ADIÓS A
LOS DOS GUARDIANES
DE LA DEMOCRACIA BRASILEÑA
Brasil se despide, con pesar y reverencia, de dos de los
nombres más influyentes de la cultura y el periodismo nacionales: Mino Carta y
Luís Fernando Veríssimo. Sus muertes, ocurridas en agosto y septiembre de este
año, dejaron un profundo vacío en la vida intelectual del país, pero también
reforzaron el legado de resistencia, libertad y compromiso con la democracia
que ambos construyeron durante décadas.
Mino Carta: La prensa como trinchera democrática
Mino Carta, quien murió a los 91 años, fue uno de los
fundadores de las revistas brasileñas Veja, IstoÉ y CartaCapital. Su obra pasó
por los períodos más oscuros de la historia brasileña, especialmente durante la
dictadura militar. Con valentía editorial, publicó denuncias de tortura y
censura, incluso a riesgo de represalias. En 1968, por ejemplo, su informe
sobre 150 casos de tortura fue censurado, pero marcó una ruptura en la armadura
impuesta por AI-5.
El presidente Lula, en un comunicado oficial, decretó tres
días de luto y destacó que "si hoy vivimos en una democracia sólida, mucho
de esto se debe a la obra de este verdadero humanista". Mino también fue
responsable de abrir espacio para las luchas sindicales en la década de 1970,
dando visibilidad al entonces líder sindical Luiz Inácio Lula da Silva.
Luís Fernando Veríssimo: La ironía como herramienta de
libertad
El escritor y cronista Luís Fernando Veríssimo falleció a
los 88 años, víctima de complicaciones de una neumonía. Con más de 70 libros
publicados y millones de copias vendidas, Veríssimo fue un maestro de la
sátira, la crítica social y la ligereza literaria. Creador de personajes como
Bagé's Analyst y Ed Mort, utilizó el humor como arma contra el autoritarismo y
la hipocresía política.
Lula también decretó luto oficial por su muerte, afirmando que
Veríssimo "supo usar la ironía para denunciar la dictadura y el
autoritarismo; y defender la democracia". Su obra, marcada por la
inteligencia y la sensibilidad, ayudó a generaciones a reflexionar sobre el
país con profundidad y ligereza.
Legado de resistencia y libertad
Ambos nombres, cada uno en su propia trinchera, Mino en la
prensa combativa, Veríssimo en la literatura crítica, fueron pilares en la
construcción de una sociedad más plural, justa y democrática. Sus voces
desafiaron el silencio impuesto por la represión y abrieron caminos para el
libre pensamiento.
En tiempos de polarización y amenazas a las instituciones
democráticas, Brasil se encuentra huérfano de dos de sus pensadores más
lúcidos. Pero también heredero de un legado que inspira a periodistas,
escritores y ciudadanos a no callar ante la injusticia.
Desde Brasil –Comunicadora
Social
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