RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

viernes, 19 de diciembre de 2025

LA MORAL DEL AMIGO / ENEMIGO - PEDRO RODRIGUEZ– Desde Rosario- Militante Social

 

LA MORAL DEL AMIGO / ENEMIGO

 


 

En la Argentina de la campaña electoral permanente, hay una mística del movimiento, pero de un movimiento dirigido hacia lo parlamentario, una acción que se cierra sobre sí misma y no tiene mayor proyección. El supuesto "medio" cada vez más asumido como "fin". Los idealistas pierden sus valores más sagrados y los socialistas sus análisis materialistas, toda su actividad deviene mero instrumento al servicio de la promoción de la "batalla cultural" (¿a nadie sorprende que un concepto gramsciano sea usado por el gobierno???). El ethos político argentino dominado por el campañismo impide la posibilidad reflexiva: todo es chicana, insulto, competencia, imitación, fanatismo. Pero esto no se soluciona con mejores narrativas o discursos más precisos. Si seguimos creyendo que la crisis de Argentina es sólo de naturaleza política y de carácter nacional seguiremos en esta espiral de amigo-enemigo, en la espera de algún milagro.

 

Es un secreto a voces cómo el amplio pero difuso espectro peronista y el amplio pero también difuso espectro liberal se necesitan uno al otro para mantenerse en carrera. “La grieta”, en Argentina, es una expresión usual para referir a una suerte de polarización política y cultural. SE OLVIDAN QUE FUE LANATA O LARRATA (como prefieran llamarlo)QUIEN INVENTÓ EL TÉRMINO.  Consiste en una división binaria y maniquea, es decir, una manera de reducir la sociedad a una oposición entre lo correcto y lo incorrecto, entre buenos y malos. Pero es algo más complejo que una grieta o una distancia: es un vínculo incestuoso de competencia e imitación. La distinción entre amigos y enemigos es necesaria para hacer política, para aspirar a gobernar desde el Estado y administrar la economía capitalista. Pero más allá de la política se evidencia el lugar de esas contraposiciones cuando vemos su interdependencia, que los enemigos de ayer pueden ser los amigos de hoy, y que ambos lados de la distinción existen en tanto roles necesarios de una dinámica de acumulación que los excede.

 

 Desde una perspectiva revolucionaria, ¿de qué nos sirve posicionarnos en esas polarizaciones? Además, cabe subrayar que emplear el vocablo “amistad” para estas cuestiones es cuanto menos incómodo. La oposición amigo-enemigo no tiene por finalidad pues la neutralización del oponente sino todo lo contrario, el enfrentamiento permanente mantiene viva la dinámica y preserva la existencia mutua.

 

A partir de Carl Schmitt (1888-1985) –autor de El concepto de lo político, libro en el cual teoriza y defiende dicha distinción– podemos afirmar que lo político no existiría sin la figura del enemigo. El reconocimiento de ese otro permite la construcción de la propia identidad política. La construcción y mantenimiento del enemigo es fundamental para la reproducción cultural y moral de los buenos. Esto sucede simétricamente a ambos lados de la escisión. Es psicológicamente conveniente tratar al enemigo como si fuera lo contrario a uno, y por tanto lo malo, ya que la definición de enemigo es delineada por quienes se consideran a sí mismos buenos. En política, el enemigo no se vuelve tal a partir de una serie de conclusiones sino al revés: porque se lo define como enemigo se comienzan a enumerar sus horrores. Horrores que en el bando propio pueden no ser tales. Vistos de afuera, ambos rivales comienzan a volverse indistinguibles entre sí.

 

 A medida que su oposición se intensifica, sus comportamientos se mimetizan, son “gemelos” en su obsesión. Gobierno y oposición, no importa quién es quién sino que cumplan su rol, para lo cual suponen tener diferentes modelos, distintos proyectos de país. A pesar de personificar intereses de sectores capitalistas específicos, la dinámica de conjunto de la acumulación se impone. Desde hace varios años esta es inestable, sin un horizonte definido. Se trata de un contexto de estancamiento económico con polarización y alternancia política que realza la utilización de la distinción amigo-enemigo. “Argentinos de bien” En campaña o en plena función de gobierno, Javier Milei y La Libertad Avanza, se dirigen a sus interlocutores como «argentinos de bien». Se trata de la imagen trillada de los ciudadanos representantes del esfuerzo laboral y la honestidad. Una imagen nada más, a la que esta vez agregan otras características: no forman parte de la “casta” ni “viven del Estado” (delicada expresión en un país en el cual la reproducción de gran parte de la población depende de las ayudas sociales) y se jactan de no sucumbir al “marxismo cultural”. La representación política en esta democracia representativa es circular: no solo los representados eligen a sus representantes, los representantes eligen a sus electores haciéndolos sus representados.

 

 Cada líder produce su narrativa para dirigirse específicamente a su interlocutor terminando de darle forma al tipo de ciudadano que busca representar. De este modo, el trabajador precarizado o el emprendedor, excelentes recipientes para el discurso liberal, terminan de delinear su subjetividad. Así, los «argentinos de bien», aquellos ciudadanos que sienten no haber sido escuchados por el Estado, son subjetivizados precisamente desde el Estado. Dice un imbécil:  «La batalla cultural se rige por las reglas universales y atemporales de la política, a las que ellos han sabido adaptarse bien. Ahora nos toca a nosotros superarlos, porque, además, nosotros somos mejores en todo, y ellos van a perder contra nosotros». Esta frase de milei condensa todo un proceder, no solo respecto de la utilización del nosotros y el ellos sino también porque evidencia la importancia de la imitación.

 

 “El pueblo argentino”: “El conductor” produce una narrativa de pueblo al otorgarle un origen y un destino. La masa de población se reconoce pueblo cuando hace omisión de sus determinaciones materiales y hace suyo el proyecto del conductor que es, circularmente, el deseo del pueblo..  “el pueblo argentino” es una construcción social determinada por la organización en naciones de la acumulación de capital con su división internacional del trabajo. Por otra parte, ningún pibe nace peronista ni “argentino de bien”. «El “pueblo” es un concepto que no distingue entre explotadores y explotados, no es más que una construcción del Estado que constituye el orden dominante. La población existe, claro, sin embargo, la forma de categorizarla no es natural, la manera de designarla es política. No existe a la espera de ser reconocida y tener significado, es algo totalmente construido. Sin lo que “pasionalmente” conocemos como pueblo, la razón de Estado carecería de sentido. Los propios límites geográficos gracias a los cuales se puede definir “el pueblo argentino” se establecen a partir del Estado argentino. Primero el Estado después su pueblo, jamás al revés.

 

En fin, leímos hasta aquí un texto que no produjimos pero respetamos y consideramos importante considerar. Como siempre, proponiendo un debate entre los que estamos del lado del trabajo, del lado de los explotados.

 

PEDRO RODRIGUEZ– Desde Rosario- Militante Social

 

 

¿QUÉ ES EL PERONISMO? - PROF. LIDIA INÉS RODRIGUEZ OLIVES

 

¿QUÉ ES EL PERONISMO?

 


Soy Lidia Rodríguez Olives y, desde Buenos Aires, saludo a todos los que escuchan El Club de la Pluma

Hace un tiempo, uno de los vicedirectores del Liceo Franco Argentino me preguntó: “¿Usted me puede explicar qué es el peronismo?” No es sorprendente que un francés tenga esa duda, especialmente teniendo en cuenta que sobre el peronismo se ha dicho y escrito mucho. Las más de las veces, desde lo ideológico más que desde lo científico; desde el prejuicio más que desde la investigación. Por eso hoy, cuando ni los peronistas parecen tener en claro una respuesta, es apropiado un repaso de esos textos.

Desde el “aluvión zoológico” hasta el famoso “les gusta cagar en un balde” que un usuario libertario escribió en las redes, el peronismo ha sido, para un sector de la sociedad, el partido que expresa la irracionalidad y la ignorancia de las masas. Supongo que la gran mayoría de los que adhieren a esta mirada ignoran que se la deben a José Luis Romero que, allá por 1956 y en medio del odio antiperonista desatado por el Golpe de 1955, la estampó en su libro “Las ideas políticas en Argentina”. Partiendo del concepto de “lo desviado”, Romero consideraba que el peronismo había llegado para “romper con la tradición democrática de los países americanos”, convirtiéndose en una expresión política ajena a la Historia Nacional. Sostenía que, a lo largo de los años, una gran parte del país se había mantenido atrasado, con masas que apoyaron a caudillos paternalistas y autoritarios. Fueron ellos los que se enfrentaron a la corriente progresista e ilustrada que va de Mayo a Caseros. Portadores de un acentuado individualismo, carecían por completo de conciencia política. Con la crisis de 1929 y la industrialización posterior, esas masas llegaron a la ciudad, trayendo consigo su cultura política. “La barbarie está presente en la plebe de las grandes ciudades” y el golpe significa “el renacimiento en nuestra cultura”, escribirá Borges en la Revista Sur, otro bastión del antiperonismo.

Pero para Romero el peronismo no sólo es un “desvío” en nuestra Historia, sino que también representa “lo extranjero”. Fue uno de los primeros intelectuales en considerarlo una versión criolla del fascismo europeo, cuyo único propósito era reducir la vida cívica del país hasta sus límites más extremos. Los discursos, tanto de Perón como de Eva, no apelaban a la razón sino a los instintos de una masa no politizada. Tanto Romero como los intelectuales de la Revista Sur pensaron el peronismo como un cuerpo extraño que debe ser extirpado y apoyaron todas las formas de desperonización intentadas desde 1955.

Pero fue Gino Germani, sociólogo de origen italiano, el que más influyó en el análisis sobre el origen del peronismo y su relación con la clase obrera. A él se debe la persistente idea de una fractura entre viejos y nuevos trabajadores. Retoma las grandes líneas trazadas por Romero al afirmar que la industrialización de la década del 30 produjo un fuerte movimiento migratorio desde las zonas más atrasadas hacia las ciudades. Estos “nuevos obreros” resultaron ser una masa en disponibilidad que no encontró canales para integrarse. Desde esta perspectiva, el peronismo fue el fenómeno autoritario a través del cual se integraron a la política. Sin embargo, se aleja de Romero en la calificación de “fascismo criollo”: el peronismo no representó a la burguesía concentrada sino a los trabajadores, a los dotó de una conciencia propia y los afirmó como clase frente a las demás.

Resulta sorprendente la perdurabilidad que en la sociedad argentina han tenido esas ideas que, alejadas de la objetividad y escritas en un clima de época atravesado por el odio y el resentimiento, fueron superadas hace ya bastante tiempo. En pleno golpe de 1955, un grupo de intelectuales nucleados en la Revista Contorno planteó la necesidad de alejarse de esa estrategia desperonizadora, resaltando el carácter progresista que entrañaba el peronismo en la conciencia y la praxis de los trabajadores. Escribieron allí Ismael y David Viñas, Rodolfo Pandolfi, León Rozitchner, Osiris Troiani, Adolfo Prieto, Oscar Masotta y, aunque a algunos de sus lectores les resulte increíble, Juan José Sebreli.

La década del ´60 mostró que el peronismo, lejos de desaparecer, seguía siendo, junto a sus poderosos sindicatos, la identidad política de los trabajadores. Es en este momento que la posición de la izquierda intelectual quedó más nítidamente dividida. Las expresiones más radicalmente opuestas al peronismo se pueden leer en la Revista Fichas, dirigida por Milcíades Peña entre 1964 y 1966, donde se repetían los análisis de Romero y Germani. Pero por la misma época José Aricó, intelectual comunista, refutaba desde la Revista Pasado y Presente la idea de viejos y nuevos trabajadores, sosteniendo que fue la unidad (no la división) de la clase obrera lo que determinó su adhesión al peronismo.

Tal vez la obra más importante escrita sobre el tema sea la de Miguel Murmis y Juan Carlos Portantiero, “Estudios sobre los orígenes del peronismo”. Según Hernán Camarero, se trata de “una obra pionera, que abrió surcos nuevos y señaló los caminos sin salida a los que llevaban ciertas interpretaciones establecidas”. Obra imprescindible porque se trata de la primera producción académica que, de manera sistemática, nos presenta una reinterpretación del surgimiento del peronismo menos ideológica y más científica. A través de una investigación rigurosa, sometieron a la crítica no sólo la obra de Germani sino todas las interpretaciones vigentes.

