RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

sábado, 22 de noviembre de 2025

EL DEFENSOR DE SU ENEMIGO - MAURICIO IBÁÑEZ

 

EL DEFENSOR DE SU ENEMIGO

 


 

Apreciados compañeros, amigos y oyentes de El Club de la Pluma. Desde Colombia los saluda Mauricio Ibáñez, con nuestro acostumbrado abrazo por la unidad latinoamericana.

 

En la columna de hoy me he tomado la libertad de trabajar sobre un texto que recibí por las redes sociales, y cuyo autor desconozco, de manera que me permito expresar mi reconocimiento por su publicación que leo con admiración y complemento con algunas ideas propias.

 

En Colombia existe un personaje trágico y fascinante: El que defiende con pasión un sistema que jamás lo ha defendido a él.

 

Ese que vive en el sótano del condominio, pero cree que pertenece al penthouse porque el dueño (rico, poderoso e intocable) le sonríe cada cuatro años.

 

Ese personaje es el pobre de derecha. Y antes de juzgarlo, hay que entender algo:

no nació así. Lo fabricaron.

 

1. El miedo fabricado

 

Durante décadas, una maquinaria política, empresarial y mediática repitió palabras hasta convertirlas en reflejos automáticos:

 

        “Comunismo.”

 

        “Castrochavismo.”

 

        “Nos vamos a volver como Venezuela.”

 

        “El socialismo trae miseria”

 

No importaba que la mayoría no entendiera esos conceptos: lo importante era usarlos para generar temor.

 

La repetición constante convierte cualquier miedo emocional en una “verdad” interna. Hoy hay miles de personas con pánico al comunismo sin poder definirlo, sin saber qué es, y eso no es casualidad: fue estrategia pura.

 

2. Les enseñaron a odiar antes de aprender a pensar

 

El objetivo de las élites no era formar ciudadanos críticos, sino soldados emocionales. Se les inculcó que:

 

        Quien piensa distinto es enemigo.

 

        Quien pide derechos es “guerrillero”.

 

        La violencia “si la producimos desde las élites” es justificable.

 

        Cuestionar al poder es una traición.

 

        Lo diferente es peligroso.

 

De esa manera se construyó un reflejo emocional: El rechazo automático a lo desconocido, y el apoyo inmediato a lo que se les ordena defender.

 

El odio se volvió identidad.

 

3. Les inculcaron que reaccionar es más fácil que pensar

 

Pensar exige silencio, lectura, cuestionar creencias, no tragar entero. Reaccionar con rabia es rápido, cómodo y da sensación de pertenencia. Por eso es más fácil gritar “¡comunista!” que abrir un libro o verificar la información. Por eso es más fácil atacar que escuchar.

 

Esa reacción no surgió sola: fue cultivada.

 

4. El portero de la edificación

 

Aquí aparece el pobre de derecha: el portero ideológico de un país. Defiende el edificio desde el sótano, repite los miedos que le enseñaron.

 

Cree que pertenece a una élite que, en realidad, ni sabe que existe, y si lo sabe, lo desprecia, lo ignora, le fastidia.

 

Y sí, es víctima:

 

·         Es víctima de desinformación,

 

·         Es víctima de medios manipuladores,

 

·         Es víctima de pobreza educativa,

 

·         Es víctima de una narrativa diseñada para mantenerlo temeroso y obediente.

 

Comprender esto no significa justificar su conducta, pero sí entender su origen.

 

Y algo importante:

 

Este análisis no busca que nos odiemos entre clases sociales o económicas. La intención no es confrontar al pobre con el rico, ni crear bandos entre ciudadanos.

Lo que se busca es que quien ha sido manipulado pueda crecer, pensar, decidir y mejorar sin miedo, sin cadenas mentales, sin un relato político que lo use como herramienta.

 

Un país solo avanza cuando su pueblo, especialmente los pobres y la clase media dejan de ser instrumento y empieza a ser protagonista.

 

5. Comprender NO es justificar

 

Comprender no es callar ni aceptar. Es reconocer que detrás de cada insulto hay años de manipulación emocional.

 

Las víctimas también pueden hacer daño cuando no saben que lo son.

 

6. ¿Qué hacemos nosotros?

 

La respuesta no es gritar más fuerte, sino ser más conscientes. Nuestra herramienta es:

 

        leer,

 

        estudiar,

 

        investigar,

 

        comparar información,

 

        desarrollar pensamiento crítico.

 

La ignorancia se combate con conocimiento; el miedo, con claridad; la rabia, con inteligencia.

 

Hasta la próxima semana compañeros, un abrazo.

 

 


MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia -Biólogo

Especialista En Estudios Socio-Ambientales

 

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