DERROTAR EL PLAN DEL GOBIERNO
A quien haya
escuchado alguna o algunas columnas de nuestro espacio le resultará coonocido
el hecho de que se trata de un trabajo llevado adelante entre varias personas,
leído por quien les habla pero elaborado por compañeros de distintos espacios
de la militancia en las fábricas, en los barrios y en las escuelas y
facultades. Aunque vamos conociendo nuevos compañeros, jóvenes que se acercan
por compartir algunas de nuestras expresiones y preocupaciones o pór simple curiosidad,
con aportes que por mínimos o transitorios que sean valoramos, sabemos hace
mucho que la búsqueda de agrupamiento, de asociación, de congregación se
conserva sólo y notoriamente en las búsquedas con tintes religiosos (las
iglesias evangelistas en Rosario, para mencionar el caso más evidente, han
crecido en los últimos años por razones que no desarrollaremos aquí). Una
tendencia de estos tiempos, potentísima, inocultable, es la del abandono de la
experiencia colectiva y la de la búsqueda de desarrollo individual, fogoneado
desde las usinas de sentido del sistema en todas sus formas, tan patética y tan
destinada al fracaso como sólo puede suceder entre humanos, por tener una
condición esencial, primaria y determinante, que es la de ser social, grupal,
comunitario.
Tan palpable, tan ostensible, tan palmaria es
esta constatación de individualismo como patente es la ausencia de
explicaciones, de razones sobre ese furor, esa furia narcisista que cunde en
las sociedades (hablamos, por supuesto, de nuestras
sociedades"occidentales", en principio). Aunque tenemos algunas
conjeturas acerca de lo que promovió este corrimiento SUICIDA, no estamos
todavía en condiciones de dar conclusiones generales, porque, en primer lugar,
esas conclusiones tienen que ser recogidas y elaboradas de manera colectiva.
Hay ciertos fenómenos que siguen caminando detrás del individualismo, como si
fuera una larga y diversa procesión zombie de fieles estúpidos y amaestrados.
Entre ellos se advierten los que todavía conservan capacidad para elaborar
dizque "teorías". Acá lo vemos con los repetidores de Laclau, de
Lazaratto, de Bifo Berardi, Negri, y una larga lista de nombres rutilantes y
escrituras asépticas, estériles, incapaces de infectar o propagarse o dar
respuesta alguna a la masiva y creciente
pauperización material y simbólica de grandes masas de población. Viven,
por supuesto, en y del autoclave universitario, que los aleja de cualquier
supuesto interés particular (también están alejados de cualquier interés
general, claro, y esto como chiste no tiene gracia).
Esta peste progre acompaña insensiblemente el
saqueo mientras hace como que piensa sobre una atrocidad que, aparentemente, le
es ajena. Son los perseguidores de la INNOVACIÓN, mágica palabra que su Amo les
ha impuesto y hasta ha institucionalizado en estamentos oficiales. Ni siquiera
les da tiempo para revisar algunas nociones clásicas, imprescindibles,
imprescriptibles, para trazar un cuadro
de situación, una perspectiva del desarrollo próximo de las luchas, las contradicciones
en movimiento... ¿masividad?, ¿organización?, ¿objetivos?, ¿horizonte político?
¿Es que no ha de pensarse siquiera en la proximidad? ¿Qué dira la CGT? En
Rosario ya hay una sobresaturación de fuerzas de seguridad, se ve a diario en
cualquier punto de la ciudad el funcionamiento desplegado por el comando
unificado de fuerzas federales, que sí trabaja y sí considera los lugares
neurálgicos sobre los cuales desplegarse: unidades portuarias, fabriles, medios
de comunicación comunitaria. Este comando unificado es parte de lo que
informaron algunos
medios: a Bullrich se le encomendó el que llaman "Comando Unificado de
Seguridad Productiva".
Dicho comando se crea para protección de
quienes se apropian de la riqueza que producen otros. Y su misión va a ser
“realizar tareas de prevención y control del orden en enclaves productivos
estratégicos del país”.
Se instalará en Bahía Blanca, complejo portuario Rosario,
Vaca Muerta y otros polos industriales y mineros, será
reforzado mediante un despliegue coordinado de las fuerzas de seguridad
federales y locales.
¿Qué es lo que están viendo los
dueños de los monopolios y el gobierno que les sirve actualmente, de una forma
más descarada de lo que lo hicieron los anteriores?
Es fácil entender que ven que sus políticas y aprietes van a generar mayores luchas de las que hay actualmente en la actual situación de resistencia, frente a lo cual no podrán disciplinar a la clase obrera y al pueblo oprimido Saben a conciencia que estas políticas de hambre, desprecio a las vidas de las mayorías y súper explotación, va a llevar a enfrentamientos inevitables.
Desde Rosario
Militante
Social
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