Uno de los puntos fuertes es haber replanteado la década de 1930. Donde Germani y Romero veían la fractura entre viejos y nuevos trabajadores, ellos demostraron que fue el proceso de industrialización sin políticas públicas de redistribución social lo que había unido al conjunto de los trabajadores en el padecimiento de una intensa explotación laboral y en un creciente número de reivindicaciones insatisfechas. También refutaron la idea de extrema debilidad de los sindicatos en ese período, que llevaba a explicar el crecimiento de las organizaciones gremiales como resultado del amparo brindado por el Estado peronista, que desplazó a los viejos sindicatos y a sus dirigentes tradicionales para reemplazarlos por otros sin experiencia. Así, el apoyo de las masas al peronismo se explicaba por la existencia poco significativa de una organización sindical previa.

Murmis y Portantiero demostraron que los datos no confirmaban esa mirada. Entre 1941 y 1945, el número de afiliados pasó de 441.412 a 528.523, registrando un aumento del 19,73%, similar al que se produjo entre 1936 y 1941. Esto indica, contra lo sostenido por Romero y Germani, que el apoyo gremial al peronismo se instrumentó a partir de una estructura sindical preexistente, no nueva. Lejos de la imagen de nuevos trabajadores simples marionetas de un caudillo demagogo, demostraron que, a partir de 1935, superada la crisis y reactivada la economía, la conflictividad laboral fue en aumento, especialmente entre los trabajadores peor retribuidos. Pero la constante del período fue el bajo porcentaje de reivindicaciones alcanzadas: en 1934, sólo el 2,41% de los huelguistas obtuvo las mejoras demandas, y en 1939, el 18,39%. 1942 señala el punto más alto de los conflictos: hubo 113 huelgas que involucraron a 39.685 trabajadores y se perdieron 634.339 jornadas de trabajo. El 89,42% de estas huelgas estuvo motivado en reclamos salariales. Con el peronismo entonces, después de una década de acumulación capitalista sin distribución, la novedad no la constituye ni la fractura entre viejos y nuevos trabajadores ni la actividad sindical. Lo novedoso reside en el cambio de la actitud estatal, que incluyó a los trabajadores en una alianza policlasista y dio continuidad programática a viejos reclamos.

Con posterioridad, autores como Juan Carlos Torre, Tulio Halperín Donghi y la canadiense Louise Doyon (entre otros) remarcaron en sus estudios tanto la autonomía sindical durante el peronismo como la gran transformación social que este produjo. Todos ellos refutaron con creces la idea de un sindicalismo subordinado al Estado, señalando que ejerció una influencia determinante muy distinta de la que había previsto Perón y que la capacidad de los trabajadores para articular sus intereses fue una fuente permanente de tensiones, quedando muchas veces el Estado expuesto a la acción de los trabajadores organizados.

Recorro estos textos no sólo como un ejercicio historiográfico sino para recordarles a los desmemoriados, propios y ajenos, qué es y qué ha sido el peronismo desde sus orígenes. Fue el partido que le mejoró la vida a amplios sectores de la sociedad, incluyendo las clases medias, esa usina permanente de gorilas reaccionarios. El partido a través del cual los postergados y explotados alcanzaron las reivindicaciones que siempre les habían negado. El primero en desarrollar un programa industrialista y nacional. El que hizo crecer al país con integración y distribución; el de la solidaridad. Y aunque a veces pareció perder el rumbo, siempre lo retomó. En medio de las políticas más regresivas que se recuerdan, los que militamos desde el llano estamos hartos de internas que no llevan a nada y de compañeros comentaristas dedicados a describir sin aportar. Queremos saber, de una buena vez, qué piensan hacer para enfrentar un modelo que amenaza retrotraernos al siglo XIX. Cómo defenderán el empleo y los derechos sociales, nuestras industrias, nuestra soberanía, nuestros satélites, nuestras universidades y nuestros proyectos científicos. Queremos que estén a la altura de nuestra Historia. Porque sólo la lucha y la confrontación en unidad asegurará nuestra supervivencia, mientras que consentir y negociar es el camino para sucumbir.  

Nos reencontraremos el año próximo y realmente espero que sea en una sociedad más solidaria y menos rota.

 

PROF. LIDIA INÉS RODRIGUEZ OLIVES

Profesora de Historia - Posgrado en Ciencias sociales por FLACSO

 

 

 

 

LO QUE NO OCURRIÓ EN BULGARIA PATRÓN FINANCIERO DE LOS ÚLTIMOS 117 AÑOS LA NUEVA LEY EDUCATIVA EN ARGENTINA - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

LO QUE NO OCURRIÓ EN BULGARIA

 PATRÓN FINANCIERO DE LOS ÚLTIMOS 117 AÑOS

 LA NUEVA LEY EDUCATIVA EN ARGENTINA

 


  Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Otro día más, nos encontramos aquí en este espacio de reflexión compartida. ¡Quédate, que lo de hoy, también te va a interesar y cómo!

