GEOPOLÍTICA
PROFUNDA: PROYECTOS CIVILIZATORIOS (NO PAÍSES) EN DISPUTA POR EL CONTROL
MUNDIAL.
EL
IMPERIO BRITÁNICO MODERNO CONTRAATACA.
LA MOTOSIERRA DESTRUYÓ TODO Y ESPAÑA YA ESTÁ
VENDIDA.
Un cálido abrazo a
toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Nuevamente, nos encontramos
en este espacio de reflexión compartido.
Si existe algo que
diferencia la GEOPOLÍTICA de la que llamaremos GEOPOLÍTICA
PROFUNDA O METAPOLÍTICA es la relación con la categoría del
tiempo. En Geopolítica, hay un progreso lineal de dos fuerzas opuestas, del
pasado al futuro, mientras que la Metapolítica se centra en los cambios de
ciclos de tres fuerzas y el tiempo es la suma de las olas de distintos períodos
de tiempo y la elección histórica del camino está conectada con el período de
oportunidad para atrapar la fase del ciclo y “montarse en la ola”. Con el telón
de fondo de la Tercera Guerra Mundial híbrida, tenemos que entender los
acontecimientos a escala planetaria. La verdadera lucha hoy es por la
definición del nuevo modelo económico postindustrial 3.0. Hemos ido del Global
1.0 que es el mundo de Westfalia de los Estados-nación, entre 1648 y 1968, y
pasamos a Global 2.0 entre 1968 a 2009. Este último período implicó el
desmontaje de los Estado-nación y el modelo se estructuró en torno de
organizaciones supranacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco
Mundial, y corporaciones, como Goldman Sachs, JP Morgan, etc. Hacia 2008, la
élite global se dio cuenta de que el fin de Bretton Woods y de la expansión sin
límites quebraría la economía mundial.
Y en este actual
Global 3.0, la energía principal no es el gas natural ni el petróleo, sino el
conocimiento. En este nuevo mundo, la lucha no está entre Estados-nación sino
entre los Proyectos Globales o Civilizatorios. ¿Y qué es un Proyecto Global?
Para ser un Proyecto Global, hace falta la conceptualización del futuro, una
economía independiente global y servicios de inteligencia, también, de carácter
global. Hoy en día, existen seis Proyectos Globales o Civilizatorios. Con la
coyuntura actual de la quiebra económica planetaria y la falta de ideas para
salir de la crisis, ¿quién podrá escribir este nuevo modelo económico? El
occidente capitalista desde luego que no.
El sistema occidental
está basado en un modelo en quiebra (Bretton Woods), que sirvió como elemento
de expansión de la influencia estadounidense postSegunda Guerra Mundial, pero
en Occidente, no existe el lenguaje para explicar un modelo alternativo, dado
que todas las instituciones financieras, económicas, políticas, think tanks,
ONGs, sociedades privadas y semisecretas como Bilderberg, Comisión Trilateral,
Rand Corporation, etc, desde 1944 forman parte del modelo quebrado y carecen de
alternativas filosóficas. Y en esa amenaza de Netanyahu de bombardear Irán
(largo sueño esperado por el sionismo), detrás, está el Imperio británico
moderno que está buscando el espacio para su propio Proyecto Global y está
incitando a Trump para que se implique en una guerra nuclear contra el país
persa, pero ya respondió Putin que no se quedará de brazos cruzados. Ya les
habíamos advertido de que siempre tenemos que sospechar de ese sujeto político
que no se menciona, pero que se oculta detrás de otros actores.
El modelo capitalista
murió en el momento en el que el bloque socialista se unió dentro del modelo
liberal banquero financista mundial. A partir de ese momento, comenzó la caída
del sistema capitalista; en 2000, vino la burbuja de las puntocom; en 2008,
Lehman Brothers; en 2016, llega Trump y el Brexit; este año, de nuevo Trump. Y
no olvidemos que, en 1981, en la era de Reagan y Margaret Thatcher, comenzó la
expansión a base de deuda y crédito estadounidense a través de la irrefrenable
Escuela de Chicago. Cuando cayó la Unión Soviética, la élite financiera mundial
tuvo absolutamente claro que el tiempo había llegado a su fin. Si en los años
'80, la élite occidental vivió a costa de la clase media de América Latina y,
en los '90, vivió a costa de la clase media de la exURSS, ahora vive a costa de
la clase media europea y de América del Norte.
Estamos viviendo un
problema existencial civilizatorio y la cuestión principal a nivel mundial es
que no hay ningún modelo financiero que pueda sustituir el modelo liberal
banquero financista. Con la caída de la Unión Soviética ya no hay dónde
expandirse más. Por esto, están desmantelando, desindustrializando y escuchamos
hablar de crecimiento cero y destrucción de la demanda. El problema para el
equipo de Trump, China y Rusia es encontrar cómo sustituir el modelo, porque si
se desploma y no hay sustituto, el mundo va a la guerra. Necesitamos un modelo
económico. Hay planes en marcha. Uno es el desmontaje de los países y la
creación de regiones económicas.
Reiteramos que no son
países los que están en guerra, son Proyectos Civilizatorios. Hablar de
“países” es un concepto de Westfalia, del período entre 1648 a 1968. Y si nos
referimos a América Latina al no constituir un proyecto civilizatorio propio de
alcance global, solamente, puede aspirar a formar parte de alguno de ellos,
como elemento secundario. Venezuela podría jugar dentro del proyecto de China
en el Nuevo Camino de la Seda y los chinos necesitan a Rusia y Venezuela es
amiga de ambos.
Quizás se pregunten
qué papel está jugando Gran Bretaña y Macron en Francia, que son lo mismo, en
esa fuerza de choque que quiere continuar la guerra en Ucrania. El Imperio
británico moderno está contraatacando. Y aquí volvemos a aclarar qué implica el
proyecto del equipo de Trump que es un modelo globalista alternativo e
insistimos en que Estados Unidos es un poder totalmente fragmentado. Por un
lado, está la élite globalista económica financiera satánica representada por
Wall Street, la City de Londres, la Corona británica, etc. y, por el otro, el
proyecto alternativo también globalista que representa Trump que se centra en
el industrialismo de Estados Unidos, en la economía real que produce bienes y
servicios, no números en la pantalla de una
computadora, de una economía financiera que se basa en la
deuda hasta el infinito. ¿Entienden por qué está continuamente atacado?
Vamos, que aquí no
somos proTrump, sino que intentamos desvelar lo que la realidad esconde. Hubo
una mesa metafórica al terminar la Segunda Guerra Mundial en la que se sentaron
Churchill, Stalin y Roosevelt. La lucha ahora mismo es quién se sentará en la
mesa metafórica del poder para repartirse las regiones del mundo. Putin, Xi
Jinping, Modi por la India, Trump. Y Trump representa, sólo una pequeña parte
de Estados Unidos; no lo votó ni la cuarta parte del electorado. Y dentro de
los republicanos hay un número importante que está en contra de Trump, con su
política industrialista, aislacionista, proteccionista y Trump representa al
Proyecto Civilizatorio del Vaticano, como Hungría, en la Unión Europea. Pero en
esa mesa metafórica del poder, ni la Unión Europea, ni Gran Bretaña se
sentarán.
Gran Bretaña no
participa en esa mesa metafórica, pero desea convertirse en jugador. Gran
Bretaña a nivel militar es muy débil; en cuanto a la diplomacia es muy fuerte;
no olvidemos la simbiosis con la nobleza negra veneciana medieval. Y no olviden
que Gran Bretaña es cada vez más un país islámico y durante 1500 años acumuló
un poder que lo perdió en un siglo. Salió vencedora de la Primera Guerra
Mundial y luego perdió el mar y su industria. En 2016, el Brexit podría haberle
dado impulso, pero no tomó decisiones sensatas, por ejemplo, la de involucrarse
en la guerra en Ucrania, porque tenemos que entender que la guerra en Ucrania
es, en primer lugar, un conflicto anglo-ruso; en segundo término, OTAN-ruso.
