ELCLUB
BILDELBERG
LA ÉLITE
QUE DOMINA EL PLANETA
RED
TAVISTOCK
LAVADO DE
CEREBROS A ESCALA MUNDIAL
La etapa
final de los Proyectos Globales
Parte XXXII
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA
Mi columna de este
domingo será la continuidad de una serie de reflexiones que comenzaron hace
varios meses, de la mano de las conceptualizaciones del Dr. Daniel Estulin en
sus libros: LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK y
METAPOLÍTICA.
Hoy me referiré a las
etapas finales de los Proyectos Globales.
La columna anterior
se centró en dos Proyectos Globales, tanto al que llamamos OCCIDENTAL, como al
Proyecto comunista o Proyecto ROJO, con sus diferencias sustanciales, sus
sistemas de valores y su materialización a lo largo del tiempo. No olvidemos
que cada Proyecto Global crea su propia construcción de globalización y la
promueve como una de las herramientas de su propia expansión.
Tanto uno como el
otro o cualquier otro Proyecto Global comienza como una red. Las células de los
seguidores de la IDEA se forman y se multiplican; los rituales son mejorados y
las reglas de comportamiento y de interacción son formuladas.
El Proyecto Rojo se
desarrolló en forma de redes en el siglo XIX, cuando miles de seguidores les
presentaron a las masas un nuevo sistema de valores que se oponía al del
CAPITALISMO o Proyecto OCCIDENTAL.
En cuanto el número
de seguidores se vuelve significativo, el componente político se formula,
inevitablemente. Es imposible que sea de otra manera: es necesario establecer
las reglas de la casa, definir un sistema de administración y nombrar a los
amigos y a los enemigos. En este proceso es vital atraer a la élite de un país
o, al menos, a una parte. La élite, a su vez, logrará el apoyo de la gente para
el nuevo proyecto, algunas veces por medio de la persuasión y, otras,
recurriendo a la violencia.
Pero con el paso del
tiempo, el espíritu de los portadores de la IDEA se va debilitando, la moral se
deteriora, cada vez más hay una relajación de las normas y de las reglas y es a
partir de ese momento que el país de apoyo se ve forzado a comportarse como un
imperio o un cuasi imperio.
Si pensamos en el Proyecto
ROJO ya hacia los años cuarenta del siglo pasado, pasó a una etapa imperial,
adoptando una burocracia imperial con una organización rígida. En 1943, Stalin
comenzó a frenar deliberadamente el Proyecto Comunista ROJO y lo colocó
cuidadosamente en una postura que lo impulsó hacia la etapa imperial. Es que
cuando un proyecto se desarrolla en confrontación con otros Proyectos Globales,
esa transición hacia la fase imperial puede suceder con mucha rapidez.
Sintetizando, la
última etapa del Proyecto Global es la imperial y a esta le siguen la
desintegración o la transición hacia una forma latente. Hay varias razones para
ello. En primer lugar, la burocracia imperial
categóricamente no le sigue el paso a los procesos sociales, económicos y
políticos en curso en el mundo.
En segundo lugar, la
conciencia imperial no trata de probar algo, más bien intenta atribuir de
manera activa y contundente el sistema de valores del proyecto, lo que reduce
de manera sustancial la base para expandirlo y el compromiso con el sistema de
valores en los mismos países participantes.
En tercer lugar, la
adaptabilidad de los valores del proyecto y de las actitudes que empiezan a
perder la guerra ideológica contra los proyectos competidores, se reduce de
manera significativa. Las élites gobernantes no están en posición de reconocer
los problemas (de otra manera, se ven privadas de legitimación; no pueden tomar
medidas decisivas), hay que cambiar demasiado las reglas del juego.
Para mantener el
“statu quo” es necesario usar la violencia, tanto al exterior como al interior,
a una escala lo bastante amplia. Porque un elemento determinante de la existencia
y el desarrollo de los Proyectos Globales es su feroz y competitiva
interacción. Los proyectos pueden ser bastante liberales dentro del marco del
proyecto interno, pero esto nunca se refiere a los valores de los proyectos
alternativos.
Un ejemplo de varios
sistemas alternativos de globalización es el periodo comprendido entre la
década de los cincuenta y la de los ochenta del siglo pasado, cuando en el
mundo coexistían dos sistemas. Uno, dentro de la infraestructura del sistema
occidental de división de la mano de obra basado en el dólar estadounidense y,
otro, basado en el rublo transferible en la infraestructura del Consejo de
Ayuda Mutua Económica, en el bloque socialista.
El sistema occidental
ganó. ¿Cuáles son las implicaciones prácticas de esa victoria? Significa que
para quien no forme parte del sistema occidental, no tiene caso tratar siquiera
de influir en el comportamiento y las políticas del Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial, la OTAN, la Unión Europea o la Organización
Mundial del Comercio, en nombre de la Rusia actual o de cualquier otro país no
alineado con el modelo financiero liberal occidental, ya que esas instituciones
pertenecen principalmente al Proyecto Global occidental y están bajo el control
de sus propias élites.
Con todo esto en
mente, la idea de influir en Occidente o de ganar audiencias de arbitraje, resulta
absurda. Casualmente, este también es un problema para Trump porque las
decisiones financieras en el mundo occidental y sus instituciones relacionadas
con Bretton Woods las toma la élite financiera liberal del proyecto occidental.
Para impulsar y hacer
pasar sus políticas, Trump, que representa un proyecto global alternativo,
primero necesita desmantelar el modelo económico de Bretton Woods.
Al mirar el mundo que
nos rodea es difícil resistir la tentación de encontrarles una explicación simple.
Es sencillo decir que el mundo es imperfecto porque la democracia no se ha
establecido en ningún lugar. Cuando se establezca y si llega a hacerlo, las
cosas mejorarán.
Hay que señalar una
circunstancia adicional con respecto a los Proyectos Globales. La
segunda mitad el siglo XX pasó con relativa calma, sin las
indescriptibles turbulencias típicas de la primera mitad. Aunque parezca
extraño, la razón es que en ese momento existían tres Proyectos Globales: el
occidental, el ROJO y el proyecto islámico que estaba oculto. Si solamente hay
dos proyectos, colisionan de manera inevitable, pero según los chinos, tres
proyectos globales crean equilibrio y armonía.
La pregunta será
entonces: si tomamos en cuenta que el proyecto ROJO está muerto y si los
adversarios principales actualmente son los proyectos occidental e islámico,
¿se verá China forzada a formular su proyecto global como un acto de
contrapeso?
Tras el
derrumbamiento del imperio, en la última y más elevada etapa del proyecto
global, se establece el caos. Es evidente que estamos asistiendo a esta etapa
del proyecto occidental, a su derrumbamiento: las señales de su decadencia y el
fracaso del sistema económico de soporte y su pensamiento único.
Ha entrado en fase de
desesperación pasando a representar la principal amenaza (aunque usual y
ordinaria como toda amenaza imperial) para la Humanidad.
Me despido de nuestra
querida audiencia, agradeciendo su amable atención e invitándolos a otra
emisión más de EL CLUB DE LA PLUMA, pero antes voy a anticipar algo del tema
musical en latín que escucharán. Ablándalo. Siente mi dolor. Absórbeme, tómame.
Siente mi dolor. Líbrame, líbrame. Descúbreme, descubre mis señales. Siente mi
dolor. Confórtame, comprende, mírame, mírame. Ablanda el dolor. Ablanda el
dolor.
VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata