BRASIL EN 2025: TENSIONES SOCIALES, AVANCES INSTITUCIONALES Y DESAFÍOS EMERGENTES
El año 2025 ha estado marcado por una serie de eventos
sociales que reflejan tanto los avances como las debilidades de las
instituciones brasileñas. Desde la crisis entre los Tres Poderes hasta la
intensificación de la polarización digital, pasando por las agendas de impacto
social en el Supremo Tribunal Federal (STF), el país vive un momento de
redefinición política y cultural.
Crisis institucional
y polarización política
Según el profesor Luis Felipe Valle, especialista en temas
de actualidad del Colegio Oficina do Estudante, Brasil se enfrenta a una
"erosión de la confianza en las instituciones democráticas",
impulsada por las disputas entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. La
polarización de los partidos políticos y el avance de las noticias falsas han
debilitado los pilares republicanos, abriendo espacio para discursos
autoritarios.
Esta tensión culminó en episodios como el rechazo del
"PEC de blindaje" en el Senado, que pretendía limitar las decisiones
monocráticas del STF. El juez Luís Roberto Barroso, que terminó su mandato como
presidente de la Corte en septiembre, fue protagonista de juicios históricos,
incluida la condena de 119 personas involucradas en los actos antidemocráticos
de 2023.
Directrices sociales
y decisiones del STF
La Corte Suprema también orientó temas de gran impacto
social. En 2024, despenalizó la posesión de marihuana para uso personal,
estableciendo el límite de 40 gramos o seis plantas femeninas. En 2025, avanzó
en responsabilizar a las redes sociales por contenido ilegal, modificando el
Marco de Derechos Civiles para Internet.
Estas decisiones fueron interpretadas por los expertos como
intentos de llenar los vacíos dejados por la Legislatura. Barroso afirmó que
"donde hay omisión, el Poder Judicial debe actuar para proteger los
derechos fundamentales".
Desastres naturales y
vulnerabilidad urbana
Las fuertes lluvias que azotaron São Paulo y Minas Gerais en
enero expusieron la fragilidad de la infraestructura urbana. En São Paulo, la
tormenta inundó calles, estaciones de metro y provocó el colapso parcial del
techo de Center Norte, dejando 140 mil hogares sin electricidad. En Minas, los
deslizamientos de tierra en la Región Metropolitana de Vale do Aço dejaron al
menos 11 muertos.
Estos eventos reavivaron el debate sobre la planificación
urbana y la justicia climática. Según el urbanista Pedro Jacobi, de la USP,
"la desigualdad social se manifiesta en la forma en que los desastres afectan
a las poblaciones vulnerables, que viven en áreas de riesgo y tienen menos
acceso a los servicios públicos".
Salud pública y
nuevas amenazas
Brasil también enfrenta desafíos de salud. La gripe aviar y
el dengue siguen preocupando a las autoridades, mientras que hay expectativas
de avances en la medicina, como nuevos medicamentos contra la obesidad y el
dolor crónico. La cobertura de vacunación se ha ampliado, pero los expertos
advierten sobre el riesgo de nuevas pandemias y la importancia de la vigilancia
epidemiológica.
Cultura digital y
desinformación
La desinformación digital sigue siendo uno de los
principales vectores de inestabilidad social. La superficialización del debate
político en las redes sociales ha intensificado la polarización, dificultando
el diálogo democrático. El STF, al enmendar el Marco de Derechos Civiles para
Internet, busca responsabilizar a las plataformas por contenido ilegal, pero
enfrenta la resistencia de sectores vinculados a la libertad de expresión.
Momento de transición
El Brasil de 2025 vive un momento de delicada transición.
Las instituciones intentan fortalecerse frente a las presiones internas y
externas, mientras la sociedad lidia con los efectos de la polarización, el
cambio climático y los desafíos de salud. El desempeño del Poder Judicial en
temas sociales, la respuesta a desastres naturales y la lucha contra la
desinformación digital serán decisivos para el futuro de la democracia
brasileña.
Desde Brasil –Comunicadora
Social
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