RIBEREÑOS
EN RIESGO: EL LEGADO IGNORADO DE LA COP30
Y EL AVANCE DE LA DEFORESTACIÓN EN LA AMAZONÍA
Diez años después de la COP 20, celebrada en Lima, Perú, el
llamado global a la acción climática aún resuena sin una respuesta efectiva en
las orillas de los ríos amazónicos. La conferencia, que estableció el
"Llamado de Lima para la Acción Climática" como base para el Acuerdo
de París, prometió apoyo a los países vulnerables y un financiamiento climático
sólido. Sin embargo, para las poblaciones ribereñas de Acre y Amazonas, estas
promesas aún no se han traducido en protección ambiental o justicia social.
Deforestación en aumento, vidas en declive
Según un estudio publicado en Population and Environment, el
estado de Amazonas, aunque todavía tiene un 98% de bosques, ha visto cómo su
contribución a la deforestación en la Amazonía casi se ha duplicado en la
última década. La expansión agrícola, la apertura de carreteras y la
explotación de los recursos naturales han degradado ecosistemas esenciales para
la subsistencia fluvial. En Acre, la situación es similar: las comunidades que
dependen de la pesca, la recolección y la agricultura de subsistencia enfrentan
escasez de recursos, cambios en los patrones de lluvia y un aumento de
enfermedades respiratorias e infecciosas.
Impactos invisibles, consecuencias reales
La degradación forestal afecta directamente los ciclos
hidrológicos de la región. Los estudios muestran que la pérdida de cobertura
vegetal altera la evapotranspiración y la temperatura local, comprometiendo la
calidad del agua y la biodiversidad fluvial. Además, el desequilibrio en el
transporte fluvial de carbono, causado por la deforestación, amenaza la
dinámica ecológica de la cuenca amazónica y el Océano Atlántico.
Poblaciones ribereñas: víctimas y guardianes
Estas comunidades no solo son víctimas de la destrucción
ambiental, sino que también son guardianes de conocimientos ancestrales y
prácticas sostenibles. Sin embargo, enfrentan el abandono institucional, la
falta de infraestructura básica y la ausencia de políticas públicas efectivas.
El compromiso de la COP30 de apoyar a los países vulnerables y financiar
acciones de adaptación climática sigue estando lejos de la realidad amazónica.
Es hora de exigir resultados
La urgencia climática requiere más que acuerdos diplomáticos. Es necesario garantizar que los compromisos asumidos en conferencias como la COP30 se traduzcan en acciones concretas para la protección del medio ambiente, la inclusión social y el respeto de las formas de vida tradicionales. La Amazonía no puede seguir siendo el escenario de discursos globales y tragedias locales.
Desde Brasil –Comunicadora
Social
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