¿Y SI
METEMOS PRESOS A LOS NIÑOS?
Como suele suceder en épocas electorales o cuando los
políticos o aquellos que aspiran a pedir el voto de la población para llegar a
algún cargo. Aparecen proyectos y propuestas que van en contra de las
necesidades reales del pueblo.
Proyectos que apelan al morbo, a los sentimientos más bajos,
más primitivos, de las mayorías alienadas, en fin, a aquellos sentimientos
miserables que todos tenemos; sólo que algunos los logramos reprimir.
Es claro de que a la masa le atrae más una noticia de un
hecho de sangre, de violación, de inseguridad, etc., que, -por ejemplo- delitos
de "guante blanco", esto es: el cometido por empresarios, políticos,
famosos o poderosos; como el fraude, la corrupción, la estafa y otros actos
ilegales que no involucran fuerza física o violencia directa.
La Sociología ha estudiado mucho este tema de la morbosidad,
de los bajos instintos, instintos primitivos, etc.; que tienen las sociedades y
sujetos.
La morbosidad puede estar relacionada con una sociedad que,
aunque es violenta en su vida diaria, también es domesticada en gran medida, y
el consumo de contenido morboso puede ser una forma de compensar esa
domesticación, buscando la emoción en las bajezas que otros nos entregan
(matemos, encarcelemos, escrachemos, persigamos, etc.)
Es decir: nadie que pide -por ejemplo- "maten a todos
los negros" quizás se atreva a hacerlo.
Un poco por cobardía, pero en gran medida porque son como
loros repetidores de consignas que se le han impuesto desde siempre. (dinero en
negro, negro de mierda, lo hizo por izquierda, etc.)
Muchas veces en mi profesión y con mis clientes, cuando
éstos me decían: "en este país hay que poner la pena de muerte" yo
solía decirles: "Estoy de acuerdo, pero solo si usted está dispuesto a
matar a ese que usted pretende que maten otros..." y ahí se me quedaban
mirando, sorprendidos por algo sobre lo que no habían reflexionado.
La morbosidad puede influir en la percepción de la realidad,
generando miedo por algo que se considera peligroso, y puede afectar el
comportamiento, generando conductas de evitación (pedir la cárcel para los
niños, por ej.).
Ejemplos de estas propuestas de ley apelando a los más bajos
instintos a los que me refiero, son, por ejemplo: deportar a los inmigrantes
porqué viven a cuesta nuestra, se roban nuestro trabajo; quitar los beneficios
de la jubilación ya que los jubilados cobran y no aportan, sacar los planes
sociales para dejar de mantener vagos, quitar los subsidios a las madres pobres
porque "estas negras se embarazan para cobrar un plan", etc.… así
podría seguir hasta el infinito.
Claro que si el sujeto no razona pueden parecer propuestas
"atendibles" pero a poco de reflexionar nos daremos cuenta que si
todo eso que proponen los dueños del mundo a través de sus empleados se
realizara; TODOS caeríamos bajo los nefastos efectos de esas propuestas... solo
escaparían entre el 5 y 10% de la población.
En ese orden y sobre lo cual ya están trabajando los
políticos (no todos), los grandes medios de comunicación y en fin todos
aquellos miserables que responden a sus amos dueños de todo, es el proyecto de
ley para bajar la edad de imputabilidad: traduzco es una propuesta para
modificar la ley y permitir que el sistema judicial pueda perseguir y
encarcelar nuestros Niños, Niñas y Adolescentes.
Si bien ya se los persigue a partir de los 16 años, ahora
empezaron con proponer bajar la edad a 14, aunque se reservan la carta de
seguir bajándola, para cuando haga falta obtener el apoyo de las grandes masas
que tienen el cerebro quemado por los medios de comunicación masivos (prensa
escrita, radio, televisión e Internet, en sus diversas plataformas).
Debo destacar que la Argentina ha firmado Tratados
Internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones
Unidas, adoptada en 1989. La Convención sobre los Derechos del Niño, es el
tratado de derechos humanos más ratificado en el mundo, ha sido aceptada por
196 países. La única excepción es Estados Unidos, obviamente, cuando de no
respetar derechos humanos se trata...
En ese tratado se estipula que todo ser humano de menos de
18 años es niño/a. se oyó bien? ¡somos niños hasta los 18 años!
O sea que en Argentina estamos persiguiendo y penalizando a
niños... créanlo o no, es así.
Ahora bien, invito a los oyentes del Club de la Pluma a que
nos planteemos:
¿Por qué deberíamos bajar la edad de penalizar a los niños?
¿Por qué cometen delitos igual que los adultos?
¿De ser así hasta donde debiéramos bajar la edad?
¿Y si les vamos a exigir responsabilidad penal como a un
adulto, por qué no les otorgamos los derechos a votar en las elecciones, a
comprar y vender, ha tener relaciones sexuales con quienes quieran, etc.?
Obviamente que muchos se escandalizarían, ¿no?
Ocurre que la atribución de responsabilidad penal a un
sujeto que ha cometido un delito tiene que pasar la valla infranqueable de que
ese sujeto "conozca" que está cometiendo un delito y
"quiera" cometerlo.
Así como un incapaz, alguien con retraso mental, no puede
ser perseguido penalmente justamente porque se estima que "NO CONOCE"
que está cometiendo un delito, que no CONOCE la ley...
Así, tampoco un menor de 18 años que aún se está formando
puede comprender la criminalidad de un acto en su plenitud...
Claro que hablamos de seres humanos y hay casos en donde un
mayor de 30 años no comprende algunas cosas (como votar a conciencia) y a veces
un menor de 18 si lo hace... pero, en fin.
Con el afán de justificar la presentación de semejante
legislación violatoria de derechos humanos, -en lugar de presentar proyectos de
ley para mejorar la vida de la gente-, los políticos empleados del poder y de
sus medios de comunicación, VOCIFERAN:
“El delito cometido por niñas, niños y adolescentes viene
creciendo y hoy es uno de los principales problemas de inseguridad en
Argentina” FALSO: el delito de N.N. y A. tiene un margen constante desde 2015,
sin incrementos significativos. Fuente: Justicia Nacional de Menores.
“Hoy los pibes que delinquen entran por una puerta y salen
por la otra” FALSO: según datos de la CSJN, en 2023, 178 jóvenes tuvieron al
menos una medida judicial de privación de libertad o alojamiento en
residencias.
“Hay que bajar la edad de la punibilidad porque las bandas
criminales utilizan a adolescentes para cometer delitos” FALSO: No existen
estadísticas que avalen esa afirmación y para el caso de que así fuera en algún
momento, el niño no es el delincuente sino la víctima.
“Hay que encerrarlos para evitar que vuelvan a delinquir”
FALSO: La privación de la libertad provoca deterioros irreversibles en N.N. y
A. ya que afecta su desarrollo como ser. Esto genera dificultades para
(re)insertarse en la sociedad, como, por ejemplo, terminar la escuela, y los
coloca en un contexto de mucha vulnerabilidad y pasibles de reincidir en el
delito.
“Bajar la edad de imputabilidad va a bajar los niveles de
inseguridad” FALSO: no hay evidencia que demuestre esa afirmación. Por el contrario,
los números muestran que en la región hay países que tienen edades de
imputabilidad más bajas y una tasa de homicidio más alta que Argentina. Por
ejemplo, Brasil y México establecen en 12 años la edad de imputabilidad y
tienen un promedio de 23 homicidios cada 100 mil habitantes en el 2023, muy por
encima de Argentina que tiene la edad en 16 años y registra un promedio de 5
homicidios cada 100 mil habitantes.
1. Cualquier proyecto que proponga la baja de la edad
de punibilidad es inconstitucional.
2. La baja de la edad de punibilidad es ineficaz como
respuesta a la inseguridad, porque en términos estadísticos el porcentaje de
delitos graves cometidos por menores de 18 años es ínfimo. Según estadísticas
de la Procuración General de la Corte de Justicia de la Provincia de Buenos
Aires, durante el 2015 se iniciaron 26.798 causas contra menores de 18 años, de
las cuales 126 corresponden a homicidios dolosos, o sea menos del 0,5 % del
total (es decir: 5 de cada mil).
3. La baja de la edad de punibilidad empeora la
relación de los jóvenes con el delito en lugar de resolverla.
4. En Argentina, en la actualidad, no existen penas
alternativas al encierro para los adolescentes que delinquen, lo que ha costado
al país algunas sanciones internacionales ya que es firmante de Tratados
Internacionales y de Derechos Humanos que proponen priorizar otros métodos de
punición como medidas socioeducativas, de reparación o trabajo comunitario.
Reflexión final
El Régimen Penal Juvenil actual se rige por el decreto ley
de 1980, que fue instaurado durante la última dictadura cívico militar y no se
adecúa a estándares internacionales de derechos humanos como la Convención y la
Ley Nacional 26061 de Protección Integral de los Derechos de N.N. y A.
El sistema penal es discriminatorio, selectivo y
estigmatizante. No persigue a todos por igual, sino a los más pobres, a los más
vulnerables.
Nadie que pasa por una institución penal sale sin huellas, a
veces físicas, casi siempre en su psiquis. Y las huellas son mucho más
profundas y dolorosas cuando se provocan en NNA.
Las causas de violencia en los barrios son la falta de
oportunidades, el hambre, la explotación sexual y laboral, el manejo de los
territorios por bandas de drogas de las cuales NNA son víctimas.
La mayoría de los N.N. y A. de Argentina tiene sus derechos
vulnerados: 7 de cada 10 es pobre y 1 millón se va a dormir sin cenar porque
sus padres no tienen dinero para comprar alimentos. Esto sí constituye uno de
los principales problemas en Argentina.
Entonces, queridos amigos del Club de la Pluma, me despido
de ustedes hasta la próxima y los invito a repetir conmigo esta conclusión de
lo dicho:
Los
N. N. y A. no son peligrosos, ESTÁN EN PELIGRO.
DR. MIGUEL ÁNGEL OVIEDO
Abogado