EL CLUB
BILDELBERG
LA RED
TAVISTOCK
Sobre la
Agenda Global satánica y otras cuestiones no menos importantes
Parte XLI
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.
Mi columna de hoy
será la continuidad de una serie de reflexiones, siguiendo las líneas
conceptuales a partir de los libros del Dr. Daniel Estulin: LA VERDADERA
HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK, METAPOLÍTICA y LA
TRASTIENDA DE TRUMP.
Seguramente, quienes
me escuchan se sorprenderán de casi todo lo que vengo expresando desde hace
semanas. La razón de ello es que no me centro en las estructuras visibles
planetarias, el Poder Ejecutivo, el Legislativo ni el Judicial de los
diferentes Estados del planeta, sino en las esferas conceptuales e ideológicas
que dan fundamento a todo. Asimismo, diferentes temáticas de mis columnas han abordado
las estructuras del poder planetario histórico desde el Imperio Romano, a
través de la nobleza negra veneciana y sus prolongaciones macabras desde hace
siglos, en Ámsterdam, la City de Londres y, desde comienzos del siglo XX, la
Reserva Federal de Estados Unidos.
No limitarnos a las
fronteras entre los Estados, ni detener nuestras reflexiones de la Historia
Universal, sino fundir nuestros pensamientos en una red conceptual que no sabe
de fronteras territoriales ni límites temporales. Abordar el propósito de
condensar en cada columna lo que consideramos significativo, nos obliga a
recortes, obviamente, para no superar los diez minutos, no obstante, intentamos
plasmar de la manera más clara las líneas conceptuales históricas y temporales
para una mejor comprensión. Mientras que
la cultura de masas accesible a través de los medios hegemónicos de comunicación,
intenta fragmentar, mostrar posturas sesgadas, falsas, simplificadas hasta
parecer “un juego de niños” de buenos contra malos, la idea es que nuestros
oyentes se acostumbren a que comprender el mundo tal como lo conocemos hoy, no
es cuestión de tres o cuatro frases, sino una compleja tarea de investigación
desde múltiples perspectivas: históricas, psicohistóricas, políticas, económicas,
geoeconómicas, geopolíticas, geoestratégicas, sociológicas, proyectos mafiosos
y proyectos criminales a nivel planetario, desde el esoterismo, la
criptopolítica, desde las logias secretas, las Casas Reales europeas
milenarias, y todo conocimiento que nos sea útil a nuestros propósitos de
integración conceptual.
Estas columnas que se
van sucediendo domingo a domingo hacen hincapié en la idea de que a los
“enemigos visibles” los conocemos a todos, y muy bien, pero si no conocemos a
los “enemigos invisibles” nos quedamos “a medias” y problematizamos aspectos parciales.
Que la curiosidad sea nuestro mayor acto de insubordinación. No pido que me
crean, jamás lo haría, les pido que continúen investigando.
En la mesa de los
centros del poder planetario a lo largo de la historia, hoy no se sientan ni Elon
Musk, ni los Rothschild, ni el mayor fondo de inversión BlackRock, ni el
megabanco J.P. Morgan; estos son apenas peones. Cuando hablamos de centros del
poder planetario, nos estamos refiriendo a la City de Londres, pero no a la
ciudad de Londres, sino a un pequeño espacio y, si hablamos de Wall Street, no
estamos hablando de Estados Unidos. El Reino Unido, la “Pérfida Albión” como la
llamaba Napoleón a Inglaterra, y los Estados Unidos no son lo mismo, ni
siquiera son amigos, son enemigos.
El Reino Unido no
quiere convertirse en el Estado 51 de Estados Unidos. Los servicios de
Inteligencia británicos odian a los servicios de Inteligencia estadounidenses y
viceversa. Es más, Estados Unidos quiere detener al Reino Unido y, para eso, buscará
como aliada a la Federación Rusa en Ucrania, porque por detrás de las fuerzas
casi visibles están las invisibles donde cada uno de los centros del poder
tiene sus propios proyectos civilizatorios globales y luchan por imponerlos.
Estados Unidos que representa al proyecto civilizatorio Nueva Babilonia,
necesita detener al Reino Unido (su proyecto civilizatorio se llama “Nueva
Jerusalén”), los estadounidenses necesitan frenarlo en Ucrania, necesitan
cubrir su retaguardia y esta sería Rusia contra el Reino Unido.
¿Y cómo se salva su
propio proyecto civilizatorio? Destruyendo a los otros. El Imperio británico
quiere recomponer algo del inmenso poder que tuvo a lo largo de los últimos siglos.
Y aquí entra en acción Macron, el presidente francés que como Napoleón III está
creando un sistema de dominación británica en Francia. ¿Qué interesante, no?
¿A que no lo sabían?
Un presidente francés que “juega” para el Imperio británico.
Aquí traemos una
coyuntura histórica del siglo XIX y la actualizamos con Macron, pero este fascinante
tema será motivo para otra columna. Y así como en Ucrania, Estados Unidos y el
Reino Unido van casi juntos, en Gaza, Estados Unidos apoya a Israel y el Reino
Unido a Hamás. Tampoco lo sabían, ¿no? Y paralelamente a esos dos proyectos
civilizatorios está el del Vaticano que cuenta con el mayor servicio de
Inteligencia del planeta; nada de la CIA, ni del Mossad ni del M16, esos son
casi ínfimos.
A ver si nos
enteramos...
¿Por qué ha aparecido
una película sobre la construcción de búnkeres por parte de los
multimillonarios? ¿Qué nos quieren decir? ¿No se lo han
preguntado? Estados Unidos se dirige hacia una Guerra Civil o a una guerra
termonuclear, para reducir su deuda astronómica impagable y reducir la
población mundial, uno de los propósitos de la Agenda Globalista.
Recordemos que para que
la élite sobreviva la mayoría de las ocho mil millones de personas sobre el
planeta, debe morir, temática que ya he abordado con anterioridad. Estados
Unidos tiene una sociedad profundamente dividida; no hablemos de demócratas y
republicanos que son el mismo partido político. Estamos hablando de dos fuerzas
que operan simultáneamente y que luchan ferozmente para sobrevivir. Me refiero
al grupo representado por los Bush, Clinton, Biden, por un lado, que
representan al poder banquero financiero-liberal y, por el otro, al equipo
representado por Trump, que solamente es su cara visible, y que representa a
las élites industrialistas, nacionalistas.
Qué ocurrirá porque
las elecciones en Estados Unidos son recién en noviembre próximo. ¿Llegará vivo
Trump a noviembre o lo asesinarán como a Kennedy? Vamos a ver, que aquí no
somos proTrump, ni agentes rusos, ni chinos, ni iraníes.
El principal frente
de la guerra híbrida son las estructuras financieras mundiales. La situación se
centra en el grave enfrentamiento entre las élites de Estados Unidos en lo que
respecta al modo de salir de la crisis.
Los globalistas, las
élites bancarias y “sus primos” los financieros tratan de mantener a flote el
sistema del petrodólar de la Reserva Federal. Por su parte, los aislacionistas (Trump)
quieren salvar a Estados Unidos. Su dinero invertido en el sector inmobiliario
y la economía real, tiene una idea para acabar con la crisis, la caída pacífica
del propio sistema del petrodólar mediante la liquidación de la Reserva
Federal. Como recordarán de otra columna, la Reserva Federal de los Estados
Unidos fue una creación de la macabra nobleza negra veneciana que hunde sus
raíces en el Imperio Romano.
El Eje del Mal de
Estados no gratos, incluía países que supuestamente patrocinaban el terrorismo,
Afganistán, Irak, Irán, Libia y Siria. Sin embargo, las guerras regionales de
Estados Unidos tan solo mantuvieron el statu quo del sistema de dominación global
basado en el petrodólar, no resolvieron el problema de la crisis. Para acabar
con las burbujas que amenazan con sumir al mundo en el caos, hace falta una
guerra mundial.
¿Esta afirmación tendrá
algo que ver con la película sobre los búnkeres de los multimillonarios? Las
sociedades europeas en una especie de hipnosis colectiva no se dan cuenta que
nuestros gobernantes nos están llevando a la guerra termonuclear. ¿Están escuchando?
Vivimos en un
ambiente prebélico similar al de los inicios de la Primera Guerra Mundial y la
ciudadanía está absolutamente atontada. Los únicos países que se oponen a la
guerra son Eslovaquia y Hungría. Y nos cierran canales, borran programas, nos
atacan, nos censuran, porque no queremos la guerra en Europa. Parece que somos peligrosos.
Este es nuestro horror totalitario en unos países que se dicen “democráticos” y
es cotidiano.
¡Una verdadera
pesadilla!
Al decrecimiento
económico, a las deudas externas impagables de los países miembros de la Unión
Europea, a la destrucción de nuestras industrias y del campo, se suma la
amenaza cada día más exacerbada de la guerra. Nos están envolviendo en una
guerra que no es nuestra. No se nos perdió nada en Ucrania. Esta es nuestra
tragedia y hay que vivir aquí para comprenderla fehacientemente.
Y volviendo a la
Reserva Federal de Estados Unidos y los hechos ocurridos en 2008. Ella recogió lo que ella misma había creado,
condicionada por la insistencia de la City de Londres, había sembrado su propia
locura con su política de expansión cuantitativa hiperinflacionaria, en
respuesta al estallido de la burbuja financiera mundial de 2008. El argumento
de Obama iba en la línea de: “Tenemos que ayudar a los bancos para que a su vez
puedan volver a dar préstamos a las empresas y a los consumidores”. ¡Mentira!
El verdadero problema es que de los préstamos bancarios, solamente la mitad van
dirigidos a la economía productiva, la que otorga bienes y servicios, mientras
que la otra mitad es especulativa, dedicada a préstamos interbancarios,
apuestas hipotecarias, en síntesis, “toda la timba financiera”.
Y esa política no es
exclusiva de Estados Unidos, todo el sistema financiero transatlántico se ha
socavado por esta misma locura especulativa.
¡Si lo sabremos en la
Unión Europea! Y, ustedes, en América Latina y Caribeña también lo padecen como
nosotros aquí. La “timba financiera” destruye todo Estado a su paso y como no
es algo tangible, concreto, que se puede tocar, la masa educada frente al
televisor, no se entera de nada.
Me despido de nuestra querida audiencia agradeciendo su amable atención, e invitándolos a una nueva emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo, no sin antes traducir algo del tema musical que escucharán, intentando dar un giro geopolítico a la letra: “Son las 4 de la madrugada. No puedo apagar mi mente. Deseando que estos recuerdos se desvanezcan. Nunca lo hacen. Resulta que la gente miente. Dicen: Un chasquido de dedos y ya. Como si realmente fuera tan fácil. Mi corazón ha estallado en llamas. He estado pasando mis noches bajo la lluvia tratando de apagarlo.”
PROF. VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata