EL CLUB BILDELBERG
LA ÉLITE QUE DOMINA EL
PLANETA
RED TAVISTOCK
LAVADO DE CEREBROS A
ESCALA MUNDIAL
Suecia: se deshace sin
control por las bandas
¿Quién mueve más droga que
los narcos latinoamericanos?
¿Qué función cumple la
droga en el planeta?
Parte XV
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Mi columna de hoy será la
continuidad de una serie iniciada hace varias semanas, a partir de las
conceptualizaciones del Dr. Daniel Estulin en sus libros LA VERDADERA HISTORIA
DEL CLUB BILDELBERG y EL INSTITUTO TAVISTOCK, de sus programas y entrevistas y,
asimismo, utilizaremos otras fuentes de información fidedignas. De
conspiración, nada.
Todo está
absolutamente documentado.
Los elementos claves
de cualquier cártel de la droga son cuatro: producción, distribución,
transporte y protección siendo, justamente, la protección importantísima: caso
contrario, sin protección, se rompe toda la cadena, tiene que existir todo un
sistema de ocultamiento, silencio y complicidad para que pueda cerrarse el
circuito. Si les preguntase el nombre de narcotraficantes famosos, escucharía
nombres como el Chapo Guzmán, Pablo Escobar o Jorge Ochoa; el que no les
sonaría, seguramente, es el de Barry Seal. ¿Quién fue, no? Barry Seal fue un
agente de la CIA, asesinado por la misma CIA, en el año 1986. Es considerado el
mayor traficante de drogas de los Estados Unidos, el contrabandista de la CIA,
reclutado por la CIA que, cuando fue asesinado por la CIA, tenía en su bolsillo
el teléfono de George Bush, padre. Claro, una semana antes de ser
asesinado, había amenazado con delatar a sus superiores.
La muerte del
narcotraficante Barry Seal encierra gran parte de la perversa historia de las
operaciones encubiertas estadounidenses en la segunda mitad del siglo XX. Seal
fue el principal operador en el tráfico de cocaína en la década de los 80. Si
Seal hubiera sacado a la luz el secreto mejor guardado, que el gobierno de los
Estados Unidos mueve más droga que todos los narcotraficantes latinoamericanos
juntos, habría provocado la caída del gobierno de Reagan-Bush.
Este legendario
contrabandista de drogas de la CIA era un experimentado piloto. “Puso en
práctica la logística militar y solucionó el problema de la distribución. Esa
vía logística que estableció y continuó y la drogas volvieron a entrar en el
mercado estadounidense de forma oficial, como si se tratara de papel
higiénico,” afirmó el periodista Daniel Hopsicker, autor del libro “Barry and
the Boys”. Vamos, que en los Estados Unidos los dos partidos mayoritarios
tienen ese privilegio de mover los hilos del tráfico de drogas: los Bush, los
Clinton.
Barry Seal había
comenzado a tener problemas legales en 1986 con agencias del gobierno de los
Estados Unidos y ni siquiera sus vínculos con la CIA lo salvaron. Fue entonces
cuando Seal amenazó con revelar sus vínculos con el entonces vicepresidente
Bush, padre, con el comercio internacional de las drogas y la operación
Irán-CONTRA, en la que el gobierno de los Estados Unidos vendió armas al
gobierno iraní y financió el movimiento conocido como CONTRA en Nicaragua, en
1985 y 1986. Las drogas que importó Seal se distribuyeron por todo el
territorio estadounidense, causando una epidemia de “crack” sin precedentes en
la historia del país en la que murieron cientos de miles de jóvenes
estadounidenses y que destruyó la vida de millones de personas.
Seal tenía en su
poder documentación que revelaba el esquema del tráfico de cocaína del gobierno
de los Estados Unidos. En esta investigación del Dr. Daniel Estulin y otros
periodistas de investigación, se nombran bancos, otro elemento clave, que son
los encargados de “blanquear” el dinero del contrabando de las drogas que es
indispensable para que la economía planetaria continúe funcionando: la droga es
el lubricante de la economía mundial. Y la droga también se asocia con el
comercio de armas: no olviden que hay países que pagan con drogas, las armas
que necesita. Por ejemplo, Afganistán, que realiza una especie de trueque para
conseguir armas: drogas por armas.
Pero no hablemos sólo
de los Estados Unidos: en cualquier país donde hay un mercado de drogas de
relevancia, hay un grupo que tiene un fuero privilegiado que puede ser la
élite, el ejército, el Departamento de Estado quienes vigilan a los “capos” de
la droga: los protegen; la protección es una parte muy significativa. ¡Lo de la
guerra contra las drogas es de una falsedad absoluta! No se lo cree nadie.
¿Y qué finalidad
tienen las drogas? Una de ellas, es llenar los bolsillos de las élites
degeneradas que se hicieron con el control del mundo y, la otra, destrozar las
sociedades a nivel planetario.
La contracultura de
las drogas fue precisamente el arma que emplearon la Escuela de
Fráncfort y sus compañeros de viaje a lo largo de los
cincuenta años siguientes a la Segunda Guerra Mundial, para crear un paradigma
cultural que se apartase de la denominada matriz “autoritaria” del hombre hecho
a la imagen y semejanza de Dios y la superioridad de la forma republicana de
Estado-nación por encima de cualquier otra forma de organización política.
Transformaron la cultura estadounidense y la desviaron hacia el deshumanizante
abuso de las drogas.
Produjeron
generaciones y generaciones de necrófilos.
Y pasemos a una
temática, seguramente desconocida, de las verdaderas batallas campales en los
territorios dominados por el tráfico de drogas en la Unión Europea. Señalamos
en particular a la ciudad de Marsella, en Francia; en toda la Costa del Sol, en
España; Bruselas, en Bélgica; en los Países Bajos, es decir, Holanda, donde las
mafias tienen amenazada a una parte de la Familia Real, pero el caso más
significativo es el de Suecia. Es que como esto no aparece en los medios
hegemónicos de comunicación, los ciudadanos tienden a pensar que los asesinatos
y balaceras, las bandas, la inseguridad, el caos, las armas a plena luz del día
en las calles, todo es exclusivo y único
de América Latina y Caribeña y que las ciudades donde se
concentra el tráfico de drogas y las muertes son privativas de esos países.
La violencia es ahora
mismo una cuestión de estado en Suecia; como admitió la Primera Ministra Sueca:
“tenemos un estado paralelo dentro del Estado sueco”. Montones de zonas urbanas
donde la policía no puede entrar porque no tiene ni los medios ni las
capacidades para hacerlo; donde la cifra de muertos es escandalosa; donde
impera la ley de las mafias del crimen organizado y donde los jóvenes trabajan
como sicarios a sueldo dentro y fuera del país, por encargo, mientras docenas
de ellos mueren asesinados con unas cifras de violencia inauditas en el
continente europeo.
Pero, ¿qué ha podido
pasar para que un Estado que siempre fue modelo de bienestar y convivencia, se
acabe convirtiendo en el territorio menos seguro de toda Europa? La respuesta
no es unívoca, pero haciendo un poco de historia, recordemos los 149
subproyectos del programa MK-ULTRA de la CIA, en la década de los cincuenta del
siglo pasado, muchos de ellos relativos a la investigación de la modificación
de la conducta, la hipnosis, los efectos de las drogas, los sueros de la
verdad, los gérmenes patógenos y las toxinas de los tejidos humanos.
La CIA y los
servicios de inteligencia de los aliados comenzaron a experimentar
exhaustivamente con el LSD, con el fin de investigar el potencial que tenía
sobre el control social. Se sabe que se fabricaron y distribuyeron millones de
dosis de esa sustancia que luego pasaron a la sociedad en general. A efectos de
inteligencia, el programa MK-ULTRA, debía ocuparse de encontrar la forma de
manipular la memoria, la mente humana y el comportamiento.
Y podríamos
extendernos tanto y tanto sobre cómo la RED TAVISTOCK de lavado de cerebros a
escala planetaria, es una presencia omnipresente: está en todos los lugares,
siempre y, lo que es desgarrador, conocen hasta los últimos detalles de cómo
los seres humanos procesan la información. La droga dentro del mundo siniestro
y macabro de la élite que domina el planeta manipula la percepción y es un
instrumento más para despersonalizar a los seres humanos: hombres y mujeres
totalmente desprovistos de razón y de todas las habilidades del pensamiento:
deducción, inducción, análisis, síntesis, comparación, encerrados en sí mismos,
y así derrumban la civilización desde dentro.
Desconozco si habrán
visto algún vídeo sobre una zona de la ciudad de Filadelfia, en los Estados
Unidos, un lugar donde se ven por las calles, cientos y cientos de un nuevo
tipo de seres humanos, deambulando, muchos incapaces de permanecer de pie o
poder caminar, arrastrándose entre la suciedad, la basura, delgados, casi piel
y huesos: los zombies, idénticos, similares, absolutamente, a los que habrás
visto en alguna película. Eriza la piel.
No puedes permanecer
indiferente ante ese espectáculo devastador. La realidad supera la ficción.
Me despido de nuestra
querida audiencia, no sin antes introducir algo del tema musical que elegí:
Desencantada, nadando en aguas turbulentas, esperando aquí el final, flotar en
el aire demasiado pesado, casi nadie a quien dirigirse. Si tengo que caer desde
lo alto, que mi caída sea lenta, yo sólo encontré descanso en la indiferencia,
sin embargo, me gustaría recuperar la inocencia, pero nada tiene sentido y nada
vale. Todo es caos, todos mis ideales, palabras dañadas.
VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la Universidad
Nacional de Mar del Plata
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