JUECES
SOLDADOS
Hola a todos y todas oyentes y lectores del Club de la
Pluma.
Acá nuevamente MAO, abogado, desde Alta Gracia - Córdoba -
Republica Argentina acercándoles mi columna semanal que, a instancias de
Norberto y Gabriela debe versar sobre "Justicia".
¿Qué tema que me encargaron los compañeros, eh?
Bueno, he llamado a mi columna de hoy: "Jueces Soldados”
y la explicación es porque vamos a abordar el tema de las "Fake News"
y el "Law Fare".
Odio utilizar el idioma inglés por varias razones; una,
porque no lo conozco, apenas puedo manejar algunos vocablos en mi lenguaje
materno que es el español para ponerme a balbucear como tonto frases en ingles que ni sé qué
estoy diciendo; otra es que es el idioma del imperio Ingles y Yanquee,
utilizado como una de las armas para colonizarnos culturalmente; otra, porque
es un lenguaje "bárbaro", que no tiene la riqueza de nuestro
español... solo obsérvese que los ingleses tienen una misma palabra para
designar a varias cosas a la vez.
En fin, hecha esta digresión entremos en tema.
Primero y con la ayuda de un traductor y para empezar a
llamar a las cosas por su nombre debemos decir que "Fake News"
significa "Noticia Falsa y "Law Fare" significa guerra legal o
judicial.
Ya muchos estarán coligiendo el porqué del nombre de mi
columna, ¿no?
Claro, en las guerras hacen falta soldados y obviamente en
una guerra judicial quienes sino ¿serán los soldados?: Acertaron: Los Jueces.
Así como los seres humanos en el mundo se dividen entre
Explotadores y Explotados también entre los países los podemos dividir entre
países explotados y explotadores.
Ahora bien; ¿cómo un determinado país se puede erigir en
explotador y saqueador de otro sin recurrir a las típicas invasiones y
bombardeos a las que nos tienen acostumbrado EE. UU. y algunos "hermanos
menores"?
Pues bien; a veces a través de los tristemente célebres
"Cipayos" que vendían a su país al enemigo; ora a través de haber
cooptado a los militares de esos países explotados llevándolos a que alcen sus
armas en contra de su propio pueblo con el inmundo fin de entregárselo al
extranjero; ora a través de los modernos medios de comunicación y redes que
paulatinamente van quemando los cerebros de los pueblo y los llevan a odiar a
su propia patria y acoger a patrias extranjeras, que invaden su tierra, matan a
sus hermanos, como ha ocurrido con nuestras amadas Malvinas Argentinas.
Avanzando en el tiempo y como los poderosos dueños del mundo
-que están unos cuantos "metros" más adelantados que nuestros
lamentables políticos- han pergeñado métodos más creativos para lograr hacerse
con nuestros recursos, nuestros sistemas políticos, nuestros derechos, Etc.
Uno de esos métodos -y es el tema de mi columna de hoy- es
la guerra judicial (Law Fare). En esa guerra como dije necesitan soldados y
esos soldados son los jueces que a su vez necesitan -como en toda de guerra- de
apoyo logístico y ese apoyo se lo brindan los grandes medios de comunicación y
sus operadores a través de las noticias falsas (Fake News).
La guerra judicial o jurídica está orientada contra los
dirigentes que -tímidamente- quieren gobernar bien para su pueblo, otorgando
derechos, mejores condiciones de vida, salud, educación, aprovechamiento de sus
recursos, etc.
Como dije Fake News en español significa “Noticias Falsas”.
Son noticias que no son ciertas o que han sido sacadas de
contexto.
Este es un fenómeno que ha existido desde que el ser humano
utiliza el lenguaje para comunicarse.
Por ejemplo, los “chismes” generalmente son noticias falsas.
Alguien inventó el chisme para su propio beneficio o para perjudicar a otra
persona porque se molestó con esa persona. La diferencia es que las “Fake News
o Noticas falsas” son chismes o mentiras que se difunden en Internet, por la televisión,
los diarios y en las redes sociales.
Al igual que los chismes que todos conocemos, estas noticias
falsas son creadas para sacar beneficios propios o para perjudicar a alguien.
Casos típicos de Fake News se encuentran en las elecciones
presidenciales o plebiscitos que se realizan en países con la intención de
ganar votos para algún candidato que es empleado de los poderosos o para
quitarle votos a algún dirigente popular de veras.
El "lawfare" debe ser interpretado como una guerra
jurídica, “una guerra por otros medios”, implementada por potencias como EEUU
contra Estados o grupos de otros Estados o dirigentes sociales o políticos que
pretenden llevar felicidad a sus pueblos.
(Si, aunque suene raro, no todos los políticos son enemigos
del pueblo, hay algunos que son bien nacidos y aman a su patria y a su pueblo).
En la última década los tribunales han adquirido un rol
protagónico en la política de varios países de América Latina. Particularmente
en períodos electorales, las causas anti-corrupción abiertas contra
funcionarios ex funcionarios y líderes de peso, han marcado la agenda mediática
y política. Los casos más claros son el mega causa del Lava Jato en Brasil,
vinculada al golpe de Estado contra Dilma Rousseff y al encarcelamiento de Lula
da Silva; la prisión de Jorge Glas y las causas abiertas contra Rafael Correa
en Ecuador; las causas abiertas contra Cristina Fernández de Kirchner y el
encarcelamiento de varios ex funcionarios de su gestión.
Abogados, funcionarios y medios de comunicación denominan a
este fenómeno como "lawfare", una guerra por la vía judicial, el uso
de la ley como un arma.
Resulta central el rol de jueces, claro está, para que
operaciones de este tipo se sostengan en el tiempo. Sin embargo, no actúan por
sí solos, sino que están acompañados por sectores del poder económico y sus
medios de comunicación. El reconocido jurista, Raúl Eugenio Zaffaroni, señala,
en este sentido, que “el lawfare es un delito y quienes practican el lawfare
son una asociación ilícita entre algunos jueces prevaricadores, algunos
fiscales, los medios y el poder económico”.
Los medios de comunicación -y periodistas- que son parte de
este entramado tienden a dirigir sus tapas de diarios, las principales notas de
sus portales y las editoriales de sus principales referentes a casos de
presunta corrupción o cuestiones judiciales relacionadas a dirigentes
populares, aunque también suelen dirigir tapas a jueces en la antesala de
definiciones importantes en algunas causas puntuales.
Este entramado mediante el cual los grupos de poder
concentrados estigmatizan y favorecen la persecución de dirigentes populares
resulta completamente dañino para la democracia. El caso del hermano país de
Brasil es un ejemplo muy claro, donde el candidato con mayor apoyo popular se vio
imposibilitado de participar de las elecciones por una serie de causas
"armadas", plagadas de mentiras creadas por los medios y llevadas
adelante por los "jueces soldados".
Las fake news, también resultan nocivas para las
democracias. En la actualidad, las redes sociales son lugares que facilitan la
difusión masiva, y a una velocidad superlativa, de este tipo de noticias.
Esto es doblemente perjudicial para nuestros sistemas
democráticos si además tenemos en cuenta que las democracias occidentales son
cada vez más polarizadas.
En este sentido, un artículo publicado por la Academia
Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, señala que a la hora de discutir de
manera concreta temas de relevancia moral, las noticias falsas y la facilidad
que tenemos para encontrar en redes una refutación que afirme nuestras
creencias -sin importar su veracidad- se impone ante el valor de los datos.
En un contexto de creciente judicialización de la política
las "fake news" no solo son noticias falsas, sino que también son
socias del "lawfare".
A pesar de esto, no hay legislaciones y los intentos de
regulación de noticias falsas generan polémica y contradicciones ya que cuando
se les quiere poner algún limite a las mentiras, los poderosos dueños de todo
enarbolan la bandera de la libertad de expresión y nuestros timoratos
dirigentes ceden y no avanzan en atacar ese cáncer que nos ha traído hasta acá.
Ese cáncer llamado "Fake News" o noticia falsa,
"Law Fare" o guerra judicial, realizada por los impresentables jueces
soldados que trabajan como un ejército en contra de nuestra patria y de nuestro
pueblo.
Cómo verán amigos se ha acabado mi columna y espero estar
encontrándome con ustedes muy pronto.
Un saludo cariñoso.
Gracias.
DR. MIGUEL ÁNGEL OVIEDO–
Abogado