RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

lunes, 8 de julio de 2024

EL CLUB BILDELBERG - LA RED TAVISTOCK - Parte XLV - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

EL CLUB BILDELBERG

LA RED TAVISTOCK

Cuando la guerra se llama “paz”,

la esclavitud se denomina “libertad”

y el asesinato, “liberación”

Parte XLV

 

 

 Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Una vez más nos encontramos en este espacio de reflexión en el que intentamos una mirada totalizadora, desde lo conceptual para abordar múltiples temáticas que involucran a la humanidad en su totalidad.

 

 Hoy, nos centraremos en la corrupción del lenguaje que ha sentado las bases para una posterior corrupción de nuestra vida y nuestra dignidad y otras cuestiones no menos importantes de la mano de los lineamientos conceptuales del texto del doctor Daniel Estulin en su libro “Fuera de control”.

 Ya venimos escuchando desde hace tiempo el tipo de razonamientos en el que la guerra se llama “paz”, la opresión y la persecución se denominan “seguridad”, la esclavitud se apoda “libertad” y el asesinato se llama “liberación”, y así se ha producido una absoluta corrupción del lenguaje que ha sentado los cimientos de la corrupción de nuestras vidas y nuestra dignidad.

 Estoy hablando en términos planetarios, sin distinción de Estados-nación.

 

 Pero el sistema-mundo se ha estropeado por motivos mucho más importantes que lo que suele llamarse “corrupción” y no puede arreglarse si una guerra mundial y un colapso económico sin precedentes no derriban todos los muros que separan a la humanidad de lo impensable. La política no es un fin, sino un medio y, como otros valores, tiene sus falsificaciones. Se ha puesto tanto énfasis en lo falso que ha quedado

oscurecida la importancia de lo verdadero y la política ha acabado transmitiendo un mensaje astuto y no un servicio franco y sincero.

 

 Ya estamos instalados en la Tercera Guerra Mundial; en Europa, si no hay ningún otro hecho siniestro que la anticipe, está programada para el año 2029. Es inevitable. En Oriente, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, también será partícipe de la

contienda universal. En el Sahel, en África, es más de lo mismo.

 

 A lo largo de los años ochenta del siglo pasado, se fueron sentando las bases para el fascismo en todo el mundo, debido a las políticas monetarias basadas en las de Hjalmat Schacht, ministro de Economía de la Alemania nazi. “Se trata de políticas de austeridad asociadas a Friedrich von Hayek, el líder de la Sociedad fabiana británica, por el profesor Milton Friedman, de la Escuela de Chicago, miembro del grupo de presión para la legalización de las drogas y por el fascista Paul A. Volcker, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, en manos de la élite financiera.

 

 La destrucción de la economía británica mediante los malvados y lunáticos dogmas de los cultos a Friedman de la entonces primera ministra Margaret Thatcher (ídola absoluta de Milei en Argentina) es una política que sirve al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y al Banco de Pagos Internacionales para crear el genocidio de la guerra, el hambre y las epidemias. Del mismo modo que las políticas de Schacht llevaron directamente a la austeridad del sistema de campos de concentración de trabajos forzados, las políticas de Milton Friedman están conduciendo a un genocidio, a una escala mucho mayor en la actualidad”.

 

 Como he expresado tantísimas veces, si nos centramos en las problemáticas de nuestro país de residencia, perdemos la dimensión conceptual que todo lo abarca; reducimos nuestra visión al Poder Ejecutivo, al Legislativo y al Judicial, pero nos faltan la dimensión ideológica y la conceptual. Y al hablar de “epidemias”, me refiero a que la próxima pandemia está al caer.

 

 Cuando la Organización Mundial de la Salud, una institución privada, se atribuyó el derecho de suspender nuestras libertades individuales en todo el mundo, ya fracasada la Gripe A, fue un claro ejemplo de manipulación planetaria. Oh, este tema es un tabú y no quiero que cierren EL CLUB DE LA PLUMA. Los miles de muertos de “muertes espontáneas” y los miles de ciudadanos que padecen enfermedades crónicas después de las vacunaciones masivas ya son “vox populi”.

 Los canales que hablan sobre la pandemia Covid 19 evitan nombrarla de esa manera, porque antes de finalizar el programa es borrado inmediatamente. No lo digo yo que soy una ignorante, sino las voces de los programas y libros de los mejores especialistas en Geopolítica, Geoeconomía y Geoestrategia del mundo que miro, escucho, leo y doy fe de ello.

 

Que estén de acuerdo o no conmigo, es insustancial. No busco la aceptación ni la aprobación de todos nuestros oyentes, sino que “mi verdad y la de unos cuantos más” también sea escuchada.

 

 El proyecto 1980 del Consejo de Relaciones Exteriores, esto es, la desintegración controlada de la economía mundial que estimule un crecimiento cero que más tarde pase a ser negativo, tiene un lado aún más oscuro. El objetivo final de esa desintegración planificada es crear inestabilidad para llamar a las puertas de Moscú y Pekín. Inventar enemigos es su estrategia preferida.

 Resulta que la inteligencia británica que actúa en nombre de la oligarquía malthusiana, no puede operar en un universo dominado por una comunidad de principios formada por Estados-nación soberanos dedicados al desarrollo.

 

 Los países que fomentan el desarrollo de la creatividad mental de su población generan una comunidad que no tolerará formas oligárquicas de gobiernos indefinidamente, al contrario que la población analfabeta que adolece de atraso tecnológico. De hecho, no cabe duda de que el analfabetismo y el atraso tecnológico son causas que contribuyen a la aparición del poder oligárquico.

 

 La comunidad de principios se basa en la idea de que el ser humano tiene un propósito en el universo. Cuando vives por y para el futuro de la humanidad, tu existencia tiene una razón de ser.

 Por su parte, el imperio del dinero depende de la supresión del progreso científico y del conocimiento, favoreciendo el atraso y la ignorancia. Así que, en este sentido, el problema radica en cuál es el concepto de verdad en el sistema imperialista y, precisamente, por ser totalitario, no existe la verdad.

 No tiene cabida ninguna verdad, sólo la arrogancia del poder.

 

 Las fuerzas anglo-estadounidenses han llevado a cabo y continúan llevando a cabo intervenciones para provocar cambios de régimen por medio de revoluciones de colores y primaveras árabes, a fin de crear un nuevo sistema para controlar el mundo, para reemplazar el sistema monetario internacional, en declive, que hasta ahora había permitido al sistema financiero con sede en Londres y, a sus subordinados, como Wall Street, ejercer el poder sobre el mundo.

 Los eternos conflictos forman parte del plan secreto de la Nueva Edad Media para controlar a los que antaño fueron Estados-nación soberanos. Como me referí en la columna del domingo pasado: estamos asistiendo al NEOFEUDALISMO.

 

 Nada de esto es casual, sino que responde a acciones deliberadas de las mismas fuerzas que provocaron la crisis artificial del petróleo de 1973, que impulsaron un proyecto de desindustrialización internacional en los años ochenta, que crearon a los talibanes y Al Qaeda y que financiaron el terrorismo internacional. Estos conflictos crearon caos en la región y la dejaron devastada.

 ¡Vamos, cuánto les habrá gustado que nos tragáramos que todas las revoluciones de colores y las primaveras árabes del mundo han sido manifestaciones espontáneas de idealismo motivadas por la insubordinación a dictadores seculares, a déspotas, a la injusticia y al nepotismo. Esto nunca fue así en realidad, ya que las decisiones de verdad las tomaban las despiadadas camarillas de generales y altos funcionarios sobornados o chantajeados por la CIA, que fueron posicionándose entre bastidores para derrocar o asesinar a mandatarios como Gaddafi en Libia!

 

 Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención, invitándola a la próxima edición de EL CLUB DE LA PLUMA.

 A continuación, escucharán el tema musical de Pink Floyd, Another brick in the wall. “No necesitamos ninguna educación, no necesitamos ningún lavado cerebral, ni ningún sarcasmo disimulado en el aula. Profesores, dejen a los niños en paz”. Al aludir a los “niños” y extrapolando el término del ámbito educativo de la canción, vaya mi denuncia de la trata de personas y la pedofilia, flagelo que se ha extendido en todo el planeta del cual Argentina no es la excepción.

 Que los medios hegemónicos de comunicación no los presenten a nivel mundial, no significa que no existan. Basta de hipocresías, por favor.

 


PROF. VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

 

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