RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 13 de julio de 2025

CIERRE EDITORIAL PROGRAMA EL CLUB DE LA PLUMA 13-7-2025 - “Nos Convidan a Arrepentirnos”

 

CIERRE EDITORIAL PROGRAMA EL CLUB DE LA PLUMA 13-7-2025

 

“Nos Convidan a Arrepentirnos”


 


PROGRAMA “EL CLUB DE LA PLUMA” EMITIDO EL DOMINGO 13 DE JULIO DEL 2025 POR RADIO WEB “EL CLUB DE LA PLUMA” CÓRDOBA – ARGENTINA


 


NORBERTO GANCI –Dirección/Producción/Conducción

Prof. GABRIELA FERNÁNDEZ –Asistencia Técnica/Coconducción


NUESTRAS PÁGINAS: http://elclubdelaplumaradioblogspot.com.ar

http://.elclubdelapluma.wordpress.com

NUESTRA RADIO WEB: https://elclubdelapluma.esenvivo.com.ar/

NUESTRO CORREO: elclubdelapluma@gmail.com

APERTURA EDITORIAL PROGRAMA EL CLUB DE LA PLUMA 13-7-2025 - “La Independencia Robada”

 

APERTURA EDITORIAL PROGRAMA EL CLUB DE LA PLUMA 13-7-2025

NUESTRO EDITORIAL…

¡¡¡NO RECOMENDADO PARA OIDOS SENSIBLES…!!!!

“La Independencia Robada”



 

PROGRAMA “EL CLUB DE LA PLUMA” EMITIDO EL DOMINGO 13 DE JULIO DEL 2025 POR RADIO WEB “EL CLUB DE LA PLUMA” CÓRDOBA – ARGENTINA

 



NORBERTO GANCI –Dirección/Producción/Conducción

Prof. GABRIELA FERNÁNDEZ –Asistencia Técnica/Coconducción

NUESTRAS PÁGINAS: http://elclubdelaplumaradioblogspot.com.ar 

http://.elclubdelapluma.wordpress.com

NUESTRA RADIO WEB: https://elclubdelapluma.esenvivo.com.ar/ 

NUESTRO CORREO: elclubdelapluma@gmail.com

NO HAY VIDA DESPUES DE LA MUERTE - DR. MIGUEL ÁNGEL OVIEDO

 

NO HAY VIDA DESPUES DE LA MUERTE

 

 

Amigos y amigas del Club de la Pluma.

Aquí nuevamente con ustedes tratando de llevar alguna opinión sobre temas que no estén dentro de la temática que se difunde hasta el hartazgo...

...en otras palabras, tratar de ser un poco original... espero me salga.

Ruego me disculpen esta digresión y que me aparte de mi tema puntual cual es el de "La Justicia".

Aunque en realidad de lo que hablaré, si bien no es sobre la justicia cotidiana, de jueces, injusticias, sentencias y condenas, hablaré de cuestiones que tienen que ver con La Justicia o Injusticia Social.

 

Sé que la gente ya está harta de escuchar diagnósticos y quejas de lo mal que estamos o del porqué estamos mal...

Amigos, políticos y periodistas, despierten... la gente no quiere que le cuenten que estamos mal, YA LO SABEN, ya saben que los estafaron, que desde Macri para acá los vienen estafando, vienen gobernando personajes siniestros o estúpidos que nos han hundido cada vez más. ¡¡¡quieren que le cuenten qué podemos hacer!!!.

Quieren que alguien les indique una salida y no que le cuenten lo frío de la cueva.

 

Antes y en relación a lo anterior me gustaría compartir con ustedes algunas frases de don Arturo Jauretche (los interesados deberían Googlear y leerlo un poco)

Refiriéndose don Arturo a gente como la actual que son, a mi entender, onanistas intelectuales, diagnosticando y quejándose del saqueo que estamos sufriendo, de los desmanejos de quienes nos gobiernan, de las actitudes estrafalarias de nuestro presidente o alguno de sus cómplices, etc.: el los llamaba "el club de los empujadores" en consonancia con su frase por el acuñada del "animémonos y vayan".

Si bien esta columna saldrá hoy al aire en el Club de la Pluma les cuento que la estoy grabando el 09/7/2025. "El día de la Independencia"

Aunque la fecha que se celebra es el 09 de julio de 1816 y en esa fecha la Argentina no existía!

 

Fue una decisión tomada el 9 de julio de 1816 por el Congreso de Tucumán, por la cual se declaró la formal ruptura de los vínculos de dependencia política de las Provincias Unidas del Río de la Plata con la monarquía española.

Hablando claro: solo hubo independencia de las provincias de Sud América (leer el acta de la independencia) con respecto a España.

ERGO: aún debemos independizarnos de verdad.

 

Cómo todos saben, somos dependientes de EE. UU., de Europa, del Reino Unido y más acá en el tiempo y, gracias al presidente autopercibido judío, somos también dependientes de Israel.

Hablo en estos términos ya que no puedo de otra forma por culpa de mi formación académica que me ha enseñado a dar a las palabras su verdadero sentido.

Se trata de cuestiones semánticas que me apasionan. Se considera a la Semántica como una rama de la lingüística que se ocupa de los cambios de significación que se han operado en las palabras.

 

Al imponer ciertos significados a las palabras, los políticos pueden influir en la forma en que se percibe la realidad política y social.

Por ejemplo: Hay quienes critican al gobierno por los desastres que está exhibiendo y trascartón se apresuran a decir: "Ojo, eh? Yo quiero que al gobierno le vaya bien..."

...a ver, ¿en qué quedamos amigo? si quienes llegaron al gobierno por una decisión de élites poderosas que manipularon al pueblo inculto a efecto de que voten a sus empleados fue para que hicieran lo que están haciendo.

Entonces, si al gobierno le va bien a nosotros nos irá muy mal. Elemental, ¿no?

 

Otro tema sobre no llamar a las cosas por su nombre y que demuestra cierta candidez en nuestros gobernantes: Por ejemplo, CFK dice que es (y lo es) muy respetuosa de las instituciones y que cree en la justicia... ¿en qué quedamos amiga?

¡Esa justicia te condenó y encarceló sin pruebas echando mano al famoso lawfare, con jueces comprados, con jueces politizados!

 

No entiendo..., si entiendo que tienen el poder que le han dado los poderosos, tanto del país como los del imperio Yanquee y que si dan la orden de encarcelarte debés acatarla so pena de que te liquiden como ya lo intentaron, pero de ahí a salir a decir que como sos muy respetuosa de las instituciones y que vas a acatar lo que esas "instituciones" decidan. NO ENTIENDO.

 

Para no quedar como desubicado les quiero contar, aprovechando la fecha "patria" que cuando por estos lares gobernaban los virreyes y a estos el Rey les mandaba órdenes que a ellos no les cuadraban ellos tenían por norma usar la frase: "Obedezco, pero no cumplo"

Es una frase que se utilizó en Hispanoamérica durante gran parte del período colonial para describir la actitud de los funcionarios coloniales locales hacia el gobierno de la Corona Española.

 

Cuando un virrey no quería obedecer una orden del rey, podía recurrir a varias estrategias, desde la resistencia pasiva hasta la rebelión abierta. Podía ignorar la orden, interpretarla de manera diferente, o buscar apoyos locales para oponerse a la autoridad real. En casos extremos, como el del virrey del Perú, Gonzalo Pizarro, se llegó a la rebelión armada con el objetivo de mantener sus privilegios o modificar las leyes que consideraban perjudiciales.

 

"Cosas veredes Sancho que non crederes"

 “Cosas veredes, amigo Sancho” es una expresión que se atribuye al Quijote, para expresar perplejidad o sorpresa ante un acontecimiento que no esperaba.

¿Vieron amigos que desde hace añares se cometían injusticias, pero los verdaderos líderes con coraje e hidalguía no acataban decisiones injustas por más que vinieran de autoridades incuestionables?

 

Al respecto veamos que decía San Agustín: "Una ley es injusta si no busca el bien común o si contradice los principios de la justicia y la moralidad. En tales casos, según esta perspectiva, los ciudadanos tienen el derecho o incluso el deber de desobedecer esas leyes, ya que no son verdaderas leyes en un sentido moral".

La afirmación de San Agustín sobre las leyes injustas no solo tiene implicaciones filosóficas y teológicas, sino que también ha tenido un impacto significativo en el pensamiento político y en la lucha por la justicia social.

 

Como veréis mis queridos contertulios del Club de la Pluma: No solo al pobre pueblo le han quemado el cerebro con los medios y las redes sociales, sino también a nuestros dirigentes que pretenden que los volvamos a elegir en el futuro.

Pobres... perseguidos y desacreditados siguen creyendo en un sistema que les tiene las costillas contadas si es que ya no han sido comprados por dinero o por temor de denuncias y violencias en su contra.

 

Resumiendo: Yo no voy a caer en el lugar común de decir que estamos mal, que la gente inculta voto mal, que cerraron vialidad, que cerraron o cerrarán los hospitales, que se acabaron las jubilaciones, que cierran las fábricas, que la mitad de la Patagonia está siendo colonizada por los judíos compatriotas de Milei, que se ha autorizado a los extranjeros a que pesquen en nuestros ríos y mares sin pagar un centavo, que las mineras se pueden llevar todo sin dejar un centavo de cánon, que los dólares que pidieron prestados el equipo de Macri-Milei-Caputo y Sturzeneguer  se los estamos regalando a los financistas nacionales e internacionales, etc., etc.

NO

 

Solo quiero decir mis queridos amigos y amigas: ¿Qué podemos hacer para salvar a la patria? Hagamos algo por favor, pero no hablemos más de los libertontos, los gorilas, etc... ¡¡¡Nosotros somos los tontos!!! "Estos rotos" nos gobiernan por nuestra culpa.

No hay tiempo. Las rutas nacionales están destruidas totalmente porque hace dos años que no se pone una palada de cemento en un bache. Morirá gente.

 

¿Qué haremos cuando uno de nosotros muera en una ruta por eso o alguien de nuestra familia?

¿...o cuando unos de nosotros o alguien de nuestra familia necesite de los servicios o medicamentos que antes nos daba el estado y que son inaccesibles por un mortal?

¿Saldremos con un cartelito en la mano a gritar "¿Justicia, Justicia”?

 

Mi espacio se llama ¿SERÁ JUSTICIA? y ese nombre lo elegí porque los abogados, en nuestros escritos y/o petitorios judiciales terminábamos el texto poniendo; SERÁ JUSTICIA.

Yo, parodiando esa mentira, le puse a mi espacio el nombre como pregunta.

HOY LES DIGO: SI NO HACEMOS NADA... ¿SERÁ JUSTICIA?

 

PD.: Es tanta la bronca que me invade que elegí para cerrar mi columna "La Marcha de la Bronca" hasta la próxima amigues.

 

DR. MIGUEL ÁNGEL OVIEDO

 Abogado

UNA INDEPENDENCIA CUESTIONADA - PROF. LIDIA INÉS RODRIGUEZ OLIVES

 

UNA INDEPENDENCIA CUESTIONADA


 

Soy Lidia Rodríguez Olives y, desde Buenos Aires, saludo a los que escuchan El Club de la Pluma

Julio es, para los argentinos, el mes de la Independencia. Y en estos tiempos nefastos se impone, más que nunca, reflexionar sobre las razones de nuestros festejos. También, pensar si la lectura que hacemos del pasado se construye con una mirada romántica o si, por el contrario, estamos dispuestos a arrojar sobre ese pasado una mirada crítica que nos haga conscientes de nuestra Historia, que nos ponga más cerca de saber quiénes y qué somos, pero fundamentalmente, qué queremos ser en el futuro.

El 9 de julio de 1816, un Congreso reunido en San Miguel de Tucumán, declaraba la independencia. Abordar la Historia como un conjunto de hechos fragmentados, como fechas colocadas en un mosaico que se torna incompresible tiene el efecto de ocultarnos una visión de conjunto, de impedirnos una mirada global sobre nuestra continuidad histórica. Porque ni la versión originaria del colonialismo se agotó ese 9 de julio ni somos tan independientes como pretendemos.

Nuestra América Latina es el continente en el que más tiempo y brutalidad invirtió el colonialismo mercantil del SXV. La conquista fue acompañada por matanzas que bien pueden ser calificadas de genocidio. Según Marc Ferro, 60 millones de personas murieron y una gran cantidad de islas del Caribe quedaron totalmente despobladas. En México se registraban 2 millones de nativos en 1650, contra 20 millones en 1519. Esta crisis demográfica fue salvada, más tarde, con el desplazamiento brutal y masivo de africanos esclavizados. El poder punitivo descontrolado fue acompañado por un discurso justificatorio que implantó en América el concepto estandarizado del “Occidente civilizado”. La contracara de este concepto es la existencia de un “otro” inferior, sujeto de castigo y de explotación. Y es en esta herencia cultural de la conquista donde estamos atrapados hace más de 200 años.

La ruptura de los lazos políticos que nos unían con España no implicó la desaparición de la dependencia propia del colonialismo, sino que una metrópolis decadente fue reemplazada por otra pujante y en pleno desarrollo: la Inglaterra industrial. Para que esto fuera posible, debía desaparecer de nuestra América Latina toda una generación que, formada en las ideas de la Ilustración del SXVIII, había tenido la inteligencia y la visión de futuro suficientes como para adaptarlas a nuestra realidad. No fueron casualidad los intentos de asesinar a Bolívar, que hubiesen triunfado si la tuberculosis no lo hubiera matado antes. Castelli murió marginado y estigmatizado, Belgrano en la pobreza y San Martín debió exiliarse. También Artigas supo de exilio, pobreza y estigmatización. Sucre y Monteagudo fueron asesinados, y Moreno murió dudosamente en alta mar bajo bandera inglesa. Todos ellos defensores de una real independencia y, por ello, poco funcionales a la nueva etapa del colonialismo que se iniciaba.

Esta nueva fase colonial estuvo protagonizada en nuestro país por una minoría terrateniente, verdaderos beneficiarios del proceso independentista. Fueron ellos los que construyeron, finalizadas las guerras civiles, la República Oligárquica de la carne enfriada, ligando nuestro destino a los intereses de Inglaterra. Admiradores del “Occidente Civilizado”, hicieron suyas las ideas racistas de una Europa neurótica y enferma. No olvidemos que, para Hegel, los indios eran inferiores sin Historia; los negros, amorales; los musulmanes, fanáticos, decadentes y sensuales; los latinos, muy lejos del alto desarrollo alcanzado por los germanos; y los asiáticos, apenas por encima de los negros. Pero nuestras elites no abrazaron al refinado Hegel sino al más burdo ingeniero de ferrocarriles Herbert Spencer, ideólogo del racismo colonialista inglés. Justificaron así la tutela que las minorías ejercían sobre un pueblo marginado. Se auto asignaron la misión de “mejorar biológicamente” a los “racialmente inferiores”, conjunto no sólo integrado por los pueblos originarios sino también por gauchos y “gringos degenerados”, etiqueta que abarcaba a los inmigrantes anarquistas, socialistas, sindicalistas y judíos. También fue blanco de su racismo el mestizaje en general, para cuya justificación utilizaron la psiquiatría racista francesa de Morel. Tanto Sarmiento como Bunge encarnan, por estas tierras, el desprecio al mestizaje y los “degenerados morales” que produce, cercanos ambos al discurso de Nina Rodrigues en Brasil. No abandonaron el liberalismo, pero lo transformaron en una caricatura grotesca, como bien comprobó tardíamente Alberdi. El resultado de este colonialismo, tanto acá como en el resto de Latinoamérica, fue el enriquecimiento de algunas familias que monopolizaron la producción primaria y usaron al Estado para su beneficio, mientras el resto de la población era marginada y condenada a una condición casi servil.

Los conquistadores del SXV nunca pudieron convertir América en el espejo europeo que soñaban. Las ciudades fueron, según Romero, mestizas y barrocas y la resistencia se instaló en un persistente multiculturalismo que hoy nos caracteriza. De la misma forma, el neocolonialismo fue resistido en todo el continente. Resistencia que se inicia con la Revolución Mexicana de 1910 que derrocó a Porfirio Díaz, que había convertido México en una colonia de EEUU. En la misma línea se encuadran el Yrigoyenismo y el Peronismo en Argentina; el Aprismo peruano y el Velasquismo en Ecuador; los gobiernos de Lázaro Cárdenas en México y de Getulio Vargas en Brasil. Se trató de gobiernos que intentaron dotar a sus países de un desarrollo autónomo basado en la producción industrial y, fundamentalmente, en la redistribución de la riqueza y en el acceso efectivo de la población a los derechos civiles, políticos y sociales. Pero la intervención de EEUU en Guatemala en 1954, el suicidio forzado de Getulio Vargas en el mismo año, el bombardeo que en nuestro país sirvió para destituir y exiliar a Perón en 1955, y derrocamiento del ecuatoriano Velazco Ibarra en 1972 señalan, para Eugenio Zaffaroni “el comienzo de un gran embate neocolonialista contra las pulsiones redistributivas de los populismos regionales”. Populismos que una aceitada campaña mediática había desprestigiado previamente, en conjunción con las “minorías iluminadas”, aliadas del extranjero y defensoras de sus intereses. Varios países de nuestra América fueron ocupados militarmente mientras se difundía el concepto de “guerra sucia” y se adoctrinaba a los ejércitos en la Escuela de las Américas. Pero los genocidios cometidos y el agotamiento del ciclo expansivo de posguerra se conjugaron para poner fin a la etapa neocolonial.

Se inicia así la que algunos autores denominan “fase superior del colonialismo”, donde reina el poder financiero transnacional y donde las corporaciones luchan por imponerse sobre la política de los Estados. Personajes marginales del mundo académico se convierten en los nuevos gurúes del mercado: Milton Friedman, vos Mises y Friedrich von Hayek. Se trata de un fenómeno de alcance mundial que opera en nuestra periferia tratando de imponer gobiernos sumisos a los intereses del capital financiero o desestabilizando y persiguiendo a quienes oponen resistencia. Pasó con Lula en Brasil; con Hugo Chávez en Venezuela; con Evo Morales en Bolivia y con Rafael Correa en Ecuador; también, con Néstor y Cristina Kirchner en Argentina. Persecución que contrasta notablemente con el apoyo incondicional que dieron al gobierno de Mauricio Macri o al actual de Javier Milei.

En este nuevo escenario, la deuda es la principal arma de colonización. Lo dice nuestra Historia, que vio crecer el endeudamiento desde la Dictadura, con cada gobierno neoliberal. Mientras el Estado se descapitaliza, crece el desempleo, quiebran PYMES, se concentran la producción y la riqueza, y el ingreso se distribuye cada vez más regresivamente, Argentina queda en manos de organismos internacionales de crédito entregando independencia y soberanía. Y lo hace con el imprescindible colaboracionismo vernáculo. Mientras políticos complacientes avalan el nuevo coloniaje a cambio del acrecentamiento de sus fortunas, la prensa monopólica (que también forma parte del capitalismo transnacional) formatea la opinión pública dirigiendo su insatisfacción hacia los nuevos estigmatizados del SXXI: ellos, no el gobierno, son los responsables de todo este desastre.

El discurso rabioso de Milei pretende instalar la polarización entre el capitalismo y el socialismo. Sin embargo, las opciones de cara al futuro se dan entre un capitalismo productivo y razonable y otro monopólico y financiero. Mientras el primero, opuesto al colonialismo, nos propone un modelo social incluyente, con menor desigualdad y mayor redistribución, el segundo consagra la dependencia con una sociedad excluyente, desigual y con una profunda concentración de la riqueza. La fase superior del colonialismo niega el derecho humano al desarrollo; la resistencia, impulsa su realización.

Y esto es lo que tendremos que decidir los argentinos en octubre. De ese resultado depende que retomemos el camino que marcaron Belgrano, Castelli, San Martín, Yrigoyen, Perón y los Kirchner o persistamos en el coloniaje de Rivadavia, Roca, Justo, Martínez de Hoz, Menem, Macri y Milei. No hay múltiples propuestas partidarias. La única disyuntiva de hoy es la liberación o la dependencia.

Desde Buenos Aires, les mando un abrazo a los oyentes de El Club de la Pluma.

 

PROF. LIDIA INÉS RODRIGUEZ OLIVES

Profesora de Historia - Posgrado en Ciencias sociales por FLACSO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CRIMEN ORGANIZADO Y POLÍTICA - MAURICIO IBÁÑEZ

 

CRIMEN ORGANIZADO Y POLÍTICA

 

 

Apreciados amigos, compañeros y oyentes de El Club de la Pluma. Desde Colombia los saluda Mauricio Ibáñez, como siempre, con un abrazo por la unidad latinoamericana.

 

Cuando ocurrió el atentado contra el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay en Bogotá, el pasado 7 de Junio, aparecieron toda clase de teorías y especulaciones en las redes sociales. La oposición de la derecha se apresuró a explotar el asunto intentando culpar al Presidente Petro, e incluso convocaron a una movilización que llamaron “marcha del silencio” con el objetivo de hacer votos por la salud de la víctima. Durante esta marcha, que fue masiva, lo que menos hubo fue silencio. Se escucharon gritos de “fuera Petro” e insultos de todos los calibres.

 

Mientras esto pasaba, los organismos de investigación del Estado recopilaron más de 300 videos de celulares y cámaras de seguridad del lugar del atentado y sus alrededores, y lograron reconstruir la ruta seguida por el adolescente perpetrador, desde que llegó al área en un automóvil, se le entregó el arma, se comunicó por celular y coordinó con algunos cómplices sus movimientos. Cuando perpetró el atentado y huyó, fue capturado rápidamente por la policía y allí pasaron dos cosas extrañas: un agente de la policía manipuló el arma de forma irregular sin hacer control de custodia, y un transeúnte golpeó al joven asesino e intentó matarlo. El muchacho, al ser capturado, gritaba que estaba dispuesto a confesar quien lo había contratado y a entregar su teléfono celular, pero éste desapareció de la escena.

 

A la semana siguiente, la Fiscalía General de la Nación había avanzado en la investigación lo suficiente para declarar públicamente que se trataba de un crimen de tipo político, lo cual desató nuevamente una ola de especulaciones y acusaciones contra el gobierno. La Fiscalía debió aclarar que, si bien es cierto, había una motivación política en el atentado, no era de carácter ideológico. Era un asunto más profundo, un intento de las mafias por crear un clima de desestabilización en el país con el fin de afectar la gobernabilidad y favorecer a la oposición, donde desde hace años ha venido creciendo una red de apoyo con militares, políticos, magistrados y jueces que en estos tres últimos años se ha venido resquebrajando por cuenta de los resultados de la lucha del Gobierno Petro contra el Narcotráfico.

 

Durante más de 20 años de lucha antidrogas, el principal objetivo de los acuerdos entre los gobiernos de Colombia y los Estados Unidos se concentró en la fumigación y destrucción de cultivos de hoja de coca, lo cual tenía tres inconvenientes: primero, la fumigación y los procesos de erradicación manual eran lentos e ineficaces pues los cultivadores simplemente se trasladaban a otras zonas donde deforestaban y seguían cultivando. Segundo, los químicos usados para fumigar los cultivos eran dañinos para las personas y el medio ambiente, y tercero, estaba generando gran malestar en la población, que no encontraba ninguna alternativa para obtener ingresos ante el abandono estatal de estos territorios controlados por bandas narcotraficantes, guerrillas y grupos paramilitares.

 

El gobierno del Presidente Petro propuso una estrategia que fuera menos agresiva con el campesino productor, pero muy dañina para la cadena logística del tráfico de coca: concentró los esfuerzos de la lucha en la interdicción, es decir, en destruir todos los escalones del proceso de fabricación de la pasta básica de coca, el transporte, distribución y exportación de la cocaína refinada, y la coordinación con agencias internacionales en Estados Unidos, Europa y Asia para la incautación de grandes volúmenes de droga, asestando golpes severos a las mafias de distribución internacional.

 

Es cierto que, al no intervenir la producción, el área de cultivo creció hasta que la hoja de coca colombiana ha llegado a ser casi el 67% de la producción mundial, pero el gobierno está trabajando con los campesinos en reemplazar los cultivos por proyectos agrícolas legales y en buscar alternativas para la comercialización de productos derivados del cultivo de hoja de coca. En eso se han concentrado, también, los diálogos de paz con los grupos alzados en armas (ELN, Clan del Golfo, Disidencias de las FARC, etc.), dado que estos se dedicaron, desde 2017, a ejercer control territorial sobre las zonas de cultivo en asociación con las mafias del narcotráfico.

 

Con cifras récord en destrucción de laboratorios (879 Toneladas en 2024 y 1,291 en lo que va de 2025), incautaciones de base y pasta de coca (18.170 kg en 2025) e incautaciones de cocaína (772 Toneladas en 2024 y 442 en lo que llevamos de 2025), Colombia se ha convertido en uno de los principales socios de las autoridades antidroga de los últimos años. Esto, por supuesto, ha afectado sensiblemente las finanzas de las grandes organizaciones del narcotráfico.

 

Con el asesinato del Fiscal Paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido el 10 de mayo de 2022 en una zona turística de Cartagena, Colombia, se confirmó la existencia de una alianza internacional de narcotraficantes de alto nivel provenientes de Italia, Albania, México, España, Paraguay, India, China y Serbia, la cual controla las rutas de exportación de cocaína, financia grupos armados ilegales y busca desestabilizar gobiernos en toda América latina. A esta presunta organización se le atribuyen también actividades como el lavado de activos a través de empresas legalmente constituidas, el contrabando, el tráfico de armas, la extracción ilegal de oro y el tráfico de personas.

 

En Colombia, el Clan del Golfo y el Cartel de Sinaloa, que hacen parte de esta red internacional, tienen fuertes nexos con grupos guerrilleros como el ELN y las disidencias de las FARC, los cuales abandonaron la lucha social, se refugiaron en las actividades criminales y libran cruentas luchas internas por el control de territorios productores. En sus niveles más altos, estos grupos han venido acaparando el control de empresas para el lavado de activos, infiltrando magistrados y jueces mediante jugosos sobornos e incorporando en su nómina a militares, congresistas, gobernadores y alcaldes. Sin embargo, en lo que llevamos del gobierno de Gustavo Petro se han realizado capturas, procesos y extradiciones a razón de casi una por día, sin lograr hasta el momento la desarticulación de una red que ha penetrado profundamente en la política, la justicia y el empresariado colombianos.

 

El esfuerzo de la oposición de la derecha, coordinado con las cortes, sus congresistas, los gremios de la industria privada, el empresariado y su prensa programada para causar malestar en la población y generar odio hacia el Presidente Petro, coincide sospechosamente con el malestar de las mafias del narcotráfico ante las pérdidas ocasionadas por los buenos resultados del gobierno. Por esta razón, la teoría con mayor agarre sobre el intento de asesinato del Senador Uribe Turbay es que hay una motivación política, pero no ideológica. Es un intento del crimen organizado de sembrar caos para producir cambios que favorezcan a su red de apoyo y le permitan seguir controlando la justicia, la política y el empresariado nacional.

 

Compañeros, acá lo que hay es una distorsión total del concepto de democracia y un atentado contra la voluntad y expresión popular, donde los únicos que se benefician son los ricos, que ya están contaminados por un mal que pareciera no tener salida.

 

Hasta la próxima semana compañeros. 

 

MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia -Biólogo

Especialista En Estudios Socio-Ambientales

 

 

PARA SABER MÁS

 

·         Récord en incautación de cocaína: Gestión Colombia

https://www.gestioncolombia.org/2024/11/20/colombia-rompe-record-historico-en-incautacion-de-cocaina-en-2024/

 

·         Aumento de incautaciones en 2025: AP Noticias

https://anpnoticias.com/sector-defensa-destaca-la-reduccion-de-homicidios-y-aumento-en-incautaciones-de-droga-en-lo-corrido-de-2025/

 

·         Así opera la “Junta Internacional del Narcotráfico”: El Universo

https://www.eluniverso.com/noticias/internacional/asi-opera-la-junta-del-narcotrafico-la-amenaza-para-paises-de-sudamerica-segun-gustavo-petro-nota/

 

         

 

  

 

DE NORTE A SUR: LA PROXIMIDAD POPULAR QUE MUEVE A BRASIL Y ALIMENTA SU DIVERSIDAD CULTURAL - LÍVIA MARTINS

DE NORTE A SUR: LA PROXIMIDAD POPULAR QUE MUEVE

 A BRASIL Y ALIMENTA SU DIVERSIDAD CULTURAL



Brasil está hecho de encuentros. Encuentros entre acentos, sabores, ritmos y gestos que, por ser tan espontáneos, parecen salir de la cuna. De la conversación en la acera al improvisado círculo de samba, de la fiesta callejera al café ofrecido sin ceremonia, esta proximidad popular, que habita en la vida cotidiana brasileña, es más que simple cordialidad. Es un motor cultural que ayuda a explicar no solo la forma de vida, sino también la forma en que el país ha crecido y se ha reinventado a lo largo de los siglos.

 

Costumbres que atraviesan generaciones

Desde temprana edad, a los brasileños se les enseña a compartir: comida, tiempo, escucha e incluso alegría. Es común ver a los niños crecer en hogares donde las puertas siempre están abiertas, los vecinos son parte de la familia y compartir es una regla no escrita. Estos hábitos dan forma a una sociedad marcada por una cultura de la acogida, incluso en medio de las dificultades.

 

En los pequeños pueblos del interior, es la costumbre de "iniciar una conversación" lo que crea vínculos. En las grandes metrópolis, el abrazo, incluso virtual, ayuda a resistir las prisas. Los brasileños, incluso diversos, encuentran puntos de unión en valores como la solidaridad, el afecto y la informalidad, que van más allá de las fronteras regionales.

 

Una diversidad que suma

Cada rincón de Brasil lleva un conjunto distinto de influencias: indígenas, africanas, europeas, asiáticas, mezcladas a lo largo de los siglos. El resultado es un país donde la cultura se multiplica y se entrelaza:

En el nordeste, la fe y el forró van de la mano, reflejando tradiciones que van desde el interior hasta la costa.

En el sur, el mate y los círculos de conversación preservan el sentido de comunidad entre las montañas y las frías ciudades.

En el Medio Oeste, la mezcla entre la tradición rural y la modernidad urbana se traduce en la forma simple y fuerte del cerrado.

En el sureste, el pulso acelerado de las ciudades convive con los legados coloniales y la cultura de bar, un punto de encuentro que atraviesa las clases sociales.

En el norte, los ríos se convierten en caminos y las leyendas se convierten en identidad, con ritmos como el carimbó, festivales como el Círio de Nazaré y sabores que definen territorios.

 

Esta pluralidad cultural no es una barrera, es combustible. Promueve la innovación, fortalece los lazos y ofrece modelos de convivencia que inspiran inclusión y respeto.

 

La cultura como base del crecimiento

No es exagerado decir que la capacidad de los brasileños para conectarse con los demás es una parte esencial del desarrollo del país. Proyectos comunitarios, movimientos sociales, cooperativas, redes de apoyo e incluso startups surgen de una misma fuente: la cultura de la proximidad.

 

A lo largo de la historia, fue este rasgo el que permitió articulaciones políticas, movilizaciones populares, reinvenciones económicas y transformaciones sociales. Brasil crece porque escucha, porque reúne, porque comparte.

 

En tiempos de polarización y distanciamiento, revisitar esta característica puede ser un paso fundamental para redescubrir lo que nos une. La cultura brasileña no es solo folclore o tradición, también es horizonte. Y como dice el refrán popular: "El que tiene un prójimo, nunca está solo".

 

LÍVIA MARTINS

 Desde Brasil Comunicadora Social