RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 1 de septiembre de 2024

PÁNICO Y DESESPERACIÓN DE OCCIDENTE - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

PÁNICO Y DESESPERACIÓN DE OCCIDENTE

ESPAÑA Y SUS FANTASMADAS EN EL ESTRECHO DE GIBRALTAR

“LA ERA DEL INDIVIDUO TIRANO”

 

 

 

 Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Otro domingo más, nos encontramos en este espacio de reflexión compartida en el que, generalmente, presentamos múltiples temáticas que, la mayoría de las veces, involucran al planeta en su totalidad.

 

 Nuestra columna de hoy abarcará tres cuestiones que podrían, aparentemente, ser disímiles, pero quizás no lo son tanto.

 

 Los últimos hechos tanto en el frente ucraniano-ruso, como en el de Medio Oriente tienen parecidos asombrosos: en ambos escenarios de parte de la OTAN o del poder corporativo occidental, se busca el enfrentamiento total. Lo de Kurst por parte de Ucrania como operación estratégica se realizó esperando una sobrerreacción de Rusia para facilitar la escalada del conflicto.

 

 Ucrania ya no tiene material militar ni propio ni de la OTAN. Esa operación en Kurst también buscaba generar pánico en la Federación Rusa, distraer a los rusos del frente oriental y bombardear la central nuclear de Kurst para generar un desastre nuclear, culpar a los rusos y justificar una intervención militar posterior de Occidente. Pero, ¿es tan tonta la OTAN como parece? Pues no, porque, aunque lo de Kurst sea un desastre militar, sin embargo, es un paso más en la escalada.

 

 Bombardear territorio ruso, matar civiles, ya de parte de la misma OTAN en una situación de pánico y desesperación, pero no es solamente pánico y desesperación de la OTAN, sino del gobierno de Ucrania, del gobierno de Israel, del gobierno de Estados Unidos, de la Unión Europea y, sobre todo, del poder corporativo, de Wall Street. Es que la idea de que Rusia gane en Ucrania es una hipótesis inaceptable.

 ¡Ojo si gana Donald Trump, aunque todavía él sigue siendo un misterio! Y Kamala Harris es la candidata de Wall Street, de la élite oligárquica que domina el mundo, no lo olvidemos, de ahí la demonización de Trump.

 

 La victoria rusa en Ucrania sería el final del control de Occidente, salvo que lleguemos a la guerra nuclear. Y además saben que no pueden enfrentarse a Rusia y China, simultáneamente, porque obviamente China no la dejará sola a Rusia. En Medio Oriente, con el desafío de Israel a Irán, provocando directamente a la República Islámica de Irán para que reaccione, ocurre algo similar. Israel está en pánico histórico.

 Se apuesta a una sobrerreacción de Irán y ahí tendrían el pretexto mediático para arrastrar a los Estados Unidos.

 

 Israel sería destruida fácilmente si no consigue arrastrar a Estados Unidos. Pero detrás de Irán están China y Rusia porque no dejarán sola a la República Islámica de Irán. Ahora bien, la estrategia es generar una escala regional o mundial. Si las provocaciones no funcionan, ¿habrá una reacción directa de la OTAN? El objetivo es aumentar la escalada en Oriente Medio que los salve de ese futuro que están viendo: es el pánico del poder corporativo occidental y tanto en Ucrania como en Israel les está yendo muy mal. La guerra en Ucrania también necesita de la acción directa de Estados Unidos. Mucha atención a las próximas semanas de máximo riesgo de estallido en Ucrania o en Oriente Medio. Puede ocurrir cualquier cosa.

 Estamos viviendo un momento histórico altamente crítico.

 

 Y pasamos ahora a cuestiones domésticas, es decir, de España. El 22 de agosto, el gobierno español confirmó la presencia de la ministra de Defensa, en tres de la islas y peñascos que reclama Marruecos en el Estrecho de Gibraltar.

