RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 3 de septiembre de 2023

EL CLUB BILDELBERG - RED TAVISTOCK - Parte XIII - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

EL CLUB BILDELBERG:

LA ÉLITE QUE DOMINA EL PLANETA

RED TAVISTOCK:

LAVADO DE CEREBRO A ESCALA MUNDIAL

Globalistas y ultraglobalistas

La guerra termonuclear es el sueño húmedo de los ultraglobalistas

Parte XIII

 

 

 Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.

 La columna de hoy será una continuidad de la serie iniciada hace unas semanas a partir de las conceptualizaciones del Dr. Daniel Estulin en sus libros LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK Y LA TRASTIENDA DE TRUMP.

 

 ¿Cómo comenzar a hablar sobre una temática que involucra a toda la Humanidad?  Deseo referirme a una guerra termonuclear, en la cual está en juego toda la especie humana. Empezaré recordando que con la llegada del televisor, ya pasaron tres generaciones consecutivas que están sufriendo toda su vida el lavado de cerebros.

 No olvidemos la meta de la RED TAVISTOCK, el brazo “lavacerebros a escala mundial” del CLUB BILDELBERG: volver más infantil a cada generación, más animal, más amoral y, por lo tanto, más fácil de controlar.

 

 El mundo del que formamos parte hoy en día está menos concientizado, más sensacionalista, es emocional. De conciencia, cero; de racionalidad, cero, y todo el empuje del pensamiento se ha empleado en reducir el ámbito de la responsabilidad moral individual. El televisor en sí mismo se ha convertido en el agente moralizador de las masas. Empezó diciendo a la gente lo que tenía que hacer y continúa diciéndole qué tiene que pensar. ¿Quiénes son buenos, quienes son malos?

 Expertos en la llamada “guerra cultural” crean sistemas de valores que, a su vez, son impuestos a las sociedades por el televisor, por ejemplo.

 Y ahora traeré a la memoria otro hecho para adentrarnos en la temática central.  ¿Recuerdan cuando Biden dijo que todos los que no son de su partido son fascistas, amigos de la violencia? Y cambiamos al otro bando estadounidense. ¿Quién iba a pensar que un misógino, xenófobo, salvaje y populista, impresentable como Trump hubiera llegado al gobierno de los Estados Unidos? Pues nadie.

 A ver si nos entendemos. Cuando hablamos de personas, puntualmente, no nos estamos refiriendo a ese individuo en particular, sino al PROYECTO QUE REPRESENTA. Trump representa el proyecto industrialista, globalista, nacionalista y Biden, Bush, Obama, Hillary Clinton representan los poderes fácticos financieros; son los ultraglobalistas y lo que estamos viviendo es una lucha a muerte contra la Humanidad porque estos últimos quieren salvar su MODELO PLANETARIO, el asesino NUEVO ORDEN MUNDIAL, los que dan forma a la actual agenda global.

 

 La gran política y la gran economía siempre van de la mano. En muchos países, ya las

elecciones no son un tema meramente nacional o político, sino también han adquirido una dimensión económica. Esto es especialmente cierto en países como los Estados Unidos. Dicho esto, es fácil entender por qué Trump es en un 90% una reacción inevitable a la política exterior de los Estados Unidos y, seguramente, también a la política interior, porque hoy en día la línea que separa lo interior de lo exterior, se ha desdibujado mucho.

 

 Estados Unidos no debe considerarse como un frente unido, sino como una muñeca rusa que contiene, al menos, tres Estados Unidos distintos. La primera capa es el Estados Unidos de Wall Street, la burocracia de Washington, Chicago, Hollywood y Silicon Valley, el Estados Unidos de la prensa escrita. Es la zona de los fondos especulativos, los fondos de inversión, las aseguradoras, etc. Venden humo.

 

 Es un Estados Unidos que presta a otros, representado por Hillary Clinton. Piensen ustedes que la economía del mundo real acapara 80 billones de dólares, mientras que el mercado financiero global representa 800 billones de dólares y, si se tienen en cuenta los derivados, la cifra asciende a 1500 billones de dólares de fraude organizado. En el futuro, alguien tendrá que pagar por estas transgresiones. El grupo de Clinton espera que no sean ellos.

 

 Después está el segundo Estados Unidos que es el postindustrial o corporativo. Apoya la producción y las empresas transnacionales. Trump se convirtió en su voz. Sin embargo, Trump no habría ganado si el tercer Estados Unidos no lo hubiera apoyado. Es el Estados Unidos de la alta tecnología. Es el Estados Unidos del conocimiento, los intelectuales, de las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones, que ha emergido en los últimos 40 años. En el escenario global, Trump representa al portavoz de fuerzas que no están preparadas para sacrificar Estados Unidos a los planes globales.

 

 Volvamos un poco atrás en el tiempo. Hasta el año 1991 coexistían dos modelos económicos: el capitalista y el socialista representado este último por la Unión Soviética y sus países satélites, pero con su destrucción que fue desde el interior, así murió un modelo. Para poder destruir un estado como la Unión Soviética fue necesario destruirla desde dentro. A partir de ahí, Occidente pudo expandirse y unir ambos sistemas y, así, el sistema liberal financiero pudo expandir su influencia. Pero después de 2008, con la quiebra de Lehman Brothers de las “hipotecas basura”, llegamos adonde llegamos: EL PRINCIPIO DEL FIN, porque ya no había dónde expandirse para continuar obteniendo beneficios.

 

 Siempre en nombre de la “democracia”, la “libertad” y siguieron una tras otras las revoluciones de colores a nivel planetario, cambios de régimen, los golpes de Estado de manera incesante, asesinatos selectivos. Y hoy hemos llegado AL FIN. ¿Escucharon bien?

Ya no hay herramientas para salvar el modelo liberal financiero representado por Biden.

 La crisis económica que se avecina a nivel planetario será apocalíptica. Y aquí viene el sueño húmedo de la élite económica financiera global de los ultraglobalistas: la única solución es la GUERRA TERMONUCLEAR. ¿Por qué? Porque desgrava deudas, deslinda responsabilidades y pueden empezar de cero. Fuerte, ¿no? No olvidemos que el primer propósito del CLUB BILDELBERG es el despoblamiento. ¿Ustedes piensan que les preocupa que unos cuantos millones de personas mueran? Para nada.

 

 Para la élite, somos seres despreciables que tenemos que continuar alimentándonos y así seguir reduciendo los recursos naturales de los cuales son dueños. Ya no necesitan a la clase media; les sobra, ya no nos necesitan, son propietarios de todo, de ahí su aniquilamiento económico progresivo y sistemático. Dónde quedó la Era de Oro del capitalismo, ¿no? ¿Y ustedes qué creen sobre los ataques incesantes e ininterrumpidos de los ucronazis sobre la central de energía nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, que está en manos de la Federación Rusa?

 Los ultraglobalistas quieren que estalle la planta nuclear ucraniana para iniciar la devastación total justificada. Así, directamente, la OTAN iniciaría una acción directa contra la Federación Rusa.

 Menos inocencia, hermanos.

 

 Pero un problemita inesperado apareció en el tiempo histórico, otro polo que tiene algo que decir: son Rusia y China, la primera a nivel militar; la segunda, a nivel económico. Ya se complica un poco más el panorama... China y Rusia no están dispuestas a un suicidio colectivo.

 Y, ahora bien, cuando me había referido al discurso de Biden lo que él estaba queriendo decir es que “somos relevantes” y Trump, por el otro lado, está queriendo decir otra cosa. Y si ese Biden metafórico quiere destruir a los Estados Unidos es para salvarse ellos mismos y no es porque sean americanos. No son norteamericanos ni Soros, ni Rockefeller, son ultraglobalistas.

 

  Ya durante el gobierno de Obama hemos sido testigos de una gran escalada hacia el enfrentamiento militar estratégico contra Rusia y China. Podemos llamar también a este grupo el ESTADO PROFUNDO.

 ¿Y qué representa Trump? ¿Por qué es tan peligroso? ¿Por qué hay que continuar aplastándolo?

 Porque el potencial que suponía y supone un gobierno de Trump, podría mandar a esas élites económicas y financieras y a su homicida NUEVO ORDEN MUNDIAL, postSegunda Guerra Mundial, a la papelera de la Historia. Recordemos que, su momento, periódicos tanto de Alemania como de Gran Bretaña (Die Zeit yThe Spectator) habían publicado que Trump tenía que dejar la presidencia, sí o sí, incluso aunque eso implicara su asesinato. ¿No les ha llamado la atención que Trump haya sido acusado de 37 delitos federales, acusado formalmente en una corte federal de Miami?

 Trump arremetió contra el sistema de justicia de Estados Unidos y aseguró que se trata de una persecución política. ¿En qué se diferencia el caso de Trump con el de los correos electrónicos de Hillary Clinton o los documentos clasificados de Biden? Muy curioso, ¿no?

Para entender la trastienda de ese asalto contra Trump, debemos tener en cuenta las dos vulnerabilidades del NUEVO ORDEN MUNDIAL, del ESTADO PROFUNDO.

 La primera y más importante es que, como son adictos a jugar con el dinero, no saben cómo construir una economía capaz de mantener un progreso económico y social sostenido. Basan su supervivencia en la esclavización continua de la población mediante propaganda, educación de muy bajo nivel, entretenimiento, drogas y guerras perpetuas. La segunda vulnerabilidad se encuentra en la criminal historia antihumana del NUEVO ORDEN MUNDIAL en sí.

 

 Si la población entendiera de verdad lo que sucede, si se disolviera la cortina de humo, la élite no tendría escapatoria. Visto así, la figura de Trump no parece tan demoníaca ni monstruosa, ¿no? Y así estamos hoy por hoy en el punto central de la ANTESALA DEL INFIERNO. Los ultraglobalistas necesitan una guerra termonuclear para saldar sus deudas, deslindar responsabilidades y así poder comenzar de cero.

 La élite no tiene nada de tonta: sabe que se le está acabando el tiempo y necesitan esa guerra.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia agradeciendo vuestra amable atención, pero antes introduciré el tema musical que he escogido: “El universo sobre mí”. “Quiero vivir, quiero gritar el universo sobre mí, quiero sentir el universo sobre mí, quiero llorar de felicidad, quiero correr en libertad, quiero encontrar mi sitio”.

 

VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

 

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