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viernes, 19 de abril de 2024

EL CLUB BILDELBERG LA RED TAVISTOCK El Estado profundo dentro de un Estado Parte XL - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

EL CLUB BILDELBERG

LA RED TAVISTOCK

El Estado profundo dentro de un Estado

Parte XL 

 

 Un cálido abrazo a la distancia a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.

 Mi columna de hoy será la continuidad de una serie de reflexiones ya iniciada hace varios meses de la mano de los libros del Dr. Daniel Estulin: LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK y LA TRASTIENDA DE TRUMP.

 

 Hoy me centraré en los secretos del Estado profundo que gobierna los Estados Unidos, un gobierno que no se ve afectado por las elecciones, no se ve alterado por movimientos populistas y no está al alcance de la ley, una burocracia corporativa, militarizada y atrincherada completamente operativa y está formada por agentes no electos que gobiernan desde las sombras, que pueden llevar a cabo todas las acciones con medios legales, sin que el Congreso, el presidente ni el pueblo los vean ni los escuchen.

 Lo más importante para recordar de este Gobierno en la oscuridad, no es su ideología, sino su organización.

 

 Conocer la verdad sobre lo que ocurre en el planeta tiene un problema y es que nos hace sentir solos, te sientes aislado, inclusive puedes pensar que estás loco. ¿Qué ocurre en Ucrania?

 ¿Quién maneja todo? ¿Quién va a reconstruir Ucrania después de la guerra? ¿La va a dirigir el gobierno de Kiev, la Casa Blanca o la Unión Europea? No, la reconstrucción de Ucrania será dirigida por el mayor fondo de inversión del planeta, BlackRock, y el megabanco J. P. Morgan.

 Es una manipulación de mercado, de libro. Pero una vez que la gente empieza a vislumbrar la verdad, no hay vuelta de hoja, ya no somos las mismas personas, comienzas a leer o escuchar las noticias de otro modo y, de repente, lo entiendes todo.  Y este es nuestro propósito desde EL CLUB DE LA PLUMA: Despertar la conciencia de nuestros oyentes.

 

 Existe un mundo paralelo de las empresas de comunicación que forma parte del mundo de la élite.

 No las llamamos “fake news” o “noticias falsas” por nada. Las intervenciones para cambiar regímenes en todo el planeta son llevadas a cabo por fuerzas cuyo objetivo es crear un nuevo sistema de control planetario que reemplace el sistema monetario que está derrumbándose; el vehículo mediante el cual se ejercía antes el poder en el mundo era el imperio financiero con sede en Londres y sus subordinados como Wall Street.

 Pero ahora los medios de comunicación están intentando encontrar la manera de explicar la realidad guardando este secreto.

 ¿Cuál es la lógica de todo esto? Que cuando la civilización que está siendo exprimida, arruinada y empobrecida grita, lo solucionamos creando deuda. Hasta ahora.

 

 Con los estertores del modelo de crecimiento basado en la deuda, de repente, el Estado profundo tiene que enfrentarse a la realidad: no puede cubrirlo todo con dólares de papel inservibles. Lo que se ha hecho para mantener la centralización y el secretismo, ha creado un sistema de privilegios, pero el privilegio es un fenómeno caro, porque hay

que crear una infraestructura cara. ¿Qué haría yo si me dedicara a mantener el secretismo y el privilegio que lo rodea y quisiera seguir ganando dinero?

 

 Digamos que soy el Señor Global, que dirijo este sistema con un problema de personalidad múltiple y que mi problema es la deflación o la inflación negativa, es decir, una caída general y continuada de la economía y aunque puede parecer que una bajada de precios es algo positivo, la realidad es que la deflación tiene efectos muy

perjudiciales en la economía. Puede generar un círculo vicioso, ya que puede provocar una reducción del gasto y la inversión, lo que supondría un menor crecimiento y un aumento del desempleo.

 

 Pero mi problema es que soy el Señor Global y necesito la inflación para tapar y esconder todo el dinero que he estado robando. Así que, al final, con el modelo de crecimiento basado en la deuda no me he quedado sin problemas, sino que me enfrento a la deflación por lo que necesito mucho control mental y un sistema de vigilancia.

 He decidido convertir el mundo en un estado policial las veinticuatro horas del día, algo así como un “fascismo sexy”, en el que las personas están felizmente controladas.  El sistema mundial está amañado y el problema es este: Las personas que viven en un sistema amañado se vuelven imbéciles, la imbecilidad colectiva de la cultura de masas.

 

 Los objetivos del Estado profundo, promovidos por las estructuras del poder encubiertas, dictan que las diferencias individuales deberían limitarse en favor de un objetivo común planetario que puede ser derrotar al terrorismo, al tráfico de drogas o al cambio climático. Pero si aceptamos los lugares comunes de la Agenda Globalista estamos muertos. Tenemos el derecho a la curiosidad.

 

 La curiosidad es la insubordinación en su forma más plena. No pido que me crean, nunca pediría eso, sino que continúen investigando.

 

 Existen dos facciones en la clase dirigente, una que quiere reconstruir Estados Unidos a costa del imperio y, la otra, que se encuentra principalmente en Hollywood, Silicon Valley, Washington y Nueva York, que quiere mantener el imperio a toda costa. Esos cuatro centros quieren mantener el imperio en funciones; todos gestionan activos invisibles, no concretos.

 Gestionan activos financieros a través de una computadora, es decir, es la economía financiera, no la productiva que genera bienes y servicios. Pero todos los que desean hacer “cosas concretas” saben que así no pueden mantener el imperio.

 

 Ellos tienen que luchar en las guerras y cavar para extraer energía de la tierra. Ahora bien, el crecimiento de la deuda, el modelo central basado en la guerra sobre el planeta, llegará un momento que se acabará. No es necesario decir que si vas a montar un sistema debes contar con la participación de los principales bancos y empresas de inversión de Occidente. Tendrás que dirigirte a Wall Street, tendrás que hablar con J.P. Morgan Chase o el Hong Kong Shangai Bank o el Deutsche Bank y por encima de todos está Goldman Sachs.

 De hecho, mires donde mires en el planeta, siempre hay un exbanquero de Goldman Sachs. Las manos del Estado profundo son cada vez más evidentes, especialmente, a medida que las empresas de comunicación pierden influencia.

 

 Vuelvo a la primera reflexión de esta columna y reitero conceptos y en una mirada retrospectiva nos vamos a 1954 cuando el senador de Estados Unidos, William Jenner, ya denunciaba la dictadura total de los Estados Unidos llevada a cabo estrictamente con medios legales, sin que el Congreso, el presidente ni el pueblo lo vean ni lo escuchen.

 

 Un Estado profundo que no se ve afectado por elecciones ni por movimientos populistas, no está al alcance de la ley.

 Opera de forma silenciosa, secreta y no da explicaciones ni al presidente ni al Congreso, ni a los tribunales. Es, prácticamente, imposible de eliminar. Ese gobierno en la sombra representa la cara oculta de un Gobierno que no tiene respeto ni por la libertad ni por sus ciudadanos.

 

 El Estado profundo que opera siguiendo sus propios objetivos sin tener en cuenta quién está formalmente en el poder, se burla de las elecciones y de todo el concepto de Gobierno representativo. El Estado profundo no sólo tiene esclavizada a la capital de la nación, sino que también controla Wall Street y Silicon Valley.

 Esto es fascismo en su manifestación más encubierta, escondido tras agencias públicas y empresas privadas para llevar a cabo sus perversas intenciones.

 

 Es un matrimonio entre burócratas gubernamentales y empresarios millonarios con la comunidad de la Inteligencia actuando como árbitro que imparte justicia. El Estado profundo está tan atrincherado, está tan bien protegido por vigilancia, armas, dinero y tiene una extrema habilidad para sumar a la resistencia, que es casi inmune al cambio.

 

 Si hay algo que el Estado profundo necesita es un flujo silencioso e ininterrumpido de dinero y la confianza en que las cosas seguirán adelante como lo han hecho en el pasado y lo siguen haciendo hoy mismo.

 

 Si fueron siguiendo el hilo discursivo de la columna, se habrán dado cuenta de que el Estado profundo es quien tiene el verdadero y único poder de los gobiernos de todo el planeta. Obviamente, los medios hegemónicos de comunicación continuarán dividiendo a las sociedades dentro de los diferentes Estados del mundo para seguir controlando los regímenes políticos a través de sus ciudadanos ingenuos.

 

 No nos centremos solamente en lo visible: El Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, sino en las áreas invisibles, la ideológica y la conceptual, las más importantes y decisivas. A los enemigos visibles los conocemos a todos, pero a ver si prestamos atención a los “enemigos invisibles”.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia agradeciendo su amable atención, no sin antes invitarlos a una nueva emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo, pero antes traduciré algo del tema “Hung up” de Madonna, pero para que pueda ser leído en “clave geopolítica”. “El tiempo pasa tan lentamente, el tiempo pasa tan lentamente. Cada pequeña cosa que dices o haces, estoy obsesionada. Estoy harta. Estoy cansada de esperarte. No hay tiempo para dudar. Los que corren parecen divertirse. Estoy atrapada. No sé qué hacer. El tiempo pasa tan lentamente. El tiempo pasa tan lentamente. No puedo seguir esperando por ti, sé que aún estás dudando. No llores por mí, porque encontraré mi camino. Despertarás algún día.”

PROF. VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

 

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