 El pretexto oficial era absolutamente irrelevante para llevar a la ministra hasta allí: una patrullera amarrada en el puerto de Melilla, quedaba al mando del teniente de navío Manuel Ángel López, pero al tomar posesión del cargo, el comandante López resultó enfático y reiterativo: España le recuerda a Marruecos que ostenta la soberanía de las ciudades de Ceuta y Melilla, además de las islas y peñascos que reivindica la corona marroquí.

 

 Los territorios que España aún mantiene en África están rodeados de aguas jurisdiccionales, que también son españolas. Por lo tanto, la Marina sigue dispuesta a ahuyentar a los pesqueros marroquíes que incursionan en aguas jurisdiccionales. Pero más allá de esos dichos, no está demás recordar que la OTAN no reconoce la titularidad española de Ceuta, Melilla y demás posesiones africanas, porque así lo firmó el gobierno de Madrid cuando se incorporó a la Alianza. Parece que se les olvidó a nuestros gobernantes. ¡Qué fuerte!

 

 Las repetidas peticiones formales para que Ceuta y Melilla se incorporen a la OTAN no han prosperado nunca, porque así lo decidieron Estados Unidos y el Reino Unido. Para la OTAN, un ataque a nuestros enclaves en África no es un ataque a España.

 Mucho hablar de soberanía, pero es papel mojado. Las ostentosas declaraciones oficiales acerca de Ceuta y Melilla de parte de nuestros gobernantes se quedan en declaraciones. Lo mismo ocurrió en 1975, cuando el Sáhara era español.

 

 En Rabat, saben que, si entonces los españoles cedieron, también acabarán cediendo en los enclaves africanos bajo soberanía española. La monarquía marroquí siempre ha considerado a Ceuta y Melilla como “territorios ocupados” y parte de lo que la doctrina oficial llama “el Gran Marruecos”, un proyecto expansionista para consumo interno, pero que es la trama ideológica que justifica el papel de este país como gendarme de los Estados Unidos en el norte de África.

 

 En la entrada al Mar Mediterráneo, tenemos a los dos perros rabiosos: en el peñón de Gibraltar, a los británicos y, enfrente, a Estados Unidos. ¿Qué puede salir mal?

 

 Y ahora pasamos al momento filosófico con el libro “La era del individuo tirano” del filósofo francés Eric Sadin que plantea el surgimiento de una condición inédita en el siglo XXI, caracterizada por la eliminación progresiva de todo cimiento común entre las personas, dejando en su lugar una constelación de seres individuales descreídos de la política y movilizados por la ira y el resentimiento.

 

 La década del 2010 produjo un cambio que no se evidencia tanto en las estructuras de la sociedad como en los cuerpos, las posturas, las miradas, tensiones, gestos, violencia verbal, sensación de malestar. Se expresa en la desconfianza hacia las instancias del poder de todo tipo, acompañado con un rechazo hacia la democracia participativa y un súbito apasionamiento hacia figuras que se valen de la agresión.

 ¿Pensamos en Milei, en Argentina?

 

 Hay un discurso que no condice con la realidad del neoliberalismo, porque es evidente la creciente desigualdad, la precariedad, el retroceso del Estado de bienestar y del principio de solidaridad.

 

 El neoliberalismo ya es un sistema agotado. Existe un nuevo resentimiento como un aire de época difuso y, a la vez, como una insatisfacción individual, íntima y solitaria que hace que los individuos no crean en los proyectos políticos colectivos. Esto deriva en una insatisfacción permanente y los insatisfechos no quieren “que nadie hable en nombre de ellos”, porque cada uno quiere erigirse en banquero de su propia cólera.

 

 Estamos ante la era del individuo tirano, una condición que muestra la abolición progresiva de todo sentimiento común. Hay una absoluta atomización de los sujetos, incapaces de construir lazos constructivos y duraderos y emerge una nueva categoría que es la apolítica.

 El filósofo francés da muestras de una capacidad reflexiva fascinante, pero nos detenemos aquí.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención, e invitándola a otra emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Hasta la victoria, siempre, compañeros!

PROF. VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

 

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