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lunes, 8 de abril de 2024

EL CLUB BILDELBERG - LA RED TAVISTOCK - Desde los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel en Buenos Aires hasta el de Madrid en 2004 - Parte XXXIX - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

EL CLUB BILDELBERG

LA RED TAVISTOCK

Desde los atentados a la AMIA y la Embajada

de Israel en Buenos Aires hasta el de Madrid en 2004

Parte XXXIX

 

 

 

 Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.

 Mi columna de hoy será la continuidad de una serie de reflexiones iniciada hace varios meses de la mano de los libros del Dr. Daniel Estulin: LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK y, dada la índole de la temática de este domingo, siguiendo las líneas conceptuales del Licenciado Lorenzo Ramírez, en su libro: LAS CLAVES OCULTAS DEL 11M: 20 AÑOS BUSCANDO LA VERDAD.

 

 Cuando nuestro nivel de análisis supera la linealidad del tiempo, y nos centramos en lo conceptual, rompiendo las barreras del tiempo y del espacio, arribamos a conclusiones o no llegamos a ninguna, pero enriquecemos nuestras estrategias cognitivas con preguntas para poder desentrañar de una manera más sutil los hechos, aunque, obviamente, esto escapa a lo que estamos acostumbrados a leer y escuchar.

 

 Así como el atentado a la Embajada de Israel en 1992 y el de la AMIA, en 1994, ambos en la ciudad de Buenos Aires, duermen en el limbo de la indeterminación, la sospecha, el ocultamiento y manipulación de pruebas, el encubrimiento, jueces y fiscales cómplices y, por qué no hablar de la mentira, debemos pensar que en los “países serios”, como se dice en Argentina, ocurre de la misma manera. Y aquí les traigo pruebas.

 

 ¿Por qué se idealiza lo que ocurre en Europa?

 No sé si recordarán el atentado en cuatro trenes de la Red de Cercanías de Madrid, el 11 de marzo de 2004, que se cobró la vida de alrededor de 200 personas y miles de heridos, un golpe mortal en la memoria de todos, pero que como algo muy propio de los medios hegemónicos de comunicación se trata de no evocar demasiado, por las dudas que vuelvan a aparecer sospechas y hechos controvertidos que no se pueden ocultar, por más que la causa haya prescrito hace unos pocos días, porque no quisieron cambiar la carátula a “lesa humanidad” y que no prescribiría nunca.

 

 Aunque existe un espacio legal porque al desconocerse a los autores materiales, la sentencia abre un resquicio y podría llevarse la causa a los Tribunales Internacionales. ¿Ustedes piensan que la falta de independencia del Poder Judicial solamente se da en Argentina? ¿Que aquí no se presiona a los jueces? ¿Oh casualidad que el día que ocurre el atentado está determinada persona de guardia, alguien a quien no le correspondía ese día? ¿Que no se cambia a jueces de sitio porque conviene a la sentencia? ¿Que en los mandos de la policía no existen órdenes que implícitamente dicen que no se tiene que llegar a evidencias claras, cuando hay determinados delitos y, además, se ponen

pruebas “ad hoc” para que los malos sigan siendo muy malos?

 

 Cuando vamos ahondando en toda la cloaca de servicios de inteligencia y en la Geopolítica y nos adentramos desde otra perspectiva sobre los atentados que sufrimos, comenzamos a intuir que quienes tuvieron el poder de decidir dónde y cuándo ocurrirán, no son precisamente, de quienes se sospecha.

 

 Con respecto a los dos atentados en Buenos Aires, no estoy de acuerdo con las conclusiones de especialistas sobre el tema. Se ha afirmado que los dos atentados fueron la respuesta de los países árabes a las traiciones de Menem, que fueron perpetrados por la participación de Argentina en la Guerra del Golfo y la discontinuidad de contratos durante la gestión menemista.

 Me estoy refiriendo, específicamente, a los países árabes de Libia, Irán y Siria, y -sobre todo- a la República Islámica de Irán y a Hezbolá del Líbano, pero si nos preguntamos a quién beneficiaron esos atentados, la respuesta no aparece a simple vista, porque la deducción más evidente, al ser atentados relacionados con la comunidad judía, sería culpar a los árabes como actos de venganza. Quien mejor que los árabes para echarles la culpa, ¿no?

