“ENTRE SANGRE Y MENTIRAS, UN 11 DE SEPTIEMBRE…”
Que la mentira, la deformación o tergiversación de hechos ha sido una de las herramientas del sistema para manipular y controlar, ya no es nada nuevo. Los revisionistas se han encargado de correr velos en cuanto a personajes y eventos históricos que, de acuerdo a la manipulación de la información en tiempos remotos, habían encumbrado a individuos que hoy podrían ser considerados “de dudosa reputación”. Tal es el caso del mal denominado “padre del aula”, domingo faustino sarmiento. De él se ocupó
fundamentalmente otro de “dudosa trayectoria”, apodado “don bartolo”, nos referimos a bartolomé mitre, que utilizó o mejor dicho, manipuló parte de la historia argentina para poner en el bronce al racista sarmiento.
Y si bien ensalza a sarmiento con el tema educación, quien en realidad fue el que llevó a cabo las mayores transformaciones, fue Nicolás Avellaneda quien había expresado: “…El nombre del señor Sarmiento al frente del gobierno era por sí solo una dirección dada a las ideas y a la opinión en favor de la educación popular; su firma al pie de los decretos era una autoridad que daba prestigio a mis actos…” (1)
Decía sarmiento que no había que ahorrar la sangre de los indios, que con ellas se tenían que regar nuestras tierras, sus tierras…
Bien, es así que se impone en Argentina como fecha para homenajear y re-valorizar la actividad docente el 11 de septiembre, Día del Maestro y no precisamente por el mejor o el más entregado a esa tarea.
Cuando llega un nuevo 11 de septiembre y respecto a esto de la imagen de sarmiento, imposible despegarla de la barbarie por él cometida en la persecución, secuestros y asesinatos de negros, indios, gauchos. La mentira sobre esa figura va acompañada de sangre…
Hubo y hay a lo largo de nuestra historia muchos otros que en realidad sí han dejado indelebles marcas que responden al ideal del docente. ¿Quieren un ejemplo bien cercano?: “Carlos Fuentealba”…
También para un 11 de septiembre pretendieron deformar los hechos y la tragedia para enlodar a un emblema de la paz y de la alternativa política y social. Fue en la tremenda década de los setenta.
Había alcanzado el poder a través de las urnas, Salvador Allende se convirtió en la esperanza chilena, en la esperanza Latinoamericana.
Tal vez, por las diferentes características de nuestros pueblos, habría que haber vislumbrado que aún no estaban las condiciones dadas para llevar adelante un proceso revolucionario, en esta parte de nuestra Patria Grande.
Traicionado por la mayoría de quienes integraban las fuerzas armadas chilenas, por un importante sector del arco político, también un 11 de septiembre, pero de 1973, Allende fue acorralado en el Palacio de la Moneda y asesinado. Pretendieron imponer la idea que se había suicidado, para así desprestigiar su figura y trayectoria.
El Jefe de Inteligencia del Ejército Chileno, General Javier Palacios, dirigió el asalto a la Casa de Gobierno denominado La Moneda, y fue, según testimonios, quién terminó con la vida de Salvador Allende. (2)
Patricio Manns poéticamente refleja parte de esta historia:
Mi país fue vestido de paciencia.
Le pusieron la cruz en el ojal.
Le acostumbraron la mejilla al golpe.
Le podaron las alas cada día.
Le apretaron el modo de pensar.
Con un hilo de sangre se ha cosido este traje.
Con un clavo de sangre dispuso del zapato.
Con un chorro de sangre se lavó la corbata.
Delgado como el humo es el cuerpo de Chile,
sin camisa en el norte, ronco y roto en el sur.
Es la vena perfecta que desangra
un invierno maldito en sus vinos repetidos.
Otro 11 de septiembre también enlutó a parte de la humanidad, cuando grandes e imponentes edificios en los EE.UU. se desplomaban dejando un saldo superior a los tres mil muertos.
En esta oportunidad fueron fundamentalmente los monopolios de la desinformación junto con las diferentes agencias gubernamentales de ese país, los encargados de implantar una historia diferente a la real.
La idea de un atentado terrorista ya se había ensayado en otras partes del planeta: en 1992 fue el atentado contra la embajada de Israel en Argentina; el 18 de julio de 1994 contra el edificio de la mutual israelita AMIA; al año siguiente, el 19 de abril al edificio Alfred P. Murrah del gobierno federal de los Estados Unidos, en el centro de Oklahoma City (3)
Atentados denominados de “falsas banderas”, como los recientemente ocurridos en Chile, previos a una nueva conmemoración del golpe del ’73.
Con ellos se pretende, no sólo distraer la atención, sino generar las condiciones que puedan justificar intervenciones por parte de quienes se arrogan el título de gendarmes mundiales: el poder nazi-sionista internacional.
La manipulación y distorsión de datos, pruebas, testimonios, hechos, llevan implícita la posibilidad de ejercer el control de gran parte de la sociedad a nivel global.
Ya no sólo alcanza la formación educativa para condicionar un pensamiento, una actitud, los monopolios de la desinformación completan la miserable tarea de direccionar el sentido de la realidad.
Los medios que hoy nos posibilitan entrar en contacto con uds. y varios otros, son los utilizados para generar temor, sensación de caos y hasta frustración para así someter las voluntades individuales al poder real.
Con mentiras y sangre subsumieron a gran parte de la población mundial en el desinterés, la inacción, el desánimo. ¿Cómo contrarrestar tamaño poder de enajenación mental? Está en manos de quienes nos hemos propuesto desenmascarar al poder mundial, la posibilidad de cambiar esta parte de la historia, para comenzar a escribirla entre nosotros, entre todos quienes pretendemos otra realidad.
Con las mismas herramientas que utiliza el enemigo para enlodarnos, para someternos, tenemos que procurar avanzar en la desarticulación de sus andamiajes de control y dominación.
Desde los espacios de educación, de información, desde las alternativas de toda clase, avanzar para correr esos velos que nos han sometido por largo tiempo en las tinieblas del desconocimiento.
Ante la imposición de sangre y mentiras a las que nos expusieron, avancemos con ideas y acciones concretas que nos reconviertan en colectivos comprometidos con la vida.
Las posibilidades de una gran conflagración, reiteramos el alerta, no nos permite continuar en la inacción, debemos asumirnos actores fundamentales para revertir un presente preocupante y un futuro incierto.
Lo ocurrido, y lo que ocurre, en la Franja de Gaza, en Cisjordania, en Siria, en Libia, han sido globos de ensayo para una gran avanzada imperial sobre todos los territorios que sean susceptibles de ser ocupados.
Los falsos atentados cobrarán mayor envergadura para justificar el injerencismo y la invasión. Tanto las bases del comando sur de los ee.uu. en Nuestra Patria Grande, como las diseminadas en Europa y África, como así en Medio Oriente, están pendientes de la orden final.
Es nuestra obligación desenmascarar y alertar para, no sólo prevenir sino también evitar nos roben nuestro derecho a la existencia.
Que así sea.
NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com
DOMINGOS DESDE LAS 10 HS.
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA
Notas, Referencias y Material Consultado
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