EL CLUB
BILDELBERG
LA ÉLITE
QUE DOMINA EL PLANETA
RED
TAVISTOCK
LAVADO DE
CEREBROS A ESCALA PLANETARIA
Desde
Nixon, la desregulación de los mercados financieros hasta la situación
apocalíptica mundial hoy
Parte XVII
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Mi columna de hoy continuará
ahondando otra temática más que significativa a partir de las
conceptualizaciones del Dr. Daniel Estulin en sus libros LA VERDADERA HISTORIA
DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK Y METAPOLÍTICA.
Para comenzar,
recordemos que el CLUB BILDELBERG domina al gobierno de los Estados Unidos, a
la Unión Europea, a la Organización Mundial de la Salud, al Banco Mundial, al
Fondo Monetario Internacional, a la Organización Mundial del Comercio, a la
OTAN, a la ONU y otras instituciones similares y que la RED TAVISTOCK de lavado
de cerebros a escala planetaria, en perfecta coordinación, manipula,
desinforma, pervierte la información, invierte los valores morales de la
ciudadanía universal.
Esta introducción me
parece indispensable para abordar la temática más perversa de las últimas
décadas: desde Nixon, con su desregulación de los mercados financieros a partir
de 1971, cuando el dólar se desvinculó del patrón oro, Estados Unidos solamente
ha vendido humo al mundo. Mientras que en 1945 representaba el 45% de la
economía planetaria, tanto en niveles de consumo como de producción, entre los
años 1981 y 2009, se limitó a imprimir dólares, de ahí que su crecimiento fue
del 0%. Increíble, no? Vendieron humo. A
que no lo sabías?
Existe algo
intrínseco en el capitalismo y es la expansión de los mercados, pero estos son
finitos, tienen un límite. En 1991, con la disolución de la
Unión Soviética, la economía capitalista pudo expandirse paralelamente a la
destrucción de la economía soviética. Pero hoy hemos llegado al límite del
crecimiento, a un punto de no retorno. Desde marzo de 2020, hemos entrado en
una recesión de dimensiones inimaginables.
A partir de la crisis
de Lehman Brothers de las “hipotecas basura” de 2008, el desastre financiero
entró en su etapa final. Después de una década de imprimir dinero por parte de
los bancos centrales y crear una enorme deuda, más que impagable, se ha llegado
a un límite insostenible. Es cuestión de tiempo para que estalle. Seis meses,
un año, un
poquito más? Todo el sistema económico y financiero mundial
está en su lecho de muerte.
Obviamente, un
desastre de esta índole favorece a las élites financieras. Y si quizás han
visto información sobre la Unión Europea, los datos macroeconómicos, las deudas
escandalosas e impagables de los Estados miembros, ¡cifras inimaginables!, las
deudas familiares por compras con tarjetas de créditos, préstamos, por
hipotecas que van subiendo ininterrumpidamente por las tasas de interés, la
inflación, el coste de la energía, hace que nuestro continente sea un lugar
despiadado más para que sobrevivan las clases medias y bajas. Europa está
sujeta al control de los bancos privados que regulan a sus gobiernos y les
dictan las condiciones.
Los ciudadanos quedan
fuera del interés y la preocupación de sus Estados. La banca europea es un
remanente de la sociedad feudal en la que dominaban los intereses privados.
Tampoco lo sabías,
¿no? La supuesta independencia del Banco Central Europeo es, en rigor, un
instrumento autoritario contra la política económica de los gobiernos
“soberanos” que tendrían que estar orientados hacia el bienestar de sus
pueblos.
Esta situación
caótica en la cual la crisis de 2008 de Lehman Brothers fue el inicio fatal,
nos señala que nos dirigimos inexorablemente al colapso económico y financiero
mundial. ¡Ya no se puede continuar imprimiendo dinero, ni dólares ni euros!
¡Ojo con hablar de partidos políticos de derecha o de izquierda, si los Estados
están atados a las reglas implícitas del capitalismo!
¡Basta! El planeta se
rige por los ciclos económicos del capitalismo. Que no te engañen. Y cuando son
los pueblos los que sufren penurias y muertes, que son los que pierden, hay al
mismo tiempo alguien que siempre está ganando billones y billones de dólares o
euros. ¿Lo pensaron así alguna vez? Mientras los pobres perdemos, los ricos
tienen cada día más fortunas.
Pero volvamos en el
tiempo histórico, obviamente, todo esto fue manipulado y endulzado para las
masas que estudian frente al televisor. No olvidemos que ya van tres
generaciones sucesivas de lavado de cerebros, sobre todo, con el televisor, por
la RED TAVISTOCK. El economista Grant Williams explica que en la década de los
setenta Henry Kissinger y Richard Nixon cerraron un trato con la Casa de Saúd,
la monarquía de Arabia Saudí, de ahí su nombre, y ese acuerdo dio lugar al
sistema “petrodólar”. Los saudíes estarían de acuerdo en aceptar
“exclusivamente” dólares estadounidenses a cambio de su petróleo y, luego, reinvirtirían
su excedente de dólares en instrumentos del tesoro estadounidense.
A cambio, los Estados
Unidos les proveería armas y una garantía de seguridad a los saudís. Las
compras saudíes de bonos del tesoro aumentaron junto con el precio del petróleo
y todo el mundo estuvo feliz, pero a partir de Nixon, justamente, que cerró de
golpe la ventanilla del oro y de que el sistema de los
petrodólares se estableció cómodamente, la cantidad de compradores extranjeros
de deuda estadounidense creció de forma exponencial. Que el producto más vital
del mundo sólo pudiera pagarse en dólares implicó que todo el mundo necesitaría
tener grandes reservas de esta divisa para pagar por él y que habría una fuerte
oferta por los bonos del tesoro.
A principios de 1973,
el dólar estaba cayendo y las economías francesas, alemana y japonesa
comenzaban realmente a florecer. Pero en mayo de 1973, se reunió el CLUB
BILDELBERG y, ¿qué ocurrió? Que ciertas élites vinculadas con los bancos
centrales de dinero en Nueva York decidieron que había llegado la hora de
causar una conmoción importarte para revertir la dirección de la economía
global, incluso a costa de que se produjera una recesión de la economía
estadounidense.
La guerra entre
Egipto e Israel fue usada como pretexto para ejecutar un embargo petrolero
contra los Estado Unidos. El punto clave en la agenda de la reunión del CLUB
BILDELBERG fue el aumento del 400% en el precio del petróleo
de la OPEC. La discusión fue qué harían con todos los petrodólares que llegarían
a los bancos de Londres y Nueva York.
Todo eso tenía como
verdadero objetivo dar continuidad al proceso IMPERIAL SISTÉMICO para robar la
verdadera riqueza productiva de los países más importantes del planeta. Ese
engaño produjo una transferencia de riqueza increíble, que no fue a los países
de la OPEC, sino que fue enviada a Londres y a Wall Street. De esta manera, la
oligarquía financiera en los centros más importantes usó el engaño del precio
del petróleo para establecer el dominio absoluto sobre el sistema de crédito
mundial y para asegurarse de que ya no beneficiaría el desarrollo civil o
cultural.
¿Escucharon bien, no?
La conmoción del
precio del petróleo detuvo el crecimiento en Europa, aniquiló la
industrialización de los países en vías del desarrollo del Tercer Mundo, los
cuales disfrutaban a principios de los setenta de un rápido crecimiento
dinámico y también inclinó de nuevo el equilibrio de poder hacia Wall Street y
el sistema dólar. El mercado del petróleo combinado con las ganancias del tráfico
de drogas, lo domina el Imperio Británico a través de “Drogas.Inc”. Todo esto
fue necesario para la reestructuración de Wall Street en la década de los
setenta y allanaron el camino para los bonos basura de la década de los ochenta
y los derivados de los noventa.
El Estado Profundo
usó el engaño para financiar operaciones que transformarían a los Estados
Unidos. Wall Street se transformó en un casino gigante, en el que las apuestas
a los instrumentos financieros reemplazaron la inversión y se cortó el vínculo
con la realidad. ¿Qué tiene que ver ese mundo financiero con nuestra realidad
de obreros, jubilados? El Imperio ha utilizado un enorme engaño financiero para
dirigir el ataque con el que se apoderará del planeta. El efecto de ese ataque
se hace palpable ahora.
La burbuja financiera
estalló y lo que pronto vendrá será apocalíptico y el gran motor financiero que
se suponía que reemplazaría a la industria como el motor económico del futuro,
ha resultado ser tan sustancial como la ropa nueva del emperador en el cuento.
Me despido de nuestra
querida audiencia agradeciendo su amable atención, no sin antes introducir algo
del tema musical que elegí, pero que lo seleccioné como tema de denuncia:
Algunos chicos me besan, algunos me abrazan, creo que está bien, pero si no me
dan el dinero necesario, simplemente, me marcho. Porque el chico que tiene el
dinero necesario, será el más indicado.
Viviendo en un mundo
material y yo soy una chica material. Sólo los chicos que son tacaños, hacen
mis días tristes. Sabes que estamos en un mundo material. Los chicos vienen y
van. Y eso está bien.
La experiencia me ha
hecho rica y ahora están detrás de mí. Vivimos en un mundo material.
VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata
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