RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 3 de noviembre de 2024

MENTIME QUE ME GUSTA - PEDRO RODRIGUEZ

 

MENTIME QUE ME GUSTA

 

 

 En la película Matrix, cuando Morfeo le dice a Neo que "tienes que entender que la mayoría de la gente no está preparada para ser desenchufada del sistema", está hablando sobre una verdad profunda de la naturaleza humana. El "sistema" en la Matrix es una metáfora de la ilusión de lo que es real, una construcción artificial diseñada para controlar y someter a la humanidad dándoles un falso sentido de la realidad.

 

 La mayoría de las personas viven hoy atrapadas en esta ilusión, incapaces o sin desear ver más allá del velo de la mentira, la manipulación, y control. Morfeo entiende que, para muchos, la comodidad del sistema es preferible al inquietante y a menudo doloroso proceso de despertar a la verdad. Las personas se han condicionado desde la cuna, a través de años de adoctrinamiento, a veces generaciones, a aceptar el mundo tal y como se les presenta. Desenchufarse de este sistema es enfrentarse a una dura, a veces insoportable realidad de que todo lo que pensaban que era real es, de hecho, una mentira. Esto requiere coraje, y lo más importante, la disposición a dejar de lado lo que uno pensaba que era la verdad. Morfeo también sabía que aquellos que todavía están conectados al sistema son a menudo sus defensores más ardientes. ¿Por qué? Porque el sistema se ha convertido en su identidad. Su sentido de sí mismo, sus creencias, sus valores, todos están ligados a las ilusiones y construcciones de ese sistema. Amenazarlo es amenazar todo lo que aprecian. Para muchos, es más fácil defender el sistema que afrontar la posibilidad de que hayan sido engañados. Abandonamos la metáfora de inmediato, para que no crean que hablamos de una película.

 

 Hay una tendencia que es histórica pero que hoy se expresa de manera abrumadora, que es la del realismo. Fue llamada realpolitik y  el fenómeno excede y rebasa lo estrictamente político. Debería haberse advertido hace mucho ya adónde lleva la realpolitik, ¿no?, pero no es el caso. Si nos dedicáramos a los juegos de palabras estaríamos tentados a decir que ese realismo rastrero se convirtió en la utopía más fácilmente realizable. Pero en lugar de eso intentaremos pensar lo que hay más allá de lo que llamamos clásicamente “política”: una noción que aparece mucho en muchos lugares, a la que llaman “batalla cultural”. Demás está decir que se le atribuye a Gramsci, revolucionario marxista (esto debe quedar asentado: caracterizamos a Gramsci como revolucionario marxista), usándose muchas de sus conceptualizaciones de manera laxa y sin demasiado rigor.

 

 En Argentina hay un uso extendido, recuerden al  “gramsciano” Portantiero, que terminó asesorando a Alfonsín y a De la Rúa, o a José Aricó, de indudable solidez y muy lejos del oportunismo de su amigo. Son los más notorios en la década del '70 (los Cuadernos de Pasado y Presente son  importantes documento de esa producción). Desde entonces, esto es, desde la post dictadura, han sido numerosos los intentos de adscribir a una POSE de izquierda desde cualquier posición (en Rosario tenemos un  grupo -en todo sentido- que estuvo a punto de ganar la intendencia subido, encaramado a las listas del peronismo). Entonces, de vuelta al oportunismo, que para sonar cool debería llamar realpolitik. En fin, la llamada batalla cultural surge no con Gramsci, sino con Bismarck, es decir, ya se emplea en 1870. La kulturkampf señalaba el enfrentamiento del Imperio alemán (Bismarck simpatizaba con el protestantismo) contra la influencia de la Iglesia católica.

 

 Guerra cultural o batalla cultural es desde entonces el conflicto ideológico entre grupos sociales y la lucha por el dominio de sus valores, creencias y prácticas. Generalmente se circunscribe a los temas de fondo candentes en los que hay un amplio desacuerdo social y la polarización en valores sociales es evidente. Según el historiador italiano Steven Forti, las guerras culturales son una de las estrategias principales utilizadas para polarizar a la sociedad e ir ganando influencia social (ESTO ES, ELECTORAL).

 

 Y ahora sí, podemos empezar a entender el uso de estos eufemismos que se ponen tan fácilmente de moda. Todo lo que soslaye, desplace del centro u oculte o borre el verdadero escenario mundial y local, que en este sistema y en este momento histórico es el escenario de la LUCHA DE CLASES, será bienvenido y multiplicado. Ya hemos dicho que no se trata de falta de información sino de DESINFORMACIÓN, de sobreinformación incluso, dado que millones de personas consumen videos, reels, redes donde proliferan, a su vez, "analistas", pensadores, periodistas, politólogos y toda clase de "creadores de contenido".

 

 Pondré aquí un ejemplo irritante: un posteo de una intendenta que no nombraré para no herir susceptibilidades. Un posteo brevísimo. Ahí se dice: "se viene un municipio feminista, disidente, plural, diverso, inclusivo, nacional y popular. Se vienen las mujeres intendentas en el conurbano, Eso nos hace mejores" Y bien: un discurso típico de la política que nos hacen, donde se "olvida" que en SU municipio el 40 % de los hogares, en este 2024, sigue SIN CLOACAS.

 

 Nos queda por desarrollar el tema, que apunta a que desestimemos todo aquello que no inste a la acción, a la práctica, a la comprobación fáctica de los planteos, que no nos vuelva meros diletantes, aficionados a la opinión. Esperamos desarrollar en lo que viene.

  

PEDRO RODRIGUEZ

 Desde Rosario

 Militante Social

 

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