RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

sábado, 25 de octubre de 2025

¿POLÍTICA PALIATIVA O TRANSFORMADORA? - PEDRO RODRIGUEZ

 

¿POLÍTICA PALIATIVA O TRANSFORMADORA?

 


 

Hoy vamos a discutir con Byung Chul Han. Este surcoreano dice que cada vez se deja menos margen a los conflictos y las controversias que podrían provocar dolorosas confrontaciones. Aumenta la presión para acatar acuerdos y para establecer consensos. La política se acomoda en una zona paliativa y pierde toda vitalidad. La «falta de alternativa» es un analgésico político. El difuso «centro» resulta paliativo. En lugar de discutir y luchar por alcanzar argumentos mejores uno cede a la presión del sistema. Se está propagando y asentando una posdemocracia, que es una democracia PALIATIVA. Por eso Chantal Mouffe exige una «política agónica» que no rehúya las confrontaciones dolorosas. La política paliativa no es capaz de tener visiones ni de llevar a cabo reformas profundas que pudieran ser dolorosas. Prefiere echar mano de analgésicos, que surten efectos provisionales y que no hacen más que tapar las disfunciones y los desajustes sistemáticos. La política paliativa no tiene el valor de enfrentarse al dolor. De esta manera todo es una mera continuación de lo mismo.

 

Y bien, es difícil estar en desacuerdo con estos dichos de Han. Pero no aparece el conflicto más importante, que puede señalarse fácilmente: la sociedad está dirigida por una clase dominante que toma decisiones en su propio favor. Mientras, la verborragia cotidiana cansa hasta el hartazgo. Hablan permanentemente y no dicen más de lo que sus intereses de clase le están exigiendo.

 

Redes, editoriales de medios amarillos, estadísticas, discursos, “ventas” de votos que tratan por todos los medios de silenciar el dolor de cada hogar de trabajadores y trabajadoras.

Frente a esta permanente usina de palabras huecas, el silencio de la clase explotada y de los oprimidos conlleva hoy bronca y odio de clase. Entonces, ese silencio adquiere formas de rebeldía, una rebeldía que se va amasando, que se va contagiando y va tomando forma en un “silencio” que ya no es tal desde el interés de clase que el proletario defiende.

Por arriba se habla y mucho. No pueden respetar el silencio de los sufrientes, aturden, pero el abajo se mueve y ese movimiento va adquiriendo el sello de la rebeldía que se está expresando de muchas maneras.

 

Las actuales avanzadas de esa rebeldía la está dando la clase obrera y en ella se van concentrando las experiencias que hacen a varios aspectos de la lucha de clases.

Hablamos no sólo de métodos y formas organizativas de nuevo cuño democrático, sino -sobre todo- de cómo la clase va asumiendo su independencia política, aunque la misma se encuentre en un peldaño muy inferior a las necesidades del momento.

 

Esta inquietud y este incipiente accionar político independiente de la clase se transforma de hecho en un tema central para esas avanzadas de rebeldía. Existen serios síntomas de lo que estamos planteando.

 

Lo dominante del momento actual es que la clase obrera ha comenzado a actuar como clase y ello se está manifestando cuando aparece la solidaridad de clase dentro de los establecimientos, solidaridad que va rompiendo muros en la propia clase.

 

En ciertas luchas hemos resaltado cuando los obreros y obreras de una fábrica en conflicto reciben el apoyo de otros obreros en circunstancias similares.

 

Mucho debate, mucho de lo nuevo recorre los puestos de trabajo, es un “silencio” distinto que camina y que ubica en el centro del problema el dolor de la familia proletaria. El tema salarial es el central y las condiciones de vida que empeoran agravan la problemática actual.

 

La búsqueda de respuestas políticas hoy es -en sí misma- una inquietud que está ayudando a fortalecer la rebeldía. Pero no es suficiente y es allí en donde las avanzadas deben prestar especial atención.

 

Estos “silencios” presagian tormentas y es allí en donde esas masas sufrientes están jugando su papel, aunque “no se las vea ni se las escuche”.

 

Queremos decirlo con todas las letras: Todo cuanto aparece descripto por los pensadores actuales no es falso: las políticas paliativas y la ausencia de pensamiento crítico son indudables. Pero las CAUSAS de ese fenómeno no vienen del aire, son POLÍTICAS del ENEMIGO. La lucha política que interesa oponerle no es esencialmente la lucha electoral. Lucha política es la que se sostiene en cada conflicto donde el objetivo es la derrota del plan de gobierno.

 

PEDRO RODRIGUEZ

 Desde Rosario- Militante Social

 

 

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