 

 El atentado tenía que realizarse en un país aliado, Argentina lo era en ese momento, así se evitaría una investigación concluyente. ¿Es posible admitir que nadie sabía nada sobre los atentados? ¿Nuestros servicios de inteligencia, los servicios de inteligencia extranjeros tampoco se enteraron de nada? Al igual que en el atentado de Madrid: fue ETA o Al Qaeda y esa disyuntiva no nos deja ver otras cosas, aunque lo de ETA fue descartado casi de inmediato. Justamente, por ese momento, se había descubierto la

mentira de la causa de la invasión a Irak: No existían armas de destrucción masiva y era tiempo preelectoral en Estados Unidos. La versión oficial de los hechos ocurridos en Madrid no se sostiene de ninguna manera. ¿Cómo se avanzó en una agenda política nacional e internacional de países que parece que son nuestros aliados y nos usaron como peones?

 

 Es evidente, que el atentado fue realizado por múltiples personas. ¿Y sabían los implicados directos que murieron ese día que era algo real y no una simulación, como creyeron los terroristas que llevaban las mochilas en el atentado del 7 de julio de 2005 en Londres? ¡Oh, el Reino Unido y España! Dos de los países implicados en la invasión y la guerra de Irak. ¿Quiénes ganaron con esos atentados? En el de Madrid, todo el Occidente colectivo ganó, menos España, y según medios oficiales no se pudo llegar a pruebas concluyentes porque la Fiscalía admitió que hubo errores en la recogida de pruebas.

 

 ¿Nadie pensó en la asociación de Estados Unidos y la OTAN como responsables últimos del atentado de Madrid? Y con respecto a los atentados de Argentina, ¿alguien pensó que podría haber sido un atentado de “falsa bandera”? ¿Quiénes fueron los autores intelectuales? No olvidemos que en Israel se estaba a punto de firmar un acuerdo de paz con Siria y que Isaac Rabin que pronto sería asesinado, era el Primer Ministro de Israel que estaba impulsando acciones de paz en la región.

 

 Vamos, la historia está plagada de actos de falsa bandera. Es que, en definitiva, el mayor beneficiario del atentado de Madrid fue Estados Unidos/la OTAN, así reforzaron su poder y siempre les viene bien un atentado en un país aliado, sumemos el atentado en Londres, además, para continuar “machacando” al “Eje del Mal”, y el mayor beneficiario de los atentados en Buenos Aires fue Israel, no todo el Estado de Israel, sino el grupete fascista asesino.

 No olvidemos que entre las masacres en Argentina de 1992 y 1994, hubo 11 atentados más para amedrentar a su Primer Ministro. Echar la culpa al “Eje del Mal”; ya estamos más que acostumbrados. A treinta años de los dos atentados en Argentina, la impunidad es la nota dominante, al igual que en el atentado en Madrid, de hace veinte años. Lo único claro en los tres atentados es el número de los muertos.

 

 A pesar del tiempo transcurrido, la justicia nunca determinó quiénes y cómo se organizaron y realizaron las masacres. Lo que me parece más que significativo, lo esencial, diría, y que creo que no ha sido tenido en cuenta en el caso de Argentina, fue el acuerdo Menem-Rabin para no investigar.

 A las pocas horas de producido el atentado de 1994, Isaac Rabin propuso a nuestro presidente, coordinar una interpretación unificada que conviniera a los intereses políticos de ambos países. De ese modo, ambos gobiernos condicionaron la investigación a las respectivas ventajas que cada uno pudiera obtener y sin mayor interés por el descubrimiento de la verdad y el castigo de los responsables. Lo mismo ocurrió con los dirigentes de la DAIA y la AMIA.

 

 Timerman recuerda que durante una de las reuniones en las que se discutía el Memorandum de Entendimiento con Irán, no hablaré sobre ello porque sería muy extenso de explicar, Schlosser, diplomático de Israel, le preguntó por qué insistía tanto en la investigación. “Por respeto a los muertos en el atentado”, le respondió Timerman. “Olvídate de los muertos. Hay que pensar en los vivos”. Algo similar le transmitió a Timerman su colega de Israel, Avigdor Lieberman, durante un encuentro en las Naciones Unidas.

 

 “¿Para qué quieren un juicio, si los diarios de todo el mundo ya publicaron que fue Irán?”, le dijo con sorna. Lo de elegir Argentina para los dos atentados me parece muy suspicaz: Nadie sospecharía en nuestro país la conexión con la facción asesina de Israel contra el programa de paz del Primer Ministro Rabin. ¿Fueron dos masacres en Argentina para detener a Rabin? No nos centremos en la linealidad histórica ni en las fronteras de los Estados, sino en las conexiones que traspasan el tiempo y el espacio, a nivel conceptual.

 

 Y si nos retrotraemos en el tiempo, el presidente Raúl Alfonsín, en Argentina, había encargado la reestructuración de los servicios de inteligencia a la Securité francesa y al Mossad israelí. Y ellos dejaron sus propios “topos” y también los de la CIA.

 

 En el caso del atentado del 11M, hubo alguien que se acercó a la verdad afirmando que el material explosivo era militar, no el propio que utilizaba ni ETA ni Bin Laden. El responsable de la Brigada de Explosivos de Madrid, el Inspector Jefe José Cáceres Vadillo, denunció que le ocultaron informes de explosivos y que el protocolo había fallado bastante, pero su declaración no aparece nunca en los medios oficiales.

 

 El libro del Licenciado Lorenzo Ramírez no llega a ninguna conclusión, solamente se limita a presentar algunas certezas, realizar un análisis de los hechos y dar sus opiniones. Es una narrativa de preguntas. Evidentemente, hubo una trama de encubrimiento. En España, hubo un plan para llevar la investigación por un único camino. ¿En Buenos Aires ocurrió de la misma manera? Todo parece indicar que sí. Estamos intoxicados y tenemos estructuras mentales erróneas.

 El libro abre una ventana. Y deseo que esta columna también abra ventanas de reflexión. Que jamás nos limiten el pensamiento crítico ni nuestra propia individualidad como seres pensantes dotados de la chispa divina de la RACIONALIDAD.

 

 En total, en España, se escribieron tres libros sobre el atentado del 11M y lo más interesante es que los tres son diferentes, ponen el foco en lugares distintos. El del Licenciado Lorenzo Ramírez no es un libro conspiranoico, aunque lo podría haber sido. El 99% del texto está escrito con fuentes directas. Los análisis pueden caer mal y lo más interesante es que la trama de encubrimiento se puede continuar investigando. Lo más claro hasta ahora es que el atentado de Madrid fue perfecto, lo mismo los de Argentina. En el de España, los cuatro trenes estaban detenidos. ¿Qué probabilidad había para que simultáneamente estuvieran parados?

 

 El atentado tiene una estructura absolutamente militar, pero pudo haber habido elementos no militares.

 El que dice que él sabe qué ocurrió ese día está mintiendo, eso sí. A manera de síntesis, diré que hay que romper una barrera que es la de creer que nuestro Estado es incapaz de hacer ciertas cosas contra sus propios ciudadanos.

 Claro, el sistema “democrático”, que de democrático sólo tiene el nombre, se desmorona y el contrato social entra en una “olla a presión”, pero debemos hacer una tarea, llamémosla de “limpieza”, para desintoxicarnos y no ser tan ingenuos, si no, cómo podemos interpretar la debacle y el hundimiento y destrucción de la Unión Europea y la locura propia de una tiranía desalmada, en Argentina.

 

 Creo que no entendimos nada si pensamos en tener o no razón, solamente, sobre las temáticas que abordamos. ¡No seamos niños! Lo relevante es potenciar nuestras habilidades del pensamiento: deducción, inducción, análisis, síntesis, analogías para que no nos engañen con tanta desvergüenza y cinismo. No se lo pongamos tan fácil.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención e invitándolos a una nueva emisión, el próximo domingo, en EL CLUB DE LA PLUMA, pero aclararé algo sobre el tema musical que escucharán: Losing my religion que, literalmente, significa “Perder mi religión”, pero en el sur de los Estados Unidos, se traduce por “llegar al límite de la paciencia” o “perder la compostura”.

 

PROF. VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata