TRANSNISTRIA
RESURGE
UNO DE LOS CONFLICTOS POSTSOVIÉTICOS DILATADOS EN EL TIEMPO: TRANSNISTRIA, UN
ENCLAVE PRORRUSO DENTRO DE MOLDAVIA.
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.
Mi columna de hoy se
centrará en una cuestión dilatada en el tiempo, un conflicto postsoviético,
luego del derrumbamiento de la Unión Soviética: Hablaré sobre TRANSNISTRIA, un
enclave prorruso dentro de Moldavia. Ya he sugerido que para muchas cuestiones
tengamos un mapa a mano.
Moldavia es una
república pequeña que tiene fronteras al oeste con Rumanía y, al norte, sur y
este con Ucrania. Existen otros conflictos postsoviéticos congelados en el
tiempo, pero no serán motivo del espacio puntual de este domingo. No olvidemos
que para destruir la Federación Rusa según la RAND CORPORATION, uno de los
objetivos de la OTAN, entre otros, es desestabilizar Transnistria, otro lugar
dentro de las fronteras de Europa.
Moldavia perdió el
control de facto de Transnistria en 1992, como consecuencia de la Guerra de
Transnistria. Desde entonces, el partido gobernante, sólo ha recibido el
reconocimiento diplomático de Abjasia, Osetia del Sur y la República de
Nagorno-Karabaj, tres estados postsoviéticos con el reconocimiento mínimo de
ellos mismos.
La implosión de la
Unión Soviética en la Navidad de 1991, dejó a su paso numerosos conflictos
territoriales que se mantienen abiertos casi un cuarto de siglo después. Esta
franja de Transnistria es un territorio de 4000 kilómetros entre el río
Dniéster y Ucrania. Transnistria con un 60% de población rusoparlante proclamó
su independencia en 1990 y pidió el apoyo de Moscú.
Rusia mantiene allí
desde entonces a un millar de soldados. Existe en el limbo internacional; la región
es subvencionada por Rusia, que paga a pensionistas y funcionarios y le suministra
gas. En 2006, el 97% de sus habitantes en un referéndum ilegal se manifestó a
favor de su independencia y
de la integración en Rusia, algo que aún no se ha consumado.
La OTAN está alerta de Transnistria.
No olvidemos que la
disolución de la Unión Soviética dio lugar a la aparición de varios Estados nacidos
de las divisiones regionales de la Unión Soviética. La pequeña Transnistria que
la administración soviética había vinculado a Moldavia después de la Segunda
Guerra Mundial, proclamó su independencia 5 días después que Moldavia.
Es importante
recordar que los Estados Unidos trataron de aplastar militarmente a
Transnistria. Es que en medio del desmembramiento de la URSS y de las
proclamaciones de independencia de los Estados soviéticos, los medios de
difusión concedieron muy poca atención a lo de Transnistria. Esto motivó que
los Estados Unidos, ansioso por consolidar su propia influencia, se opusiera al
reconocimiento de Transnistria por parte de la ONU y que Washington tratara
incluso de aplastarla aportando su apoyo a una invasión rumano-moldava a través
del río Dniéster, pero los estadounidenses cometieron un grave error al
subestimar a los generales de Moscú que se oponían a Boris Yeltsin. Utilizando
los medios del 14 Ejército ruso estacionado en la propia Transnistria, esos generales
hicieron posible la victoria de la resistencia popular dirigida por el
presidente de Transnistria de ese momento, Igor Smirnov.
Los moldavos soñaban
con el modelo estadounidense mientras que la población de Transnistria optaba
por el de Gorbachov: construir una nación simultáneamente democrática y comunista.
Al año siguiente, en 1992, vuelvo a repetirlo, los Estados Unidos trataron de
destruir Transnistria lanzando contra ella un ejército de mercenarios. El
gobierno del presidente ruso Boris Yeltsin abandonó a la población de
Transnistria, pero esta se defendió sola y derrotó a los invasores, conquistando
así su libertad.
Hoy en día, el
gobierno de Moldavia no reconoce la independencia de Transnistria, llamada “República
Moldava del Dniéster”, no paga allí ningún tipo de prestaciones sociales ni los
salarios de sus empleados públicos, pero afirma que la población de
Transnistria es moldava.
A pesar de que Moldavia
y la República no reconocida proclamada por la población de Transnistria habían
concluido un acuerdo para que esta última pudiera tener acceso, a través del
territorio moldavo, al mercado de la Unión Europea y al mercado global en
general, el gobierno moldavo adoptó este año 2024 nuevas normas que obligan a
las empresas transnistrias a registrarse en Moldavia para que sus productos
puedan transitar en suelo moldavo. Pero las empresas de Transnistria no pueden registrarse
en Moldavia porque los bancos moldavos les niegan esa posibilidad.
Al mismo tiempo, la
guerra impide que los productos de Transnistria puedan transitar a través de
Ucrania. Vamos, el doble discurso de los Amos del Cortijo, como decimos aquí.
Durante todo el mes
de enero de este año, la capital de Transnistria, Tiraspol, ha sido escenario
de manifestaciones populares contra la forma de bloqueo económico descrita
antes. La mayoría de la población de Transnistria tiene triple nacionalidad: es
simultáneamente moldava, transnistria y rusa.
En suelo de
Transnistria, hay una misión permanente rusa de paz que cuenta entre 1500 y 2000
militares rusos.
El 21 de febrero, el
presidente de Transnistria, Vladim Krasnosselskin, anunció por primera vez en
dieciocho años, la convocatoria de todos sus diputados para reunirse en
Congreso. Ucrania que había intentado asesinar al presidente transnistrio en
septiembre de 2023, envió inmediatamente su embajador para garantizar que la
situación no se volviera en su contra.
El 27 de febrero, el Departamento
de Estado de Estados Unidos envió a Christopher Smith , un segundo de la subsecretaria
de Estado, Victoria Nuland.
El 28 de febrero, la
RAND CORPORATION, el “tanque pensante” del complejo militar-industrial
estadounidense, redactó un plan que propone debilitar al contrincante ruso de
Estados Unidos obligándolo a intervenir militarmente en Ucrania y después en Transnistria.
Ese plan fue presentado a la Cámara de Representantes del Congreso de los
Estados Unidos el 5 de septiembre de 2019.
No olvidemos a la
RAND CORPORATION que ya tenía todo planificado para destruir a la Federación
Rusa en varios frentes. Uno de ellos, era armar a Ucrania, entre otros frentes:
Todo estaba escrito en el plan de la RAND CORPORATION. Y volviendo a Victoria
Nuland y su esposo Robert Kagan, ambos forman parte del complejo
militar-industrial, es decir, están a ambos lados del mostrador: promueven las
guerras y obtienen ganancias más que millonarias, imposibles de imaginar.
También podría mencionar a Anthony Blinken, secretario de Estado de los Estados
Unidos que guarda estrecha relación con el complejo militar-industrial estadounidense,
pero eso podría ser motivo para otra columna. Cuántos personajes siniestros,
¿no?
En enero de 2022, el
Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de
Seguridad, Josep Borrel, estuvo personalmente en la frontera entre Ucrania y Transnistria
para reunirse allí con la Misión de Asistencia de la Unión Europea para las
Fronteras de Moldavia y Ucrania. El objetivo del viaje de Josep Borrel era
preparar la crisis actual. Es que Josep Borrel, jefe de la “diplomacia”
europea, organiza el bloqueo contra Donbass y Transnistria.
La Unión Europea que
se presenta oficialmente como una potencia de paz, en realidad, está preparando
los teatros de guerra de la OTAN. ¿Y por qué la cuestión se torna tan caliente
en Europa? Porque Transnistria ha pedido ayuda a la Federación Rusa. ¿Qué
ocurrirá? No lo sabemos.
Son tiempos muy
complicados en Europa, de muchísima tensión, porque podrían involucrar la
supervivencia, no solamente de la población europea, sino de toda la especie
humana sobre el planeta. Me refiero a la guerra termonuclear a la que nos está
llevando la OTAN.
Me despido de nuestra
querida audiencia, agradeciendo su amable atención y deseando que nos volvamos
a encontrar en otra emisión más de EL CLUB DE LA PLUMA.
PROF. VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata
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