APERTURA EDITORIAL PROGRAMA
EL CLUB DE LA
PLUMA 7-12-2025
¿Y la crisis? ¿Dónde está la crisis?
Crisis, una palabra que se aplica en muchas situaciones, en diversas situaciones,
pero me pregunto y les pregunto si podemos indagar en dónde está la crisis,
porque últimamente se habla crisis climática, crisis ambiental, crisis
política, crisis económica, crisis poblacional, crisis de todo tipo. Bien, sí,
por supuesto, a nivel mundial hay diversas crisis. Cuando hablan de la crisis
medioambiental o climática, debido a una consecución de desastres naturales que
se han producido y se vienen produciendo, provocando muertes, desapariciones,
daños estructurales en las viviendas, en las ciudades, hay una crisis, claro, y
argumentan en base a ese término de crisis medioambiental, climática, la
cuestión del cambio climático, algo que muchas personas ponen en duda, si
realmente ese cambio climático en realidad existe, se ha producido.
¿Por qué el descreimiento? Porque hay
algunos que investigan, hacen estudios y dicen, bueno, en toda la existencia
del planeta han sido recurrentes desde, vaya a saber qué época, estos
terremotos, estos ciclones, estos tsunamis, ahora llamados tsunamis, antes
llamaban de otra forma, hay otros que no, que dicen que los niveles de estos
desastres van en aumento, bueno, pero en resumidas cuentas hablan de una crisis
climática y medioambiental. Bueno, podemos decir que ahí hay alguna crisis.
Después se habla de la crisis humanitaria.
¿Cuál crisis humanitaria?, me pregunto yo.
La crisis humanitaria, por ejemplo, que provoca el genocidio llevado adelante
por el gobierno nazicionista imperial israelí contra el pueblo palestino,
contra la población de Gaza, Cisjordania, Yemen, Libia, Siria, etcétera,
etcétera. Más que crisis humanitaria, es un genocidio.
Yo ahí discutiría el término de crisis.
Podríamos hablar de crisis humanitaria en alguna población africana que es
explotada, como en la época de las colonias, para extraer minerales, muriendo
en deslaves, en la caída de estructuras sin protección alguna. Sí, podría ser
una crisis humanitaria.
Yo creo que allí cabría otro término.
También sería una forma de genocidio, un genocidio por explotación, por esclavitud.
Están las crisis económicas, aquellas que influyen en el cotidiano vivir de las
personas y en la avaricia fenomenal, monumental de las grandes potencias
económicas, de los grandes intereses económicos, financieros, etcétera,
etcétera.
¿Es crisis eso? ¿Es aplicable a todas las
situaciones el término crisis? No sé, tengo mis dudas. Que un multimillonario
no pueda ganar todo lo que quiere ganar no me parece una cuestión de crisis,
sino que me parece algo más deplorable, que es que se perdió de ganar nada más.
No perdió nada, en definitiva.
Entonces no hay crisis. Sí hay crisis en la
mesa de los habitantes del planeta cuando no pueden llevar el pan o cuando no
pueden darle el mínimo sustento a su familia y se está dando una cierta forma
de crisis. ¿Qué puedo decirle? Crisis económica, porque no alcanza el mango.
Crisis humanitaria, porque no tienen para
el sustento, etcétera. Está también la crisis a nivel mundial, esta crisis
generada por esta compulsa entre dos grandes contendientes, que es el
multilateralismo y el gendarme mundial, el unipolar, el que siempre a través de
Hollywood se ha creído ser el mandamás mundial. Sí hay una crisis ahí en
disputa, un montón, sobre el control.
¿Pero qué tipo de control? ¿El control a
través del sometimiento o el control a través de la diversidad? Es muy
diferente. Recordemos cuando nuestro querido y recordado Carlos Pereyra Mele
nos hablaba con claridad de esos dos enfrentamientos a nivel global. Uno, que
es el que amenaza a Venezuela, a Colombia, a México, a Brasil, a toda
Latinoamérica.
Ese que, con la excusa de llevar la
democracia y los derechos humanos, invadió, asesinó, sometió a pueblos enteros.
En toda su historia. Nosotros, del otro lado, son aquellos que, lo digo en
forma coloquial, casera, entre nosotros, en una supuesta mesa de café o de mate
compartido.
Los otros dicen, no, mira, cada uno tiene
absoluta libertad para ejercer sus derechos y nosotros negociamos simplemente
qué es lo que te conviene a vos, de lo que te ofrezco, a ver qué me conviene,
qué me ofrecés. Y si podemos llegar a un acuerdo, lo hacemos de manera amable,
cordial, que nos beneficie a todos, sin inmiscuirme en tus decisiones
políticas, sociales y hasta culturales. Pero no, aquellos otros que a vos te
criaron con la imagen de la caballería para repeler a los indios, es lo que han
pretendido hacer siempre.
No respetar las diversidades, las culturas,
la historia, la identidad, nada, absolutamente nada, sometimiento por la fuerza
y provocando también genocidio, porque también lo han hecho ellos ahí. Estoy
hablando de Norteamérica, ¿no? Norteamérica ha sido una nación genocida
también. Lo ha sido y lo es.
Lo es porque todo lo que provoca en otros
países también es una forma de genocidio. Y hay crisis, claro, crisis global. Y
en Argentina estamos en crisis.
Tenemos una crisis política, tenemos algún
tipo de crisis económica, alguna crisis social, creo que hay una mezcla de
todos, pero podemos rápidamente ir describiendo de manera somera alguna de
ellas. La crisis social de la que algunos hablan, pero parece que hay gran
parte de la sociedad argentina que o no la ve o pretende no sentirla. Porque
vos fíjate, se han producido en estos casi dos años de este desgobierno, de
estos miserables, estos engendros miserables, dicen la libertad avanza, la
libertad no solamente no avanza, sino que es cercenada, es reprimida, es
gaseada, es golpeada, encarcelada, una mentira total, ¿no? Nos robaron el
término libertad como aquel otro que nos robaba el sí se puede y todo eso.
Me refiero al mafioso, ¿no? La mafia de la
Argentina, Macri. Pero estos que han venido, han venido a perfeccionar todo lo
que había hecho Macri y han generado bolsones de desocupados, miles de
desocupados, mano de obra que antes estaba ocupada hoy están desocupados.
Familias, incluso familias.
Empresas grandes y pequeñas que van
cerrando. Ya lo decíamos en el programa anterior, algunas otras se van salvando
con la importación porque, como decíamos, son empresas que se han creado para
ganar dinero y no para hacer beneficencia y es muy claro que quieran ganar algo
más de lo que van perdiendo porque al no producir, al no generar trabajo,
bueno, siguen perdiendo, pero bueno, de alguna forma hay que salvar. Pero
parece ser que todavía no se siente esa crisis aparentemente, digo, tal vez en
el abajo de la sociedad esté fluyendo ese bullir casi imperceptible que después
detone en un grito, en un estallido, en una bronca, la bronca, crisis de bronca
me surge.
Vos fijate que es mucha la gente en la
Argentina que se ha quedado sin trabajo, son muchas las empresas que han
cerrado, son muchos los negocios que van cerrando en pequeñas y grandes
ciudades y en las ciudades turísticas ni hablemos. La cantidad de cemento que
se ha invertido apostando a esa falsa industria sin chimeneas, decían sin
chimeneas porque no contaminaba, pero contaminan muchísimo y vos ves cartelitos
vendo, vendo, vendo, vendo, vendo, vendo, vendo, vendo, vendo, vendo, por todos
lados vendo, porque no hay movimiento. Entonces hay una crisis turística, diría
yo, para hacerlo más elegante.
Hay
diversos tipos de crisis y la crisis política, de la crisis política que
podemos hacer mención es aquella que se genera por la ausencia no solamente del
debate político sino de la confrontación política y de la reacción y acción
política, porque son decisiones políticas el reaccionar y el accionar contra
los abusos que llevan adelante los miserables que están en este de gobierno de
genocidas.
Entonces hay una crisis política en la
Argentina, hay una crisis política donde se han deslegitimado los liderazgos,
la representatividad, hay casi una ausencia de líderes, dije casi, atentos, y
eso genera una crisis de identidad política. Sabemos, ya lo hemos hablado en
muchas oportunidades, porque vamos llegando a todo esto, a esta no
participación, no acción, no reacción de nuestras sociedades. Hay una crisis
comunicacional, pero esa crisis comunicacional viene desde Bartolomé Mitre en
adelante, también lo hemos hablado en muchas oportunidades.
Hay una crisis educativa fundamental,
profunda, también lo hemos hablado y yo me sigo preguntando ¿y la crisis dónde
está? Y está en todos nosotros. Tenemos una crisis casi existencial, porque sin
darnos cuenta no sabemos dónde estamos parados. ¿Quiénes están a nuestro lado?
Cuando digo ¿quiénes están a nuestro lado? Quienes acompañan nuestro camino y
sienten las mismas sensaciones que nosotros.
Hay una crisis existencial en nuestra
sociedad donde no solamente no sabemos dónde estamos parados, sino que además
estamos absorbidos por una ignorancia fundamental, profunda, tremenda,
alarmante, preocupante. Y esa ignorancia, que es una forma también de crisis,
viene desde muchos otros lugares. Pero también está esa ignorancia producto del
no te metas y el no me meto, no participo, no participes, no te movilices, no
me movilizo.
Hay toda una conjunción de inmovilidad que
lleva a esta crisis existencial de la sociedad argentina. Más allá del hambre
que puedan pasar, más allá de la ausencia de trabajo que puedan tener, más allá
de la preocupación económica porque se endeudan con las tarjetas de crédito
para comprar un pedazo de carne, la crisis existencial social es abrumadora,
pero está silenciada. ¿Hasta cuándo? ¿Habrá en algún momento alguna reacción y
alguna acción? Fíjense lo que viene circulando de la tan especulada y, no sé si
tan difundida, pero reforma laboral.
Saben muchos y muchas qué va a pasar si se
aprueba esa reforma laboral, que seguramente contará con la aprobación en el
Congreso porque muchos de los que estaban dentro de esa oposición nacional y
popular, dentro del movimiento peronista o del partido peronista o la fuerza de
todos y que se yo, al menos tres o cuatro ya se dieron vuelta y pasaron a
conformar el espacio de los engendros del gobierno nacional.
Hay
una crisis política porque desde las estructuras de decisión no se toman las
medidas de expulsión y escrache a esos miserables como deberían. Hay una crisis
de múltiples factores, una crisis realmente preocupante y ¿vos la ves?
¿La
sentís la crisis?
¿Te
seguís preguntando por la crisis? ¿Dónde está?
Bienvenidas, bienvenidos, bienvenides a otra
emisión más de Club de la Pluma por nuestra radio web y la red de radios
compañeras, amigas que retrasmiten en directo en diferido, que les agradecemos
a la distancia con un abrazo enorme la posibilidad de poner las voces de la
patria grande y fuera de ella en otras regiones.
Le damos los muy buenos días a la profesora
Gabriela Fernández a pesar de la crisis. Buenos días Norberto, buenos días a
toda la audiencia de Club de la Pluma. Siempre va a ser una expresión de deseo.
Nosotros, yo por lo menos siempre, quiero
que quienes nos estén escuchando tengan un buen día, un buen momento, un buen
estímulo al cual aferrarse para continuar viviendo. Me puse a buscar porque
usted pone los disparadores y a mí me agarra como la curiosidad y quiero ir por
ese caminito. La palabra crisis es una interrupción del cosmos, es decir del
orden establecido.