Gran Bretaña y Rusia forman parte de dos proyectos civilizatorios diferentes.
Si Rusia gana la guerra, habrá perdido todo lo que invirtió. Quiere seguir con
la estrategia de obligar a entrar en guerra a Rusia. Tiene a su favor a los
tres países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, pero carece de recursos
militares, armamentísticos y de inteligencia.
Que Gran Bretaña
quiera recuperar la guerra a su favor con esos países parece una broma. Además,
entre los tres países bálticos tampoco hay acuerdo y sin Polonia ni Estados
Unidos ese enfrentamiento sería un completo desastre. En media tarde, la
Federación Rusa aplastaría a cualquier país báltico. Y, sin desearlo, ya
mencionamos cinco Proyectos Civilizatorios: Nueva Babilonia, representado por
las estructuras globalistas bancarias financieras; Nueva Jerusalén, que es el
proyecto británico; Gran Europa, el proyecto del Vaticano; Gran Eurasia, el
ruso y, Datum China, que es el proyecto de China.
Y saltamos a Argentina
en donde se ha apostado por la mentira continua, pero el castillo de naipes ya
se vino abajo. Es innegable que el campo, por primera vez en 200 años de
historia, está totalmente destruido; hemos dado datos numéricos, en otras
columnas, sobre esa nefasta realidad en la que el dinero de los insumos que se
gastan para producir (atados a los precios monopólicos), supera la ganancia. El
industricidio está llegando a niveles irreales, lo mismo el comercio, el
mercado privado y las exportaciones. ¿Algo más? Los precios de los alimentos y
servicios continúan subiendo. ¿Y qué le sigue ahora a Argentina? ¿Una
devaluación o se quedarán con los ahorros, otra vez, “onda Cavallo”? Y en este
camino despiadado de simulacro, engaño y vergüenza, casi ningún Estado se ve
libre del cipayismo local.
España está sufriendo
su propio calvario y podemos decir que ya está vendida. Y es que al hablar de
“cipayismo local” nos estamos refiriendo a una de las tres contradicciones del
propio sistema capitalista, la tercera y última, que es el salto desde las
entidades supranacionales para presionar o sobornar a los diferentes gobiernos
o líderes de todos los Estados del planeta e implicarlos en el engaño
capitalista que se sustenta en la conspiración. Sin conspiración no existiría el
capitalismo y el cipayismo a nivel planetario nos iguala en desgracias,
miserias y destrucción de los pueblos. Si no mostramos la verdad que esconde el
capitalismo, no decimos nada esencial.
¿Comprenden la real
dimensión de los poderes fácticos financieros y que un Presidente o un Primer
Ministro de cualquier Estado del planeta, casi no existen a nivel conceptual? A
través de la Geopolítica Profunda o Metapolítica entendemos el centro de la
cuestión en el que estamos involucrados todos los ciudadanos del mundo.
Occidente asistió a
dos momentos decisivos a lo largo de la historia; la primera ruptura de nuestro
mundo fue en el siglo V después de Cristo, con la caída del Imperio Romano de
Occidente y, la segunda vez, en el momento que desapareció el feudalismo
dominante en la Edad Media, y que dio paso al sistema capitalista, alrededor
del siglo XV y que ya está demolido, pero desconocemos qué sistema económico
planetario lo podrá reemplazar. Toda la Humanidad está en el mismo barco.
Me despido de nuestra
querida audiencia, agradeciendo su amable atención, e invitándola a una nueva
emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Hasta la victoria siempre, compañeros!
PROF. VIVIANA ONOFRI
Desde Islas Canarias
Profesora
en Letras, ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata