RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 8 de octubre de 2023

EL CLUB BILDELBERG - Parte XVIII - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

EL CLUB BILDELBERG

LA ÉLITE QUE DOMINA EL PLANETA

RED TAVISTOCK

LAVADO DE CEREBROS A NIVEL MUNDIAL

El sistema de conspiración es el tercer ángulo del capitalismo

Parte XVIII

 

 

 Un cálido abrazo a la distancia a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA.

 

 Mi columna de hoy será un ámbito continuo de reflexión, una especie de prolongación de los libros del Dr. Daniel Estulin, LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDELBERG, EL INSTITUTO TAVISTOCK y METAPOLÍTICA.

 

 Es un lugar común que la gente hable de CONSPIRACIÓN cuando desvelamos lados

sombríos, insospechados, sorprendentes y, las más de las veces, macabros e inhumanos, pero las

más de las veces no es una verdadera CONSPIRACIÓN, sino que las fuentes de información están a la vista, pero sólo para quienes se atreven a leerlas. De ocultamiento, nada. Y en el ámbito del capitalismo existe un silenciamiento evidente sobre un aspecto macabro y es que el sistema capitalista es una conspiración sistémica. ¿Qué quiere decir esto? Que el capitalismo sin conspiración no existiría.

 Sin el área de conspiración sería imposible su existencia. Es un rasgo más del sistema capitalista como los ciclos de acumulación del capital o como los ciclos de batallas por

las hegemonías y las guerras mundiales. El análisis de las conspiraciones del capitalismo es necesario agregarlo a los problemas de análisis histórico y teórico del capitalismo como sistema.

 

 El sistema de conspiración es el elemento invisible del capitalismo, inclusive en las culturas precapitalistas existía el secreto como una forma inherente al poder, pero era un poder oficial sagrado. La gente sabía respecto al poder secreto y el secreto del poder; el poder mismo se percibía en muchos sentidos como algo misterioso y sagrado, pero en la sociedad burguesa hay una contradicción esencial para cuya destrucción se ha apelado al sistema de conspiración. ¿Entendieron bien lo que dije, no?

 Que en la sociedad burguesa, para destruirla, el capitalismo tuvo que recurrir al sistema de conspiración.

 

 El capitalismo es un sistema tridimensional: capital, Estado más conspiración y la conspiración es su columna vertebral, ocupa la punta superior del triángulo, por encima del capital y el Estado. Cuando la historia de la era capitalista sólo se escribe y se cuenta como la historia de un Estado o Estados y el capital, se convierte en una reseña incompleta y falsa porque presenta una historia bidimensional cuando en realidad hablamos de una historia tridimensional: sin el sistema de conspiración es imposible comprender la historia de la era capitalista.

 

 En términos económicos, el capitalismo es un sistema supranacional de todo el planeta

porque el mercado mundial no conoce límites. En el plano político, sin embargo, el sistema capitalista no es un todo, sino la totalidad de Estados, es decir, la organización de los Estados nacionales. Esta es una de las contradicciones más serias de dicho sistema: la contradicción entre el capital y el Estado, global y doméstico.

 Para mediados del siglo XIX, cuando el capitalismo se integró a un sistema para sí mismo, es decir, cuando se llevó a cabo la adquisición de fuerzas productivas industriales, esas fuerzas productivas industriales, eran regionales, concentradas en el Atlántico Norte pero, en cambio, las relaciones industriales son globales por naturaleza entonces entran en conflicto con las formas político-estatales y tratan de romperlas.

 

 La gran burguesía y su segmento financiero, independientemente del país en que se viva siempre tiene intereses que van más allá de las fronteras nacionales y estos intereses sólo se pueden consumar con la violación de las leyes del Estado, pero no se trata de una sola violación, sino de una violación constante y sistemática y, por lo tanto, debe ser frenada de alguna manera. Porque después de todo, una cosa es cuando al capital se oponen políticas débiles, mencionemos a África, pero otra cosa es cuando hablamos de países como Gran Bretaña, Francia, Austria, Alemania, Estados Unidos.

 

 Es un asunto completamente distinto. Aquí lo que se necesita es una herramienta organizativa que formalice los intereses de las élites capitalistas de varios Estados, que elimine las contracciones de estas con el Estado y que se convierta en una expresión de sus intereses integrales extrasupracionales a largo plazo. Se necesita que exista el nivel superior de la clase capitalista, las estructuras u organizaciones supranacionales.

 

 En segundo lugar, si bien no es necesario que estas estructuras sean completamente secretas, sí es indispensable que por lo menos estén cerradas al público en general.

 Y en tercer lugar, dichas organizaciones o estructuras deberán ser capaces de influir sobre los Estados y sus líderes, quienes a su vez, deberán estar por encima del Estado y del capital. Estas estructuras están involucradas en algo a lo que no se le puede llamar de otra manera que CONSPIRACIÓN PERMANENTE E INSTITUCIONALIZADA.

 

 Así, la creación de sistemas de conspiración, las estructuras supranacionales del gobierno mundial son un imperativo para la cima de la clase capitalista. Hablar de capitalismo es hablar de conspiración: son dos caras de una misma moneda. El sistema de conspiración fue lo que garantizó el modelo de circuito dual: externo, para el uso general e, interno, para un círculo limitado, para quienes escriben la Historia y mueven las cuerdas, para sus súbditos.

