, tanques a Ucrania, misiles a Ucrania, son
ataques de las potencias occidentales a Rusia, la localización de los objetivos
se hace con satélites de la OTAN, las plataformas de proyectiles son de la
OTAN, el direccionamiento de drones y proyectiles, también es de la OTAN.
Lo que ocurre es que
quieren que sea Rusia quien la inicie la guerra nuclear y la Federación Rusa
mira para otro lado. Algo similar ocurre en Medio Oriente donde Israel quiere
que sea Irán quien comience una guerra nuclear. Ataca Gaza, Cisjordania, el
Líbano; la última barbaridad de Israel fue la manipulación con explosivos de
dispositivos electrónicos en el Líbano.
Si la OTAN está
provocando, si Israel está provocando, es porque quieren que reaccionen tanto Rusia
como Irán, así como una implicación directa de Estados Unidos. Y ahora noticias
delirantes de una fantasmal Unión Europea. Francia y Alemania ya están hablando
del servicio militar obligatorio. Reino Unido también lo habla. Dinamarca
incorporará mujeres a partir de 2027. En Lituania, será obligatorio. España
puede incorporar el servicio militar obligatorio.
¿La guerra será hasta
el último europeo?
Y volviendo a la
guerra en Ucrania, el punto límite fue en mayo: hubo tres ataques al sistema
ruso de alerta temprana de ataque nuclear; en las doctrinas nucleares
militares, esa no es causa de guerra, sino de DEFENSA NUCLEAR. Rusia tendría
que haber respondido con misiles nucleares y no lo hizo.
Y si leemos los
medios nunca podemos dejar de asombrarnos, porque ya Estados Unidos tiene
pensado un conflicto militar contra China para 2027. ¡Qué fuerte! Ahora la
élite corporativa también tiene la bola de cristal para suponer que la
República Popular China invadirá algún territorio. ¡Son patéticos! Si el think
tank RAND CORPORATION ya había sugerido hace años, qué acciones había que
realizar y en qué países para detener el avance del poderío de Rusia y China.
Esa guerra contra
Rusia podría haberse desencadenado tanto en Georgia como en Moldavia o Transnistria,
pero fue en Ucrania. Y esto contra China no es más que una bravuconada porque
el potencial naval del país del norte es para llorar de lástima. Claro, Estados
Unidos apuesta por su aliado, Corea del Sur, para ayudar a rescatar su
paralizada industria naval y, posiblemente, apuesta también por Indonesia. La
industria naval estadounidense es conocida por sus años de retrasos y sobrecostos.
Mientras tanto, Corea del Sur y Japón son los mayores constructores navales del
mundo. Pero las nuevas cifras muestran que, incluso con el apoyo de las
empresas asiáticas, Washington podría tardar años en recortar la distancia que
la separa de China en poderío marítimo.
Me despido de nuestra
querida audiencia, agradeciendo su amable atención, e invitándola a una nueva
emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Hasta la victoria,
siempre, compañeros!
PROF. VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata