TODO ES
GEOPOLÍTICA
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.
Una vez más nos
encontramos en este espacio compartido de reflexión, intentando una mirada
conceptual sobre nuestro planeta e involucrando a muchos Estados-nación
íntimamente relacionados.
Este domingo nos
centraremos en hechos muy calientes a nivel geopolítico en América del Sur,
Europa y Oriente Medio, percibiendo un estado de caos y peligro progresivos a
nivel planetario.
Comenzaremos con las
elecciones del 28 de julio en Venezuela más allá de la disputa electoral sobre
el resultado definitivo. Los medios hegemónicos de comunicación en manos de la élite
que domina el planeta, el Estado profundo, jamás mostrarán una
contextualización de los hechos que nos daría una postura clara sobre lo
ocurrido el pasado domingo. Además, por favor, dejemos por un rato la
polarización entre izquierda y derecha en Venezuela y centrémonos en los cerca
de treinta actos electorales durante el chavismo, en el país sudamericano, que
fueron todos de una transparencia inobjetable.
En Venezuela, no se
está jugando solamente quién tendrá el poder durante los próximos años, si la
derecha o la izquierda, sino la disputa geopolítica entre Estados Unidos y la
Unión Europea, es decir Occidente y, por el otro, los BRICS con eje en China y
Rusia.
Lo de Venezuela es
más de lo mismo, siempre igual, todos los procesos electorales fueron cuestionados
por el Occidente colectivo. Ya aburren. Esas encuestas fabricadas que daban
ganador al opositor del chavismo no son tampoco nada nuevo. Venezuela desde el
momento en que se nacionalizaron los hidrocarburos fue un enemigo a combatir y
abatir a toda costa, sobre todo, por parte de Estados Unidos.
Occidente está
obligado a reaccionar ante el triunfo del chavismo.
La creciente
influencia de los BRICS y de China y Rusia y la respuesta de Maduro hacia los
BRICS hace que ya todas esas presiones internacionales y ese constante acoso
tengan los días contados.
Y, como siempre, en
la Unión Europea, Polonia volvió a dar la nota, expresando por qué Hungría no
se separa de la Unión Europea y de la OTAN, si no está conforme, y forma una
alianza con la Federación Rusa. Claro, Orban, el primer ministro húngaro hizo
un llamamiento a la paz en sus misiones de hace unos días, pero los polacos que
son fervientes defensores de una guerra nuclear, continúan insistiendo y
echando leña al fuego.
No sería una mala
idea que dentro de la Unión Europea se formará una alianza contra la rusofobia
más feroz que controla la mente de los ciudadanos europeos. ¿Así que lo de
Rusia fue un ataque a Polonia, a la Unión Europea y a la OTAN? ¡Qué
interesante! La Federación Rusa lo que está protegiendo es su unidad
territorial y a sus ciudadanos: la guerra proxy en Ucrania fue la excusa de
Occidente para obligar a los rusos a involucrarse en una contienda.
El deseo de la
balcanización de Rusia es el sueño húmedo de Occidente desde hace décadas y
décadas. Y desde Polonia, qué raro, los polacos le dijeron a Orban, por qué
Hungría no se une a los Estados autoritarios de Rusia y China, los llama
“autoritarios”, como si en la Unión Europea no estamos viviendo y padeciendo
una ola creciente de censura y persecución a quienes pensamos distinto, una
dictadura en toda regla.
Y, casualmente,
escuché a uno de los intelectuales y, a la vez, periodista más importante de
Alemania, Patrick Baab, quien denuncia que está viendo cómo en Alemania su
último libro no es vendido en muchísimas librerías porque afirma en él que las
élites europeas están llevando nuestro continente al matadero, élites europeas
atlánticamente corrompidas y expresa que lo que está ocurriendo tiene mucho que
ver con la segunda guerra de Irak, en 2003, en la cual Alemania, Francia y
Rusia se negaron a participar en esa agresión ilegal de los Estados Unidos con
cientos y cientos de miles de muertos.
Como en Washington
querían lealtad, vieron que eso no podía repetirse y reemplazaron a los
dirigentes europeos escogiendo a aquellos que habían hecho sus carreras en
organizaciones transatlánticas.
Y, por si fuera poco,
el caos, Netanyahu expresó que responderá a Hezbolá de la agresión de la semana
pasada y Hezbolá negó que hubieran sido ellos, pero Israel expresó que habrá
una respuesta contundente y, Erdogan, el Primer Ministro de Turquía, también tuvo
una respuesta muy contundente porque ha propuesto llevar a cabo una acción
militar contra Israel para invadirla.
“Haremos con ella lo
mismo que hicimos cuando entramos en Karabaj y Libia” realizando un paralelismo
entre la acción turca en el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia y en Libia.
Erdogan expresó que no hay nada más que hacer, que hay que ser fuertes y hará
lo mismo. Recordemos que Israel tiene abiertos siete frentes de combate que no
son pocos.”Sólo tenemos que ser fuertes para poder participar en estas etapas”
fue el mensaje de Erdogan.
A las declaraciones
de Erdogan no habría que darle demasiada importancia porque podría tratarse de
un juego de imagen, pero como estamos en una situación límite, no podemos
descartar nada. La de Turquía podría ser la respuesta a la visita de Netanyahu
a Estados Unidos de la cual no sabemos si fue para impedir o comprometer
el visto bueno de Estados Unidos a la operación en el Líbano
y que podría ser también una agresión contra Siria. Es que, en estos momentos
puntuales del inicio de la campaña electoral en Estados Unidos, Israel le está
pidiendo el OK para comprometer tanto a demócratas como a republicanos.
Es realmente una
actitud de verdadera sumisión a Israel y necesita ese apoyo. Y en ese
multifrente en el que está inmerso Israel no le está yendo muy bien y está
intentando, evidentemente, una escalada y el punto más contundente fue en
octubre del año pasado, con el bombardeo del Consulado iraní en Siria.
Israel estaba intentando
provocar a Irán en una escalada y no lo consiguió. El único objetivo de esa
escalada es arrastrar a Estados Unidos y ha conseguido aparentemente, en estos
meses, que Estados Unidos mire para otro lado. Una situación muy peligrosa.
Y sumemos en todo
este delirio a Putin y su respuesta al despliegue de los misiles de largo alcance
a Alemania por parte de la OTAN. No está de más recordar que la Federación Rusa
y la República Islámica de Irán son los únicos países que poseen misiles
hipersónicos y que Estados Unidos intentó fabricarlos, pero falló en sus
intentos. Lo que desconocemos es si China y Corea del Norte ya han podido
desarrollarlos.
Algunos proyectiles
como decimos capaces de alcanzar velocidades hipersónicas, podrían borrar del
mapa ciudades enteras, una capacidad destructiva que supera por cientos de
veces a las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki.
Además, Rusia ha desarrollado torpedos submarinos como el Poseidón, capaces de generar
tsunamis radiactivos y armas espaciales que podrían desestabilizar las
comunicaciones planetarias. Vladimir Putin advirtió a los Estados Unidos que si
despliegan misiles de largo alcance ATACMS en Alemania, Rusia lanzará sus
misiles de largo alcance a distancia en Occidente.
Y, por último, las
declaraciones de Trump: “Rusia es una máquina de guerra”. Como ya he
anticipado, el expresidente y, seguramente, futuro presidente de Estados
Unidos, si no lo asesinan antes, ya expresó que la guerra en Ucrania la
resolvería en veinticuatro horas, pero no nos callemos con respecto a su
postura sobre Israel, ahí la guerra continuará.
Me despido de nuestra
querida audiencia, agradeciendo su amable atención e invitándola a una nueva
emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. Con un mensaje de Luz, presento el tema
musical que escucharán a continuación: “Mi dulce Señor”. Mi Señor, mi dulce Señor,
realmente quiero conocerte, quiero verte, pero falta mucho tiempo, quiero estar
contigo, mi dulce Señor, déjame aprender de ti.”
PROF. VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata
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