EL CLUB
BILDELBERG
RED
TAVISTOCK
Desde la
sombra:
El poder
de la nobleza negra veneciana está entre nosotros
Parte XXXV
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.
Mi columna de hoy
será la continuidad de una serie de reflexiones e investigaciones de la mano
del Dr. Daniel Estulin en sus libros LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG,
EL INSTITUTO TAVISTOCK y sus entrevistas con especialistas.
La temática de hoy
será una profundización acerca de la nobleza negra veneciana, el Imperio
veneciano, investigación iniciada el domingo pasado; esta vez es el fruto de
una entrevista con uno de los máximos expertos sobre el tema: Harley Schlanger.
Es imposible entender
la actual crisis estratégica, existencial, al menos si uno no se da cuenta de
que nuestra civilización aún conserva por completo un antiguo problema: el del
Imperio veneciano.
Con la caída del Imperio
romano de occidente y del Imperio bizantino, fue el Imperio
veneciano el que emergió de forma triunfante. Desde la más
temprana historia hasta el día de hoy, la batalla por el avance de la
civilización ha enfrentado siempre a humanistas, republicanos en cuanto a la
idea, de que un grupo autoseleccionado de la élite, que basa su poder,
generalmente, en el uso de la fuerza brutal, para mantener ese poder, se
apropia para sí mismo de una autoridad absoluta sobre la mayoría de la
humanidad.
El principio
oligárquico que subyace tras los imperios, se retrotrae a la Guerra de Troya, a
la más temprana historia, es algo esencial cuando un pequeño grupo de familias
controla naciones enteras, los recursos, la población y el flujo de dinero y
también controla las mentes de las personas que son sus sometidas. Esto se basa
en la idea de que algunas personas son más poderosas y utilizan su poder para
imponer el control.
Esto va ocurriendo
desde hace siglos, desde la aristocracia terrateniente hasta la actual aristocracia
financiera. Y esto parte de la idea de que todos los seres humanos no han sido
creados iguales; algunos tienen el derecho, como dirían los monarcas, el Derecho
Divino, de controlar las naciones, utilizan el poder financiero-militar y el
control cultural
para subordinar a las personas, a las naciones.
Los venecianos fueron
los sucesores del Imperio romano. Pasó mucho tiempo, hasta que el Imperio
romano colapsó y en gran parte fue así porque no eran capaces de mantener el
estándar de vida de su población, a medida que iban saqueando el mundo.
Hubo un esfuerzo
durante el reinado de Carlomagno de establecer en el Sacro Imperio Romano, algo
parecido a lo que llamamos “república”, crear naciones, tener infraestructura
que beneficiaban a todos. Pero alrededor del siglo XII, XIII todo empezó a
colapsar y a mediados del siglo XIII comenzaron a actuar los bancos de la actual
Italia que eran verdaderos imperios financieros de familias enteras.
El imperio más importante
era el de Venecia y, a principios del siglo XIV, algunos bancos adquirieron
tanto poder que eran capaces de controlar el comercio mundial. La República de
Venecia mantuvo su estatus a partir del siglo XIII y se elevó como una potencia
imperial hasta la Paz de Westfalia en 1648, gracias al sistema más desarrollado
de embajadas y de inteligencia interior, exterior y de subversión. Como un dato
más, recordemos que el símbolo de Venecia es el león alado de San Marcos.
Los venecianos habían
robado el cuerpo de San Marcos de Alejandría, en Egipto.
Y ahora volvemos
atrás en el tiempo, cuando cayó Constantinopla, capital del Imperio bizantino,
en 1453, actual Estambul, en Turquía; los templarios y los venecianos estuvieron
saqueando la ciudad durante 50 años. Imaginen la cantidad de tesoros que había
y la mayor parte de las riquezas se transformaron en monedas. Para los
venecianos fue un gran negocio, un acontecimiento crucial que proveyó a los
bancos de capital básico y que después se expandió a Europa, mientras los venecianos
seguían multiplicando su riqueza.
En gran parte, era un
gran imperio marítimo: se basaba en el control y el comercio del oro, la plata,
la sal, los alimentos, la ropa, el hierro y, sobre todo, en el control de la
cultura. La nobleza negra veneciana conformaba un Imperio mundial y a la pregunta
sobre si desaparecieron, responderemos que esto forma parte de la cultura de un
gran
imperio: hacerle creer a la gente que ya no existe, pero, en
realidad, están entre nosotros.
Todavía tenemos
familias del Imperio veneciano, sobre todo, asociadas a empresas y compañías aseguradoras.
Recordemos de la columna anterior que habían fundado en Venecia, el primer
banco central en el mundo: el Banco del Giro y cuando emigraron al norte, a la
actual Ámsterdam y Londres, también fundaron bancos mundiales. En el Imperio
británico, lo que se llama el Grupo InterAlfa de Londres, incluye el Banco
Santander, el Royal Bank of Scotland, entre otros.
Representan un grupo
de familias interconectadas y su método característico funcionó y funciona, perfectamente,
inclusive en el siglo XX, como incubadora del fascismo.
Históricamente, lanzaron las Guerras de Religión que fue
algo crucial para ellos. En general, los nobles venecianos eran católicos, pero
algunas veces actuaban del lado del Papado y, otras, contra él. Iniciaron la
Reforma Protestante, hecho imprescindible, porque cuando la gente no tiene mucho,
la religión se convierte en algo importante para ellos, al igual que ocurre
ahora con el fundamentalismo religioso en los Estados Unidos. Los venecianos lo
entendían muy bien. Lo único invariable a través del tiempo, para ellos, fue su
propio poder.
Entre 1492, con el
descubrimiento de América y 1648, lanzaron las Guerras de Religión constantes:
católicos contra protestantes, diferentes facciones del protestantismo entre
sí; también la Guerra de los Treinta Años. Fue su instrumento de control tras
el surgimiento de España con el descubrimiento de América porque querían
destruir el Imperio español.
Piensen ustedes que,
con los venecianos, casi durante dos siglos en ese período de guerras
sangrientas, no pudo surgir ninguna nación fuerte; sólo operaba el saqueo de
los venecianos con un éxito inusitado. Con la Paz de Westfalia, en 1648, que
tuvo como
principio básico la igualdad de todas las naciones, para que
se desarrollen estados soberanos y que el bien debía incluir al prójimo, ese
fue el cambio.
Entre otros hechos,
la Reforma Protestante también fue impulsada por el Imperio veneciano, asimismo
la Contrarreforma fue obra de la nobleza negra veneciana. Reiteré algo de lo
que dije anteriormente: ¿Están escuchando bien, no?
La nobleza negra
veneciana había creado el primer banco central de propiedad privada en el mundo,
fundado en Venecia, también los fundados en Ámsterdam y Londres, cuando se
desplazaron a esas ciudades y su estructura y funciones se reprodujeron en la
actual Reserva Federal de los Estados Unidos, creada en 1913; son entidades que
controlan la emisión de moneda, el crédito y la deuda de las naciones. En el
caso de la Reserva Federal, diríamos que controla la economía del planeta.
Agrego como información para quienes les interese el tema, que todo lo que
hicieron los Rothschild fue predicar y practicar el método veneciano y así se
establecieron dentro de las finanzas.
Durante las últimas
seis décadas, existe un rechazo de las naciones soberanas. La idea es que haya
un imperio que domine sobre los esclavos, es decir, sobre todos nosotros. Siempre están detrás de las crisis de
desintegración de la civilización, del hambre, la peste, las guerras. Ellos
originaron la Peste Negra del siglo XIV que casi diezmó a la población europea
y lo hicieron a través de la inteligencia veneciana.
Nuevos colapsos de la
civilización en nuestro tiempo: también ellos son los responsables. Nuestra misión es revertir ese proceso:
repudiar esa práctica axiomática de la élite oligárquica. Actualmente, El Club
de Roma es la entidad que materializa esa esencia macabra y perversa: intentan
convencer al mundo del principio del Imperio veneciano que adoptemos la política
de crecimiento económico cero y que seamos felices sin tener nada. En la Unión
Europea, lo estamos padeciendo y no saben cómo.
Seguramente, si no
leen o escuchan contrainformación, no tendrán ni idea de lo que ocurre en
nuestro continente.
Me despido de nuestra
querida audiencia, agradeciendo su amable atención, no sin antes introducir
algo del tema musical que escucharán. A ver si lo “leemos” en clave
geopolítica. “Estoy verde, no me dejan salir. Ya no sirve vivir para sufrir. No
puedo calmar, no puedo esperar, no puedo parir. No puedo esperar mil años que
cambie el viento.”
PROF. VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata