EL CLUB
BILDELBERG
LA ÉLITE
QUE DOMINA EL PLANETA
RED
TAVISTOCK
LAVADO DE
CEREBROS A ESCALA MUNDIAL
El
obsoleto modelo nazi reemplazado por otro más sutil
Parte XXVI
Un cálido abrazo a la
distancia, a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.
Enmi columna de hoy
continuaré con reflexiones que se han iniciado hace varios meses, a partir de
las conceptualizaciones del Dr. Daniel Estulin en sus libros: LA VERDADERA
HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK y METAPOLÍTICA.
Hoy me centraré en
los mecanismos de reemplazo del antiguo modelo nazi y cómo se ha transformado
en uno más sutil.
¿Sabe que no hay
ninguna diferencia entre los matones agresivos nazis de los años treinta y los
asesinos liberadores “democráticos” de las últimas décadas?
Sin darse cuenta
siquiera, usted ha pasado a formar parte de la chusma, de una turba fascista
organizada enteramente a través de la televisión, porque usted no ha cuestionada
nada.
Ha aceptado como una
verdad irrefutable todo lo que dijo el televisor. ¿Sigue sin creerme? Tal como
expresó Keith Harmon Snow en GLOBAL RESEARCH, en febrero de 2007, haciendo
referencia al conflicto de Sudán, inspirado por Gran Bretaña:
Primero, se crea la
inestabilidad y el caos para que parezca que los árabes están luchando contra
los africanos, esos de por ahí siempre están matándose unos a otros.
Segundo, se
organiza una campaña en los medios de comunicación que enfoque el rayo láser de
la atención pública hacia el aumento de la inestabilidad.
Tercero, se agita a
la opinión pública y promueve la indignación entre una población occidental
manipulada que, de forma bastante literal, es capaz de creerse cualquier cosa.
Cuarto, uno se
asegura de que el diablo, esta vez son las milicias árabes, venga montado a
caballo.
Quinto, se demoniza
al “enemigo”, léase los sucios árabes y a sus socios, las petroleras chinas y
los traficantes de armas rusos.
Sexto, se envía
allí a soldados cristianos y a sus ejércitos “humanitarios”. ¡Ya ha nacido un
movimiento!
Séptimo, se
continúa debilitando el poder del enemigo socavando su credibilidad.
Octavo, bajo el
estandarte de la superioridad moral y contando con el total apoyo de un público
occidental muy concientizado, se expulsa las fuerzas malévolas, del Islam y del
Oriente, y se instala un gobierno benevolente, amante de la paz y proclive a la
democracia.
Y, por último, se
retiran las sanciones, que ya no son necesarias, y se lleva el tan necesario
“desarrollo” a otro país atrasado. Y ya lo tenemos: otra misión de
“civilización”
para conquistar a esas hordas bárbaras de árabes y a esos
africanos tribales muertos de hambre, desamparados, ignorantes, enfermos e
infectados de sida. Amen.
Este ejemplo muestra
con qué eficiencia la televisión es capaz de manipular a la opinión pública en
nombre de cruzadas militares extranjeras que hacen avanzar la causa del
gobierno mundial, y lo hacen sin siquiera declarar de manera explícita que el
objetivo es el GOBIERNO MUNDIAL o la EMPRESA MUNDIAL.
Una cosa de la que
quizás no se ha percatado usted, porque no le han contado un hecho tan nimio,
es que antes de las campañas de propaganda “humanitaria” de los medios de
comunicación, ni Somalia, ni Kosovo, y desde luego, tampoco Sudán, figuraban
entre las principales preocupaciones del estadounidense medio. En realidad, más
del 85% de la población estadounidense no era capaz de situar a Sudán en un
mapa.
Lo mismo podría
decirse de Somalia y, por supuesto, de Kosovo, por no mencionar a Irak antes de
la invasión Tormenta del Desierto de 1991. El 87 % no sabía dónde estaba Irak y
no tenía ni idea de quien era Sadam Husein, hasta que los diligentes y
persistentes esfuerzos realizados por la CNN para adoctrinar a las masas
estadounidenses hicieron posibles dichas campañas militares.
A finales de 2010, ya
habían muerto más de un millón y medio de iraquíes inocentes, además de Sadam
Husein y más de cinco mil soldados estadounidenses y varias decenas de miles de
personas desconocidas de una guerra que “liberaba” al país en nombre de British
Petroleum, Royal Dutch Shell, Chase Manhattan Bank, Bank of America, CitiGroup
y un número interminable de multinacionales que luchaban por quedarse con un
trozo de los trofeos y las riquezas de Irak.
¿Y usted cree que en
Afganistán fue diferente? Entre Afganistán e Irak, decenas de miles de niños muertos,
cientos de miles de mutilados para toda la vida. ¿Y por quién hemos luchado?
Estados Unidos
derrocó a los sucios talibanes, sólo para sustituirlos por uno de los líderes
más corruptos que ha conocido el mundo: Hamid Karzai, un importante traficante
de drogas que se acuesta con las mismas fuerzas indeseables contra las que
hechos ido a luchar. ¿Seguimos siendo el número uno? El número uno en idiotez,
eso es lo que somos. ¿Ha viajado últimamente a los Estados Unidos?
El personal del
aeropuerto, que forma parte del Departamento de Seguridad Nacional, está
compuesto por los mismos soldados nazis que sacaban a ancianas judías a rastras
de su casa y las mataban a golpes con la culata del fusil, simplemente, por
placer y en nombre de la seguridad. Mientras usted, el ciudadano modelo, permanecía
antes y permanece ahora al margen, sin hacer nada, impotente y mudo. Porque
usted y sus conciudadanos tienen el cerebro lavado por la televisión para que
nunca cuestionen la autoridad, por muy escandaloso e inhumano que pueda ser lo
que ocurra.
¿O, en realidad,
piensa que ha llegado hasta este punto usted solito? Retroceda treinta años.
¿Se comportaba así la gente con su prójimo? Más bien, no, ¿verdad? Entonces,
¿qué ha ocurrido?
En algún momento, no
sabemos cuándo, hemos perdido la conciencia. La conciencia es algo que desarrollamos
en la medida en que sentimos y pensamos por nosotros mismos. En tanto nos limitamos
a aceptar los tópicos emocionales e intelectuales de los demás, nos quedamos
sin hacer nada.
El advenimiento y la
difusión generalizada de la tecnología de la televisión han dejado
obsoleto el modelo nazi de la sociedad fascista; han
aportado un medio mejor, más sutil y más poderoso para controlar a la sociedad
que el terror organizado del Estado nazi.
Volviendo al Estado
nazi, este fue creado por los mismos intereses oligárquicos económicos y políticos
que controlan hoy en día lo que llamamos “medios de comunicación de masas”.
Olvídese de las historias que ha visto en la televisión, que cuentan cómo
Hitler llegó al poder. Le despejaron el camino los mismos oligarcas que se
sirven de los lavacerebros que programan hoy lo que está viendo en televisión.
A lo largo de una
serie de años, después de la Primera Guerra Mundial, Alemania sufrió la
política económica de esa élite internacional. Los nazis de Hitler fueron financiados
y promovidos como opción política y, luego, llevados al poder entre 1932 y
1933. Una vez situados en el poder, los nazis se mantuvieron valiéndose del
terror como una parte del lavado de cerebro de las masas. Al final, el experimento
nazi fracasó y a los propios nazis tuvieron que destruirlos las mismas fuerzas
que los habían encumbrado en el poder. Y aunque pueda sorprender a muchos, la
Alemania nazi fue un experimento de psicología de masas.
Lo que hace humano al
hombre es el poder de razonar. Lo único que hay más grande que la vida es el
poder de la mente humana. Así es como se mide la humanidad. La auténtica
soberanía no corresponde a la opinión pública, sino a los poderes creativos de
la mente humana de cada uno.
Me despido de todos ustedes, agradeciendo su amable atención y deseando que volvamos a encontrarnos en otra emisión más de EL CLUB DE LA PLUMA.
VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la Universidad Nacional de
Mar del Plata
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