RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

lunes, 16 de diciembre de 2024

UNA FACCIÓN DE AL-QAEDA GOBIERNA SIRIA - PROF. VIVIANA ONOFRI

UNA FACCIÓN DE AL-QAEDA GOBIERNA SIRIA

NETANYAHU Y SUS RELACIONES OCULTAS CON HAMÁS

GUERRAS DE BAJA INTENSIDAD, INSURGENCIA: MECANISMOS PARA LOS CAMBIOS DE RÉGIMEN

Y EL ATENTADO DE CROMAÑÓN (ARGENTINA)

 

 

 Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Un día más, nos encontramos en este espacio de reflexión compartida en el que, la mayoría de las veces, desarrollamos problemáticas que abarcan a la mayoría de la Humanidad.

 

 ¡Cuántas hipótesis! Lo de Siria huele a pacto entre Washington y Moscú, un cambio de

“figuritas” con Ucrania de fondo. La rápida caída del gobierno sirio ha sorprendido a todos.

 En lugar de empezar una batalla, Bashar al-Assad desaparece, se va a Rusia y cae Damasco; esto apunta a un posible pacto entre Estados Unidos y Rusia con Irán, tampoco podemos descartar la entrega por dinero de los altos mandos del ejército sirio.

 

 La batalla de Irán y Rusia con la OTAN para establecer la ruta del gas de Oriente Medio a Europa pasando por Rusia con dos gasoductos, señala que Siria es un país clave para el tránsito, conectando el Mar Caspio, el Mar Negro, el Golfo Pérsico y el Mediterráneo.

 Sumemos que Qatar que es la tercera mayor reserva de gas natural del mundo, financia a Hamás y es socio de Estados Unidos. Siria corta sus relaciones con Irak, que ahora firma contratos con China y, con la salida de Assad, la OTAN recupera el gasoducto sirio.

 

 Y la crisis en la Unión Europea continúa de manera galopante con el caos en Rumanía. “Para qué celebrar elecciones, que nos digan los burócratas quién desean que gane”, en referencia a la primera vez que se anulan las elecciones en la Unión y no por fraude, sino por “intoxicación en redes” y Bruselas cierra la boca.

 Lo que es una verdad incuestionable es que Occidente festeja porque Siria ha quedado en manos de una extensión del grupo terrorista musulmán asesino Al-Qaeda y que su líder conocido como “Yolani”, había sido designado como terrorista desde 2013, mientras que su organización fue prohibida por la administración Trump en 2018, cuando se puso una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza. Si a “Yolani” le quitamos la barba, parece Zelensky y ya dejó de ser, como “por arte de magia”, un terrorista asesino y cruel, para transformarse en un defensor de la libertad y la democracia.

 

 Ahora, Estados Unidos se plantea eliminar de la lista al grupo terrorista, busca garantizar la estabilidad de Siria y, a partir de este momento, el diálogo del país del norte será con los grupos terroristas musulmanes. No es el momento de hablar sobre el

gobierno de Bashar al-Assad, si era una dictadura o no lo era; Jordania es una dictadura y a nadie se le “mueve un pelo”.

 Tampoco plantearnos si en Siria había corrupción, lo que sí había logrado el expresidente es que a pesar de la destrucción del país y de las sanciones ilegales de Occidente, el país gozaba de cierta estabilidad política, sin olvidar que era un país ocupado: en la franja norte, por Turquía; en una parte de los Altos de Golán, por Israel y, en la zona petrolera, por Estados Unidos y por grupos terroristas musulmanes, más de cuarenta, financiados, entrenados y organizados por Occidente y no nos olvidemos de las acciones de los kurdos en territorio sirio.

 

 Parece que la masa educada frente al televisor se olvidó cuando Occidente quiso llevar la democracia a Afganistán, a Irak, a Libia y en qué se convirtieron hoy esos países. Ahora se habla de que había que llevar la democracia y la libertad a Siria. ¡Imponer la sharia o ley islámica que es el cuerpo del derecho islámico, una democracia bárbara! ¡Y qué mentira es la pugna entre árabes y musulmanes, cuando Israel coordina acciones con terroristas musulmanes y, ¡oh, sorpresa!, Hamás está a favor de los terroristas yihadistas! Siria que era un Estado laico, ya comenzó su proceso de islamización radical.

 

 ¡Qué pasará con los varios tipos de comunidades cristianas que convivían pacíficamente con otras muchas religiones en el país del Levante; qué ocurrirá en la Unión Europea expuesta al terrorismo yihadista! ¿Más atentados en Francia o Bélgica? Parece que Occidente se olvidó cuando en el inicio de la guerra en Siria, los terroristas crucificaron cientos de cristianos y prendían fuego a los prisioneros. Ese es el tipo de personas que gobernarán Siria.

 Los grandes ganadores de la cantonización o balcanización de Siria son Israel, Turquía, los kurdos y, obviamente, Estados Unidos, pero hay alguien que actúa en las sombras y que no se nombra: el Imperio británico.

 

 Y la primera consecuencia de las masacres que Israel está perpetrando en Gaza, Cisjordania, en Líbano, en Irak, en Yemen no es lo que creíamos e Israel sigue bombardeando suelo sirio. En este mismo instante, los criminales que detentan el poder en Tel Aviv siguen adelante con sus planes de expansión y ahora comienza la rapiña y el saqueo a nivel despiadado entre todos.

 

 Los frentes de guerra de Ucrania y Líbano se habían fusionado y se habían desplazado hacia Siria, aliada de Rusia y, en Asia-Pacífico, en Corea del Sur, aliada de Occidente y volvemos a Europa con la farsa, una auténtica dictadura liberal de la Unión Europea, como la de Pinochet en Chile, la farsa de democracia con lo que ocurrió en Rumanía que, como el resultado electoral no fue favorable para Occidente, anuló las elecciones y recordando la “revolución de color” en Georgia, ese pequeño país de la Europa del Cáucaso, que podría ser otro frente de choque contra Rusia.

 

 Lo de Georgia también respondería a la idea de “guerras de baja intensidad” que los angloamericanos han hecho tan famosas y populares en todo el planeta y, aquí, nos viene a la mente, lo que ocurrió en Argentina en 2004, con el llamado “accidente” en la discoteca Cromañón que aparece en escena, ¡oh, casualidad!, ante la carrera estrepitosa de Aníbal Ibarra y un movimiento peronista tan, pero tan imparable con una aceptación casi del 80% de sus ciudadanos; aclaramos, Aníbal Ibarra estaba a cargo del gobierno de la llamada “Capital Federal” y Cromañón destruyó su carrera política.

 

 Aquí seguimos la hipótesis de que Cromañón fue un atentado excelentemente planificado por los servicios secretos angloamericanos y los sectores opositores a nuestro movimiento nacional y popular de toda la vida, como los bombardeos de la Plaza de Mayo de 1955.

 

 Cromañón fue un atentado, hipótesis defendida y confirmada por el compañero investigador Guillermo Robledo que, en un documento de 54 páginas, demostró su hipótesis. Al hablar de guerras de baja intensidad, nos referimos a movimientos de insurgencia, entendiendo por estos las acciones que un grupo minoritario realiza dentro de un Estado para forzar un cambio político mediante una combinación de subversión,

propaganda y presión militar, persuadiendo o intimidando a la gran masa de la población para aceptar dicho cambio. La organización, los objetivos y las tácticas usadas pueden ser muy variadas y diferentes según los grupos y las circunstancias. Cada insurgencia es única por la forma en que se desarrollan y se combinan todos los factores que la constituyen. No obstante, podemos afirmar que el objetivo final es obtener el poder político y, para ello, intentará movilizar a la población para recabar su apoyo o, al menos, conseguir su pasividad.

 

 Luego del atentado de Cromañón, apareció Macri en escena en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La doctrina de la guerra de baja intensidad y la doctrina de la decepción por la política para condicionar a los países es otra forma de las guerras en sentido estricto.

 

 Y volvemos a Medio Oriente. La teoría estúpida que Netanyahu utiliza hoy para justificar sus guerras en siete frentes es la de que existe un choque de civilizaciones entre la civilización occidental y las civilización islámica, china, etc. Sin embargo, en 2014, Netanyahu se hacía fotografiar visitando en el Ziv Medical Center de Zefat, a 500 oficiales de al-Qaeda heridos en Siria que recibían atención médica en Israel. Nathan Sharanski quien fue ministro de Ariel Sharon, concibió la narrativa según la cual no son ciertos dirigentes israelís quienes rechazan la paz, sino todo el conjunto de los palestinos. También inventó después que los revolucionarios iraníes querían echar a todos los judíos israelíes al mar, a pesar de que en Irán existe toda una comunidad judía que vive allí tranquilamente y que incluso está representada en el parlamento de la República Islámica de Irán.