¿Qué pasa cuando se interrumpe el orden
establecido con una crisis? Hay que tomar decisiones y ese es el origen de la
palabra crisis. Un momento crítico es a donde se toman decisiones, pero para
tomar decisiones tendría que haber alguna lógica, alguna categorización, algo
que nos dé una idea de qué lado de la mecha, de qué lado de la grieta, de qué
lado de la vereda nos vamos a poner, para dónde vamos a salir, qué vamos a
decidir y eso es lo que no hay. La superposición de crisis que usted acaba de
describir no puede ser casual porque me parece que en el origen la palabra
tenía como un carácter fenomenológico.
La crisis era algo que sucedía. Las crisis
provocadas, la superposición de crisis provocadas, vociferadas, invisibilizadas
y todo ese cúmulo, ese Aleph, informe e indiferenciado de quilombos que tenemos
en nuestra cabeza generado por la sobreexposición informativa, la sobre
estimulación, la desinformación, la fake news y los creadores de contenido que
no tienen nada que imaginar ni nada que aportar sino sólo repetir y amplificar
lo primero que les viene a la cabeza, nos han sembrado un caos inmovilizante
porque lo más inmovilizante que hay es el miedo y cuando hay caos hay miedo.
Entonces, digo, porque en este programa hay un columnista, Mauricio Ibáñez, que
dice que ante un abusador o ante un bullying el mundo se paraliza y se paraliza
por el miedo.
Nadie sabe qué hacer con el abusador y en
las redes he encontrado una frase de nuestro querido Kamilo Centofuoco que él
dice que no es difícil prever lo que va a pasar, porque todo esto va a durar
hasta que el hambre les mate el odio porque el odio nunca les va a matar el
hambre. Y cuando uno odia, ¿a quién odia? Voy a cerrar por acá con una canción
muy conocida por nuestra generación, se llama El Témpano y en una parte dice la
lucha es de igual a igual contra uno mismo y eso es ganarla. La lucha está
entre vivir o darse un corchazo, entre salir adelante cada día o dejarse estar.
Esa lucha que la sintamos como una cuestión
agónica es vivir, es estar vivo. Sin embargo, el odio siempre es contra uno
mismo y odiar es perder. Sí, odiar es perder, pero hay parte de la sociedad que
viene odiando y perdiendo hace mucho tiempo y se han acostumbrado a perder
tanto que hasta han perdido la dignidad y se conforman con migajas, con las
migajas como le tiraban la tierra el patrón en los sembradíos para seguir
explotando a sus esclavos.
Yo no sé, ojalá que Kamilo Centofuoco tenga
razón, pero no sé si el hambre va a vencer el odio porque hasta ahora veo que
hay hambre, veo que hay hambre porque los comedores aumentan en la cantidad de
asistentes como los comunitarios y los desocupados siguen en aumento, pero creo
que también el odio sigue en aumento porque todavía siguen influidos por una
maquinaria formidable de desinformación que les ha lavado los cerebros, pero
también hay sectores de la sociedad que eligen lavar sus cerebros.
Hay
víctimas y victimarios, se mezclan ahí en ese cambalache complicado de esta
crisis existencial argentina y de algunas otras partes del continente.
Veremos en algún momento si esto cambia de
manera rotunda para ver si la racionalidad, el heroísmo y los ideales de
libertad, independencia y soberanía afloran desde nuestras células y nuestras
venas para recuperar una vida que deberíamos estar viviendo mucho mejor, mucho
más esperanzadora.
Como siempre digo, de nosotros depende.
Bienvenidos al Club de la Pluma.
NORBERTO GANCI –Dirección/Producción/Conducción
Prof. GABRIELA FERNÁNDEZ –Asistencia Técnica/Coconducción
(Transcrito por TurboScribe.ai. Actualizar a Ilimitado para
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