EL
DIFÍCIL CAMINO DE LAS REFORMAS PROPUESTAS POR EL GOBIERNO DE GUSTAVO PETRO EN
EL CONGRESO DE COLOMBIA
Hola, apreciados
compañeros y oyentes del Club de la Pluma. Desde Colombia les habla Mauricio
Ibáñez para darles una pequeña actualización de noticias sobre la situación
política en nuestro país. Estamos atravesando por una coyuntura difícil, donde
nuestro Presidente Gustavo Petro y su equipo ejecutivo están siendo sometidos a
una guerra sucia y sin cuartel desde varios sectores de la oposición: los
partidos corruptos que gobernaron y robaron sistemáticamente al país durante
200 años de vida republicana, los movimientos políticos que surgieron en torno
al narcotráfico, una élite empresarial mafiosa y, como principal instrumento de
manipulación, unos medios de comunicación de su propiedad, los cuales se han
encargado de mantener al pueblo colombiano desinformado o distraído.
Cuando se inició el
mandato del presidente Gustavo Petro, éramos optimistas pues a su alrededor se
forjaron coaliciones que nos hicieron pensar que sus propuestas de reformas
estructurales, enfocadas en la reducción de la desigualdad social, tenían un
futuro prometedor. Sin embargo, la coalición con la que empezó el gobierno
comenzó a resquebrajarse muy pronto, lo que desde la opinión pública hemos
interpretado como una gran traición perpetrada contra el gobierno desde las
cabezas de los grupos políticos que ya mencioné, especialmente las ramas más
conservadoras de los partidos tradicionales, y los dos grupos políticos más
cuestionados por sus nexos con la corrupción: el centro democrático y cambio
radical. En consecuencia, este gobierno ha enfrentado numerosos desafíos para
implementar reformas que abarcan áreas clave como la salud, el trabajo, la
política y la justicia social, encontrando una fuerte resistencia en el
Congreso y generando tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El proyecto de
reforma a la salud del gobierno de Gustavo Petro busca transformar el sistema
de salud colombiano, incluyendo la creación de Gestoras de Salud y Vida,
corrigiendo los problemas de corrupción que han provocado la intervención y
liquidación de las empresas aseguradoras llamadas EPS en Colombia, y la
implementación de Centros de Atención Primaria para descentralizar y mejorar el
acceso a los servicios médicos en toda la geografía nacional. Este proyecto ha
sido objeto de fuertes ataques por parte de las empresas aseguradoras, a pesar
de que se han evidenciado varios escándalos de corrupción en su gestión. Con
una gran capacidad de lobby y soborno, ha sembrado toda clase de obstáculos,
controversias y desafíos en el legislativo, comprando a opositores y aliados
para hundirla o no permitir que haya cambios significativos. Recientemente, un
texto con modificaciones al proyecto original fue aprobado en segundo debate en
la Cámara de Representantes y ahora pasará a una comisión del Senado para
continuar su trámite. Los congresistas opositores han anunciado, con
arrogancia, que no permitirán que sea aprobada.
La reforma laboral,
que busca mejorar las condiciones de los trabajadores, fue rechazada por 8
congresistas en una de las comisiones del Senado, antes de poder ser discutida
en asamblea plenaria, lo que significa que ni siquiera se permitió su debate.
Este rechazo refleja no solo diferencias ideológicas, sino también intereses
económicos y políticos particulares que, desde los gremios empresariales,
chocan con las propuestas del Gobierno. Dado que son muchas las empresas que
financian las campañas de senadores y representantes de la república, es fácil
entender quien está al frente de este intento de hundir los beneficios para los
trabajadores colombianos.
Otro proyecto de
reforma de este gobierno busca introducir cambios estructurales en el sistema
político colombiano. Entre sus propuestas principales se encuentran:
•
Reforma al Consejo Nacional Electoral (CNE): Se plantea que
los magistrados del CNE sean seleccionados mediante convocatorias públicas y
concursos de mérito, en lugar de acuerdos partidistas. Esto busca despolitizar
la elección de los magistrados y fortalecer la independencia del organismo.
•
Listas cerradas y paridad de género: El proyecto propone
eliminar el voto preferente para las corporaciones (Congreso, Asambleas y
Concejos) e instaurar listas cerradas con paridad de género, asegurando que por
cada hombre haya una mujer en las listas.
•
Fortalecimiento de los partidos políticos: Se busca mejorar
la transparencia y la financiación de las campañas, así como fomentar procesos
de democracia interna en los partidos.
