RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 16 de marzo de 2025

LA TESIS 11 - PEDRO RODRIGUEZ

 

LA TESIS 11

 

 

 ¿Contarnos una y mil veces entre nosotros la catástrofe de este sistema? Ya lo hicimos. No ha dado resultados que satisfagan a nadie en el campo popular. Y continuamos haciéndolo: innumerables columnas y podcast y programas por todos los medios se lanzan a analizar la catástrofe en cada una de sus expresiones. Estamos saturados de interpretaciones, y vacíos de transformaciones, habiendo transcurrido ya más de 100 años de la tesis 11 de Marx: "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo". Celebérrima frase que se lee como epitafio en la tumba de Marx.

 

 Leamos, entonces, una interpretación más:

Con la caída del Muro, no solamente fue derrotado el socialismo sino toda acción mínimamente organizada desde el Estado en su versión más urgente, que es la asistencia social. La ayuda mínima a la que se redujo la ayuda del sector público redundó en la aparición de una forma degradada: la "caridad" a través de grandes fortunas, lo que podríamos llamar neofilantropismo. Bill Gates y su propagandista Bono fueron la cara de eso. Se pasó a depender del humor de multimillonarios, que a su vez fueron lo suficientemente vivos para no pagar impuestos -a raíz de ese eufemismo espantoso que se inventó en los '90: la llamada "responsabilidad social empresaria"-. Adivinen si en condiciones normales un millonario dona más que lo que debería pagar en impuestos. Bingo: negocio perfecto. No se siente esquilmado por el Estado, aporta mucho menos de lo que debería y queda como un adalid que piensa en los demás.

 

 La catástrofe de Bahía Blanca es un ejemplo rotundo, no exactamente de eso, sino de lo pusilánime y lamentable que es el alto empresariado argentino como clase dominante. ¿Dónde están los Galperín, los Constantini, los Rattazzi, los Fortabat, los Grobocopatel? Ya que el Estado no sirve para nada y si hay una necesidad habrá un privado capaz de satisfacerla, como se pregona desde la Casa Rosada hace quince meses, allí estará nuestra burguesía, presta a satisfacer al prójimo con bienes y servicios de calidad. Pero resulta que no, ninguno dijo ni mu, y la asistencia es por la solidaridad de miles y miles de ciudadanos anónimos, que dan una mano a compatriotas anónimos.

 

 En un país normal (y hablamos de lo que DEBERÍA ser normal) el envío de ropa y alimentos por parte de particulares ante una situación de emergencia debería ser un complemento a la acción de un Estado que se dedique a cobrar impuestos como corresponde según la capacidad para tributar. En la Argentina hay un gobierno que se ufana del Estado ausente y sus beneficiarios, que gozan de suculentas exenciones impositivas, se desentienden hasta de una situación dramática. Esa clase dominante, con la ayuda de políticos cómplices, da una muestra más de su patetismo y de la ausencia total de proyecto para la Argentina.

 

 Leamos a otro compañero: "Es una estupidez y un aliento demagógico suponer que Milei tenía que viajar a Bahía Blanca. Para algo tenés funcionarios. Conducir no es sacarse fotos. Dirigir no es estar en todo. Un tipo como Milei, que no sabe atarse los cordones sin asistencia de la hermana, ¿para qué carajo viajaría a la ciudad portuaria?

 

 Si vas, que sea para poner los recursos de la provincia o de la Nación al servicio de la reconstrucción de la ciudad. Para operativizar in situ los recursos del Estado. Y por supuesto nada de eso sucedió. Hay, claro, fotos. Y la politiqueria burguesa es tirarle centros al oportunismo. Se festejan las fotos. Se festejan los gestos. Los besos con nenes morochitos, con viejos desahuciados. Los "pies en el barro". "Que bueno, viva el gobernador", "viva el presidente". Se cruzan puteadas. Nadie analiza ninguna gestión, ni provincial ni nacional más que para cubrir al propio y denostar al opuesto.

 

 Todos vemos al gobernador y al presidente sacándose fotos en Bahía (aunque éste debió pedir a la hermana que lo saque de ahí en medio de un ataque de pánico). Lo que fueron a hacer allá, lo podían hacer por teléfono. Preocuparse por los vecinos es resolver los problemas antes que sucedan. O hacer lo imposible para remediar las catástrofes.

Libertarios festejan que Milei viajó: "Tenemos un presidente que viaja"

 

 Peronistas festejando al gobernador: "Tenemos un gobernador presente". Mientras tanto, fuera de los flashes, Bahía Blanca quedó devastada." Y nosotros agregamos: Cómo La Plata en 2013, con 89 muertes reconocidas judicialmente, o como Santa Fe en 2003 con el asesino Reuteman y más de 100 muertes. Muertes (las de Bahia Blanca, de La plata, de Santa Fe y más) que se suman a las miles de caídas sufridas por el pueblo argentino DESPUÉS del genocidio de 30000 compañeros (quien quiera puede consultar los informes anuales de muertes por violencia estatal que elabora la CORREPI). Desde entonces, nos preguntamos, ¿y cuántos del enemigo cayeron? ¿No será hora de cotejar estos números?

 

 En los días en que escribimos esta columna sucede la marcha de jubilados y la represión feroz, y la salida espontánea y masiva a Plaza de Mayo por la noche del mismo miércoles. Dada la celeridad con que se están dando ciertos sucesos, no tememos afirmar que como sea que continúen, necesitaremos dar un paso en la organización y en la elaboración de planes mínimos para las luchas que se vienen.

  

PEDRO RODRIGUEZ

Desde Rosario- Militante Social

 

 

 

 

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