INDICIOS,
SEÑALES Y MARCAS DE QUE ESTAMOS ASISTIENDO
A LAS PUERTAS DE LA NUEVA EDAD MEDIA A NIVEL PLANETARIO
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.
Otro domingo más, nos
reunimos en este espacio compartido de reflexión para mostrar una mirada
diferente sobre lo que ocurre en el planeta, más allá de lo que transmiten los
medios hegemónicos de comunicación.
La fuente de
inspiración de esta columna fue una entrevista a la historiadora medievalista,
doctora Margarita Torres, en el Canal del Coronel Pedro Baños. Esquivando todos
los hechos y acontecimientos con los que somos bombardeados por la televisión
de manera cotidiana y con una intención perversa en su interpretación, es
necesario prescindir de esto y otorgar una mirada conceptual a lo que ocurre en
el mundo. En la columna de hoy, nos centraremos en los indicios, señales y
marcas más que evidentes de que estamos asistiendo a las puertas de la Nueva
Edad Media a nivel planetario.
¿Estamos asistiendo a
la Nueva Edad Media con esas ciudades de quince minutos que nos quieren imponer
en la Unión Europea como los guetos en la Edad Media? ¿Estamos frente a los señores
feudales que esclavizan a sus pueblos, a los vasallos? Es que en cualquier
momento vuelve el derecho de pernada. Recuerden que el derecho de pernada
consistía en que un señor feudal o un clérigo desfloraba a una recién casada en
su noche de bodas en virtud de una ley o costumbre que se lo permitía o tener
relaciones sexuales con las niñas que habían llegado a la pubertad.
Ya no sabemos con qué
nueva locura nos sorprenderán nuestros señores feudales.
Si se vuelve a la
globalidad, volvemos a la Edad Media, es decir, todo lo que les huela a ustedes
a globalismo es volver a la Edad Media, pero la Inquisición actual es muchísimo
peor, mucho más oscura, mucho más despiadada, es más sibilina. El sistema sabe
que tiene el perfecto siervo de la gleba de por vida porque el siervo de la
gleba se espera que trabaje, no dé guerra, consuma los productos que le
queramos vender, sea obediente y no levante la cabeza y, sobre todo, si se
escapa lo más mínimo, el sistema tiene forma de corregirlo y convertirlo en
elemento ejemplarizante en la plaza pública.
Otro paralelismo
brutal son los nuevos bárbaros que golpean a las puertas.
En el siglo V, los
germanos eran los bárbaros. ¿Quiénes llaman ahora a las puertas? La
emigración. Desde esa posición de extraordinaria seguridad,
de dominio económico, de control mental y, también, de jugar con las mentes,
porque ya han dado el paso siguiente que es JUGAR CON LAS MENTES.
Hasta ahora han
jugado con la supervivencia, han jugado con la estabilidad de los
Estados-nación, pero ahora ya son como niños que se aburren y el dominio de las
mentes es lo que garantizaba al siervo una pequeña porción de libertad, pero
ahora el paso actual es que los siervos de la gleba ya están diciendo: POR
FAVOR, ESCLAVÍZAME.
Cuando tú llegas a un
punto en donde tu economía está haciendo aguas y el enemigo que está enfrente
te mira y te dice: TENGO TODA TU DEUDA, en ese momento, necesitas una guerra,
porque la guerra, entre otras cosas, reactiva la economía. A toda esa gente que
tan alegremente llama a la guerra, le pediríamos que se ofrezca como voluntario
en un centro de reclutamiento y se presente para actuar en la primera línea de
combate y que como en la época medieval, dé el ejemplo de los reyes y los
condes españoles y cuando quieran jugar con la vida de los demás, que sean
ellos los que encabecen los ataques, los asaltos y que estén en esa primera línea
donde te juegas la vida, no como los hijos de la señora Ursula von der Leyen
que ya admitió que sus siete hijos no irán a la guerra.
Pero esto es una
bomba de relojería porque las élites son conscientes de que, por decirlo de una
manera, su tiempo se acaba.
Este es el mensaje
más maravilloso de todos y es que su tiempo se acaba porque la historia es cíclica.
Hace unos años,
hablábamos de jóvenes que eran “mileuristas”, o sea, que ganaban mil euros, era
horrible; luego pasamos a los “seiscientoseuristas”, a los que ganaban
seiscientos euros, pero ahora están aquellos que tienen que trabajar varios
años gratis como becarios con la esperanza de tener un trabajo. Es que ahora
también te ofrecen que pagues en una empresa, para convertirte en becario. ¡El
colmo! Y así se repiten las categorías medievales de libertos, siervos de la
gleba y esclavos, salvando modelos.
Si nos vamos a las
nuevas corporaciones, son los nuevos señores feudales, si nos vamos a las
alianzas supranacionales como pueden ser la Unión Europea, la OTAN, los Brics,
estamos replicando lo que había en la Edad Media con las alianzas señoriales. Y
si nos vamos al terrorismo, estamos sacando ante el público a esos vasallos que
nos interesa usar frente a otros señores feudales, que serían los malos
caballeros y lo estamos replicando ahora también.
La pirámide feudal se
asentaba sobre la inmensa plebe, es decir, nosotros, y por encima estaba el
rey, el emperador, la nobleza, los condes, los duques y la forma de atar a los
vasallos siempre fue la economía y el modo de producción feudal trasladado al
siglo XXI sería el mismo modo de producción.
Y si nos referimos a
los jóvenes que han estudiado una carrera universitaria y que tienen también
másters, se repite el mismo sistema clientelar que en la Edad Media, en el cual,
si hoy tienes contactos, puedes tirar de ellos y conseguir un puesto de
dominio, caso contrario en el que entra el 99% de los jóvenes, tomas el primer
empleo que se te ofrece dentro del sistema. Y comienzas así una dinámica,
porque pensemos que obtuviste un empleo bastante precario, pero tienes que
vivir en algún sitio, comprar comida, ropa y los precios están cada vez más
caros, para esclavizarte, y se replica también el modelo medieval: dependes
tanto de ese trabajo que la gente se autoesclaviza.
En la Edad Media, se
pagaba el diezmo, es decir, la décima parte del salario, el tributo que sobre
el valor de ciertas mercancías recibía el rey, pero ahora estamos mucho peor
por todo lo que pagamos en impuestos. Actualmente no llevamos grilletes ni
cadenas como los esclavos, pero ahora las cadenas nos las hemos autoimpuesto,
hemos aceptado ser siervos de la gleba.
Y recordemos que las
empresas gigantes formadoras de precios de los alimentos para los siervos de la
gleba, en esta Nueva Edad Media del siglo XXI, se limitan a tres, repartiéndose
las marcas más consumidas del planeta.
Y es que en el mundo
de la alimentación hay pocas empresas que controlan nuestras neveras y nuestros
estómagos. La compañía agroalimentaria más grande del mundo es Nestlé. Y no es
que fija los precios de los alimentos tan caros porque tenga pérdidas.
La multinacional
suiza, Nestlé, ocupa la quincuagésima posición de la lista y la primera de su
sector, con unos beneficios de 9700 millones de euros. Y en un último estudio
sobre la inflación, se concluyó que los precios se están llevando por delante,
sobre todo, a los “alimentos baratos”, y en España más que en cualquier otro
sitio de la Unión Europea, conjuntamente con Holanda.
Fueron tres años negando que los precios de los productos
baratos crecían más que los de los caros y, ahora, sabemos la verdad. Para
averiguarlo reunieron microdatos de diez países occidentales. ¡Qué panorama
preocupante para los siervos de la gleba, o sea, para nosotros! ¿No? Y existen
hechos curiosos, porque la inflación lleva un año cayendo en España, pero los
supermercados han logrado subir la cesta de la compra un 20% más que el año
pasado. Y es que el encarecimiento se da en los productos básicos de
prácticamente todos los supermercados en España.
La rebaja del IVA en
los supermercados no ha servido para nada. Trabajamos para poder comer o ¿no se
dieron cuenta de la locura de los precios de los alimentos? Y volviendo a los
nuevos señores feudales, esos señores feudales cada vez más feudales, que son
quienes nos dicen que hay que andar en bicicleta, no utilizar el coche, no
comer carne, no viajar en aviones, pero ellos sí pueden hacerlo y lo aceptamos.
Es que los abusos del
poder son cada vez más crecientes. Y es que ya no elegimos a nuestros gobernantes
en la Unión Europea. ¿Quién eligió a Ursula von den Leyen y otros personajes siniestros
que deciden la guerra y la economía y, además, nos censuran y quieren
encarcelarnos?
En la Edad Media
había analfabetos, ahora hay analfabetos funcionales, porque cuanto menos
piensas es mejor. ¿Para qué necesita el vasallaje el conocimiento? Y lo más
peligroso para este sistema que tiende al feudalismo es el acceso a la
información, porque como lo tienes limitado desde hace años, es como con los
toros, te fueron encauzando y, al final, cuando sales lo único que ves es lo
que siempre viste, ¿o no?
Tengo que finalizar
esta columna, aunque -sinceramente- los hechos que se dieron en la Edad Media y
sus réplicas y similitudes en la Nueva Edad Media del siglo XXI son tan
numerosos que podrían ser comentados hasta aburrirlos.
Me despido de nuestra
querida audiencia, agradeciendo su amable atención, invitándola a una nueva
emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. Antes de finalizar,
traduciré algunos versos del tema musical que escucharán a continuación. Una
canción que es una síntesis de un canto a la esperanza. “Ahí viene el Sol, y
digo todo está bien. Amorcito, ha sido un invierno largo, frío y solitario.
Parece que hace años que estuvo aquí. Las sonrisas volviendo a las caras.
Siento que el hielo
lentamente se derrite. Ahí viene el Sol”.
PROF. VIVIANA ONOFRI
Profesora en Letras
ex catedrática de la
Universidad Nacional de Mar del Plata
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