RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

sábado, 22 de noviembre de 2025

LOS SAFARIS HUMANOS DE SARAJEVO. EUROPA: EL IV REICH. RÉCORD DE SUICIDIOS EN ARGENTINA. - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

LOS SAFARIS HUMANOS DE SARAJEVO. EUROPA: EL IV REICH. RÉCORD DE SUICIDIOS EN ARGENTINA.

    


 

    Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Otro día más, nos reunimos aquí, en este espacio de reflexión compartido. Hay columnas y columnas, pero esta sobrepasa todas las expectativas cuando hablamos de la banalidad de la maldad.

 

         Sarajevo es la capital actual de Bosnia y Herzegovina, país europeo de la península balcánica que surgió después de la disolución de Yugoslavia. Sarajevo fue sitiada por el ejército serbio-bosnio durante casi cuatro años, desde 1992 hasta 1996, el asedio más prolongado de una ciudad de la historia moderna, durante la Guerra de Bosnia. Lo que comenzó como un rumor acerca de los safaris humanos durante el sitio de Sarajevo, se ha transformado en una investigación que está llevando a cabo la Fiscalía de Milán. Sí, como están escuchando. Durante esos cuatro años, ciudadanos adinerados, sobre todo italianos, pero también franceses, españoles, alemanes, canadienses, estadounidenses y de otras nacionalidades, habrían pagado entre 80.000 y 100.000 euros, a valores actuales, para matar como francotiradores a civiles desde las colinas que rodean Sarajevo; tenían una vista perfecta de las calles de la ciudad: eran tours turísticos organizados para disparar a seres humanos, algo así como “los turistas de la muerte” para matar por placer a civiles indefensos. Se pagaba por decidir quién vivía o quién moría.

 Pagaban sumas astronómicas para asesinar por sí mismos o para ver cómo verdaderos expertos en armas de largo alcance, francotiradores, daban muerte a niños, mujeres, hombres, soldados, porque el precio variaba según el objetivo a derribar. Asesinar un soldado era el trofeo más buscado, por lo tanto, se pagaba más en ese paquete contratado; asimismo, si la víctima era un niño, una niña o una mujer embarazada. Cuando los ciudadanos salían de sus casas para buscar agua o alimentos jugaban a la ruleta rusa.

 Quizás, este es uno de los casos más perturbadores que han salido a la luz en los últimos meses: no es ficción, no es una leyenda urbana, es una investigación judicial activa que está ocurriendo ahora mismo en Italia y que nos obliga a confrontar una de las páginas más oscuras de la historia europea reciente. Los casos están siendo investigados como homicidio múltiple, agravado por crueldad y motivos abyectos, un delito que, según la legislación italiana, no prescribe.

 

 UNICEF registró que 65.000 de los 80.000 niños de Sarajevo fueron atacados por francotiradores durante el asedio de 1425 días. ¿Cómo se pasó de rumores de guerra a una investigación judicial? La historia comienza en 2022 con un documental del director esloveno Miran Supanic que recopiló testimonios anónimos de esa cacería humana. El film causó conmoción, pero también escepticismo. ¿Era real o propaganda de guerra? Un periodista italiano, Ezio Gavseni, decidió investigar y fue quien presentó una denuncia formal con documentación, testimonios y evidencia ante la fiscalía de Milán. En 1995, un exagente de inteligencia bosnia denunció haber informado al servicio de inteligencia militar italiano sobre lo que estaba ocurriendo. Uno de los periódicos de mayor circulación de Italia se hizo eco de esos safaris humanos, es decir, eran conocidos. ¡Un negocio de la muerte! ¡Un servicio estructurado con logística y organización que reclutaba clientes!

 

 ¿Cómo es posible que algo así pudiera ocurrir? La respuesta está en el caos de la guerra, ya se estaban cometiendo crímenes de guerra masivos, la limpieza étnica era política oficial, los líderes políticos y militares organizaban masacres. ¿Qué eran unos muertos más?

 Lo más terrible de todo es pensar que quienes asesinaban no eran psicópatas, sino personas ricas, exitosas que, luego de esas acciones macabras, volvían a sus rutinas sin ninguna culpa, vamos, un fin de semana distinto como si hubieran ido a una práctica de tiro. Es lo que llamaremos “la banalidad del mal”. ¿Qué es lo que unía a esas personas? Algunos hablan de ideología, asociados a la extrema derecha y que apoyaban la causa serbia; otros hablan de sadismo: ejercer poder absoluto sobre la vida y la muerte; también una experiencia extrema para cierto tipo de personas; impunidad porque ocurría en medio de una guerra. ¿Cuántas personas estarían dispuestas a hacer algo así, si hubiera impunidad? ¿Es una aberración de unos pocos o es algo común en la naturaleza humana que sólo necesita las circunstancias adecuadas para manifestarse, como en la Franja de Gaza, cuando soldados israelíes o mercenarios disparan a quemarropa a los palestinos, por el placer de asesinar?

 

          Y en asociación mental directa de esa temática nos sumergimos en el IV Reich que está instalado en Europa de la mano de los burócratas de la muerte porque la muerte de miles, miles y miles de soldados ucranianos, todos los días, que van a una muerte segura es algo muy parecido. La OTAN sabe que no hay posibilidad de salir con vida en esas operaciones contra las fuerzas rusas, pero no pueden admitir que la guerra la tienen perdida y siguen reclutando civiles que son llevados al frente como ganado y ahora han reducido la edad de reclutamiento. ¿Ustedes encuentran alguna diferencia sustancial entre lo ocurrido en Sarajevo y lo que está pasando en Gaza y en Ucrania? Claro, los burócratas degenerados europeos no disparan directamente, pero envían a una muerte segura a sus víctimas para que los maten los rusos y los hijos de aquellos perversos continúan estudiando en instituciones extranjeras: no son alistados. Ahora, la Unión Europea está pagando a influencers por hacerle propaganda. También les comento que Israel está pagando hasta 7000 dólares a los influencers por cada podcast proisraelí.

 

 ¿Existe alguna diferencia que marque el límite claro entre lo que ocurre contra los palestinos, lo ocurrido en Sarajevo y lo que está siendo ejecutado en Europa? Porque Israel asesina a los palestinos, pero el asesino Zelensky está matando a su propio pueblo, claro, él tampoco dispara directamente sobre los ucranianos. Y la Unión Europea, ya es el IV Reich, un Imperio mediante el dictado de unas leyes por parte de unas personas que no tienen ningún tipo de feed back, de retroalimentación; sus acciones no emanan de una voluntad popular ni sus criterios emanan de la voluntad popular, ni las estructuras de poder sobre las que se erigen sirven para que la voluntad popular pueda vehicularse o, inclusive, manifestarse, lo más grave.

 

 Silenciar a quienes generan opinión fuera de los grandes constructores de relato de opinión pública ya se está implementando. Hay castigos por los algoritmos. Ya lo han legalizado y esto es desconocido por la mayoría de la población europea. Se abrió un camino por el que se puede interpelar a Youtube, X, Tic toc, Meta. No sabemos qué piden, pero ya es evidente sobre la mesa. Es nuestra realidad. Es tan nocivo para la libertad de expresión en general el que puedan decirle a una plataforma: “Miren, estos contenidos o estas personas no queremos que se muestren en determinadas zonas geográficas”. Esto ya está pasando. El marco normativo para esto ya existe, ya se implementó. Obviamente, los sistemas que no son dictaduras ni democracias, son oligarquías impuestas, y requieren de la ficción de lo que son, requieren forzosamente que el ciudadano crea sus relatos. La respuesta es que vivimos en una montaña de excrementos de mentiras. Y así se fabrican las guerras. No lo olviden nunca. Somos la voz de la denuncia, que resiste.

 

          Saltamos a Argentina donde la ficción, también, es algo cotidiano las 24 horas al día, los 7 días de la semana, porque existe un relato, un cuento para niños, como en la Unión Europea. Y el indicador de la mentira económica, monetaria y financiera organizadas es el récord absoluto de suicidios en nuestro país en la Era Milei. Ese índice ya supera, ampliamente, las muertes por accidentes viales o por atracos con violencia. Como sucede en Europa, Milei no dispara directamente sobre ningún ciudadano como Zelensky, pero está asesinando, implícitamente, a su propio pueblo. Cada dos horas, un ciudadano argentino se suicida y, otros dos, lo intentaron. En 2024, hubo 4249 suicidios.

 

 ¿Qué razones de un drama social se esconden con esta cifra? Es que la verdad no vende porque los medios hegemónicos manipulan y presionan y así como la Unión Europea te arruina y te esclaviza y te implica en la guerra, en Argentina, ocurre lo mismo, pero con la manifiesta presencia del fantasma del suicidio: las muertes que no hacen ruido, una guerra invisibilizada y, otra guerra invisible, la de los argentinos que mueren por falta de medicinas o de hambre. Europa se autodestruye y Argentina, también, se autodestruye como Estado y, en silencio, suicidándose con la ficción de la democracia. En un contexto geopolítico volátil y marcado por la máxima inestabilidad, en la Unión Europea abundan las medidas que perjudican a los ciudadanos europeos además de ejercer un control y una censura cada vez mayor; en la Era Milei, les ponen la pistola o la soga en la mano a sus ciudadanos. Y uniendo la reflexión sobre Argentina, proponemos la misma pregunta que nos hicimos sobre lo ocurrido en Sarajevo y lo que sucede en Gaza y en Ucrania: ¿la maldad es una aberración de unos pocos individuos o un aspecto de la naturaleza humana que solamente necesita de circunstancias particulares para manifestarse?

 

          Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención e invitándola a otra nueva emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Hasta la victoria siempre, compañeros! ¡Palestina libre!

 

 

PROF. VIVIANA ONOFRI

 Desde Islas Canarias

Profesora en Letras, ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

EL DEFENSOR DE SU ENEMIGO - MAURICIO IBÁÑEZ

 

EL DEFENSOR DE SU ENEMIGO

 


 

Apreciados compañeros, amigos y oyentes de El Club de la Pluma. Desde Colombia los saluda Mauricio Ibáñez, con nuestro acostumbrado abrazo por la unidad latinoamericana.

 

En la columna de hoy me he tomado la libertad de trabajar sobre un texto que recibí por las redes sociales, y cuyo autor desconozco, de manera que me permito expresar mi reconocimiento por su publicación que leo con admiración y complemento con algunas ideas propias.

 

En Colombia existe un personaje trágico y fascinante: El que defiende con pasión un sistema que jamás lo ha defendido a él.

 

Ese que vive en el sótano del condominio, pero cree que pertenece al penthouse porque el dueño (rico, poderoso e intocable) le sonríe cada cuatro años.

 

Ese personaje es el pobre de derecha. Y antes de juzgarlo, hay que entender algo:

no nació así. Lo fabricaron.

 

1. El miedo fabricado

 

Durante décadas, una maquinaria política, empresarial y mediática repitió palabras hasta convertirlas en reflejos automáticos:

 

        “Comunismo.”

 

        “Castrochavismo.”

 

        “Nos vamos a volver como Venezuela.”

 

        “El socialismo trae miseria”

 

No importaba que la mayoría no entendiera esos conceptos: lo importante era usarlos para generar temor.

 

La repetición constante convierte cualquier miedo emocional en una “verdad” interna. Hoy hay miles de personas con pánico al comunismo sin poder definirlo, sin saber qué es, y eso no es casualidad: fue estrategia pura.

 

2. Les enseñaron a odiar antes de aprender a pensar

 

El objetivo de las élites no era formar ciudadanos críticos, sino soldados emocionales. Se les inculcó que:

 

        Quien piensa distinto es enemigo.

 

        Quien pide derechos es “guerrillero”.

 

        La violencia “si la producimos desde las élites” es justificable.

 

        Cuestionar al poder es una traición.

 

        Lo diferente es peligroso.

 

De esa manera se construyó un reflejo emocional: El rechazo automático a lo desconocido, y el apoyo inmediato a lo que se les ordena defender.

 

El odio se volvió identidad.

 

3. Les inculcaron que reaccionar es más fácil que pensar

 

Pensar exige silencio, lectura, cuestionar creencias, no tragar entero. Reaccionar con rabia es rápido, cómodo y da sensación de pertenencia. Por eso es más fácil gritar “¡comunista!” que abrir un libro o verificar la información. Por eso es más fácil atacar que escuchar.

 

Esa reacción no surgió sola: fue cultivada.

 

4. El portero de la edificación

 

Aquí aparece el pobre de derecha: el portero ideológico de un país. Defiende el edificio desde el sótano, repite los miedos que le enseñaron.

 

Cree que pertenece a una élite que, en realidad, ni sabe que existe, y si lo sabe, lo desprecia, lo ignora, le fastidia.

 

Y sí, es víctima:

 

·         Es víctima de desinformación,

 

·         Es víctima de medios manipuladores,

 

·         Es víctima de pobreza educativa,

 

·         Es víctima de una narrativa diseñada para mantenerlo temeroso y obediente.

 

Comprender esto no significa justificar su conducta, pero sí entender su origen.

 

Y algo importante:

 

Este análisis no busca que nos odiemos entre clases sociales o económicas. La intención no es confrontar al pobre con el rico, ni crear bandos entre ciudadanos.

Lo que se busca es que quien ha sido manipulado pueda crecer, pensar, decidir y mejorar sin miedo, sin cadenas mentales, sin un relato político que lo use como herramienta.

 

Un país solo avanza cuando su pueblo, especialmente los pobres y la clase media dejan de ser instrumento y empieza a ser protagonista.

 

5. Comprender NO es justificar

 

Comprender no es callar ni aceptar. Es reconocer que detrás de cada insulto hay años de manipulación emocional.

 

Las víctimas también pueden hacer daño cuando no saben que lo son.

 

6. ¿Qué hacemos nosotros?

 

La respuesta no es gritar más fuerte, sino ser más conscientes. Nuestra herramienta es:

 

        leer,

 

        estudiar,

 

        investigar,

 

        comparar información,

 

        desarrollar pensamiento crítico.

 

La ignorancia se combate con conocimiento; el miedo, con claridad; la rabia, con inteligencia.

 

Hasta la próxima semana compañeros, un abrazo.

 

 


MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia -Biólogo

Especialista En Estudios Socio-Ambientales