PALESTINA: HASTA LA VICTORIA SIEMPRE
Profesora Elsa Bruzzone
“Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia porque de ellos es el Reino de los Cielos.”
Fragmentos del “Sermón de la Montaña”. Palabras de JESUS DE NAZARET
El año 1999 quedará para siempre en mi memoria por dos hechos fundamentales: mi viaje por Palestina y el bombardeo de la OTAN a la ex Yugoslavia. Estando en Grecia veíamos con mi esposo pasar los aviones de guerra de la OTAN sobre nuestras cabezas rumbo a ese país. Era el preludio de lo que pasaría más tarde con Afganistán, Irak y Libia. Ya se vislumbraba la serpiente dentro del huevo. Llevo grabados en mi retina y en mi corazón los rostros y las miradas llenas de dolor, terror y angustia de los niños, mujeres y hombres yugoslavos que huían desesperados y que al cruzar la frontera griega eran derivados a los “campos de refugiados”, verdaderos campos de concentración fuertemente alambrados y custodiados por efectivos militares. Nudos en mi garganta, en mi alma, en mi corazón y lágrimas en mis ojos. Guardo celosamente un afiche que adquirí en Atenas donde se ve a la OTAN bombardeando y parado sobre Yugoslavia y toda la Península Balcánica un Godzila cuya cabeza es la de Bill Clinton, el presidente norteamericano que ordenó los ataques. Los humanos tenemos memoria muy frágil y tendemos a olvidar. Afortunadamente la Historia no olvida.
Llegamos a Palestina desde Jordania. Nos acompañaron hasta la frontera nuestro guía en Jordania y nuestro chofer. Nuestro guía era palestino, nacido en los campos de refugiados en Jordania. Había estudiado Literatura en Cuba y hablaba perfectamente el castellano. Conversamos muchísimo. Nos contamos nuestras propias historias. Con él recorrimos los campos de refugiados. Nudos en el corazón, el alma, la garganta y lágrimas en los ojos al ver las condiciones en que vivían. Recordamos juntos las matanzas perpetradas por el estado sionista israelí en Sabra y Shatila a través de Ariel Sharon, vergonzoso “Nobel de la Paz”, que jamás pudo ser juzgado por la Corte Penal Internacional de Justicia de La Haya debido a la protección que han recibido y reciben los sionistas por parte de EE UU y los países miembros de la OTAN; quienes también han permanecido y permanecen impunes. En la frontera palestina - jordana un puesto de control ¡israelí! Y comenzó nuestra pequeña odisea. Si bien mi esposo desciende de asturianos y gallegos, su aspecto físico se corresponde con un árabe. Nos reímos porque en uno de sus dedos índice hay una marca muy tenue que determina dos colores de piel. Él cree que durante los ocho siglos en que los árabes dominaron España, algún moro llegó hasta Asturias o Galicia , se enamoró de una doncella y se quedó por esas tierras. Algo de eso deber ser real porque cuando recorremos los países árabes sus habitantes creen que él es uno de ellos. Por mi parte desciendo franceses, holandeses e italianos lo que me ha hecho físicamente blanca y totalmente europea. Los funcionarios israelíes nos recibieron con mala cara. Claro, veníamos desde Jordania. Mostramos nuestros pasaportes argentinos y militares israelíes se llevaron a mi esposo a una habitación. Yo me quedé en la sala. Me obligaron a abrir valijas y bolsos, revisaron minuciosamente todo, y me dijeron que esperara. Pasaban los minutos y mi esposo no aparecía. Mientras tanto niños, mujeres y hombres palestinos ingresaban por el puesto de control. Vi como los maltrataban, los vejaban, los humillaban. Les rompían los envases de los alimentos que traían, les tiraban las ropas al piso, desnudaban a los niños y a los bebés les revisaban los pañales, se llevaban a hombres y mujeres a habitaciones. Y yo a llí, con nuevos nudos en la garganta, el corazón y el alma, con los ojos llenos de lágrimas, lágrimas que escondían mis anteojos oscuros de sol. Al fin apareció mi esposo. Nos miramos en silencio y nos fuimos. Nos esperaba un “guía” israelí. Cuando nos quedamos a solas me contó las vejaciones a que había sido sometido. Lo desnudaron y revisaron íntegramente, prácticamente una violación a su intimidad. Le conté lo que yo había presenciado. Y allí estaba otra vez el huevo de la serpiente anunciando lo que sucedería en los tiempos venideros con el Pueblo Palestino a manos del estado sionista israelí. Si esto sucedía en tiempos de paz ¿cómo no intuir lo que sucedería si Israel atacaba militarmente?
En un vehículo de turismo israelí y con un guía de la misma nacionalidad recorrimos Palestina. Una Palestina ocupada y militarizada. Una Palestina donde sus habitantes eran humillados y vejados constantemente por las patrullas sionistas. Y a pesar de todo una Palestina de pie. Se me erizó la piel y me angustié en la Jerusalén antigua. Recordé el martirio de Jesús y cuando sus calles se llenaron con la sangre de niños, mujeres y hombres árabes, judíos y cristianos que vivían en paz en aquellos tiempos medievales de las Cruzadas, cuando precisamente violando el nombre de Dios los cristianos de Europa, al invocar falsamente su nombre, entraron a sangre y fuego en la ciudad. Allí están los relatos históricos de la época. Me ocurrió lo mismo cuando estuve en la Basílica de Santa Sofía en Estambul, ex Constantinopla, ex Bizancio, Turquía. Recordé aquel 29 de mayo de 1453 cuando niños, mujeres y hombres se refugiaron en ella mientras la ciudad caía en manos de los turcos. Todos fueron asesinados y su sangre corrió por las paredes y los pisos. Aquello preanunciaba sin duda alguna, la masacre que alcanzaría en 1915 al pueblo armenio. Y así con el corazón destrozado recorrí Nazaret, Belén, Ramallah, Hebrón, Gaza…. En Jericó paramos en una calle en cuya vereda de enfrente se encontraban las ruinas de Jericó, una de las ciudades más antiguas del mundo, territorio palestino. El guía nos aconsejó no cruzar la calle. No le hicimos caso. Se quedó esperándonos en el vehículo junto con el resto de nuestros compañeros ocasionales, la mayoría de ellos argentinos. Recorrimos las ruinas, mi esposo cruzó algunas palabras con el cuidador, le contó de nuestra amistad con el Embajador de Palestina en nuestro país, tomamos un té con hojas de menta y firmamos el Libro de Visitas donde hicimos votos por una Palestina realmente libre, independiente, unificada y soberana. Siempre que pudimos nos escapamos para deambular por nuestra cuenta. Por supuesto que recorrimos también Israel. Me han preguntado si volvería. Siempre respondo que a Israel nunca mientras siga ocupando a Palestina, usurpando sus tierras, masacrando a sus niños, mujeres y hombres, violando los derechos humanos de ese pueblo. A Palestina espero regresar un día ya sea por mar, tierra o aire; arribando a un puerto palestino, o a un puesto de control terrestre fronterizo palestino o a un aeropuerto palestino. Espero poder alojarme en un hotel palestino y que mi guía sea también palestino y caminar libre y feliz por sus ciudades y sus campos.
La invasión sionista a Gaza dejó 2.137 mártires palestinos, de los cuales 578 fueron niños. Más de 90 familias fueron masacradas. 11.000 heridos, de los cuales un tercio son niños. 12 cementerios destruidos, 70 mezquitas, una iglesia cristiana. Los hospitales que sobrevivieron al bombardeo están dañados. Más de 3.000 viviendas destruidas. Otro tanto dañadas. Escuelas destruidas y las que sobrevivieron dañadas. Destruidas las redes de agua potable, eléctrica y de saneamiento. Dañados los centros de estudio. Destruidos los centros de ayuda. ¿Responderá el gobierno sionista por estas violaciones a las Convenciones de Ginebra, sus Protocolos Adicionales y a las Resoluciones y Convenciones que protegen a la población civil en caso de conflictos armados? Porque en Palestina, el estado sionista israelí ha cometido y comete Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad. En estos meses de 2014, 377 viviendas han sido destruidas en Cisjordania y Jerusalén Este. Ya son 27.000 las hectáreas destruidas desde el año 1967 en que comenzó la etapa final de la ocupación y más de 500.000 colonos israelíes se han asentado en tierras que han usurpado, que no les pertenecen, pues son del Pueblo Palestino. ¿Hasta cuándo?
El analista militar y asesor del diario israelí “Haaretz” y del gobierno de su país hizo un balance final de los costos de la nueva invasión a Gaza para las fuerzas armadas israelíes. El mismo fue dado a conocer por el periódico árabe “Al Chourouk”: 610 militares muertos (497 soldados y 113 soldados); 1.241 militares heridos (879 soldados y 362 oficiales): 270 mercenarios muertos y 629 heridos (¿les habrán ofrecido como hacen los norteamericanos la ciudadanía?); 166 militares han intentado suicidarse ¿será que aún tienen conciencia?; 311 se autolesionaron para no ir al frente al igual que 322 soldados y 418 reservistas. Sin contar las decenas de estos últimos que directamente se opusieron. ¿Conoce la sociedad israelí esta verdad que callan los medios de comunicación occidentales y aún sus propios medios? ¿Hará suya alguna vez aquellas palabras de JESUS DE NAZARET: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”?.
¡Gloria y honor a Palestina, a sus mártires, a su resistencia y a su pueblo! Como cantaba ese maravilloso poeta y luchador social venezolano ALI PRIMERA : “Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos; y a partir de este momento es prohibido llorarlos. Que repiquen las campanas en todos los campanarios; ¡vamos cumpa carajo! Que para amanecer no hacen falta gallinas sino cantar de gallos.” A pesar de los bombardeos, el gallo palestino jamás dejó de cantar al saludar al sol cada mañana y anunciar un nuevo día. Tampoco la vida dejó de fluir. Muchos niños y niñas nacieron en esos días. Algunas parejas unieron sus vidas. Porque al final de todoy a pesar de todo la vida vence a la muerte y el amor al odio.
Termino estas líneas con este poema del Poeta Palestino SAMIH AL QASIM, muerto el 20 de agosto de 2014 a causa de una cruel enfermedad.
HACIA LA VICTORIA
Perderé, tal vez, el salario como usted lo desea;
me veré obligado a vender el vestido y el colchón.
Seré, tal vez, el portador de piedras; el portero, el mendigo en la calle
o el trabajador en una fábrica.
Tal vez también estaré obligado a buscar en el lodo para encontrar un grano que comer.
O quizá moriré desnudo y hambriento.
Pero no me resignaré jamás a ti, enemigo del sol.
Resistiré hasta la última gota de sangre en mis venas.
Tú me podrás robar el último palmo de suelo. Serias capaz de dar en prisión con mi corta edad;
de privarme del legado de mi abuelo: de muebles, de los utensilios para el hogar y los recipientes.
Serías muy capaz de dar al fuego mis poesías y mis libros y a los perros mi carne.
Serías - cuán cierto es - una pesadilla sobre el corazón de nuestro pueblo, ¡oh, enemigo del sol!
Sin embargo, no me resignaré jamás a ti y, hasta la última gota de sangre en mis venas ¡Resistiré!
Podrás apagarme las luces que me iluminan en la noche y privarme de un beso de mi madre.
Tus jóvenes serían capaces de insultar a mi pueblo y a mi padre.
Cualquier cobarde de ustedes sería capaz de falsificar también mi historia.
Usted mismo podría privar a mis hijos de un vestido de fiesta.
Serían capaces de engañar con falso rostro a mis amigos,
crucificarme el día encima con una visión humillante, ¡oh, enemigo del sol!
Sin embargo, no me resignaré jamás a ti Y, hasta la última gota de sangre en mis venas ¡Resistiré!... ¡Oh, enemigo del sol!
En el puerto veo los ornamentos, los signos de gloria; siento las voces alegres
y los aplausos entusiastas que encienden de alegría la garganta.
En el horizonte veo una vela que desafía el viento y las olas sorteando con confianza los peligros.
Este es el regreso de Ulises del mar del desconcierto.
Este es el regreso del sol. Y del hombre expatriado
Por los ojos de él y de la amada tierra juro no resignarme jamás a ti. Y hasta la última gota de sangre en las venas, ¡Resistiré, Resistiré, Resistiré!...
Y yo agrego: ¡PALESTINA: HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
BUENOS AIRES, ARGENTINA, SEPTIEMBRE DE 2014
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