RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

viernes, 8 de febrero de 2013

ANTICIPO EDITORIAL: DE AQUELLAS MURALLAS QUE LA SANGRE LEVANTÓ…


100_0020.JPG 
DE AQUELLAS MURALLAS QUE LA SANGRE LEVANTÓ…

En Argentina, más precisamente en la provincia de Córdoba, existen diferentes cordones serranos en donde, a pesar del paso del tiempo, perduran largas extensiones de murallas construidas solamente de piedras, unas sobre otras, que sirvieron para delimitar las tierras que se repartían entre los invasores de estas tierras. Son las llamadas pircas.
Por supuesto, dichas murallas fueron levantadas por manos originarias, a cargo y bajo dirección de las congregaciones jesuíticas que, con otros argumentos, otros instrumentos, ejercían sobre los naturales de estas tierras, poder, control, dominación…

Desde miles de años antes ya la construcción de murallas, fundamentalmente para detener los posibles avances de ejércitos enemigos, era una constante en derredor de los señores feudales. La Gran Muralla China, la historia de cómo se fueron unificando fortificaciones de diferentes reinos a través del tiempo, dando lugar a la hoy una de las Maravillas del Mundo, da cuenta de ello.

Motivos diversos son los que justificaron sus construcciones y, con el tiempo la significación de ayer, hoy deviene en la valoración como registro histórico, tanto como por las vivencias que a su alrededor se han desarrollado.
No obstante todos esos emblemas de poder, contienen además de historia, mucha sangre con los cuales se han levantado. Sólo como para ejemplificar vale recordar el Muro de Berlín.

Hay murallas que pretenden impedir el ingreso no ya de “enemigos”, sino de poblaciones desplazadas, obligadas a la marginalidad y que pretenden una existencia un poco más “amable” que la impuesta por los siempre ejecutores del poder.
La muralla que separa el territorio norteamericano con el estado de México, o la Muralla de Melilla (colonia española) que separa la ciudad de ese nombre con Marruecos, pueden servir de ejemplo para graficar la “des-humanidad” con que se construyen límites, fronteras…

Hubo y hay otras murallas, construidas desde lo ideológico, desde las concepciones políticas, desde las imposiciones de sistemas, como la recordada y no tan disuelta Cortina de Hierro, que era utilizada, de un lado y del otro, en la demonización de opciones políticas, económicas y sociales.

El bloqueo impuesto y sostenido por los diversos gobiernos de los ee.uu. contra la República de Cuba, constituye una de las tantas aberraciones que ejercen quienes se han hecho con el control de las economías a nivel global. Cabe rescatar que, a pesar de tan nefasta intención por aislar, la Pequeña Gran Cuba ha demostrado y demuestra que ya no son impedimentos murallas, bloqueos, muros para avanzar en el fortalecimiento de una diferente interpretación de la vida, en donde salud, educación y trabajo tienen lugares privilegiados y reconocidos internacionalmente.

Hay otras murallas, tal vez debido a las cuestiones que surgen de la naturaleza, pero que, más allá de los deseos e intenciones en los pueblos, los sectores de poder impusieron para el eterno divide y reinarás… Los videos, recientemente difundidos, con cantos xenófobos expresados por uniformados chilenos por un lado, y uniformados argentinos por el otro, dan una clara muestra de cómo es un gran negocio deshermanar pueblos para controlar y dominar una región tan rica como el sur continental de América…

Todas las murallas, muros y fronteras que se han levantado, lo han sido en contra de los pueblos; y en ello se han llevado vidas, sueños, sangre, deseos.
No hay en la historia de la humanidad en donde se haya demostrado que las murallas, tanto físicas como ideológicas y políticas, hayan promovido la vida, todo lo contrario, han beneficiado la muerte.

En Latinoamérica, desde aquellas explotaciones en donde originarios perecieron bajo cruces y espadas, a las fronteras que los detentores del poder mundial hoy pretenden exacerbar  para enfrentar pueblos, naciones, hermanos, no hay mucha diferencia; con la sangre se continúan construyendo, como así también con inventados e inexplicables odios…

Tendríamos que retomar, releer, volver a cantar los versos de Guillén para levantar “…Una muralla que vaya / desde la playa hasta el monte / desde el monte hasta la playa, allá sobre el horizonte…” “…juntando todas las manos; los negros, sus manos negras los blancos, sus blancas manos…” sumando las manos amarillas y originarias para dar lugar a una nueva sociedad donde las diferencias enriquezcan y fecunden nuestras coincidencias y en dónde el poder sólo sirva para hacer de nosotros una mejor humanidad…

Que así sea…

NORBERTO GANCI –DIRECTOR- El Club de la Pluma
1359031611093-LOGO_CLUB.png
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com

DOMINGOS DE 10 A 13 HS
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA