LAS INSTITUCIONES Y EL
SABER
En la columna anterior afirmamos: "Como
en toda pelea entre fuerzas antagónicas, cuando el enemigo está sumido en sus
escándalos, está aturdido por los acontecimientos que no atina a resolver, es
el momento de profundizar el enfrentamiento, de no dejarlos acomodarse, de
avanzar en la independencia política que, en los hechos, se viene manifestando
en las luchas cuando se consolida una acción en la que las masas no esperan ni
se resignan ante la defección de los partidos y sindicatos del sistema."
Y bien, hoy vamos a poner en cuestión lo que
afirmamos, no porque cambiemos de parecer, sino porque hay en nuestra actual
sociedad dificultades serias para llevar adelante el enfrentamiento que
proponemos. La más notoria es esa especie de cancelación que padecen las ideas
transformadoras, los llamados a la rebelión, la crítica y la revolución como
anhelo o como propósito. Hemos apuntado en otros trabajos algunas razones de
este arrasamiento, de esta ferocidad que llamamos triunfo de la ideología
dominante.
Hoy leemos algo de lo que dice Alejandro
Horowicz: "No es la primera vez que
la humanidad olvida algo trabajosamente aprendido. Cuando el conocimiento
disponible no puede organizar una nueva práctica, corre el riesgo de volatizarse.
Los griegos, por ejemplo, ya tenían una idea muy rigurosa y adecuada del tamaño
de la tierra y de la redondez del planeta, pero mientras no hizo falta trazar
una nueva ruta hacia la India y China desde Amsterdam o Madrid, que el planeta
fuera una esfera más grande o más pequeña no pasaba más allá de una curiosidad
teórica... y ese conocimiento se perdió con la declinación de la civilización
griega. Igual que la Biblioteca de Alejandría resultó quemada por militares
victoriosos... "Quemar" el conocimiento era y sigue siendo una
prerrogativa del vencedor y reponerlo una necesaria obligación del vencido.
Hay otros "olvidos": prácticas que
ya se sabe que no sirven para el objetivo enunciado y aún así prosiguen
inalteradas: sangrar a los enfermos en pleno siglo 18 constituía un
despropósito: buena parte de los médicos sabían que si los sangraban morían.
Sin embargo lo hacían igual, porque era el protocolo de uso. En lugar de
insistir, ¿no podían ni intentar otra cosa? Podían, sí, pero si fracasaban
serían acusados de mala praxis, de modo que la práctica del sangrado reforzaba
su poder y blindaba su propio lugar. Ese es el punto de los expertos. No deben
explicar nada. Los economistas profesionales tampoco. y los historiadores
menos... la opinión pública perdió contralidad ya que es perfectamente
operable. la historia puede sencillamente inventarse, editarse como cualquier
otro texto literario.
No se trata de contestar argumentos sino de
asegurar el propio éxito profesional. Por lo tanto, el conocimiento o la
experiencia que contradigan el protocolo imperante serán dejados de lado. Y la
bibliografía que sustente punto de vista
incómodos también. Cuando sucede semejante cosa a lo largo de digamos medio
siglo aquel conocimiento termina desplazado. Por ejemplo, Keynes. En 1971 Nixon
podía decir suelto de cuerpo "todos
somos keynesianos". Hoy la mayor parte de los economistas jíovenes no
leyeron a Keynes porque buena parte de los programas universitarios sólo lo
nombran burlonamente. No es exactamente que lo han olvidado. Tampoco olvidaron a Lenin o a
Trotsky. Son las cifras del protocolo conservador: lo que no debe nombrarse.
Estamos volviendo a librar batallas que ya se
habían ganado en el terreno de los conceptos y la práctica social, pero que se
perdieron debido a la derrota obrera y popular a manos del capital y el
continuo avance de los "olvidos" de académicos y especialistas. Un
ejemplo terrible es el de la Corte Suprema de los Estados Unidos, al cancelar
un derecho que pelearon y consiguieron las mujeres hace casi medio siglo: el
derecho al aborto Que esto haya ocurrido
muestra hasta dónde se puede retroceder. No hay límites para el retroceso: en
la historia humana, los ejemplos son escalofriantes, y entre nosotros, bueno, dejaremos
para otra ocasión los ejemplos que sobreabundan en la institución universitaria
(dejo uno en el texto que acompaña el audio) *
¿Y qué piensan los que hacen como que piensan?
Veamos al famoso BIfo Berardi: sugiere que una política de emancipación debe
comenzar por el encuentro entre los cuerpos. "Tenemos que fundar una
política sobre la idea de que no hay reglas, solo las que decidimos de manera
afectiva y erótica", afirma. En un mundo donde la
comunicación se ha despegado del cuerpo, es esencial recuperar la capacidad de
sentir y de estar presentes en el momento.
Cuestionando a Bifo, en un blog se señala:
"En lugar de buscar grandes gestas revolucionarias, Bifo propone una
revolución más sutil: la del aburrimiento. "Volver al aburrimiento como
terapia de la angustia es una manera posible de enfrentar el problema". Y
nosotros decimos: NO PUEDE CONTRAPONERSE LA GESTA REVOLUCIONARIA CON LA INOPIA, LA INDIGENCIA DEL PROGRAMA
BERARDIANO, no necesitamos una "gran
gesta revolucionaria" para dejar de ser estúpidos, sólo proponemos una
lectura, una posición, que sea efectivamente social e histórica: ESTAMOS
CONVENCIDOS QUE COMPAÑEROS DEL CAMPO POPULAR QUE NO ASPIRAN A REVOLUCIÓN ALGUNA
TAMPOCO ACEPTARÍAN PLANTEOS TAN RIDÍCULAMENTE VACÍOS.
* En sociología de la UBA existe la materia
"Teoría y praxis de los ecofeminismos: Imaginaciones socio-ecológicas para
la postpandemia" . Lean el fragmento de una unidad del
programa:
UNIDAD
N' 6. ... La lucha transecofeminista contra las intervenciones de los cuerpos
en la era del Antropoceno.Perspectivas posthumanista y giro animalista: hacia
la exploración de nuevas ontologías relacionales para enfrentar la crisis
climática. Estudios críticos animalistas: nuevos compromisos ontológicos y
epistemológicos. EI fenómeno Greta Thunberg y las juventudes por el clima: las
imaginaciones socio-ecológicas de las nuevas generaciones...
Tenemos amigos que han transcurrido acá en
Rosario por el chamanismo que propone la facultad de Ciencias Médicas (¿o
Pseudociencias?, preguntaría... como ex docente de esa facultad relataré alguna
vez los contenidos de la institución)
Desde Rosario- Militante Social
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