DAR
PAZ AL MALÓN
La actual provincia de Jujuy, desde tiempos
inmemoriales, ha sido habitada por diversas comunidades de pueblos originarios.
Incluso, el origen del nombre de la provincia vendría del quechua xuxuyoc, nombre de un funcionario inca
de la región, del que derivó en xuxuy.
En este momento hay doce pueblos que habitan
en Jujuy, como Atacama, Chané, Chicha, Chulupí, Fiscara, Guaraní, Kolla,
Ocloya, Omaguaca, Quechua, Qom y Tilian.
Todos esos pueblos se sumaron a la gesta de
nuestra independencia. Ellos participaron del “Éxodo Jujeño” acompañando a
Manuel Belgrano y luego, tuvieron un valioso protagonismo en diversos hechos de
la gesta nacional en la emancipación de España. Más, la nación argentina liberada,
no trajo, necesariamente, el reconocimiento real de los derechos correspondientes
a los pueblos originarios.
Sublevación
A fines
del siglo XIX, los indígenas peleaban por la propiedad de sus tierras
ancestrales y poder trabajarlas, sin el peso agobiante de las exigencias de
terratenientes ilegítimos, que les cobraban altos arrendamientos por
cultivarlas o los obligaban a trabajar para ellos o los expulsaban de las
mismas.
En 1874 se sublevaron y el gobernador de Jujuy
José Álvarez Prado acudió en defensa de los intereses de los terratenientes. El
enfrentamiento se produjo en diciembre de ese año, en la llamada batalla de “Abra
de la Cruz” o “Combate de Cochinoca”. Los indígenas ganaron usando armas
rudimentarias, y con nobleza, habiendo capturado al gobernador, lo dejaron en
libertad.
Luego, el 04/01/1875 se dio la batalla de
“Quera”, en la que Álvarez Prado, como segundo comandante, derrotó a los
indígenas. Los vencedores, no tuvieron la hidalguía de los aborígenes y en una
actitud diferente a la de aquellos, capturaron a los jefes indígenas Federico
Zurita, Benjamín Gonza y Laureano Saravia Anastasio Inca, los fusilaros en el
acto y sus cuerpos los pusieron en exposición.
Primer
Malón de la Paz
Lamentablemente las situaciones de injusticia no
cambiaban, y en mayo de 1946, se organizó el primer Malón de la Paz. Los
indígenas caminaron desde el noroeste argentino a Bs. As., para pedir al
gobierno nacional que les ayudara en la restitución de sus territorios, tomados
por las oligarquías locales.
El reclamo se dirigía, entre otros planteos, en
especial contra Robustiano Patrón Costa, que los trataba como siervos esclavizados.
Incluso él, en 1942, había lanzado su candidatura a la presidencia de la
Nación. Al respecto, los indígenas Valentín Zárate y José Nievas expresaron,
como lo consignó el diario La Razón del 11/07/1946: las “tierras fueron de
nuestros bisabuelos. El señor Patrón Costa se apoderó de ellas y las incluyó en
sus tierras sumándolas a no pocas hectáreas. Tenemos que pagar $ 1,50 por
cabeza de ganado, y otro tanto por cada planta de naranjo que cultivamos. La
producción apenas alcanza para nuestras familias, si se muere una vaca o se
seca una planta igual nos cobran el “impuesto” durante cinco años (…) Nos pagan
$ 1,50 por cada 1.000 kilos de caña que pelamos y que a veces demandan tres
días de labor. No es posible negarse, porque entonces aparece la policía del Ingenio
con winchester, pistola, sable y látigo y nos obligan a trabajar. También es
obligatorio comprar en la proveeduría del Ingenio. Si compramos
particularmente, la misma policía se encarga de quitarnos las provisiones y
como castigo nos hacen trabajar gratis una semana. A veces nos llevan presos y
nos dejan en los calabozos seis días sin comer”.
El Malón logró que el presidente Juan Domingo
Perón, atendiera sus reclamos y expropiara tierras en la Puna y en la Quebrada
de Humahuaca, con el objetivo de devolverlas a las comunidades. Sin embargo, dicha
conquista, no pudo efectivizarse en ese momento.
Segundo
Malón de la Paz
Los indígenas jujeños, después de mucho
tiempo, lograron que el Tribunal Contencioso Administrativo de Jujuy ordenara al
gobierno provincial entregar todos los títulos de propiedad comunitaria de las
tierras a las comunidades indígenas. El fallo fue apelado por el gobierno
provincial, no obstante, la reforma constitucional nacional de 1994, también
había legitimado los reclamos indígenas.
Con motivo de la nueva dilación para no
cumplir, en agosto de 2006, se llevó a cabo el Segundo Malón de la Paz.
Tercer
malón de la Paz
Ante el dictado por parte del gobernador de
Jujuy Gerardo Morales de una nueva constitución de manera ilegal, en la que no
se contemplan debidamente los derechos que tienen los indígenas, en julio de
2023, se llevó a cabo el Tercer Malón de la Paz.
Los indígenas reclaman la inconstitucionalidad
de la reforma “exprés” de la constitución, porque genera mecanismos por los
cuales, de manera discrecional, sin consultarlos, ni respetar su cultura, se
pueden apropiar de sus tierras, posesiones comunes, del agua y contaminar su
ecosistema, particularmente por la extracción del litio. Además, denunciaron
las graves violaciones a los derechos humanos de las que fueron y están siendo
víctimas.
En Bs. As., Horacio Rodríguez Larreta, que
eligió a Gerardo Morales como candidato a vicepresidente, en su candidatura a
la presidencia, prohibió que se instalaran en la Plaza Lavalle, frente a la
sede de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Incluso se intentó
desalojarlos en una madrugada, no se les dejó armar carpas, con temperaturas
muy bajas, con niños y mujeres embarazadas y días de lluvia. Sólo se les autorizó
contar con dos baños químicos, para el uso de más de 400 personas y deben
cobijarse con plásticos. Verdaderamente inhumano. Ellos querían que la Corte
los recibiera, lo que no se ha logrado hasta la fecha.
El poder legislativo prometió diversas cosas,
pero que no se han concretado aún y el panorama político actual no permite
avizorar cambios importantes a la brevedad.
El Presidente Alberto Fernández presentó una
acción ante la Corte planteando la inconstitucionalidad de la reforma
constitucional de Jujuy, lo que no ha sido resuelto aún. Además, el 29/08/23 dictó
el Decreto 435, por el que creó la “Comisión de recepción y análisis de
denuncias sobre violencia institucional en la provincia de Jujuy”, que recién
ha podido empezar a trabajar.
Mientras tanto, el gobierno de Morales ha
activado diversas acciones en contra de los indígenas con tipificaciones penales
como la de secesión, o sea, imputando un alzamiento delictivo en contra de la
nueva constitución, cuando de lo que se trata es de discutir que esa reforma es
inconstitucional. También les aplican sanciones contravencionales por
participar de marchas de protesta, con multas de $ 2.500.000. No hay garantías
judiciales en dicha provincia, con omisión de actuar por parte de dicho poder respecto
de las graves violaciones de derechos humanos que se han dado. Tampoco, se
analiza la culpabilidad del gobierno por ser el causante de las protestas
legítimas que se llevaron adelante.
Hay que asegurar la Paz al
Malón, que merece que se atiendan sus reclamos con urgencia.
Dr. MIGUEL JULIO RODRÍGUEZ VILLAFAÑE
Abogado constitucionalista cordobés
Periodista de opinión
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