QUE
SIEMPRE HA HABIDO CRISIS, NINGUNEADOS Y ESTAFAOS…
No son nuevas las situaciones de crisis en nuestros pueblos.
Más si consideramos lo fácil que se disemina por las calles el mal ánimo, el
descontento. Por lo general dicho descontento, por un lado es repetido y
multiplicado por las gentes de a pie, haciéndolas multiplicadores involuntarios
de la mala noticia originada en los medios de colonización mental; y por el
otro sirve de discurso desmoralizante a muchos que, detrás de algún mostrador,
no han podido alcanzar sus metas comerciales…
Hay teorías que indican o especulan con los efectos de las
crisis que los pueblos padecen. Las mismas configurarían una bajante de la
espiral ascendente, en un repetido ciclo de avance y retroceso en los procesos
“evolutivos” del sistema capitalista. El “costo de oportunidad” hace gala en
esas bajantes del sistema.
Para quienes no estén familiarizados “…El costo
de oportunidad, coste alternativo o coste de oportunidad es un concepto
económico que permite nombrar al valor de la mejor opción que no se concreta o
al costo de una inversión que se realiza con recursos propios y que hace que no
se materialicen otras inversiones posibles.
Podría decirse que el
costo de oportunidad está vinculado a aquello a lo que un agente económico
renuncia al elegir algo. El costo de oportunidad también es el costo de una
inversión que no se realiza (calculado, por ejemplo, a partir de la utilidad
que se espera según los recursos invertidos).
El valor de la mejor
opción no realizada es como también conocen otros profesionales al citado costo
de oportunidad que sobre su origen de aparición como concepto tenemos que
subrayar que el mismo se encuentra a principios del siglo XX…” 1
Cuando se trata de optar por alternativas o estrategias a la
hora de sortear los tiempos de crisis, por lo general se recurre a la de menos
posibilidades de beneficiar al mayor número de personas. Es frecuente que se
elija salvar a bancos o a grupos económicos. En esos casos, el costo de
oportunidad perjudica a muchos…, pues se elige salvar a pocos.
Si en cambio la estrategia estuviese orientada a la
denominada “Teoría del Juego” “…La teoría de juegos es
una rama de la economía que estudia las decisiones en las que para que un
individuo tenga éxito tiene que tener en cuenta las decisiones tomadas por el
resto de los agentes que intervienen en la situación…” 2
Jhon Nash perfecciona La Teoría del Juego proponiendo lo que
se conoce como Equilibrio de Nash que: “…se alcanza en una
situación en la que ninguno de los jugadores (o agentes) de un juego en el que
hay dos o más jugadores, todos conocen los equilibrios de los demás, quieren
cambiar unilateralmente su decisión porque cambiarla supondría empeorar su
condición. Cuando todos los jugadores han tomado una decisión y no pueden
cambiarla sin empeorar su bienestar, se considera que se ha alcanzado un
equilibrio de Nash…” 2
Por lo pronto se trata de una elección. Y cuando nos
referimos a elección, lo hacemos tomando en cuenta lo que muchas veces no se
tiene en cuenta, otro trabalenguas… Cuando se plantean estrategias a fin de
sortear los tiempos de crisis, hemos sido testigos en muchas oportunidades en
cómo se ninguneaba, se estafaba a la mayoría de los pueblos.
En Argentina tenemos bien fresca la memoria, creemos, con lo
ocurrido en la década de los ochenta con la híper inflación, o en el 2001.
Creemos que es imposible olvidar los corralitos, las “fugas” de capitales, los
diferentes tipos de bonos que reemplazaban al papel moneda y las estafas que
entre medio dieron suculentas ganancias a estafadores titulados y funcionarios
que fueron siempre funcionales al poder de la conveniencia personal…
Las opciones siempre estaban del lado de quienes manipularon
a su antojo y conveniencia, los caminos del peor y más desigual sistema, el
capitalismo.
Expresaba el genial Raúl Scalabrini Ortíz: “…Estos
asuntos de economía y finanzas son tan simples que están al alcance de
cualquier niño. Sólo requieren saber sumar y restar. Cuando usted no entiende
una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están
tratando de robarlo. Cuando usted entienda eso, ya habrá aprendido a defender
la patria en el orden inmaterial de los conceptos económicos y financieros…”
3
Es menester comprender que, los que están hablando de crisis
en Argentina y en América Latina, son
los medios cuyos “titulares” (para usar un término en boga esta semana) son los
grandes grupos económicos. Los que denominan crisis a los períodos en que no
pueden multiplicar exponencialmente sus ganancias al ritmo que sus insaciables
ambiciones habían soñado. Entonces es la hecatombe. Entonces arrastran al
ciudadano de a pie con sus apocalípticos discursos, haciéndole creer por todos
los medios (masivos) que si ellos no pueden ganar el cuádruple que el mes
pasado, la perspectiva es funesta para todos. Creer este discurso es tan
razonable como creer en papá noel. Cuando a los grandes les va bien es a costa
del sudor de millones y del hambre de más millones. Si a ellos les va mal, que
no es perder sino dejar de aumentar sus fabulosas ganancias, es probable que lo
que ellos no estén ganando, algún Estado, medianamente humano, se esté ocupando
de que se distribuya un poquito más equitativamente. Ese gobierno será, según
los voceros apocalípticos, de un populismo insoportable, manufacturero de
vagancia eterna. Pero para muchos, será un día más de comida caliente para sus
hijos, de un medicamento en la adversidad, un día más arrebatado a la lenta
muerte que los grandes grupos nos tienen preparada a casi todos.
“…vivimos revolcaos en
un merengue, y en el mismo lodo, todos manoseaos…” Sólo que no es el
mismo lodo, o hay un lodo para pobres y otro vip, lodo con alcurnia si se
quiere, pero no es el mismo en el que subsumen a poblaciones enteras…
En estos tiempos los antes países del primer mundo, por el
que se deleitaban traidores vende patria, transitan el nefasto camino de la
crisis con su grave cuota que aportan los organismos financieros
internacionales que, con sus recetas y recomendaciones promueven más exclusión,
más desocupación, más hambre, más explotación, más muerte.
En estos tiempos en que gran parte de la población mundial
está en su peor momento, y a pesar de ser real la afirmación de Emir Sader,
entre otros conceptos, cuando expresa en su artículo Pensamiento Crítico y
Desarrollo Social: “…América latina sigue siendo el continente más desigual del
mundo, a pesar de los avances realizados por los gobiernos progresistas de la
región….”; en nuestra región las posibilidades de alcanzar un estadio mejor son
reales. Nuestros gobiernos, a pesar de diferencias, han fijado un rumbo de
contención y promoción colectiva. Para que ello no se detenga y mejore
sustancialmente muchas realidades aún desiguales, es nuestro compromiso,
nuestro deber defender lo alcanzado y promover mayor inclusión, una mejor
justicia que esté al lado del pueblo y el fuerte convencimiento que si no
estamos todos, cada uno con nuestras responsabilidades, la cuesta será más
difícil de transitar…
De nosotros depende.
Que así sea.
NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com
–elclubdelapluma@hotmail.com
DOMINGOS DE 10 A 13
HS
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA
Notas
1 http://definicion.de/costo-de-oportunidad/#ixzz2cvy9ic4W
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