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martes, 30 de julio de 2024

INDICIOS, SEÑALES Y MARCAS DE QUE ESTAMOS ASISTIENDO A LAS PUERTAS DE LA NUEVA EDAD MEDIA A NIVEL PLANETARIO - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

INDICIOS, SEÑALES Y MARCAS DE QUE ESTAMOS ASISTIENDO

A LAS PUERTAS DE LA NUEVA EDAD MEDIA A NIVEL PLANETARIO

 

 

 Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.

 Otro domingo más, nos reunimos en este espacio compartido de reflexión para mostrar una mirada diferente sobre lo que ocurre en el planeta, más allá de lo que transmiten los medios hegemónicos de comunicación.

 

 La fuente de inspiración de esta columna fue una entrevista a la historiadora medievalista, doctora Margarita Torres, en el Canal del Coronel Pedro Baños. Esquivando todos los hechos y acontecimientos con los que somos bombardeados por la televisión de manera cotidiana y con una intención perversa en su interpretación, es necesario prescindir de esto y otorgar una mirada conceptual a lo que ocurre en el mundo. En la columna de hoy, nos centraremos en los indicios, señales y marcas más que evidentes de que estamos asistiendo a las puertas de la Nueva Edad Media a nivel planetario.

 

 ¿Estamos asistiendo a la Nueva Edad Media con esas ciudades de quince minutos que nos quieren imponer en la Unión Europea como los guetos en la Edad Media? ¿Estamos frente a los señores feudales que esclavizan a sus pueblos, a los vasallos? Es que en cualquier momento vuelve el derecho de pernada. Recuerden que el derecho de pernada consistía en que un señor feudal o un clérigo desfloraba a una recién casada en su noche de bodas en virtud de una ley o costumbre que se lo permitía o tener relaciones sexuales con las niñas que habían llegado a la pubertad.

 Ya no sabemos con qué nueva locura nos sorprenderán nuestros señores feudales.

 

 Si se vuelve a la globalidad, volvemos a la Edad Media, es decir, todo lo que les huela a ustedes a globalismo es volver a la Edad Media, pero la Inquisición actual es muchísimo peor, mucho más oscura, mucho más despiadada, es más sibilina. El sistema sabe que tiene el perfecto siervo de la gleba de por vida porque el siervo de la gleba se espera que trabaje, no dé guerra, consuma los productos que le queramos vender, sea obediente y no levante la cabeza y, sobre todo, si se escapa lo más mínimo, el sistema tiene forma de corregirlo y convertirlo en elemento ejemplarizante en la plaza pública.

 Otro paralelismo brutal son los nuevos bárbaros que golpean a las puertas.

 

 En el siglo V, los germanos eran los bárbaros. ¿Quiénes llaman ahora a las puertas? La

emigración. Desde esa posición de extraordinaria seguridad, de dominio económico, de control mental y, también, de jugar con las mentes, porque ya han dado el paso siguiente que es JUGAR CON LAS MENTES.

 

 Hasta ahora han jugado con la supervivencia, han jugado con la estabilidad de los Estados-nación, pero ahora ya son como niños que se aburren y el dominio de las mentes es lo que garantizaba al siervo una pequeña porción de libertad, pero ahora el paso actual es que los siervos de la gleba ya están diciendo: POR FAVOR, ESCLAVÍZAME.

 

 Cuando tú llegas a un punto en donde tu economía está haciendo aguas y el enemigo que está enfrente te mira y te dice: TENGO TODA TU DEUDA, en ese momento, necesitas una guerra, porque la guerra, entre otras cosas, reactiva la economía. A toda esa gente que tan alegremente llama a la guerra, le pediríamos que se ofrezca como voluntario en un centro de reclutamiento y se presente para actuar en la primera línea de combate y que como en la época medieval, dé el ejemplo de los reyes y los condes españoles y cuando quieran jugar con la vida de los demás, que sean ellos los que encabecen los ataques, los asaltos y que estén en esa primera línea donde te juegas la vida, no como los hijos de la señora Ursula von der Leyen que ya admitió que sus siete hijos no irán a la guerra.

 

 Pero esto es una bomba de relojería porque las élites son conscientes de que, por decirlo de una manera, su tiempo se acaba.

 Este es el mensaje más maravilloso de todos y es que su tiempo se acaba porque la historia es cíclica.

 

 Hace unos años, hablábamos de jóvenes que eran “mileuristas”, o sea, que ganaban mil euros, era horrible; luego pasamos a los “seiscientoseuristas”, a los que ganaban seiscientos euros, pero ahora están aquellos que tienen que trabajar varios años gratis como becarios con la esperanza de tener un trabajo. Es que ahora también te ofrecen que pagues en una empresa, para convertirte en becario. ¡El colmo! Y así se repiten las categorías medievales de libertos, siervos de la gleba y esclavos, salvando modelos.

 

 Si nos vamos a las nuevas corporaciones, son los nuevos señores feudales, si nos vamos a las alianzas supranacionales como pueden ser la Unión Europea, la OTAN, los Brics, estamos replicando lo que había en la Edad Media con las alianzas señoriales. Y si nos vamos al terrorismo, estamos sacando ante el público a esos vasallos que nos interesa usar frente a otros señores feudales, que serían los malos caballeros y lo estamos replicando ahora también.

 La pirámide feudal se asentaba sobre la inmensa plebe, es decir, nosotros, y por encima estaba el rey, el emperador, la nobleza, los condes, los duques y la forma de atar a los vasallos siempre fue la economía y el modo de producción feudal trasladado al siglo XXI sería el mismo modo de producción.

 

 Y si nos referimos a los jóvenes que han estudiado una carrera universitaria y que tienen también másters, se repite el mismo sistema clientelar que en la Edad Media, en el cual, si hoy tienes contactos, puedes tirar de ellos y conseguir un puesto de dominio, caso contrario en el que entra el 99% de los jóvenes, tomas el primer empleo que se te ofrece dentro del sistema. Y comienzas así una dinámica, porque pensemos que obtuviste un empleo bastante precario, pero tienes que vivir en algún sitio, comprar comida, ropa y los precios están cada vez más caros, para esclavizarte, y se replica también el modelo medieval: dependes tanto de ese trabajo que la gente se autoesclaviza.

 

 En la Edad Media, se pagaba el diezmo, es decir, la décima parte del salario, el tributo que sobre el valor de ciertas mercancías recibía el rey, pero ahora estamos mucho peor por todo lo que pagamos en impuestos. Actualmente no llevamos grilletes ni cadenas como los esclavos, pero ahora las cadenas nos las hemos autoimpuesto, hemos aceptado ser siervos de la gleba.

 Y recordemos que las empresas gigantes formadoras de precios de los alimentos para los siervos de la gleba, en esta Nueva Edad Media del siglo XXI, se limitan a tres, repartiéndose las marcas más consumidas del planeta.

 

 Y es que en el mundo de la alimentación hay pocas empresas que controlan nuestras neveras y nuestros estómagos. La compañía agroalimentaria más grande del mundo es Nestlé. Y no es que fija los precios de los alimentos tan caros porque tenga pérdidas.

 La multinacional suiza, Nestlé, ocupa la quincuagésima posición de la lista y la primera de su sector, con unos beneficios de 9700 millones de euros. Y en un último estudio sobre la inflación, se concluyó que los precios se están llevando por delante, sobre todo, a los “alimentos baratos”, y en España más que en cualquier otro sitio de la Unión Europea, conjuntamente con Holanda.

 

Fueron tres años negando que los precios de los productos baratos crecían más que los de los caros y, ahora, sabemos la verdad. Para averiguarlo reunieron microdatos de diez países occidentales. ¡Qué panorama preocupante para los siervos de la gleba, o sea, para nosotros! ¿No? Y existen hechos curiosos, porque la inflación lleva un año cayendo en España, pero los supermercados han logrado subir la cesta de la compra un 20% más que el año pasado. Y es que el encarecimiento se da en los productos básicos de prácticamente todos los supermercados en España.

 

 La rebaja del IVA en los supermercados no ha servido para nada. Trabajamos para poder comer o ¿no se dieron cuenta de la locura de los precios de los alimentos? Y volviendo a los nuevos señores feudales, esos señores feudales cada vez más feudales, que son quienes nos dicen que hay que andar en bicicleta, no utilizar el coche, no comer carne, no viajar en aviones, pero ellos sí pueden hacerlo y lo aceptamos.

 Es que los abusos del poder son cada vez más crecientes. Y es que ya no elegimos a nuestros gobernantes en la Unión Europea. ¿Quién eligió a Ursula von den Leyen y otros personajes siniestros que deciden la guerra y la economía y, además, nos censuran y quieren encarcelarnos?

 

 En la Edad Media había analfabetos, ahora hay analfabetos funcionales, porque cuanto menos piensas es mejor. ¿Para qué necesita el vasallaje el conocimiento? Y lo más peligroso para este sistema que tiende al feudalismo es el acceso a la información, porque como lo tienes limitado desde hace años, es como con los toros, te fueron encauzando y, al final, cuando sales lo único que ves es lo que siempre viste, ¿o no?

 

 Tengo que finalizar esta columna, aunque -sinceramente- los hechos que se dieron en la Edad Media y sus réplicas y similitudes en la Nueva Edad Media del siglo XXI son tan numerosos que podrían ser comentados hasta aburrirlos.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención, invitándola a una nueva emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. Antes de finalizar, traduciré algunos versos del tema musical que escucharán a continuación. Una canción que es una síntesis de un canto a la esperanza. “Ahí viene el Sol, y digo todo está bien. Amorcito, ha sido un invierno largo, frío y solitario. Parece que hace años que estuvo aquí. Las sonrisas volviendo a las caras.

 Siento que el hielo lentamente se derrite. Ahí viene el Sol”.

  

PROF. VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

 

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