GOLPE O REVOLUCIÓN???...
Describir hechos históricos, ajustándose a documentación respaldatoria que justifique una posición, una opinión, no es tarea sencilla, más si esos hechos tienen relación directa con momentos más actuales, presentes.
Sabemos que nos han robado gran parte de nuestra historia cuando la escribieron obedeciendo a intereses alejados de nuestra identidad. También sabemos que, por un lado han quedado plasmados una gran cantidad de registros y por el otro, en casi todos los tiempos hemos contado con quienes han llevado una titánica tarea de rescate de nuestras memorias. Gracias a ello podemos discutir sobre lo que conforma nuestro ser, con elementos que hablan, relatan aquello que sucedió, lo que se pretendió ocultar y/o deformar.
En cada ocasión de recordar lo ocurrido el 25 de mayo de 1810, se establece un virtual enfrentamiento entre la mayoritaria versión de que fue una revolución, y quienes sostienen fue un golpe de estado y los más críticos que afirman sólo fue un cambiar de collar, o de amo.
De cualquier manera, siempre es bueno poner en discusión cada tramo de nuestro pasado, no sólo para destacar errores, sino también para ir desplazando de a poco la remanida versión monopolizada.
Mayo siempre sugiere un recorrido hacia el pasado para adentrarnos en los entramados que desembocaron en el hecho difundido como “Revolución de Mayo”.
Fueron muchas las generaciones que asumieron una historia distorsionada, manipulada por quienes pretendieron deslegitimar los sucesos reales, ocultar las motivaciones, disfrazar o tergiversar acciones, actitudes, etc.
Recordemos cuando nos habían impuesto las imágenes de French y Berutti, cuales alegres señores repartiendo cintas celestes y blancas, haciéndonos creer que ya se identificaban con los colores de nuestra enseña nacional. -Recordemos que la Escarapela recién se instituye el 18 de febrero de 1812 con los colores azul-celeste y blanco, a instancias de Manuel Belgrano que proponía una diferenciación de las insignias que utilizaban los realistas…-
Nada nos decían sobre “Los Chisperos” o “La Legión Infernal”.
“…En esos días, unos seiscientos activistas pertenecientes a los sectores sociales de menores ingresos, conocidos como “Los Chisperos”, “La Legión Infernal”, o “los manolos”, en las crónicas españolas, se constituyen en la fuerza de choque de los grupos porteños que proponían la autonomía y la democracia en América. Allí, liderando, se encuentra a French, cartero de la ciudad y Berutti, empleado de la Tesorería del Gobierno. Allí, se destacan también Agustín Donado, gráfico, que se desempeña en la imprenta oficial, Buenaventura de Arzac que “no es nada”, según lo trata despectivamente un informe, Francisco “Pancho” Planes, abogado de exaltada posición revolucionaria, Felipe Cardoso, Vicente Dupuy, Francisco Mariano de Orma y otros, ignorados por la Historia Oficial y a quienes, en los informes del virrey y de la Audiencia, así como en los testimonios y recuerdos de época, se los designa como “la chusma” que vertía “especies subversivas”. También apoyan algunos sacerdotes populares como Alberti, Grela y Aparicio, este último recorriendo los cuarteles y arengando a la tropa, con dos trabucos al cinto…” 1
Pero, antes de proseguir con la cuestión histórica, bien valer la pena rescatar o destacar que se puede definir respecto de los términos “revolución” y “golpe de estado”.
Se dice de Revolución que es: “…Una revolución es un cambio radical, profundo y permanente, respecto del orden establecido preexistentemente, un enfrentamiento sin retorno entre dos intereses contrapuestos, en un lugar geográfico en particular y, generalmente, es llevado a cabo por un grupo de personas que cuentan con el apoyo del resto del pueblo, el cual ya cansado y harto de la dominación imperante les brinda su apoyo moral y acompañamiento; de ser necesario, la misma, sino se da “por las buenas”, puede conseguirse a través del uso de la fuerza y las armas…” 2
Sobre Golpe de Estado: “…Se conoce como golpe al acto y consecuencia de golpear, un verbo que hace referencia tanto a los impactos físicos como a los de carácter simbólico. El Estado, por su parte, es una modalidad que permite organizar a una sociedad de manera soberana y coercitiva y con autoridad para regular el funcionamiento de la comunidad dentro de un determinado territorio.
