RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 9 de febrero de 2025

EL GENOCIDA MÁS RESPETADO - PEDRO RODRIGUEZ

 

EL GENOCIDA MÁS RESPETADO

 

 

 

 Hoy dialogamos con compañeros que hacen sus preguntas y dan sus posiciones en el ámbito infructuoso de las llamadas "redes sociales". Elegimos algunas de ellas por la precisión con que se formulan. Sus palabras serán presentadas con esta voz, que por ser la de un colectivo soslaya nombres propios  y destaca preocupaciones. Por ejemplo: ¿Qué estarán pensando ahora todos los  que se engancharon en "revisar el marxismo", y se colgaron de Negri, de Hardt y su BORRAMIENTO de la condición de trabajador para remitirnos a una supuesta "ciudadanía universal", cuando la cuestión de las migraciones está puesta hoy día al rojo vivo? A ver, expliquen esa supuesta ciudadanía...

 

 ¿Qué pensarán los que contribuyeron a sostener los paradigmas de la posmodernidad, los que decretaron - al unísono con las voces hegemónicas-  que el socialismo "FRACASÓ"?

¿Cómo la dibujarán ahora los seguidores de Holloway, los que quieren "Cambiar al mundo sin tomar el poder", que circula en tantas "mentes brillantes",muchas abrazados al Foucault nuestro de cada día y sus estrategias diversivas de los "micro poderes", cuando "la democracia" , la del mundo capitalista, es ESTO QUE VIVIMOS, que permite a gobierno electos avanzar sin tregua sobre los derechos de todos?

 

 Ya ni siquiera necesitamos remitirnos a nuestros podcast anteriores criticando la democracia burguesa, basta y sobra con ver la actualidad política nacional e internacional. Todos los devenidos "deconstructores" (ah, claro, ¿recuerdan la moda de la "deconstrucción"?), sin ninguna verguenza, de Derrida a Bifo Berardi y sus apologistas locales, han contribuido a la confusión del campo popular al punto de disgregarlo y extraviarlo en disputas discursivas y huecas como su ética dineraria y oportunista. Es evidente que las instituciones del sistema, entre las que contamos esa usina de ideas que es la Universidad, lejos de ponerlo en cuestión, reproducen y multiplican y hacen llegar a las masas todo aquello que pueda desplazar los ejes del conflicto (hemos vuelto atrás más de 100 años: la gloriosa Reforma universitaria de 1918 es hoy una utopía).

 

 Y el conflicto sigue siendo entre los intereses  del trabajo y los del capital. Estamos en la Era del Ajuste. Y el Ajuste y la distribución de la riqueza se definen (mucho más aún que con el gasto público y los recortes) con el hundimiento del sueldo y del costo laboral, porque ahí está en juego la platita del bolsillo verdaderamente privado de la élite. Así que suponiendo que un día nos decidamos a enfrentar en serio la cuestión contemporánea más candente (el Ajuste al pueblo y a los trabajadores) ya sabemos por donde pasa el eje. Algunos piensan o aceptan que en ese punto no importa si leí a Marx, o a Seineldín, o a Gramsci, o a Perón. Y ahí no importa si hay una clase trabajadora industrial, o una clase trabajadora "virtual", ya que de una forma u otra habrá que adecuar la respuesta a esas características cambiantes...

 

 Pero el eje sigue pasando por donde siempre pasó, desde los tiempos en que hay explotadores y explotados. Y hasta cierto punto acordamos con esa tesitura, porque los que lucharon en nuestra historia han tenido muy diversas procedencias ideológicas. Lo que en todo caso agregaríamos es que no nos alcanza con sostener luchas reivindicativas, destinadas a repetirse al infinito mientras crece la "población sobrante" y se aplastan salarios. Deberíamos ser capaces de elaborar una estrategia común mientras continúan individualizándonos y diversificando las ilusiones; y si son imprescindibles todas las luchas reivindicativas, y si hemos de apoyarlas sin importar de qué sector del trabajo provengan, también es tiempo de elaborar un plan para terminar con la concentración de capital y la concomitante ampliación de la miseria.

 

 En nuestro país, la mayoría de los trabajadores cobra salarios por debajo de la línea de pobreza según las estadísticas que la propia burguesía difunde (sin olvidar  que los números son permanentemente falsificados para ocultar una realidad mucho más cruda).

La libertad que pregonan va en contra de las necesidades determinadas por el curso natural de la vida y la existencia, porque la producción cada vez más social se contrapone violentamente a la apropiación cada vez más concentrada. Con su dominio arrastran a la humanidad hacia ese mundo que contradice de manera igualmente violenta las aspiraciones de las grandes mayorías. La expulsión de seres humanos no sólo del funcionamiento económico y político, sino de sus territorios, constituye una de las mayores producciones de este sistema que, seguidamente, se ocupa de fomentar su desprecio social y hacerlos culpables de todos los males que el propio sistema genera.

 

 La degradación humana y del planeta crece a un ritmo cada vez más acelerado. Como dijo el Che en su discurso en la ONU en 1964,  “El capitalismo es el genocida más respetado del mundo”. Ya es hora de decir BASTA!

 

 

 


PEDRO RODRIGUEZ

Desde Rosario- Militante Social

 

 

 

 

 

 

 

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