LO NUESTRO Y LO AJENO
Saludamos al club de la pluma y agradecemos a
norberto ganci la posiblidad de difundir nuestro trabajo. Mi nombre es Pedro
rodriguez y desde Rosario continuamos con nuestra columna.
“Vine a achicar el
Estado para agrandar sus bolsillos". Así se expresó Milei
frente a los empresarios en la sede de la UIA (Unión Industrial Argentina).
Achicar el Estado, para él, es echar trabajadores, al tiempo que agranda el
volumen del capital social que va a ser apropiado por unos pocos: achicar el
estado es agrandar los bolsillos de los capitalistas, sobre todo, de los
grandes, los monopolios, la oligarquía financiera…Pero bueno, mientras tanto,
el secretario general de la UOM, Abel Furlán, se acordó en declaraciones televisivas
que el gobierno es de las multinacionales, que las decisiones no las toma el
enfermito sino un grupo de corporaciones. Para comprobar lo irrefutable de la
afirmación de Furlán, miremos un poco la historia.
“Entre 1945 y 1975 la matriz distributiva no varía
demasiado gobernase quién gobernase, oscila cerca de un 45% para los
trabajadores. Este piso tiene que ver con la matriz de esa sociedad, lo que se
entendía por justicia social estaba vinculado a la movilidad social ascendente
por un lado y a unA capacidad del mercado interno de garantizar condiciones de
vida que eran registradas en ese momento por ese conjunto como razonables. Desde el genocidio y martínez de Hoz el porcentaje
bajó a un 23 %, permaneciendo estable durante todos estos años, y amenaza hoy
con caer aún más. Ante esto, y todo lo que vienen haciendo
los gobiernos que lo precedieron, ¿qué podemos plantearnos?
Para un liberal, por ejemplo, un ciudadano tiene derecho a la educación, si
la puede pagar; a la salud, si se la puede pagar; a las vacaciones si las puede pagar, y así sucesivamente. De
modo que todos son derechos condicionados a sus ingresos reales. En principio elegíriamos decirle no al
liberalismo, no sé si estarán de acuerdo. Vamos a darlo por supuesto.
Hay quienes
proponen oponernos al concepto liberal del actual gobierno y motorizar las
políticas de regulación por parte del Estado. Nos dicen: hay un capitalismo
humano y esa es nuestra propuesta... Nos proponen ir modificando el sistema capitalista a
través de conquistas que tenemos que ganar por medio de manifestaciones para
“hacernos escuchar” y presionar a los legisladores y al ejecutivo para que
ejecuten políticas a favor del pueblo tales como un reparto equitativo de la
riqueza, respeto a los derechos humanos y al medio ambiente, salud, educación y
otras reivindicaciones. Ese capitalismo bueno, hasta ahora, no ha dado muestras
de sostenerse, ni de existir para millones de pobres ESTRUCTURALES en el país.
Por otro lado, la izquierda del sistema, la que
consigue alguna existencia mediática, propone la denuncia de las
arbitrariedades del sistema y para resolver las mismas, el voto de una cantidad
importante de legisladores para que aprueben leyes a favor del pueblo y se
opongan a las que son contrarias a sus intereses. La lucha política, según esta
izquierda, pasa por la discusión parlamentaria y los cargos que se puedan
obtener en el Congreso, los sindicatos, etc. Podríamos resumirla de la
siguiente manera: “vótennos que nosotros arreglaremos las cosas”.
Por otra parte, lo que sostenemos algunos:
1°) La
autoconvocatoria, entendida como la acción de masas independientes de cualquier
sujeción a cualquier partido político e independiente también de las
instituciones del Estado, enfrentándose a éstas, superando las barreras que imponen
las leyes o valiéndose de las mismas y/o extendiéndolas para hacer valer sus
intereses.
2°) La asamblea como institución soberana de la
voluntad de la masa movilizada ya sea ésta en un sector de trabajo, en toda una
planta, en un barrio, una institución educativa, etc.
3°) La democracia directa que se pone en práctica en
las asambleas del conjunto movilizado a través de la cual se deciden los pasos
a seguir, las responsabilidades que les toca a cada uno y los voceros que la
representarán, sin mandatos permanentes, pues si fueron elegidos para
desempeñar tal o cual función, que puedan ser removidos en cualquier momento
por decisión mayoritaria de la asamblea.
A propósito
de esto, parecemos demasiado dispuestos a olvidar que hay un poder monárquico
en esta pseudodemocracia (el miércoles pasado, el presidente de la Corte
Suprema de Justicia de Santa Fe declaró, respondiendo indirectamente a Pullaro:
"Me voy a ir el día que yo quiera, o sea, así
como entré hace 50 años al tribunal, por la misma puerta que entré quiero
salir, pero por decisión propia”).
En fin, podemos reconocer estas distintas
posiciones en el campo popular, en el lado de los que trabajan. También podemos
reconocer que, por la condición misma que nos pone de un mismo lado, el
antagonismo histórico con los explotadores y los saqueadores sigue intacto, por
más "innovación" que se pretenda. La estructura de los antagonismos
que construyen las transformaciones revolucionarias no han desaparecido, ni los
problemas que construyen los antagonismos tampoco han desaparecido sino que han
alcanzado otro rango de posibilidad. Hoy estamos en condiciones materiales de
resolver esta cuestión, y si no la resolvemos tenemos que preguntarnos sobre
nosotros mismos, sobre nuestra propia subjetividad, sobre las cosas que
nosotros tenemos que cambiar en nosotros para que esto sea posible.
Les habló Pedro Rodriguez y confiamos en
continuar transmitiendo nuestro trabajo para un amplio debate y participación.
Un saludo afectuoso a los oyentes del club de
la pluma y a sus columnistas. Hasta la próxima!
Columna 5 septiembre 2024
PEDRO RODRIGUEZ
Militante
Social
No hay comentarios:
Publicar un comentario