OTRA VEZ, NO HAY EDITORIAL…
¿Y por qué?... Bien, tal vez resuenen y resuenen cada una de las situaciones que advertimos, que difundimos para descorrer el velo de la impudicia mediática con las que pretenden someter a nuestro saber y, en algunos casos, nuestras consciencias.
Decimos que tal vez resuenen porque el tiempo pasa pero parece ser que nada cambia. Sólo parece…
Las violaciones a los Derechos Humanos son una recurrencia en todo el globo, casi como una marca identitaria de una humanidad obsoleta, hipócrita, arrogante.
Los asesinatos y las muertes evitables –otra versión de asesinatos- suceden a diario generando tan sólo estupor e indignación, más no mueven a un alzamiento generalizado poblacional alrededor del planeta para detener tanto horror que tiene responsables, con nombres y apellidos.
Entonces, ¿para qué editorializar en relación a lo que semana a semana, mes a mes, año tras año alertamos, advertimos, denunciamos y la inmovilidad, salvo excepciones, gana las voluntades?
Tal vez el “taladrar” sistemáticamente con nuestras formas de comprender y de expresar, cual maquinaria monopólica de desinformación, pero proponiendo la ruptura del ocultamiento y la distracción, pueda lograr algún efecto, alguna respuesta superadora erigiéndonos en activistas por la vida, tal vez tengamos una o algunas oportunidades de revertir tantas dolorosas realidades.
Pero, tal parece y tomando en cuenta el número total de población global, es exiguo el número de habitantes que logran despertar de un letargo inducido mediática y políticamente.
La imposición de un capitalismo depredador y asesino, como el que se pasea sin ningún tipo de pudor por el planeta, ha generado y genera mayor exclusión, desarraigos, frustración, éxodos interminables repetidos, con consecuencias tristes, lamentables, como las muertes de inmigrantes que pretenden lograr alguna mínima oportunidad. Y ello también se convierte en una opción más en la mercantilización de la vida, alguien, algunos encuentran en las necesidades y desesperaciones motivos para generar otra variante mercantilista. La existencia humana, tal como en tiempos de esclavitud, se convierte en un negocio.
Bien podríamos acordar que aquellos tiempos de esclavitud nunca acabaron, más allá de hipócrita declaraciones…
Recorriendo medios, tanto corporativos como alternativos y redes sociales, podemos encontrarnos con manifestaciones que confirman lo que venimos sosteniendo en cuento a la hipocresía institucionalizada. Un ejemplo que graficaría más o menos lo que intentamos expresar, podría ser esto que: “…El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, ha propuesto que los inmigrantes trabajen «gratis» en vez de que estén «sin hacer nada» mientras esperan la respuesta de las autoridades a las solicitudes de asilo, que pueden retrasarse hasta dos años…” (1)
Si lo manifestado por semejante personajesco no es una clara muestra de hipócrita humanidad, entonces tendríamos que revisar nuestros valores y consideraciones.
En el penúltimo día del seminario “El Pensamiento Crítico Frente a la Hidra Capitalista”, el Sub Galeano expresó, entre otros conceptos que: “…Indígenas y campesinos se están convirtiendo en migrantes en su propia tierra (…) tras la crisis que viene, países enteros estarán en quiebra, y el 40 % de la población mundial serán trabajadores migrantes, tres mil millones de personas aproximadamente…” (2)
Miradas o análisis como el expuesto anteriormente, no suelen tener la difusión y el alcance necesarios para concientizar y prevenir ante la calamidad que se avecina.
Porque, como rescatan en una de las redes sociales, el: “…CAPITALISMO ES ESCLAVISMO y NI ASALARIADO. La DEUDA MUNDIAL alcanzó el 286% del Producto Interno (o bien Internacional) Bruto de todas las naciones. Tres o más generaciones de trabajador@s hipotecadas desde ya, que no podrán vivir mejor que sus padres y a veces ni sobrevivir. Un 40% de la población mundial está en riesgo de ser migrantes, unos 3, 000 millones, yendo de un lugar a otro, sin casa, sin empleo, sin tierra...Cuando exista MÁS ORGANIZACION, UNIDAD de clase y no exista NI UNA LUCHA AISLADA MAS, VENCEREMOS a la hidra capitalista...”
En todas las propuestas que se suponen alternativas ante lo que denomina Manuel Freytas “La Guerra Intercapitalista”, no son más que diferentes variantes de una misma cosa, con las que no se solucionan los padecimientos globales. Alguna vez expresó Evo Morales que el capitalismo se presentaba con la excusa de solucionar los males del mundo y actualmente no puede ni siquiera solucionar sus propios problemas.
Bien, en este momento sería interesante interrogar a quienes leen, escuchan, ¿ignoraban todo o parte de lo que venimos expresando? Seguro que no. Entonces ¿porqué la carencia de reacciones movilizadoras que promuevan una real transformación social? ¿Hay un importante nivel de apatía en todo esto? ¿La hipocresía ha ganado todas nuestras consciencias?...
En cada uno y en lo posible llegando al colectivo deberíamos respondernos y modificar nuestras actitudes y acciones.
Hay veces en que editorializar sobre lo que siempre se pretende visibilizar, nos provoca, entre otras cosas, el interrogante de ¿servirá continuar en esto de alertar, difundir, intentar concientizar?
Sería sumamente enriquecedor lograr movilizar la mayor cantidad de personas que decidan apostar por la existencia de todos, de todas. Para ello debería poder lograrse el desprendimiento de la ambición.
Tal vez se trate de un fenómeno inducido no sólo de inmovilización sino de desconexión: puestos en un mundo distractor y consumista, lo más probable es que hayamos desconectado con nuestra propia naturaleza, con nuestra propia capacidad de sentir, de compadecer, de luchar, en definitiva, de nuestro básico instinto de supervivencia como especie. Tal vez el camino sea el giro eventual hacia nosotros mismos, el espejo devolviéndonos una mirada mustia y opaca, acabada antes de empezar, y sostenerla hasta que se vuelva clarividente. Hasta que reconecte con la vida y con las vidas, con el pulsar del otro, con el pulsar del todo, y salgamos de la matrix, dispuestos aunque más no sea, a un solo instante de lucidez vital. Porque, como dice Ada Márquez, “Más vale caminar finales/ para comenzar de nuevo/ y morir mil vidas/ para sentirse vivo, / que no querer despedirse/ de la ilusión de resucitar / un camino muerto.
Cambiemos la consigna por un tiempo: pongamos hacia adentro nuestro rumbo y hagamos un propósito: reconectarnos con la vida, en la búsqueda de un camino nuevo.
Que así sea.
NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com
DOMINGOS DESDE LAS 10 HS.
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA
Notas, Citas, Material Consultado
1 - http://www.yometiroalmonte.es/2015/05/07/ministro-interior-italiano-inmigrantes-trabajen-gratis/
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