BUENAS NOTICIAS INTERNACIONALES
Hoy
reproducimos un informe llegado desde La Habana, dice lo siquiente: La interacción de China con Cuba ha
evolucionado desde una ayuda esporádica hasta la construcción de un sistema de
apoyo multipolar y resiliente que reinventa la infraestructura energética y
logística de la isla.
Mientras
Washington endurece las sanciones, restablece las prohibiciones de viaje,
audita cada dólar de remesas y refuerza el embargo de la Guerra Fría, Pekín
contraataca metódicamente con infraestructura física en lugar de retórica.
Solo
en 2025, China ha financiado 55 parques solares en provincias desde Artemisa
hasta Guantánamo, cada uno diseñado para generar aproximadamente 21 MW y
alimentar un plan más amplio de 92 instalaciones que totalizarán 2000 MW para
2028. En Jatibonico (en el centro de la isla), donde los carruajes tirados por
caballos aún abarrotan las calles llenas de baches, tres excavadoras ya han
despejado los cañaverales para dar paso a paneles, transformadores de red y
combustible de diseño chino, cada litro monitoreado por ingenieros chinos para
garantizar un ensamblaje ininterrumpido.
En
Cotorro, Mariel y más allá, estos parques solares no son inauguraciones
simbólicas, sino salvavidas operativos: cubren casi un tercio del déficit
energético diurno de Cuba en la actualidad y prometen eliminarlo para finales
de este año.
Mientras
tanto, el Puerto de Mariel, en La Habana, se ha transformado en un nodo de
doble uso en el emergente eje China-Rusia-América Latina. Desde mediados de
2024, graneleros chinos procedentes de Shanghái y Tianjin han descargado kits
de paneles, acero, tambores de cable y combustible en Mariel, y aviones de
carga han reanudado los vuelos directos desde la República Popular China,
evitando por completo cuellos de botella marítimos como el Canal de Panamá.
Este
puente aéreo-marítimo acorta semanas los plazos de entrega, garantizando que
tanto los componentes de la red eléctrica como los botiquines médicos lleguen
bajo un mismo paraguas logístico, controlado de principio a fin por Pekín.
Si
bien Rusia ha mantenido una presencia simbólica, reabriendo la mayor acería de
Cuba, prometiendo envíos de trigo y proponiendo empresas conjuntas como
"Rusmarket", su capacidad para concretar sus planes se ha visto obstaculizada
por presiones externas y disrupciones globales.
La
acería, otrora un referente de la cooperación bilateral, produjo solo una
fracción de su producción proyectada para 2024. Muchos proyectos siguen
estancados debido a las consecuencias más amplias del conflicto y las
sanciones.
China,
operando con menos restricciones, ha intervenido para reforzar los objetivos
compartidos mediante la entrega directa de infraestructura, la instalación de
parques solares, el envío de buques de carga y vuelos al Mariel, y su
integración en la reactivación logística de Cuba. Donde Rusia sienta las bases
ideológicas e históricas, China ha aportado la continuidad logística necesaria
para estabilizar el presente.
Esto
es profundidad estratégica en acción. Cada parque solar reduce la factura de
importación de diésel de La Habana, cada tonelada métrica de acero procedente
de China refuerza los andamios para las mejoras de la red eléctrica, y cada
vuelo de carga estrecha los corredores comerciales bilaterales que escapan a la
supervisión estadounidense.
Mientras
el gobierno estadounidense revisa el banco de transcripciones de disidentes
cubanos y audita los recibos de viaje durante cinco años, China se ha integrado
en los sistemas críticos de la economía cubana, desde la energía hasta los
productos farmacéuticos, mediante acuerdos financieros confidenciales, pactos
de cooperación Sur-Sur y una supervisión directa que incluye la planificación
de rutas.
Cuba
ya no es solo el patio trasero de Estados Unidos; se ha convertido en una capa
avanzada de la red global de infraestructura de Pekín. En la batalla entre
sanciones y sostenibilidad, los paneles solares resisten las proclamaciones, y
en los momentos difíciles de La Habana, los megavatios solares hablan más
fuerte que las condenas diplomáticas.
Al
integrar a Cuba en su eje logístico y de la Franja y la Ruta, China no solo
llena el vacío dejado por Rusia, sino que construye un sistema paralelo de
resiliencia que ningún embargo puede eclipsar por completo...
Hay
matices en lo referente a los rusos, que estoy cierto y más que seguro,
ingresarán con fuerza. Entre otras cosas, porque se han enmendado tipos de
relaciones, el primer responsable ruso que enviaron, mucho capitalismo, normal,
representa el sector privado. Lo cambiaron por dos altos representantes del
Estado ruso, y con el estado, las conversaciones son más amplias y fluidas, lo
mismo que con China.
Cuba
es, una ubicación estratégica, y la situación internacional es más propicia de
lo que pensamos y creemos. Lo más interesante de todo esto, es que ya se
entiende cabalmente, que si no resolvemos el problema energético, no
resolveremos nada, absolutamente nada, y que, para resolverlo, debemos cambiar
de matriz energética, nos quedan muchas más variables. Alquiler de tierras a
China, como Etiopía, las volvemos rentables alquilándolas, y ultra productivas,
usando los métodos chinos en nuestra tierras.
El
experimento productivo de Vietnam, ya dio los primeros resultados, y son
positivos, en cuesto a rendimientos, lo que implicará la extensión de tierras
en cultivo. Todo lo que funciona, debemos ampliarlo. El Estado debe recuperar
la capacidad de manejo de varias esferas, la comercialización alimentaria a
nivel estatal, no sólo el normado y que debe ampliarse, sino el comercial, con
mínimo margen de ganancia.
La
política fiscal, monetaria, cambiaria, con todo el poder del Estado. Un país
ordenado, consciente, que trabaje en objetivos claros y precisos dentro de
nuestro modo productivo, que es el socialismo, nada de inventos colaterales de
costo beneficio, que hoy podemos medir como catastróficos, el que diga y
afirma, y sobre todo, defienda lo contrario, está loco.
Tenemos
todo para salir adelante, si no lo hacemos, es porque la dirección del país
está fallando y no hay que buscar en otra parte, hay que hacerse responsable,
de lo bueno, pero sobre todo, de lo malo, que hagamos o dejemos de hacer. nadie
tiene derecho a jugar con el prestigio de la Revolución. Esto no es un asunto
de consignas, es un asunto de responsabilidades.
El
1 de mayo, Fidel estuvo con nosotros..., estemos con él, el resto de nuestros
días, se lo debemos a él, se lo debemos a la Revolución, se lo debemos a Cuba.
Desde Rosario- Militante Social
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