 

 El principio de la fase de diseño en la historia de Europa coincidió con el surgimiento de los anglosajones, de Gran Bretaña. Las organizaciones masónicas originales fueron la primera imagen del sistema de conspiración: estuvieron estrechamente vinculadas con los intereses políticos y financieros del Estado inglés o británico. A mediados del siglo XVII, terminó por fin la confrontación de trescientos años entre los Austria, los Habsburgo y Francia.

 Tomó la forma de algo sin precedentes, una nueva forma de acuerdo a la interacción entre los antiguos, enraizado en la Edad Media inglesa y veneciana, con el Oriente Medio proveniente de la antigüedad babilónica y judía; fuerzas que se convirtieron en operadores de mercado mundial a un nivel supranacional. En la Gran Bretaña del siglo XVIII había una contradicción entre Gran Bretaña como Estado y Gran Bretaña, como grupo, como red de estructuras comerciales y financieras, clubes aristocráticos y logias

masónicas controladas por Londres.

 

 Podemos hablar de tres fases del sistema capitalista, los ciclos de acumulación de capital y la lucha por la hegemonía. La primera etapa es de 1710 a la década de 1770; la segunda etapa comienza con el surgimiento de los Illuminati y con la Revolución Francesa que dio inicio en el siglo XIX a medio siglo de revoluciones masónicas que culminó con la formación del Segundo Reich y la unificación de las logias germano masónicas en una única “Alemania secreta”, en la década de 1870. Y ahí comienza la tercera etapa de desarrollo de las estructuras de conspiración como una forma intrínseca de organización de la principal élite de Occidente que coincide con el declive de Gran Bretaña.

 

 El CLUB BILDELBERG creado en 1954 surgió para reconciliar a los dos segmentos principales de la élite occidental de ese momento: los angloestadounidenses y los germano-norditalianos asociados con el Vaticano. La crisis en la que entró el sistema capitalista a finales de los sesenta y principios de los setenta exigió nuevas estructuras: el CLUB DE ROMA, en 1968 y, la COMISIÓN TRILATERAL, en 1973. Y como el sistema capitalista seguía agravándose, hubo que modificar las estructuras cerradas de la élite

occidental y así aparecieron los proyectos globales, aunque hoy el globalismo ya no existe.

 

 Y para ir terminando, un ejemplo bien actual. Estamos en los últimos estertores de este ciclo del capitalismo, más grave que el Crack de 1929. Los problemas económicos en Occidente a corto plazo, están controlados, pero a medio y largo plazo, no. Las nubes, el nerviosismo, comienzan a gestarse en los mercados. ¿Qué nos ocultan las élites financieras, qué están conspirando?

 La crisis de deuda de los Estados Unidos. Desde 1981 hasta 2019, los Estados Unidos no ha crecido absolutamente nada, te vendieron humo, sólo se limitó a emitir dólares y de la misma manera en la Unión Europea. ¿Escucharon bien? No se puede hablar de crecimiento económico; es falso, cuando las deudas de los Estados continúan creciendo de una manera exponencial. Billones y billones de dólares y euros de deudas de los Estados, impagables. No se puede seguir viviendo al ritmo que estamos viviendo. Estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades.

 

 ¿Qué político tomará el toro por las astas y ataque la crisis de deuda y se deje de continuar gastando y comience recortando algunas cosas que no nos podemos permitir? Ese endeudamiento terminará por explotar muy, muy pronto y a los ciudadanos se los engaña. Parece que Occidente tiene una caja mágica de donde se puede obtener dinero y más dinero. Esa deuda es una loza de cemento sobre la economía que se está tapando.

 Hay que reconducir la deuda. Según Daniel Estulin, no existe aún el lenguaje para saber qué sistema económico le seguirá a esta megacrisis. Biden terminó inundando el planeta de dólares, como los presidentes anteriores y los del siglo pasado desde la década de los 80. En la Unión Europea, más de lo mismo. Nos han tomado el pelo. Estados Unidos y la Unión Europea estaban creciendo gracias al endeudamiento, pero no es un crecimiento real. ¿Cómo te vas a seguir endeudando si no tienes crecimiento?

 

 Sólo con endeudamiento tiran de la economía; patean hacia adelante. Tapan la realidad; están mintiendo, gastando y gastando y nos hicieron creer la ilusión que estábamos en un escenario en el que el crecimiento era eterno. Es mentira y ha estallado. Y no olviden que cuando los pueblen pierden, hay un puñado de ricos que se hacen más ricos, escandalosamente. Alguien estará ganando tanto y tanto.

 Continúa la conspiración del sistema capitalista. Sin conspiración no existiría el capitalismo: forma parte consustancial de su esencia.

 La RED TAVISTOCK de lavado de cerebros a escala mundial funciona perfectamente. Las masas educadas frente al televisor no entienden ni se enteran de nada.

 

 Me despido de nuestra querida audiencia agradeciendo su amable atención y deseando, profundamente, que nos volvamos a encontrar en otra emisión más de EL CLUB DE LA PLUMA. El tema musical que elegí no necesita presentación alguna.

 


VIVIANA ONOFRI

Profesora en Letras

 ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

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