Sería tal vez un tanto saludable estar equivocados en cuanto a diversos análisis que se realizan en estos últimos días.
Suponer un nuevo desembarco imperialista del neoliberalismo, intentando romper, una vez más, con la unidad alcanzada en la región, podría ser una de esas cosas en las que nos gustaría estar equivocados.
Lo mismo para aquello de la pérdida de derechos alcanzados, y de avances logrados en beneficio de muchos. Sería muy bueno estar equivocados.
Es sumamente complejo el panorama que se avecina, utilizamos el término complejo como para no ser groseros ni tremendistas…
Pero lo cierto y tomando en cuenta algunas declaraciones iniciales, la pretensión de avanzar en contra de una de nuestras naciones hermanas, la República Bolivariana de Venezuela, sería casi como una declaración de guerra en contra de quienes persistimos en lograr una Patria Grande, donde quepamos todos, con nuestros aciertos y errores.
Haber optado por uno de los representantes más fieles del neoliberalismo y el más genocida y artero del sistema capitalista, nos puede alertar sobre que una porción importante de la sociedad ha elegido el suicidio socio-político-cultural colectivo más atroz.
Suponer que por el sólo hecho de esgrimir términos carentes de contenidos, disfrazados de colores, globos y guirnaldas nos pueden auspiciar un cambio en beneficio de todos y todas, es una de las mayores necedades colectivas que, arriesgamos, golpeará de manera muy contundente a ese sector social que lo ha elegido y, por supuesto, al resto que augurábamos otros horizontes diferentes, inclusivos, desprovistos de mezquindades y discriminaciones. Sólo esperamos estar equivocados.
Hay autocríticas que es necesario realizar para comprender la actualidad y el futuro por venir. No podemos aventurar estrategias de participación y resistencia, sin valorar lo que se hizo y lo que no, lo acertado y lo equivocado.
No mirar hacia adentro con el mayor grado de sinceridad, no sólo es una irresponsabilidad, se convierte en socio de la necedad triunfalista de neoliberalismo que cree ahora poder tomar venganza por la década perdida a sus apetencias. Sólo esperamos estar equivocados y todo esto sea sólo una esquizoide elucubración, nada más…
Fueron casi doce años de vacaciones militantes, vacaciones donde era bastante fácil construir consensos, sumar esfuerzos para tender manos, discutir de política en cuanto rincón o espacio nos lo habilitaba; ahora parece ser comienza la militancia en serio, la que debe resistir -y no sólo con aguante- las embestidas que ya comenzaron y las que habrán de llegar contra las conquistas que se habían logrado. Habrá que salir a militar con contundencia, firmeza y claridad. Habrá que salir, no ya sólo a pegar algunos carteles y hacer pintadas en respuesta a medidas y acciones impopulares.
Tal vez se habrá de reiterar viejas escenas, a pesar de pretender estar equivocados…
Y, sinceramente quisiéramos estar equivocados, porque de estarlo seguramente todo habría de mejorar en todo el País. Pero sabemos, experiencia nos sobra y aún nos sangra, que nada que el noeliberalismo toque, puede perdurar, reproducirse, redistribuirse.
El neoliberalismo mata, excluye, reprime. Recordando lo sucedido en el 2001, si es que algunos de los que acordaron con el oprobio rescatan sus memorias, no podemos dejar se suponer que se habrán de reiterar macabras escenas.
Sergio Mario Rodríguez comenta en las redes sociales: “…Si Macri intenta hacer lo que tiene que hacer (gobernar para las corporaciones y contra las mayorías), no podrá hacerlo con el aval del Congreso, pues allí no tiene mayoría. Si trata de gobernar por decreto se pondrá en el lugar del dictador y la consecuencia serán los piquetes y los paros. Si nos los reprime, las protestas irán en aumento; si los reprime, habrá episodios lamentables y se precipitarán las cosas. Estado de sitio, renuncia y helicóptero, una película que ya hemos visto en el 2001…”
Otra opinión en las redes manifestó que: “…anticiparon que nos les temblará el pulso para gobernar por decreto...si vuelven los dnu, habrá que salir a las calles a resistir y dar vuelta lo que quieran instalar para destruir lo alcanzado... Y la primer batalla, seguro, será en relación a la patria grande...imposible dejar a Venezuela sola con estos personajescos... Así que...a prepararse para salir a las calles...y no aflojar...la patria grande nos lo demanda...”