Se trata de una acción violenta llevada a cabo por fuerzas militares o rebeldes que busca quedarse con el gobierno de un Estado. El golpe de Estado, de esta manera, supone la sustitución de las autoridades existentes y el cambio de mando de las instituciones estatales por imposición…” 3
Ahora veamos qué: “…Llegado el día 25 y cuando el “sordo” Cisneros y el síndico Leiva apelan a toda clase de dilaciones e incluso intentan que la fuerza armada reprima al pueblo en la Plaza, French, Berutti, Planes y otros ingresan a la planta alta del Cabildo y exigen por la fuerza —cuchillos y trabucos en mano— la designación de una Primera Junta, cuyos integrantes ellos mismos presentan, y firman, en primer término: “Por mí y ante de los seiscientos, Antonio Luis Beruti, por mí y a nombre de seiscientos Domingo French, siguiéndole entre otras, las firmas de Manuel Alberti, Hipólito Vieytes, Nicolás Rodríguez Peña, Tomás Guido” (Historia de la Nación Argentina. Academia Nacional de la Historia, Edit. El Ateneo, Bs As, 1969, tomo V, pág. 47)…” 1
Considerando tanto las (arbitrarias) definiciones destacadas y el relato anterior, podríamos suponer que lo ocurrido en la Semana de Mayo de 1810 y más precisamente el 25, fue un Golpe de Estado.
Tomamos en cuenta también que, según los testimonios registrados, no había “pueblo” reclamando. Sabemos que quienes eran convocados para el Cabildo, no superaban las doscientas cincuenta personas –En realidad se habían cursado quinientas sesenta y dos invitaciones y concurrieron sólo doscientos sesenta y un personas-. Se supone que en 1810 Buenos Aires contaba con unos 40.000 habitantes, pero sólo menos del 10 % era considerado vecino o ciudadano, ya que para serlo se debía ser propietario. 4
Por ello, cuando nos inocularon la frase “el pueblo quiere saber de qué se trata”, ya nos estaban estafando, distorsionando la realidad. Tal parece no había pueblo en la Plaza, sólo un porcentaje de él, y nadie reclamaba saber de qué se trataba, ya que lo que estaba ocurriendo había sido planificado con anterioridad.
Tal vez sean sólo “detalles” los que tomamos en cuenta, no obstante nos sirven para reconsiderar el cómo tomamos los tramos de nuestra historia que han ido conformando nuestra identidad.
Repensar cada uno de los hechos, buscando y re-buscando elementos que nos permitan retratar lo más fidedignamente posible cada trayecto histórico, nos permite una mayor comprensión y no sólo de los hechos, también se sus actores, porque con el bronce que nos han introducido parte de la historia, han pretendido eclipsar realidades molestas para el –siempre- poder imperial.
No es de estos tiempos el tema de la dominación. Los intereses que siempre estuvieron en juego poco tenían que ver con la cuestión Patria, al menos por parte de quienes dominaban el comercio y las explotaciones varias en Nuestra Patria Grande.
“…en las Actas del Cabildo del 24 de mayo y 25 de mayo, refiriéndose a esos miembros de la Junta de Gobierno dicen que “de rodillas y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios prestaron juramento de desempeñar legalmente el cargo, conservar íntegra esta parte de América a nuestro Augusto Soberano don Fernando VII”. Y la Proclama del día siguiente, el 26 de mayo dice que es un deseo eficaz de la Junta de Gobierno elegida en el Cabildo “el sostén de estas posesiones de América en la más constante fidelidad y adhesión a nuestro muy amado Rey y Señor Don Fernando VII”...” 5
Vale recordar aquí la incidencia que tenía en la región la corona británica, ya que la misma tenía prácticamente el monopolio del comercio, el servicio de flete al poseer la mayor flota naviera.
En los sucesos de Mayo existían otras cuestiones de peso, bastante alejadas del romanticismo con el que nos acunaron décadas atrás.
En estos tiempos toman otra dimensión tanto los hechos como las causas y sus consecuencias. En estos tiempos en Nuestra Patria Grande, si bien los intereses imperiales están al acecho, hemos tomado consciencia respecto de nuestra real Independencia y Libertad para conducir nuestros destinos. Y en gran parte de Nuestro Territorio estamos asumiendo el compromiso irrenunciable de defender nuestra autodeterminación.
Rescatar la memoria, desentrañar sucesos y personajes, clarificar causas y consecuencias nos permiten una mayor y mejor comprensión respecto de nuestras raíces e identidad.
Asumamos aún un mayor compromiso y concienticemos con todas las herramientas posibles sobre lo que en realidad ha ocurrido. La verdad es la que nos hace realmente libres. La falacia nos condena a la esclavitud de la desmemoria y la dependencia.
Elijamos siempre la libertad…
Que así sea.
NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com
DOMINGOS DESDE LAS 10 HS.
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA
Notas, Citas, Material Consultado
No hay comentarios:
Publicar un comentario