DE LOS MALOS AIRES QUE SOPLAN POR BUENOS AIRES…
Son tantos los litros de tinta que se han volcado para “analizar” las últimas elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires… que no pude sustraerme a la tentación y poner, sobre ese tema, algunas palabras.
Todo tiene que ver con todo, siempre sostengo, y en este caso los resultados, tanto de las elecciones anteriores como ésta última, tienen que ver con lo histórico en Buenos Aires. Ciudad por demás oligárquica/terrateniente que siempre ha esgrimido la posibilidad de manipular los “intereses” del país a su antojo y conveniencia…
Desde los tiempos de las colonias, el puerto de Buenos Aires se ha erigido en rector de los comportamientos en el resto de la geografía de las Provincias constituidas por esas épocas. Marcando, dictaminando, sentenciando la vida o subsistencia del resto.
El poder ejercido desde ese punto, se ha manifestado a lo largo de la historia, demostrando su poco interés en la integración y más en la sumisión a los designios del capital.
Siempre, la hoy CABA, antigua Capital Federal, se ha mantenido incólume respecto de sus objetivos. Su mirada siempre ha estado puesta del otro lado del Atlántico. Con su obstinación en parecerse en luces y adornos “occidentalizados”, no tuvo tiempo por intentar pertenecer a la tierra donde se encuentra enclavada.
El individualismo, la competencia, el desarrollo personal y todo alejado de lo colectivo ha sido la impronta, la marca distintiva del porteñaje. Recordemos las nefastas negociaciones realizadas por indecorosos bronces. Parece realmente una broma de mal gusto saber que, una de las avenidas más largas del país lleve por nombre el que refiere a aquél que ha entregado los destinos de la nación a “su graciosa majestad la corona británica”. Rivadavia ha sido un negociador, entregador de nuestra soberanía y es premiado con tal denominación arterial asfáltica… Los Generales San Martín, Belgrano, gozan en las denominaciones de “algunas calles principales de ciudades”; Dr. Mariano Moreno, Castelli, Monteagudo y otros tantos silenciados, tal vez son mencionados en calles internas de barrios y pueblos…
Parece ser que se prefiere rendir pleitesía a entreguistas, vendepatrias y traidores, que a aquellos que han ofrendado sus días de existencia a causas mucho más nobles que aún hoy no se han logrado.
El tema de la denominación de calles, edificios públicos, escuelas, bibliotecas, etc. no es un detalle menor, marca contundentemente una definición de pueblo. Pueblo identificado con…Y ello también se ve en resultados electorales. Los últimos cuatro años y esta última elección ha mostrado, una vez más, la calidad réproba del electorado capitalino. Un electorado que prefiere un cuasi gerente empresarial que “limpie” la negritud perteneciente a aquella barbarie que ha quedado por eliminar…
El gerente, con inclinaciones fascistoides, ha destruido toda posibilidad de construcción colectiva cultural; ha eliminado toda alternativa de integración, desarrollo y maduración poblacional; ha promovido el racismo y la xenofobia; se ha encargado de imposibilitar un estadio proclive a la idea de Patria Grande. La CABA se cava cada vez más profundo el pozo en el que está metida…
Mientras la hegemonía la siga ostentando el porteñaje, pretendiendo imponer su voluntad de continuar aislándose del resto del continente, nada habrá de cambiar en la ex Capital Federal.
Ojalá prevalezca el espíritu transformador de una sociedad que hoy no rinde homenaje a aquellas mujeres y a aquellos hombres que sí tuvieron otra visión de Nación, más continental, más mestiza, más nuestra…
Que así sea…
NORBERTO GANCI –DIRECTOR- El Club de la Pluma
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