DESARROLLO
AGRARIO BRASILEÑO:
FUNDAMENTOS
DE LA INCLUSIÓN PARA LAS CLASES C Y D
El desarrollo agrario en Brasil es
más que una cuestión de producción rural, es un vector estratégico para la
inclusión social, la reducción de la pobreza y el fortalecimiento de la
economía popular. En las últimas décadas, las políticas públicas dirigidas al
campo han buscado corregir distorsiones históricas, como la concentración de la
tierra y la exclusión de los pequeños productores, con impactos directos en las
clases C y D.
Panorama histórico y estructural
Desde el período colonial, Brasil se
ha enfrentado a una distribución desigual de la tierra, marcada por grandes
latifundios y acaparamiento de tierras. La modernización agrícola, impulsada
por la Revolución Verde, ha profundizado estas desigualdades al favorecer a los
grandes productores y excluir a los agricultores familiares. La reforma
agraria, aunque lenta, ha sido una respuesta parcial a este escenario,
promoviendo el acceso a la tierra y fomentando la agricultura familiar.
Políticas de Desarrollo Agrario
El Estado brasileño, a través del
Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), ha implementado iniciativas como:
·
Crédito rural subsidiado para pequeños productores
·
Asistencia técnica y extensión rural
·
Programas de adquisición de alimentos
(PAA) e incentivo a la producción orgánica
·
Regularización de tierras en zonas de la Amazonía Legal y otras regiones agrícolas
fronterizas
Estas políticas tienen como objetivo
no solo aumentar la productividad, sino también generar ingresos y autonomía
para las familias de bajos ingresos.
Impacto en las clases C y D
Las clases C y D, que representan una
parte significativa de la población brasileña, se benefician directamente del
desarrollo agrario en varios frentes:
1. Generación de empleo e ingresos
·
La agricultura familiar emplea
alrededor del 70% de la mano de obra rural.
·
Los pequeños productores, al acceder
al crédito y a la asistencia técnica, pueden ampliar su producción y
comercialización, generando ingresos locales.
2. Seguridad alimentaria
·
Programas como PAA y PNAE (Programa
Nacional de Alimentación Escolar) compran alimentos directamente a los
agricultores familiares, asegurando el flujo de producción y el acceso a
alimentos saludables para poblaciones vulnerables.
3. Movilidad social
·
El fortalecimiento de la economía
rural permite a las familias de la clase D ascender a la clase C a través del
emprendimiento agrícola y la diversificación de ingresos.
4. Reducción del éxodo rural
·
Con más oportunidades en el campo,
hay una disminución de la migración forzada a los centros urbanos, lo que
reduce la presión sobre la infraestructura urbana y mejora la calidad de vida
en el campo.
Desafíos y perspectivas
A pesar de los avances, el desarrollo
agrario aún enfrenta obstáculos:
·
Persisten los conflictos por la
tierra en las zonas de expansión agrícola
·
Acceso desigual a la tecnología y la
conectividad digital
·
Baja velocidad en la implementación
de la reforma agraria
Sin embargo, con el avance de las
políticas territoriales integradas y el fortalecimiento de las cooperativas,
existe un camino prometedor para hacer que el campo brasileño sea más justo,
más productivo y más inclusivo.
Desde Brasil –Comunicadora
Social
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