EN PRIMERA PERSONA…
Hace mucho que no editorializo, que no me dedico a expresar mis pensamientos respecto de las realidades que nos tocan, directa e indirectamente.
La mayoría de las veces que lo he hecho, siempre utilicé una forma plural para llegar a quienes han podido leer y escuchar. En esta oportunidad lo hago en primera persona.
En la mayoría de mis editoriales he hecho referencia a los peligros en que se encontraba Nuestra Patria Grande, dando detalles y referencias al respecto.
Los últimos tiempos han demostrado que tan errado no estaba, como tampoco lo estaban quienes compartían esas miradas.
Hoy, La Patria Grande está inmersa en un escenario terrorífico con desenlaces catastróficos, si no actuamos en forma inmediata para frenar la locura institucionalizada en la mayoría de las naciones hermanas.
El brazo armado del imperio global del nazi-sionismo, EE.UU., se derrumba irremediablemente ante el avance económico y militar de las otras potencias (Rusia y China). Además, una Unión Europea que también ve desmoronarse todas sus viejas estructuras de dominación.
En la desesperación por recobrar algo del poder que va perdiendo, EE.UU., pretende profundizar su influencia en Latinoamérica, promoviendo de manera permanente su intento por derrocar al gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro y renueva los ataques contra la Soberana Cuba.
Viejas recetas para lo que no se puede ya resolver.
Si bien la mayoría de las naciones que conforman el Continente Suramericano cuentan con gobiernos de derecha, neoliberales que rozan las actitudes genocidas, hay un marco, un espacio de maniobra para volver a “dar vuelta la tortilla”. ¿Justo en estos tiempos de pandemia?... Sí, justo en estos tiempos.
La pandemia ha puesto a prueba la capacidad e inteligencia de dirigentes políticos en todo el globo, y viene demostrando que quienes apuestan por la salud, la vida, van acumulando la aprobación de propios y ajenos. Argentina es un claro ejemplo de liderazgo a nivel científico y profesional, a la hora de actuar en procura de lograr mayor garantía en salud.
En este escenario no son extraños los intentos de los miserables de siempre, por denostar y pretender enlodar los avances en salud que el Gobierno Argentino viene logrando, con el apoyo de un gran porcentaje de la sociedad que acompaña esfuerzos y desafíos.
Luego de cuatro años en que Argentina fue cayendo en una acelerada destrucción de todas sus instituciones, porque la anterior in-administración se encargó de desnaturalizarlas, desacreditarlas, etc. Luego de esos dolorosos y lamentables cuatro años, nuestro País vuelve a tener la oportunidad de reconstruirse.
La ventaja comparativa que podría citar es que, a pesar de esos horrorosos cuatro años, se ha acumulado una experiencia bastante interesante que permiten suponer que no se llegó para improvisar. Todo lo contrario, se llegó a un nuevo gobierno nacional y popular para desarrollar medidas y acciones que nos permitirían recuperar mucho de lo destruido por el genocida gobierno macrista.
Un importante detalle que nadie podía prever se hizo presente a nivel global: coronavirus –CODIV-19-
Cuando se comenzaron a tomar medidas que pretendían remediar los desastres heredados, esta pandemia puso en la mesa otro desafío; ello no amedrentó a la actual administración, todo lo contrario. En forma casi inmediata comenzó a dar respuestas a las urgencias. Resultado de ello es el actual posicionamiento a nivel global, donde se reconoce a la Argentina como ejemplo a imitar.
Pero…siempre el pero en cada historia. Los miserables de siempre no han reparado en el peligro al que todes estamos expuestos y comenzaron, o retomaron sus arteras acciones con las que pretenden debilitar y desacreditar al actual Gobierno Nacional de Alberto Fernández.
Sabemos de sobra, nuestra historia lo comprueba, que esos miserables, los neoliberales, los portadores del germen de la derecha criminal, no reparan en muertos a la hora de lograr sus crueles fines. Y han comenzado a utilizar todas las estrategias y armas posibles para debilitar y destruir.
Siguen contando en su favor con gran parte de una corporación judicial mafiosa y la maquinaria de manipulación mediática más dañina que se haya conocido.
Pero, en todo aparece el pero…La experiencia acumulada puede lograr que la mezquindad no gane esta batalla.
Por qué la confianza? En primer lugar, porque es sumamente necesaria, la confianza, y en segundo lugar porque se viene demostrando con conocimiento, con pruebas que estamos en manos de quienes han optado por la vida.
En medio de la imbecilidad de los anticuarentena y los opinólogos titulados, aparece un tema no menor: Vicentín…
El Gobierno Nacional toma posición y se hace cargo de su responsabilidad ante la situación. Pero…otra vez el pero… Comenzaron algunos pocos propios y varios extraños a querer meter una camionada de árboles en la rueda.
Reitero, no han venido a improvisar, cuentan con acumulada experiencia que les permite sortear cada obstáculo que les presenten; y confío plenamente en que se resolverá en favor del pueblo, no de un puñado de especuladores criminales.
Ganada esta batalla, habrá que avanzar de manera firme y contundente en reestructurar todo el poder judicial y reconvertir los medios de comunicación monopólicos en medios de comunicación popular. ¿Expropiación?...Tal vez no, tal vez replantear una nueva ley de medios de comunicación que elimine de una vez y para siempre la existencia de esos monopolios, y se logre una real democratización comunicacional, en dónde todos, todos los sectores de la sociedad puedan verse reflejados y representados; donde todas las voces puedan ser escuchadas sin ningún tipo de condicionamientos ni censuras.
¿Qué va a ser dura la batalla? Seguro, pero no imposible de ganar. Tenemos una nueva oportunidad para recuperar el control de nuestro destino y así contagiar al resto de las naciones hermanas con las que podamos hacer realidad el sueño de La Patria Grande.
Que así sea.
NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com
21-6-2020
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