      

 ¿Por qué una crisis política tan profunda como la que ocurrió en Bulgaria tiene tan poca repercusión en el resto de Europa? A ver si genera empatía o comparación en otros países europeos. Si se explicara en detalle lo ocurrido en Bulgaria, podría resonar peligrosamente en todos los ciudadanos europeos. Bulgaria se prepara para sus octavas elecciones anticipadas en cuatro años, no por falta de democracia, sino porque su sistema político es incapaz de producir gobiernos estables ni decisiones efectivas. En la Unión Europea, existe un partido único que nos arrastra hacia la autodestrucción: todos los partidos políticos son lo mismo con ligeras diferencias y los únicos países que presentan una opción soberanista son Hungría y gobierna la derecha y Eslovaquia, de izquierda. Las categorías de izquierda y derecha no sirven en Europa.

 

 Los únicos que hablan con la verdad irrefutable y son presentados como monstruos, representan ideologías contrapuestas, Orban y Fico, Hungría y Eslovaquia, porque aquí lo decisivo para salvarnos es oponerse a las políticas económicas dictadas desde Bruselas que están destruyendo la Unión Europea; oponerse a la guerra contra Rusia, porque la Federación Rusa nos benefició con su petróleo y su gas; porque tanto la OTAN como toda la burocracia europea, si no existe un enemigo lo inventan, porque persiguen sus propios objetivos y coimas y deciden lo que va en contra del sentido común y del beneficio de los ciudadanos europeos. Europa se congelará este invierno con el suicidio energético: ESTA ES LA TRAICIÓN DEL SIGLO; LA UNIÓN EUROPEA Y LA OTAN SON NUESTRA CÁRCEL.

 

 Existe la llamada generación Z, una generación joven que no obedece a nadie y lucha de manera totalmente descentralizada, no tiene líderes, no sabe quiénes son los que les mandan. ¿Qué revela esto en la Unión Europea, incluido el Reino Unido que no forma parte? Que hay renuncias, se dimite, pero el poder real permanece intacto. Y los reclamos de la generación Z no son ideológicos en Bulgaria, sino existenciales. Reclaman futuro, porque sólo queda emigrar o resignarse al sistema. No protestan por un idealismo ingenuo, sino porque sienten que el sistema está cerrando todo con llave y no les deja espacio vital en una nación capturada como es Bulgaria, o España, o Alemania. Estas manifestaciones viscerales en Bulgaria surgieron porque el sistema está cancelando toda posibilidad de futuro, no porque el partido gobernante fuera de derecha.

 

 ¡A ver si comprenden que en el continente europeo las categorías de izquierda y derecha no significan nada y las izquierdas son tales farsas que alucinarían! Como pensar que el PSOE que gobierna en España es una izquierda. ¡Por favor! En la Unión Europea y en el Reino Unido, existe un partido único desalmado y criminal que nos dirige, nos manipula y nos condena, con burócratas que deciden por nosotros y que no hemos votado!

 

 Y en Alemania, siguen las manifestaciones contra el servicio militar y Merz ya anticipó que, si no hay suficientes soldados voluntarios, se los puede obligar, asimismo, obligar a alistarse a las mujeres. De esto tampoco se habla en los medios. Y no se dice ni una palabra sobre la situación de que en Reino Unido la policía puede detenerte por un twit. ¡Dictadura en toda regla! Como tampoco se comenta que los burócratas europeos están siendo cazados en el circuito de la corrupción de Zelensky. Se estaba robando el 90% de lo que asignaba la ONU. Hemos sabido que cuando se otorgan fondos, en una auditoría de la ONU sus resultados determinaron que, en el marco de ciertos proyectos, se había utilizado sólo un 10% de los fondos y no se habían alcanzado los objetivos de los programas. El resto del dinero se quedó por el camino. Sintetizando, se robaba el 90% de lo que la ONU asignaba: el resto, se va en corrupción. Históricamente, sabemos que cuando se otorgan fondos, más del 50% se va en corrupción. En 2015, funcionarios españoles fueron a Bruselas, denunciando que España inflaba su Producto Interior Bruto para endeudarse más. Lo de España ya lo conocían en Bruselas, y les respondieron que se daban por satisfechos si el 50% de los fondos de la Unión Europea, llegaba a España, a su destino. Y lo que será la corrupción en el tema del armamento militar...

 

 Y ahora nos acercaremos a una cuestión vital para el planeta que es el mismo patrón de 4 rescates bancarios en los últimos 117 años: el mismo patrón financiero fatal, en el cual los bancos ganan y los contribuyentes pagan. Este es el mundo de las finanzas que no te enseñan en la escuela. Existe un misterio que rodea a los Derivados, que son un arma de destrucción financiera. Los Derivados financieros son contratos que basan su valor en activos subyacentes, como las acciones, bonos, divisas, materias primas o índices bursátiles. Estos instrumentos permiten a los inversores gestionar riesgos, especular sobre movimientos futuros del mercado y los diferentes Derivados se gestionan sin necesidad de poseerlos físicamente. Los Derivados alcanzan actualmente los 600 billones de dólares, monto que hoy es diez veces más grande que en la crisis de 2008. En 1907, el principal beneficiario de la crisis financiera fue el banco JP Morgan; en 1929, ocurrió la Gran Depresión; en 2008, Lehman Brothers; en 2023, Silicon Valley. En Argentina, la crisis del 2008 apenas se sintió, estaban los Kirchners, pero la economía europea parecía que sufría las consecuencias de una guerra.

 

  Los bancos se embarcan en riesgos excesivos para maximizar ganancias. Los riesgos explotan y crean una crisis financiera, entonces los gobiernos intervienen con el dinero de los contribuyentes para rescatar a los bancos y los mismos bancos que causaron la crisis se benefician del rescate, sin enfrentar consecuencias. Los resultados siempre fueron los mismos: los bancos privatizan la deuda, durante la subida y, socializan las pérdidas, durante la caída. Que se viene la próxima crisis en 6 o, a más tardar, en 24 meses, lo dice el CEO del JP Morgan, Jamie Dimon; el JP Morgan es el banco más respetado del mundo. Existe sobrecalentamiento de la economía mundial: la economía financiera cada día está asumiendo más y más riesgos: deuda creciente, déficits históricos, coste de financiación que asfixia a gobiernos y empresas y mientras los mercados festejan, Jamie Dimon advierte a los mercados porque será un momento inevitable.

   

  Y estamos interrelacionando todas las temáticas porque la palabra que unifica hoy nuestra columna es la “ignorancia”: existe toda una realidad que se oculta a los ciudadanos porque el poder nos necesita ignorantes, pero simultáneamente, existe otra realidad en la mente de los ciudadanos, realidad explorada por la filósofa y socióloga eslovena Renata Salecl en su libro “Pasión por la ignorancia” en el que expresa que la ignorancia y la negación se han convertido en herramientas comunes para enfrentar la realidad. Ella sostiene que, en la era de la información, la ignorancia no es sólo una falta de conocimiento, sino también una elección estratégica para evitar la ansiedad y el estrés que conlleva el saber. En nuestras sociedades modernas, la gente prefiere ignorar la realidad para evitar sentirse abrumada por la información y la complejidad del mundo. Renata identifica diferentes tipos de ignorancia: la pasiva, que es la falta de interés o conocimiento sobre un tema; la activa, la negación o rechazo de la información que se considera incómoda o amenazante y la ignorancia estratégica que es, justamente, la elección de ignorar la información para evitar ansiedad y estrés. Pero esa “pasión por la ignorancia” no sólo se manifiesta a nivel individual, sino que hay sociedades que sienten una pasión desbordada por abrazar la ignorancia. Interesante, ¿no?

