TECNO FEUDALISMO: UNA LECTURA
Hemos venido
hablando de la digitalización, de la información, de la educación, de lo que a
diario consumimos en los medios y redes, convertidos de inmediato en medios de
propaganda. Hoy haremos referencia a lo que se ha llamado TECNO FEUDALISMO, muy
asociado a estos problemas.
La noción, la idea que predominó
mucho tiempo y que aún prevalece en
muchísimos bienpensantes es que el desarrollo económico y tecnocientífico
bastaba para remolcar, como una locomotora, los vagones de todo el tren del
desarrollo humano, es decir: libertad, democracia, autonomía, moralidad... esto
es, los ideales que se nos implantaron como si fueran un chip. Pero lo que se ve hoy día es que ese desarrollo ha traído un gigantesco
atraso, un subdesarrollo psíquico y moral, un empobrecimiento material y
simbólico pavoroso en grandes masas de población, sin importar cuán
"avanzada" sea su educación (no es necesario aclarar que hablando de
ese empobrecimiento simbólico nos referimos más a los doctores que a los
reguetoneros... pero esto será tema de una futura columna).
En ausencia de un contendiente
como la clase obrera organizada, o para no olvidarnos de los que hoy siguen
luchando: en la más extendida debilidad de las organizaciones de trabajadores a
nivel internacional, el capitalismo entró en una evolución dinámica
omnipresente que provocó una transformación en lo que Yanis Varoufakis (ex
ministro de Finanzas del gobierno de Syriza, coalición de izquierda griega)
llamó "tecnofeudalismo" y «capital-nube» a su nuevo vástago. Esta
transformación afecta al capitalismo como sistema. El capital-nube ha sustituido "los
mercados" por una especie de feudo digital en el que no solo los
proletarios sino también los burgueses producen ganancias para los capitalistas
vasallos. Están produciendo rentas. Están produciendo rentas en la nube, porque
el feudo es ahora un feudo en la nube, para los propietarios del capital en la
nube. Es un poder diferente del poder monopolista: hasta hoy
las corporaciones concentraban el
capital, concentraban el poder, compraban gobiernos y competidores. Los capitalistas de la nube
actuales ni siquiera se molestan en producir nada y vender sus cosas. Esto se
debe a que han sustituido a los mercados, no sólo los han monopolizado.
Hoy el capitalismo se basa en plataformas digitales más próximas a los
feudos tecnológicos o feudos en la nube.
Los
siervos de la nube, mientras, producen directamente capital con su trabajo
gratuito. Esto no ha ocurrido nunca antes. Los siervos del feudalismo eran
fundamentalmente productores agrícolas.
No producían capital: este dependía de los artesanos que producían
herramientas, aperos, arados y similares. En cambio, los usuarios modernos
contribuyen a la formación de capital simplemente interactuando con las
plataformas, ofreciendo mano de obra gratuita para aumentar el capital en nube
del capitalista.
Por supuesto, al igual que el
capitalismo necesitaba al feudalismo para asegurarse el suministro de
alimentos, el tecnofeudalismo es parasitario y obtiene un apoyo esencial del
sector capitalista para mantenerse.
Así pues, los trabajadores
continúan produciendo todo el valor. Toda la plusvalía se concentra en
corporaciones, pero luego es usurpada. Se la apropia este capital mutante —el
capital nube—, reproducido y multiplicado por personas que trabajan sin
remuneración en su tiempo libre.
Así que la plusvalía es sustraída del flujo
circular de ingresos por los capitalistas de la nube. Hasta acá, muy
sintéticamente, el planteo de Varoufakis, que merece su crítica posterior.
Esto hace que el sistema sea aún
más inestable, aún más propenso a las crisis, y aún más contradictorio e
incluso menos viable de lo que era el capitalismo clásico. Nuestras sociedades
son más conflictivas. Se están volviendo más estúpidas, más conflictivas, más
envenenadas y menos capaces de dejar espacio en ellas a la socialdemocracia, al
individuo liberal, a todos esos valores que con tanto esmero nos inculcaron,
para dejarnos hoy... chupando un palo
sentados sobre una calabaza.
PEDRO
RODRIGUEZ
Desde
Rosario- Militante Social
No hay comentarios:
Publicar un comentario