 

 La coalición gubernamental israelí formada alrededor de Netanyahu, en realidad, continúa el proyecto colonial de Vladimir Jabotinsky: la creación de un imperio que abarcaría todos los territorios entre el Nilo y el Éufrates, es decir, desde Egipto hasta Irak.

 

 El proyecto de los sionistas revisionistas, el “Gran Israel”, apunta a apoderarse de todos los territorios del antiguo imperio asirio, imitando al protector de Jabotinsky, Benito Mussolini, quien pretendía restaurar el antiguo imperio romano. Los occidentales tratan ese conflicto como si fuese un problema étnico, como si la cuestión fuera un enfrentamiento entre judíos y árabes, en lugar de tratarlo como la cuestión política que es.

 

 Y el gobierno iraní se negó a apoyar a la resistencia libanesa frente a la invasión israelí.  Una facción iraní en el poder incluso entregó a Israel informaciones que permitieron asesinar a los principales responsables militares del Hezbolá libanés, y a su líder, Hassan Nasrallah. Ya es evidente que existe algún tipo de arreglo entre Washington, Teherán y Tel Aviv.

 

 En Yemen, el movimiento Ansar Allah, ya convencido del cambio de Irán, ha adoptado disposiciones especiales de seguridad para garantizar la protección de su líder y evitar que corra la misma suerte que el asesinado líder libanés, Hassan Nasrallah. No existen buenos y malos: la realidad es caleidoscópica.

 

 Una constante en el comportamiento de los sionistas revisionistas israelíes es que se esfuerzan por destruir pruebas materiales de sus mentiras. Los israelíes saben que Netanyahu ayudó a Hamás desde que obtuvo el cargo de primer ministro hasta el 7 de octubre de 2023. Él aseguraba que su estrategia consistía en favorecer a Hamás como medio de luchar contra la Organización para la Liberación de Palestina de Yasser Arafat, pero, los hechos demostraron que el objetivo de Netanyahu no era destruir la OLP, sino impedir la creación de un Estado palestino. Netanyahu, inicialmente, entregó dinero en secreto a Hamás y después comenzó a hacerlo oficialmente a través de Qatar, unos 2500 millones de dólares, permitiendo a la organización construir su red de túneles y armarse.

 

 Netanyahu y Hamás obtenían así el respaldo de los servicios secretos anglosajones, fieles a la estrategia anunciada en 1916 por el británico Herbert Samuel: había que lograr que el Estado judío y el Estado palestino nunca estuviesen en condiciones de garantizar su seguridad por sí mismos. Como siempre, Gran Bretaña está de “los dos lados del mostrador”.

 

 Y la Argentina de Milei está atada a esa red de terroristas asesinos sionistas y angloamericanos, de igual manera, la Unión Europea. Creemos que piensan que el Imperio británico ya no existe: un descomunal error.

 En contra de la opinión popular, el Imperio británico todavía existe y, en muchos aspectos, es más global, poderoso y feroz que cuando estaba en su apogeo en los siglos XVIII y XIX. Además, el Reino de Arabia Saudí, creado por el Imperio británico entre 1901 y 1932, es una prolongación clave de ese Imperio y, hoy, Londres es la sede de decenas y decenas de las organizaciones terroristas internacionales más sangrientas y despiadadas, financiadas y protegidas por el gobierno y por la propia Corona británica.

 

 Es importante que reflexionemos que los problemas actuales en Oriente Medio son el resultado de apenas tres décadas de presencia francobritánica que sembraron las semillas de algunos de los conflictos actuales de la región. Al caer el Imperio otomano tras la Primera Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña repartieron sus territorios.

 El Imperio otomano cayó después de más de quinientos años y ahí había una unidad política árabe y religiosa, musulmana. Las fronteras actuales son casi las mismas que las acordadas en la década de 1920 y, además, gran parte de las tensiones comunitarias y sectarias en la región surgieron en ese momento.

 

 Siguiendo la premisa “dividir para gobernar”, franceses y británicos privilegiaron a las minorías, ahondando las antiguas diferencias y creando nuevos agravios y sumemos el reparto arbitrario del territorio que impidió que la población se identificara con los nuevos Estados, lo que sigue siendo un problema un siglo después.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención, e invitándola a una nueva emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Hasta la victoria, siempre, compañeros! 

 

PROF. VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

 


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