  

  Y en Argentina se viene la reforma educativa que privatiza, desfinancia y elimina al Estado como garante del derecho a la educación. Se conoció el Proyecto de Ley de Libertad Educativa que pretende reformar puntos esenciales de la educación: libera al Estado nacional y carga a las provincias con esa responsabilidad, el Estado no se hace cargo de absolutamente nada, no tiene responsabilidad alguna sobre la educación en inversión educativa, será una obligación que tendrá una provincia o un municipio. Aunque estés en contra, tienes que aceptar el esquema de bouchers y no tienes un financiamiento extra. El gobierno de Milei elimina totalmente la Ley de Educación Nacional, la 26.206: libera al Estado nacional de toda obligación educativa. En síntesis, hay que invertir en la educación privada y relegar la educación pública. El piso del 6% del Producto Bruto Interno había que destinarlo a educación: pues se eliminó ese porcentaje. Son libres también los chicos de educarse en la casa: la libertad de elección. Sintetizando, hay una restricción real que es la eliminación que tienen los chicos del derecho de educarse. Y ahora en el extremo sur de América ya el degenerado de Milei no está solo: José Antonio Kast ganó las elecciones en Chile.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención e invitándola a una nueva emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Hasta la victoria siempre, compañeros! ¡Palestina libre!

 

PROF. VIVIANA ONOFRI

Desde Islas Canarias

Profesora en Letras, ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

¿HAY RAZONES PARA LA ESPERANZA? - MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia -Biólogo

 

¿HAY RAZONES PARA LA ESPERANZA?



 

Queridos compañeros, amigos y oyentes de El Club de La Pluma. Desde Colombia los saluda Mauricio Ibáñez, con nuestro acostumbrado abrazo por la unidad de la patria grande.

 

En los últimos meses pareciera que se han sumado todos los males en torno a nuestro continente, y que en este momento tenemos el sol a la espalda.

 

Por un lado, el dictador anaranjado que basa su régimen fallido en la acumulación de mentiras y abusos ante un mundo que lo observa con una impotencia que desafía toda la lógica global, ya no solo asesina muchachos en las aguas del mar caribe y el océano pacífico sin pruebas, sin juicios, porque sí y porque él lo ordena. Ahora usa sus descomunales fuerzas navales para secuestrar tanqueros venezolanos y robarse su petróleo.  Ahora, el payaso convertido en dictador propaga otra de sus grandes mentiras: El petróleo venezolano ha sido robado por los venezolanos a los estados unidos, y él lo está recuperando. Si no fuera tan grave la situación, tan oscura la amenaza, nos estaríamos riendo.

 

Pero no, no nos reímos: el abusador está diciendo y haciendo lo que quiere y ni Europa, ni la ONU, ni la OEA hacen nada, o aún peor, sacan una declaración aséptica “rechazando” las acciones unilaterales del gobierno de los estados unidos, pero redactada de tal manera que no vayan a ofender al monstruo, para que no los muerda.

 

El dictador no lee, no estudia, no analiza, no reflexiona. Dice y hace lo que sus consejeros leales, escogidos por él; le digan en medio de adulaciones. Entre J.D. Vance, Pete Hesgeth, Kristy Noem y otros fanáticos religiosos que lo acompañan, las decisiones que toma son inspiradas por las series y películas de espionaje que ven, donde los americanos se llevan por delante mil enemigos como si tuvieran el derecho divino de asesinar a quien les de la gana, en un mercado cinematográfico que ha sido estimulado por, ¿adivinen quién?  Nosotros, los espectadores.

 

Tal vez por esa misma razón parecemos ser impermeables ante los abusos cinematográficos del gobierno de los Estados Unidos, porque desde sus orígenes, todo el cine y la televisión que nos ha vendido cuenta la misma historia: que ellos no solo tienen razón, sino que tienen el derecho divino de asesinar a cualquiera porque son ellos los que definen quien es “el malo” donde ellos siempre son “los buenos”. Tal vez por eso, como decimos en Colombia, nos “tragamos ese sapo”.

 

Ya ellos mismos aceptan y reconocen que llevan 100 años interviniendo ilegalmente en las democracias reales, para proteger su concepto de “democracia”, el falso, donde son ellos quienes gobiernan, quienes compran políticos locales serviles y arrodillados, y quienes protegen los intereses oscuros y siniestros de una economía de mercado que enriquece a su país mientras llena los bolsillos de las élites locales, los patéticos aristócratas de nuestro cono sur, hechos millonarios a costa de la sangre y el sudor de un pueblo resignado que ha sido convencido, por sus curas y pastores, de que eso es la justicia divina. Ellos lo reconocen y nosotros también somos conscientes de sus abusos, y ahí queda la cosa.

 

Paralizados, hemos visto cómo el dictador payaso dice encabezar una guerra contra el narcotráfico para acusar a Nicolás Maduro e invadir a Venezuela, país que insignificante en las estadísticas globales del tráfico de drogas, pero le otorga indulto presidencial al narcopresidente Juan Orlando Hernández, quien había convertido a Honduras en el puerto de abastecimiento del narcotráfico hacia los Estados Unidos.

 

Caída la máscara del dictador y su supuesta lucha contra el narcotráfico, aún paralizados, presenciamos entonces su descarada intervención en la política de toda américa latina, metiendo mano en las elecciones de Ecuador en favor del narco bananero Noboa, metiendo dólares en el proceso electoral legislativo de Argentina, haciendo jugadas para intervenir en Honduras, organizando a la serpiente Corina Machado en Venezuela, metiendo mano en las elecciones presidenciales de Chile y manteniendo los regímenes corruptos de Perú y Bolivia en una agenda intervencionista que justifica con una nueva “Doctrina Trump” con la que desea erradicar “el comunismo” en nuestra patria grande.

 

¿Logrará Trump unir a America Latina contra la izquierda?

 

Pareciera que las cosas se están dando en esa dirección, y que Claudia Sheinbaum, Nicolás Maduro, Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva se están quedando solos en una lucha titánica que cuenta con el silencio cómplice de Europa, por miedo al Bully y porque tiene sus propios problemas por resolver, la pasividad rusa, que todavía tiene que lidiar con su interminable problema con Ucrania, y con un gobierno Chino que está ocupado reacomodando sus fichas comerciales para beneficiar, primero que todo, al pueblo chino.

 

Pero lo que menos ocurre bajo las alas del dictador Trump es la unidad: ya lo hemos visto en los propios estados unidos, donde si los políticos demócratas no reaccionan, pronto estarán enfrentando una guerra civil donde la anarquía será la gran protagonista. No, no habrá unidad: los países gobernados por la derecha entrarán en un proceso de canibalización, compitiendo unos con otros por las migajas del dictador a cambio de sus recursos naturales, y el pueblo, el gran sacrificado de siempre, se levantará de nuevo. Ese levantamiento puede ser producto de un cansancio feroz, como el de la revolución francesa, o una movilización popular para volver a poner la democracia, la de verdad, en el lugar que le corresponde. Aunque la ultraderecha está celebrando sus más recientes victorias electorales, sólo es cuestión de tiempo. Regresaremos al momento en que el dictador anaranjado, recién posesionado en su segundo mandato, declaró públicamente sobre América Latina: “ellos no nos importan, no los necesitamos”.  

 

La razón para la esperanza es que hoy es inocultable que a las economías de México, Colombia y Brasil les está yendo bien, y que la economía Venezolana muestra signos de recuperación, y esto no es afirmado por analistas de bolsillo sino por entidades internacionales como la OCDE, el FMI, el Banco Mundial, o medios especializados como The Economist. Por mucho que se esfuerce la prensa corporativa de la guerra sucia en ocultarlo, el mundo reconoce que estos gobiernos han aplicado modelos exitosos de desarrollo económico y prosperidad popular.

 

Tuvimos retrocesos en Ecuador, Argentina, Chile y Bolivia. Pero eso es lo nuestro: la resistencia, la resiliencia, el aguante y el aprendizaje. La gran lección aprendida es que debemos movilizar al pueblo en contra de los políticos corruptos y hacia la votación masiva en las elecciones legislativas. Ya tenemos claro que la clave no es elegir a un presidente, sino un congreso. No importa quien se siente en esa silla, si es un gran líder o un payaso, sino quien le asegura su gobernabilidad.

 

Ese es nuestro propósito para el nuevo año: no bajar la guardia, mantenernos en pie de lucha y que nuestras armas sean la educación, la información, el diálogo permanente y la neutralización de la mentira. Hay un pueblo desinformado y desorientado que nos necesita, y es nuestra responsabilidad enseñarle a reconocer al enemigo, y cómo resistirlo.

 

Les deseo a todos nuestros amigos y escuchas de El Club de La Pluma un fin de año lleno de conciencia y un nuevo año lleno de esperanza. No vamos a retroceder ante dictadores payasos enfermos que pronto serán desenmascarados y desterrados. Vamos para adelante sin perder el impulso.

 

Un fuerte abrazo, compañeros. 

 

MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia -Biólogo

Especialista En Estudios Socio-Ambientales