Manifestó Leopoldo Moreau al conocer la aberración prorrumpida por la Corte Suprema de Justicia: “…La Corte, aun amputada y al borde de la acefalía, sigue gobernando. Ahora dictó un fallo que pone al borde del colapso las finanzas de la ANSES y deja un gran interrogante sobre el futuro de las prestaciones a jubilados y, a la vez, destruye el papel de ese organismo como redistribuidor de la riqueza. La resolución de la Corte transforma el actual superávit del sistema previsional en déficit y compromete el Fondo Garantía y Sustentabilidad porque la detracción tanto a la recaudación anual, como a ese fondo de garantía significa, nada más y nada menos, que el 20 por ciento de los recursos. Francamente, no sé qué pensar. Visto desde del ejercicio de una oposición constructiva diría que le han hecho explotar a la futura administración del ingeniero Macri una bomba cuyas consecuencias son impredecibles. Si, por el contrario, lo miro con más suspicacia uno podría pensar que le dan un pretexto para reducir en el futuro jubilaciones y pensiones y otro tipo de prestaciones.
Pensar que hace unos días Clarín y sectores de la oposición, entre sus mentiras, decían que Kiciloff y Cristina tenían un plan bomba para dejarle al nuevo gobierno. Se equivocaron la bomba--pero atómica-- la hizo detonar Lorenzetti. Insisto, no sé si a favor o en contra de Macri. Lo que si queda claro es que nos encaminamos hacia un desfinanciamiento del Estado y, por ende, al ajuste y el endeudamiento. De la ecuación de la eliminación de retenciones, cambios sustanciales en ganancias y, ahora, el desfinanciamiento de la ANSES, no puede salir otra cosa. A esto hay que agregarle que, simultáneamente, la Corte también resolvió podar ingresos de la AFIP. Este es un caso, tal vez, el primero donde la gente debe salir a defender sus derechos. No solo los jubilados que deberían repudiar este fallo irresponsable frente a los tribunales sino todos los beneficiarios de la seguridad social…”
Sobre todas las manifestaciones que pudiesen ser interpretadas como apocalípticas, quisiéramos estar muy equivocados, pero percibimos no será así y las consecuencias de lo que se avecine, no son tranquilizadoras.
La organización territorial en cada uno de los rincones de la Patria, es fundamental, pero también junto con esa organización debe acompañar la formación, la creación de análisis y pensamientos críticos, para contrarrestar la avanzada neoliberal, no sólo en nuestro País, sino en toda la Patria Grande.
Nuestras naciones están en peligro inminente. Han colocado al frente del Ejecutivo de Argentina a un pelele peligroso, que es la punta de lanza para desestabilizar toda la Región. Ponernos en defensa de nuestros derechos, de nuestras libertades, de nuestro presente y futuro, es un compromiso ineludible de todas y todos, de cada una y cada uno de los que procuramos avanzar en la construcción definitiva de la Patria Grande, en memoria de los que la soñaron y respeto por los que vendrán.
Que así sea.
NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com
DOMINGOS DESDE LAS 10 HS.
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA
1 comentario:
Me gustó este planteo de desear estar equivocados. No creo que lo estemos. Tengo 74, milito desde los 13 y aunque a mi me parezca mentira, sentí esto antes de la primera vuelta. Se venía, nomás... Estoy de acuerdo en general con esta nota. Pero creo que si vamos a resistir este modelo neoliberal, antes deberíamos hacer una verdadera autocrítica. Cada uno hacia adentro de sus organizaciones y comenzar a debatir con quien no piensa igual pero es un ciudadano de a pié como nosotros. A veces, los partidos o grupos, se cierran en sus verdades y es cuando avanza la derecha. Fortalecernos en la unidad (no estoy diciendo que nos casemos) pero ir intentando no subestimar a otro que va a padecer lo mismo que nosotros. Nadie dijo que va a ser fácil...Un abrazo, Compañeros. Ana María Prosdócimo
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