Aunque esta
iniciativa ha sido considerada un paso en la dirección correcta por algunos
analistas, también ha generado una fuerte oposición sobre su implementación y
el momento político en el que se presenta.
En todos los casos,
el factor clave ha sido la presión de grupos de interés y gremios económicos
que temen que se afecten sus finanzas, así como un gran miedo de los partidos
tradicionales y grupos de oposición de que estas tengan éxito por el impacto
que esto causaría en su capital político.
En esta guerra sucia
que empresarios, congresistas y prensa están adelantando en contra del
Gobierno, también han entrado los entes de control (una procuraduría
politizada, una fiscalía silenciosa, etc.) y las altas cortes, las cuales se
han dedicado a hacerle desplantes al presidente o cerrarle el paso a
iniciativas normativas de urgencia para atender crisis sociales. Con la mayor
parte de la prensa hegemónica en su contra, al gobierno le ha sido muy difícil
movilizar suficiente apoyo ciudadano. Aunque Petro ha recurrido a las redes
sociales y a convocatorias de movilización popular para presionar al Congreso,
estas acciones no han sido suficientes para contrarrestar la oposición
institucional. Por cuenta de la desinformación coordinada desde la oposición,
la falta de una narrativa unificada y clara sobre los beneficios de las
reformas ha permitido que los detractores dominen el discurso público.
Por último, el
contexto político general también ha jugado un papel importante. La
polarización política en Colombia ha intensificado el debate en torno a las
reformas, convirtiéndolas en un campo de batalla ideológico. Esto ha llevado a
un estancamiento legislativo que no solo afecta las propuestas de Petro, sino
también la percepción de gobernabilidad de su administración.
En contraste, La
reforma pensional propuesta por el gobierno de Gustavo Petro ha tenido un
avance significativo y ya es una realidad. Fue sancionada como ley el 16 de
julio de 2024, marcando un cambio importante en el sistema de pensiones de
Colombia. Esta reforma introduce un modelo basado en cuatro pilares:
1.
Pilar solidario: Proporciona un subsidio mensual a personas
mayores en condiciones de pobreza extrema.
2.
Pilar semicontributivo: Ofrece una renta vitalicia a quienes
no lograron pensionarse pero tienen semanas cotizadas o ahorros en sus cuentas
individuales.
3.
Pilar contributivo: Integra los aportes de los trabajadores
en Colpensiones y fondos privados para garantizar una pensión integral.
4.
Pilar de ahorro voluntario complementario: Permite a los
trabajadores ahorrar de manera adicional para mejorar su pensión.
El objetivo principal
de esta reforma es garantizar una mayor cobertura y equidad en el sistema,
beneficiando a más de tres millones de colombianos que antes no tenían acceso a
una pensión. Sin embargo, también ha generado preocupaciones en sectores como
los fondos privados de pensiones, que consideran que el nuevo sistema podría
afectar su operación.
En conclusión, las
dificultades que enfrentan las reformas de Gustavo Petro en el Congreso son el
resultado de una combinación de factores políticos, económicos y sociales.
Superar estos desafíos requerirá no solo estrategias más efectivas de
negociación y comunicación, sino también un esfuerzo conjunto para construir un
consenso que permita avanzar en las transformaciones que el país necesita.
Ante el reciente
bloqueo de la reforma laboral, el presidente manifestó en público su deseo de
convocar una consulta popular para que el pueblo mismo decida si apoya las
iniciativas presentadas por el gobierno en este tema y en la salud. Aunque
desde el pueblo colombiano, ya cansados con un parlamento que no nos
representa, hemos estado sugiriendo al presidente que cierre el congreso y
convoque a nuevas elecciones legislativas, esto no es posible en Colombia pues
la Constitución de 1991 no lo permite. Así pues, saldremos a las calles para
darle nuestro apoyo al Señor Presidente Petro y adelantar una gran consulta
popular para sacar adelante las reformas que tanta falta le hacen a nuestro
país.
Les agradezco toda la buena energía que, desde la patria grande, podamos enviar al pueblo colombiano para una gran lucha que, desde lo político y lo legal, estamos librando para asegurar la gobernabilidad y el éxito de nuestro Presidente Gustavo Petro. Un abrazo agradecido para todos, y hasta la próxima.
MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia –
Biólogo Especialista En
Estudios Socio-Ambientales
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